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02/02/2022

Manicomio, la ópera prima de Fernando Fernán-Gómez restaurada por la Filmoteca Española

 

El canal de la Filmoteca Española en Vimeo ha permitido ver restaurada la ópera prima de Fernando Fernán-Gómez durante un tiempo limitado, me enteré hace tres días y aun la pude ver. Se trata de Manicomio del año 1952, conviene matizar que está codirigida por Luis María Delgado. Veo que el mismo día en que publico esto, ha desaparecido el enlace, aunque la pueden ver por Youtube sin restaurar hasta que alguien la quite para no poder verla en ningún lado


 El entonces solo actor ya era bastante popular en aquel tiempo y tenía ganas de empezar a ponerse detrás de las cámaras, la paralización del rodaje de Aeropuerto motivó que tanto Delgado como Fernán Gómez pensaran en aprovechar los decorados para hacer algo y aquello era una historia escrita por su amigo Francisco Tomás Gómez que tomaba como punto de partida un cuento de Edgar Allan Poe ("El sistema del Doctor Alquitrán y el profesor Pluma") donde los enfermos de un manicomio encierran a los médicos y asumen los roles de ellos. En medio de la historia se intercalaban tres relatos con el tema de la locura: "Una equivocación" de Alexandr Kuprin, "El médico loco" de Leonid Andreiev y "La mona de imitación" de Ramón Gómez de la Serna.

El proyecto no tuvo en un principio el visto de la censura, se tuvo que retocar, Fernán Gómez nunca explicó qué le cortaron, pero decía que “en el país de Don Quijote, me parecía absurdo”. Sí escribe que el final fue un añadido, ya que la historia acababa con el tercer cuento y esos minutos finales bastante divertidos venían a señalar aun más paradójicamente el mensaje de la película irónico de principio a fin, desde la cita de Shakespeare inicial: ¡Señor, danos una brizna de locura que nos libre de la necedad! Algún día habrá que agradecer a la Censura su habilidad en mejorar guiones.



El humor negro desplegado aquí ya nos daba una muy buena muestra de lo que serían las constantes de su filmografía, él mismo también se dirige a los espectadores, algo que practicó más adelante y el estilo visual es feo y algo descuidado expresamente. Más de uno elogia al director por los decorados oníricos que se ven, pero él ya dejaba claro que aquello de presentar unos cuadros con marco y sin nada dentro fue idea de Eduardo Torre de la Fuente.

Sin duda, Fernán Gómez seguía en esta su primera película ese estilo de cine vanguardista, cuyo mayor exponente era Serrano de Osma con Pedro Lazaga de ayudante (conviene no olvidar), él estaba como actor dentro de aquel grupo que quería un cine español con diferentes temáticas, lo contradictorio era que él mismo consideraba esas películas como disparatadas, que hacer cine de ese estilo con Lola Flores y Manolo Caracol no tenía sentido, pero ahí están. 

Manicomio pasó inadvertida en su estreno y tampoco posteriormente se ha reivindicado. Cuenta con la curiosidad de ver a Camilo José Cela dando coces. Al director se le ocurrió encerrar a intelectuales, algunos de ellos tertulianos del madrileño Café Gijón y cada uno haría un animal.



A pesar de que la película siga olvidada, hay muchos puntos positivos, por una parte todas las historias insertadas tienen el mismo interés, no decae en absoluto, algo que suele ser el defecto mas común en estas.  El debate de dónde acaba lo racional y empieza la locura o viceversa es palpable en estos 80 minutos, tanto puede ser considerada como una comedia alocada, como una película de terror, una ironía de la vida, una experiencia surrealista... Los actores están espléndidos, con una naturalidad inversa al tipo de sobreactuación que solía producirse en otro tipo de producciones del momento

Por suerte, el fracaso de este Manicomio no impidió a Fernán Gómez seguir con sus 30 realizaciones, aunque se topase a menudo el rechazo de público y también cierta crítica. Felicito a la Filmoteca Española por restaurarla, aunque también me pregunto por qué solo se puede ver por un tiempo limitado, luego dónde se puede encontrar. Más de uno me dirá: ¿Dónde se puede ver? Y tendré que contestar que en ningún sitio. ¿Estoy loco por preguntarlo o por pensar que el enlace tendría que estar siempre disponible? 

28/07/2021

Yo la vi primero (1974), otra película invisible de Fernán-Gómez

 

Fuente: Wikipedia

El 28 de agosto hará 100 años que Fernando Fernán Gómez vino a este mundo, su centenario no está teniendo el eco merecido, probablemente por dos factores: La coincidencia con el de Berlanga y el desconocimiento de parte de su obra. Como actor participó en 210 producciones, debutó en 1943 con Cristina Guzmán de Gonzalo Delgrás y su última aparición fue en el 2006 en la película Mia Sarah de Gustavo Ron, o sea que son 7 décadas de cine español.

Su ópera prima como director fue Manicomio en 1954, dirige un total de 30 producciones, incluyendo las de televisión, entre sus títulos hay obras que ya forman parte de la historia del cine como La vida por delante, El mundo sigue, El extraño viaje, Mi hija Hildegart, El viaje a ninguna parte, etc.

A ellas hay que añadir su obra de teatro Las bicicletas no son para el verano que Jaime Chávarri llevó al cine en 1984 o la historia de Mi General dirigida por Jaime de Armiñán, así como el guion de Los zancos de Carlos Saura, etc.

Esas 7 décadas engloban toda una historia del cine español en la que encontraremos todo tipo de películas y corrientes, desde las peyorativamente llamadas españoladas, al cine de la transición, de arte y ensayo, etc. Precisamente, cuando se celebra un centenario suele ser una oportunidad para revisar y reivindicar la figura del homenajeado, completar filmografías, consultar bibliografía, etc.

Fuente: Filmaffinity
Me he puesto a revisar su filmografía de director y me he acordado de una que creo que llevo casi tres décadas sin ver. Se trata de Yo la vi primero (1974), me he puesto a buscarla y no se encuentra en ningún lado, ni editada en DVD, ni en ninguna plataforma, ni pases televisivos, creo que la última vez que se vio por televisión fue a principios de los 90 y estuvo editada en VHS.

Su argumento era este: Un niño de 10 años, Ricardo, está enamorado de su vecina Paloma. Tras sufrir un accidente, queda en coma durante 25 años. Tras despertar, aunque sea un adulto tiene la mentalidad de un niño y descubre que su amada se ha casado con un individuo despreciable.

En el guion colaboraron además de Fernán Gómez, otros tres nombres como Chumy Chúmez, que las nuevas generaciones ya no lo conocerán, era un humorista gráfico, escritor y hasta director de cine, algunos lo conocerán más como colaborador del antaño programa de Tele 5 Este país necesita un repaso, que era la adapatción del que se emitía dentro del programa radiofónico Protagonistas de Luis del Olmo bajo el título “El debate sobre el estado de la nación”.

 

Chumy Chúmez. Fuente: RTVE

En el año 72 impulsó la creación de la revista satírica Hermano Lobo donde colaboraron primeras espadas como Forges, El Perich,  Summers, Quino, Gila, Umbral, Vázquez Montalbán, José Luis Coll… Su lema era “Semanario de humor dentro de lo que cabe”, a cada publicación había que añadirle un plus de inteligencia para saber burlar la censura.

El otro escritor fue Arturo Rubial del que poco sé, aunque buscando he encontrado que fue uno de los guionistas de aquel programa de TVE con Luis Aguilé que se llamaba El hotel de las mil y una estrellas de finales de los 70, más recordado por un polémico striptease de Eva León disfrazada de monja que provocó la supresión del espacio. Uno de sus guionistas era el mítico crítico de cine Carlos Pumares.

Manuel Summers. Fuente: RTVE
El tercer escritor de la película fue Manuel Summers que era el protagonista de la película, por aquel entonces había dejado su cine de arte y ensayo como Juguetes rotos o El juego de la oca para dar paso a otro más comercial con división de opiniones, pero conservando aun un peculiar humor negro e irónico. Acababa de filmar las exitosas Adiós cigüeña adiós (1971) y su secuela El niño es nuestro (1973) 

Fernán Gómez dijo del filme : “el tema de la película no era excesivamente original, pero era muy tierno pensar que un niño conservaba su mentalidad aunque crecía físicamente por haber estado en coma y luego el hombre veía todo el mundo a su alrededor con esa mentalidad de niño cuando él no lo era, esto tratado con el humor de Chummy Chúmez y Summers a mí me parecía bien.”

Fernán Gómez acababa de dirigir para TVE el mediometraje Juan Soldado, basado en la novela de Fernán Caballero y que decía que era su mejor realización, anteriormente había dirigido la alimenticia Cómo casarse en siete días y había tenido un fracaso con su Crimen imperfecto, algo así como una traslación sin citar de Mortadelo y Filemón y que para alguno es una película de culto.

Luego vendría La querida (1976), película al servicio de Rocío Jurado, con alguna que otra pincelada artística, pero insuficiente en su globalidad, ya que su intención era la comercial, afortunadamente su ingenio volvería a partir de la rescatada Bruja más que bruja y Mi hija Hildegart, que servidor coloca entre las cumbres de obra.



Yo la vi primero
no tuvo en su momento buenas críticas, tachada sobre todo como un chiste demasiado largo y que el director no había sabido medir bien los tiempos. La actuación de Summers tampoco se llevó elogios, le acusaban de repetir su papel de Polvo eres con los mismos guiños La película, sin embargo, se vio con agrado en el Festival de cine de Molins de Rei (Barcelona)

El periodista cultural Iván Tubau la alabó diciendo: no se pierdan cuando se estrene “Yo la vi primero”, sin ser una obra maestra es una película que se ve con gusto y sin vergüenza lo cual en el cine español no es que sea muy frecuente.

En sus escasos pases televisivos la crítica cambió y hablaba bien, incluso su argumento fue comparado con el de la película Big. Por desgracia, no sé si por motivos de derechos o de pura ignorancia, llevamos tres décadas sin saber de Yo la vi primero. Ni tan siquiera este centenario algo descafeinado nos permitirá verla y poder analizarla bien. Simplemente por esta unión entre los mundos de Fernán Gómez, de Summers o de Chumy Chúmez ya valdría la pena visionarla. ¿Alguien se anima a rescatarla?

15/04/2021

La Familia Vila de Iquino, un antecedente de El mundo sigue de Fernán Gómez

 


Acostumbro a escuchar el podcast de "Cowboys de medianoche", el espacio que presenta Luis Herrero y que tiene como contertulios a José Luis Garci, Eduardo Torres-Dulce y Luis Alberto de Cuenca, en este tienen una sección que se llama “La prueba del algodón” http://www.radio-espana.es/podcasts/cowboys-de-medianoche en el que repasan la filmografía de un actor y comprueban si tiene más de 15 obras maestras, en el del día 9 de abril le tocó el turno al gran Pepe Isbert y la pasó (pueden escucharlo en el enlace a partir de 1:06:32). Claro está que los cowboys no son muy exigentes a la hora de definir los criterios de lo que es una obra maestra, películas como Ella, él y sus millones o Un caballero andaluz que están muy bien, son por ellos calificadas con las cinco estrellas, algo que creo exagerado.  Garci lo argumenta diciendo que hay que reivindicar el cine español, una vez acabado el programa consulté la filmografía del gran actor porque quise recordar una que ni siquiera citaron La Familia Vila, me hubiera gustado saber la valoración de esta...

Se encuentra la película en YouTube, al parecer no hay más copias, no se ha visto mucho en televisión, un pase lejano en Antena 3 TV el 28 de junio del 91 y luego ya hubo que esperar 24 años hasta que la Betevé la rescatara en su espacio de "Barcelona i acció" un 5 de julio de 2015, la programó con un aviso de que la copia no se veía muy bien, pero que por su interés histórico se emitía, no recuerdo más pases. El estado de la película de Ignacio F. Iquino no es el mejor, pero no por ello ha de caer en el olvido, también me pregunto por qué no se mejora y restaura, es del año 1949, y narra las andanzas de una familia de clase media humilde que vive en la casa de la  C/Petritxol esquina con la Plaza del Pino de Barcelona. El padre (Pepe Isbert) es un hombre honrado con unos principios muy marcados que tiene cuatro hijos, una de las cuales (Elvira) es lo que antes se decía “la oveja negra” y huye de esa familia "chapada a la antigua" como ella misma define con su novio.



 Por el contrario, el polo opuesto está representado en su hermana Carmen que tiene una vida resignada, la relación entre las dos no es buena, la primera es presumida, tiene un trabajo, y se pasea por el barrio con el lujoso cadillac de su novio, lo cual llama la atención de los vecinos. ¿Les suena esto a otra película? Más de un lector creo que habrá contestado afirmativamente, sí El mundo sigue de Fernando Fernán Gómez de 1962, su película maldita. Evidentemente no son iguales, pero sí que tienen varios puntos de vista en común y no me extrañaría que hubiera servido de fuente de inspiración.


El mundo sigue fue escrita por el portugalujo Juan Antonio Zunzunegui, sus novelas se enmarcaban en un realismo que cierta crítica vio comparable al de Pío Baroja. Es un autor que no se estudia en la Universidad, doy fe de ello. En la Historia de la Literatura Española de la Editorial Ariel dedicada al siglo pasado, Gerald G. Brown lo califica de “muy zafio y pobre imaginación psicológica, aunque de cierta fuerza realista en sus escenas”. Mejor es la definición en la Enciclopedia de escritores españoles en Lengua castellana de Rosa Navarro Durán, no se oculta que nace en seno de una familia de origen acomodado y que en la Guerra Civil defendió la causa nacional, leemos que “su obra se caracteriza por hallarse vinculada a la corriente realista, desde la que denunció las costumbres morales y sociales de su tiempo. Está considerado un retratista de la burguesía madrileña de su época”.



Y así, efectivamente, la película de Fernán Gómez sigue estas características y es fiel a la novela de 1960. En La familia Vila, en cambio, la historia es del mismo Iquino en compañía de Juan Lladó que colaboró bastante con el director. También es un retrato que denuncia las costumbres sociales y morales, pero, claro está, que había que pasar por el "nihil obstat" de la censura y uno tenía que ser muy hábil para que el guion no se quedara archivado. Más de uno al verla aplicará ese adjetivo peyorativo de “moralista” y tendrá parte de razón. Pero valdría la pena preguntarnos qué se entiende por eso, El mundo sigue también lo es, incluso me atrevería a decir que más. ¿No está hablando Zunzunegui que la descomposición y pérdida de los valores tradicionales de una familia acaban por corromper los principios de las personas? ¿Y no son moralistas también películas recientes que defienden y hasta machacan con otro tipo de ideologías? Esto nos llevaría a un debate, en todo caso hay que observar  los ropajes con las que se viste cada producción.

 El guion de Fernán Gómez pasó el "nihil obstat", aunque se tuvieron que suprimir algunas escenas, en el informe del 3 de junio de 1963 encontramos que "contiene episodios cuya realización conviene cuidar muy especialmente y algunos que deben ser suprimidos”. A efectos de protección económica se la calificó con una discreta “Segunda A”, incluso José Luis Borau que pertenecía entonces a la comisión de la rama de Clasificación le quiso dar una categoría inferior. La junta revisó el filme una vez suprimidas algunas escenas y la calificó como Primera B, sin embargo, no se le vio carrera comercial y no llegó ni a estrenarse en Madrid. Una vez pasado el Franquismo, tampoco se reestrenó y por televisión se pasó una única vez, ha sido en el 2015 que casi con carácter de estreno se ha podido ver gracias al trabajo de "A contracorriente" y de Juan Estelrich hijo. 

Iquino también tuvo sus problemas, La Junta Superior de Orientación Cinematográfica encuentra que la figura de la hermana mayor (la resignada) resultaba antipática, lo cual perjudicaba la intención general del argumento y se podía leer la siguiente frase: “No es ejemplar la bondad si no se acompaña de un mínimo de comprensión y amabilidad”. El director decidió entonces cambiar el reparto previsto y contratar a Maruchi Fresno de la que escribió que era “de una mayor dulzura de expresión y sosiego de ademanes que la antes por nosotros elegida”. La sucesión de problemas en el argumento no era bien vista y en algún que otro informe remitido al Ministerio como el del delegado provincial en Cuenca se reflejaba que “deja caer tal número de desgracias que lejos de provocar lástima mueve a hilaridad”.

 Estamos, pues, en una prueba palpable de lo que he dicho antes, el tema de cómo se viste la historia, Ignacio Ferrés Iquino es uno de los mejores directores que hemos tenido y por favor no se me lleven las manos a la cabeza, él supo crear una industria, dar de comer a muchos que trabajarían luego en el cine y como buen catalán calculaba muy bien lo que podía gastar y ahorrar, se dijo de él que era el Roger Corman español. En esta producción que fue la primera que produjo en solitario empleó todas sus habilidades para que no pasara por una película cruel y de aquellas que te dejan clavado en la butaca una vez finalizada, como sí pasa en la de Fernán Gómez, son dos estilos diferentes.

 Por ejemplo, en las dos tenemos el tema de la rivalidad y envidia entre hermanas, En La familia Vila, esta se muestra más de manera implícita, ya sea por la situación en la que están en la mesa o en la frase que suelta Elvira (Juny Orly) sobre ella. Fernán Gómez, en cambio, utiliza diálogos muy fuertes de enfrentamiento, incluso recuerdan a los programas basura de corazón de Tele 5, algo que le da un toque actual a la producción y es que poco hemos cambiado en verdad. Ustedes recordarán el final de El mundo sigue y lo que pasa con las hermanas, me permitirán que no lo diga por si alguien no la ha visto, pero en la de Iquino tenemos una escena  que recuerda, en parte, aquella. Sin embargo, el director de Valls para evitar que se le tache de folletinesco la convierte en una pesadilla de la que la protagonista despierta, algo que hará que la escena que vendrá a continuación, ya real, tenga una intensidad emotiva fuerte.

El coche lujoso, que en la de Fernán Gómez se pasea Luisa (Gemma Cuervo) para presumir y dar rabia a su hermana resignada (Lina Canalejas), tiene también su borrador en la Familia Vila, salvo que Iquino evita que la familia se lo critique, aunque implícitamente sí está el rechazo a esa actitud y para evitar el diálogo de enfrentamiento utiliza un Pepe Isbert bajando del tranvía y viéndolo sin que se sepa muy bien si así ha sido realmente, luego una malévola pregunta de una vecina, enfocada en un primer plano anterior, provoca el chivatazo.



En la película de Iquino encontramos a un sacerdote que es quien guía y que se aplique la doctrina del "hijo pródigo", la figura del “director espiritual” era antes muy apreciada y respetada en las familias católicas y constantemente se le pedía consejo y su palabra era lo que guiaba. En El mundo sigue hallamos a uno de los hijos que estudió para cura, pero que tuvo que dejar el seminario y que constantemente está rezando, tal personaje está muy maltratado, sus padres le reprochan que esté dando sermones y lecciones morales, probablemente les choca que ellos estén cometiendo el pecado de omisión al permitir que su hija se prostituya. Aquí puede haber dos lecturas, una crítica por parte de Zunzunegui a la pérdida de valores religiosos o de vivir un cristianismo teórico, pero no puesto en práctica, o por otra parte la creación de un personaje totalmente desfasado que es incapaz de enfrentarse a cualquier situación, incluyendo la suya personal ya que no consiguió la ordenación episcopal. También la actitud es diferente a la de los padres en La familia Vila, Isbert no acepta la huida de Elvira y le comunica que para él está muerta. Sin embargo, el perdón que es una de las bases del catolicismo acabará guiando su actitud

La Familia Vila empieza con unas imágenes en tono casi documental del barrio del Pino (El Pi en catalán) de Barcelona, la voz en off nos adentra en un espacio agradable, en el que se elogia la sencillez de sus vecinos, los valores cristianos son presentados al enfocar la bella Basílica del Pino “cuna y raíz de los barceloneses” como se nos resalta. Isbert forma parte de una asociación de vecinos que  que incluso le querrán ayudar a él económicamente cuando pierde el trabajo. En El mundo sigue la cámara enfoca el barrio de Maravillas de Madrid, pero no hay ningún elogio al barrio, no hay la voz en off que nos lo presente, la crueldad incluso llega a niveles altos, las mujeres son seguidas y acosadas en plena calle. Iquino también retrata el tema del machismo, pero para evitar que la censura le dijera algo, lo pone en el tren en el que va Elvira donde un personaje algo siniestro y sin palabras empezará a fijarse en ella. 

La Familia Vila empieza y acaba con una sardana (Per tu ploro de Pep Ventura), era una tradición antiguamente la de ir a escucharlas y bailarlas quien supiera, para ello escoge el parque de la Ciudadela un domingo y eso le servirá para mostrar a la familia unida, algo que gustaría mucho a la censura del momento y que le evitaría disgustor de tener que cortar alguna escena, para rematar la jugada sale la voz en off con el timbre del momento (el sonido en el vídeo falla) y que se encarga de explicarnos los valores de la familia por si a alguien no le había quedado claro. Este recurso era algo típico en las produciones de la época, a Rovira Beleta en Hay un camino a la derecha le obligaron a poner una al final.





 En El mundo sigue, en cambio, no hay ningún momento alegre de familia unida que permita planos de un Madrid acogedor, el pesimismo lo impide. Iquino muestra un gran homenaje a Barcelona, aparte del ya descrito del barrio, con esos planos en los que vemos incluso el desaparecido Casino-Restaurante de 1916 derrumbado en 1964 para que el parque recupera el diseño ochocentista.

En cuanto el tema del arrepentimiento, Fernán Gómez si que opta por aplicarlo en el personaje de Gemma Cuervo tras lo que sucede, pero de modo forzado, sin embargo Iquino se decanta por enfocar el Cristo de la Sangre de la Basílica del Pino en la procesión del Viernes Santo, resulta interesante la imagen de este Cristo ya que era el que acompañaba a los condenados cuando iban a ser ejecutados en Barcelona, Elvira se arrodilla con una mirada emocionada hacia el balcón donde su familia está arrodillada.


La Familia Vila y El mundo sigue son películas con la misma raíz y con la misma tematica, pero Iquino premia quien sigue los valores ético/cristianos mientras que Fernán Gómez los castiga (véase el papel de Lina Canalejas), la primera respira optmismo y esperanza, en la segunda apenas hay hueco para esta. Las instituciones para el director de Valls son necesarias: La Iglesia con el sacerdote que he comentado, el Estado con ese Consejo de Ministros que acaba arreglando todo, etc. En El mundo sigue no hay apenas papel para estas, si bien la de Iquino solo se puede enmarcar en la fecha en que está rodada, la de Fernán Gómez es más atemporal, a pesar de que muchos la ven como una crítica al Franquismo, creo que Zunzunegui la escribe atacando más la falta de valores y el egoismo de una sociedad más que cargando contra el Régimen

En el plano técnico, La Familia Vila es una película muy rica en planos, a menudo los retrata desde arriba, algo que también sucede en El mundo sigue, Iquino consigue momentos muy conseguidos como cuando el padre acompaña a dos de sus hijos a estudiar y pasa por diversas calles, entre ellas una Plaza San Jaime con la Generalitat que en aquellos tiempos era la Diputación. Para la emotiva escena de la muerte del abuelo juega con la luz de las persianas de librillo tan típicas en edificios barceloneses, también tenemos un juego con las escaleras del piso, no tan trabajado como en la de Fernán Gómez, pues ahí conseguía toda una maravilla, pero Iquino le saca bastante jugo con esa sombra y ese momento dubitativo de llamar a la puerta con el juego de la pesadilla y lo real, y la música de Josep Casas i Augé que consigue el efecto dramático deseado.



También destaca el momento en que comen juntos, queda patente la humildad de la casa con ese abuelo que va escondiendo los huesos o el hijo que quiere ser arquitecto y que nos hace pensar que es muy ambicioso, pero que sin embargo lo que está pensando es en mejorar su calle con esos jardines colgantes. También hay el detalle de que la puerta solo la abren las mujeres como dice en un momento, pero luego cambiará. El jefe de Isbert es interpretado por Juan de Landa, corpulento actor al que le saca provecho jugando con el físico y oscureciéndole la cara por el juego sucio que le ofrece.




 En la parte negativa creo que el final del personaje del novio de Elvira es algo apresurado, una lástima pues da bastante juego, representa por un lado un equilibrio entre ambas partes, probablemente para evitar lo que pudiera ser un posible embarazo y tratar el tema del aborto, Iquino prefirió que mejor era economizar y no desarrollar más ese noviazgo e iniciar la redención de ella. Pese a carencias como esta, La familia Vila es una notable película y un claro antecedente de El mundo sigue y vuelvo a remarcar que Iquino fue un realizador que merece un hueco importante en la historia del cine español. Por desgracia se vio obligado a dirigir un cine a partir d ellos 70 del todo olvidable y no pudo realizar proyectos que tenía y que hasta en sus últimos días soñaba con hacer. Murió sin hacer ruido, pidiendo que se publicara la noticia dos meses después, algo que se guardó, pero que uno teme que fue porque aquellos a los que alimentó le olvidaron por completo. Pueden ver la película en Youtube, por cierto, una curiosidad, aquí Pepe Isbert está doblado, aunque su nieto dice en Filmaffinity que es su voz, pero en películas anteriores a esta ya mostraa su voz típica. Una cosa, la Betevé la ofreció cinco días antes del reestreno de El mundo sigue  ¿Habrá quien piense como yo también? 

El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...