Mostrando entradas con la etiqueta Henry Mancini. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Henry Mancini. Mostrar todas las entradas

28/03/2024

Centenario de Henry Mancini

 El próximo 16 de abril se celebra el centenario de Henry Mancini, me adelanto a tal efeméride y dedico la entrada del blog a una selección de sus obras. Nacido en Cleveland (Ohio), era hijo de un emigrante italiano del pueblo de Scanno. Ya desde pequeño se aficionó a la música (a los 12 sabía tocar el piano virtuosamente). Durante la II Guerra Mundial tuvo que servir en las fuerzas aéreas y en infantería, ahí hizo amistades con miembro de la banda de música que le permitieron incorporarse a la orquesta de Glenn Miller como arreglador musical y pianista. 

Tal faceta llamó la atención de los estudios Universal que le contrató para su equipo musical, durante varios años fue un compositor en la sombra de bastantes títulos sin que su nombre apareciera: Perdidos en Alaska (1952), Música y lágrimas (1953), La mujer y el monstruo (1954) Tarántula (1955). Uno de sus primeros grandes éxitos le vino de la televisión: el tema de Peter Gunn de la serie homónima y dirigida por Blake Edwards, inicio de un tándem inolvidable, la música se popularizó años después al ser utilizada como el tema de los "Blues Brothers". La influencia jazzística de su música sobresale:

   

En sus últimos años en la Universal su nombre ya aparecería y Orson Welles le llamó para Sed de mal, le pidió una partitura realista, el ya famoso plano secuencia inicial se le añadieron diferentes instrumentos de percusión y la utilización de un saxo en una melodía energética

   

Tras cerrar su etapa en la Universal consigue la que será su banda sonora más recordada Desayuno con diamantes, la colaboración con Blake Edwards seguía dando buenos frutos y aquí consiguió uno de los temas más famosos de toda la historia del cine con su "Moon River".

   

Se han contado muchas anécdotas sobre la canción, incluso que estuvo a punto de ser eliminada porque no gustaba a uno de los jefes de la Paramount y que fue la misma Audrey la que les dijo que antes de eso tendrían que pasar por encima de su cadáver, Mancini la escribió pensando en ella y se encontrarían en 4 ocasiones. Tanto la canción como la banda sonora ganaron el Oscar.  Pero no solo de "Moon River" bebía la película, ahí teníamos temas igualmente excelentes como el que llevaba el nombre de la película con su coro habitual perfectamente acopladas con la elegancia de las calles neoyorquinas.

   

Habrán notado que la música no sonaba igual que en la película, Mancini las volvía a grabar con algún que otro retoque para su posterior venta en los discos de entonces, aquí pueden escuchar cómo sonaba en la gran pantalla el tema:

   

Las colaboraciones con Edwards seguían y al año siguiente compuso dos: Chantaje a una mujer, filme que se salía de la línea de su director y que anticipaba el subgénero del "Psycho Killer" con títulos como Viernes 13, con su habitual toque jazzístico ofrecía una música que reflejaba el estado de la protagonista:

 

Y otro gran éxito conseguiría con la banda sonora de Días de vino y rosas y su tema inolvidable con el que ganaría el Oscar también:

   

La canción fue versionada por muchos, una de las menos conocidas fue la que hizo Lucho Gatica con la traducción en español un tanto metida con calzador, pero curiosa de escuchar :

   

Y para rematar, a Hawks no le convencía contratar a Tiomkin para Hatari y llamó a Mancini que consiguió otro de sus hits con el tema del elefante, todo hay que decirlo, este eclipsó al resto de su extraordinaria banda sonora e incluso sorprendió al mismo músico:

   

Su nombre ya era enteramente popular y Stanley Donen lo quiso para hacer una comedia de suspense a lo Hitchcock sofisticada y qué mejor música que la suya para Charada, el éxito fue tal que luego el maestro del suspense lo llamó para Frenesí, pero los tiempos habían cambiado y rechazó la partitura como veremos luego. Disfruten de  su tema principal:

   

Howard Hawks lo volvió a llamar para Su juego favorito, su propia revisión de La fiera de mi niña, partitura característica de su estilo, aunque de las menores:

   

Aquel año volvería a conseguir más fama con el comienzo de la saga La pantera rosa  con Blake Edwards, con solo la nota inicial ya nos viene a la mente tan simpático felino:

   


Dentro de la banda sonora teníamos también esta canción pegadiza, otro éxito del compositor:

   

Y al año siguiente vendría El nuevo caso del inspector Clousseau, Mancini creó otro tema con el que ya lo relacionamos enseguida:

 

La carrera de Mancini no paraba. ¿Se han dado cuenta cuántas músicas famosas llevamos ya? Ese mismo año vendría otra de las grandes comedias de Edwards, La carrera del siglo, todo un homenaje al cine cómico mudo, Mancini escribe otra de sus grandes partituras, primero en los créditos iniciales que recogían todos esos años del slapstick emotivamente:

 

Una de las mejores escenas fue el homenaje a la guerra de tartas de Stan Laurel y Oliver Hardy, el músico creó una divertida y pegadiza polka:

   

 Y luego teníamos este majestuoso vals:

   

En 1965 escribía la banda sonora de un filme de suspense con Jean Seberg dirigida por Mervyn LeRoy Moment a moment. El éxito que estaba teniendo era su mayor reclamo de cara a promocionar la película. Siguiendo el esquema del suspense a lo Hitchcock, es una película bastante olvidada:

   

En 1966 vuelve con Blake Edwards y escribe la música de ¿Qué hiciste en la guerra, papi?, otra partitura festiva y alegre como la anterior de La carrera del siglo:

  

Y ese mismo año, se reúne de nuevo con Donen para revivir el éxito de Charada con Arabesco, Mancini seguía inspirado y nos ofrecía esta obertura:

   

 En 1967 de nuevo Donen le reclama y juntarse nuevamente con Audrey Hepburn le lleva a una de sus más recordadas creaciones, la de Dos en la carretera, notas que reflejaban perfectamente el sentido de esa película tan llena de amargura como de esperanza, emotiva, triste y alegre a la vez:

   

y dentro de la banda sonora este tema de "Something for Audrey", su particular homenaje a la actriz:

   

 La colaboración con Blake Edwards volvía aquel año con una versión en cine de la serie de Peter Gunn:

   

 Aquel año el compositor volvía con una de suspense y también con Audrey Hepburn, la excelente Sola en la oscuridad de Terence Young, se utilizaba el piano doblemente para crear la sensación de terror unida al toque jazzístico característico de su autor:

   

 Llegamos a 1968, de nuevo el juntarse con Edwards le lleva a la gloria: El guateque, otra de sus creaciones más recordadas, desde esos créditos iniciales con ese instrumento hindú para reflejar a su protagonista Peter Sellers: 

 

En la película Claudine Longet cantaba esta bella canción "Nothing to lose":

 



Nos saltamos algunas y nos vamos a 1970 con tres grandes películas con su correspondiente y excelente banda sonora, Odio en las entrañas de Martin Ritt, perfecta fusión entre las melodías irlandesas y norteamericanas que daban un tema evocador y que constituye una de sus mejores bandas sonoras:

   

 Aquel año Vittorio de Sica le llama para componer la música de Los girasoles, su bello tema de amor, emotivo y triste, de nuevo disparó las ventas de discos:

   

 Otro gran tema de la película era “The search” donde utilizaba temas folclóricos propios del lugar armonizando una melodía de gran impacto emotivo:

   

Pero en aquel año de nuevo otra reunión con Blake Edwards le lleva a escribir un gran musical algo infravalorado y tachado de “acaramelado” con numerosas canciones pegadizas con buen ritmo, estamos hablando de Darling Lili. Entre otras destacaba el bello tema cantado por Julie Andrews "Whistling away the dark":

   

O el tema principal:

   


1971 será un año agridulce para Henry Mancini, por un lado inicia una colaboración con Paul Newman y compone para Casta invencible una música influida en el folk americano que se distanciaba de su estilo habitual:

  

Lo negativo vino cuando Hitchcock le llama para que escriba la música de Frenesí, el mago del suspense no paraba de darle vueltas al tema de la banda sonora a raíz de su desencuentro con Herrman en Cortina rasgada. Quería darle otro toque y pensó en el estilo de Mancini que había tenido excelentes resultados ya fuese en Charada o con un estilo más de suspense en Sola en la oscuridad. Al final su música fue rechazada porque la calificó de demasiado tétrica, algo que no entendería Mancini pues el director no objetó nada en los ensayos que se hacían. Los dos genios no se entendieron, no obstante, la relación de amistad siguió y Hitchcock le enviaba unos vinos franceses de alta calidad cada año. Escuchen la música original de Mancini:

   

Y aquí la que compuso finalmente Ron Goodwin:

   

 Mancini habla de esos años de cierta depresión al no encontrar la inspiración pasada, a pesar de seguir escribiendo buena música no lograba tener de nuevo un éxito (y es que tuvo tantos seguidos…) Sí que en 1972 consigue para televisión un tema pegadizo llamado "NBC Mystery Movie Theme" que introducía las series policíacas como McCloud, MacMillan y su esposa o Colombo:

 

 Tras varias películas, volvió a destacar su música con su marcha en El carnaval de las águilas (1975):

   

 Aquel año volvía con Blake Edwards y El regreso de la pantera rosa:

   

 Y al año siguiente con La pantera rosa ataca de nuevo donde se intercalaban en los créditos varios homenajes cinéfilos:

   

 Vendrían luego, entre otras, El expreso de Chicago (1977) divertida comedia a cargo de la pareja Gene Wilder y Richard Pryor que se reunía por primera vez y en que la música volvía a tener ese toque tan pegadizo de su estilo:

  

Seguían La venganza de la pantera rosa (1978) y una comedia bastante olvidada que convendría reivindicar: ¿Pero quién mata a los grandes chefs? con un sarcástico tema:

   

 En 1979 destaca su música de El estrafalario prisionero de Zenda, comedia de Richard Quine con malas críticas a cargo de un Peter Sellers en sus últimos años. Destaca el vals:

  

 Y también otro reencuentro con Edwards en la exitosa 10, la mujer perfecta. Quizá el "Bolero" de Ravel eclipsó su partitura, pero nos dejaba esta bella canción:

   

 Pasamos a 1980 donde compone la banda sonora de Condorman, una película de la Disney simpática protagonizada por Michael Crawford dando vida un patoso superhéroe, eran años donde las pomposas músicas de John Williams o de Jerry Goldsmith estaban al alza, Mancini también demostraba poder estar ahí:

 
 
Seguían las colaboraciones con Edwards en S.O.B. y especialmente en Víctor o Victoria su mejor banda sonora de esta última etapa y recompensada con el Oscar en un musical elegante y con una Julie Andrews espléndida:

   

 Y no hay que olvidar sus partituras televisivas aquel año, ahí encadenó varias que se hicieron populares como la de Remington Steele:

   

El pájaro espino:

 

U Hotel entre otras:

   

 Siguieron las colaboraciones con Edwards en la saga de La pantera rosa o en Mis problemas con las mujeres (1983) y con Paul Newman en Harry e hijo (1983) donde creaba un sentido tema principal:

   

 Si antes hemos hablado de Condorman, en 1985 compuso otra partitura sinfónica con una obertura espectacular y solemne. Hablamos de la película de terror Lineforce de Tobe Hopper:

   

 Se van sucediendo las colaboraciones con Edwards, si bien su música no tenía el suficiente protagonismo de antaño: El gran enredo y Así es la vida (1986), Cita a ciegas (1987), Asesinato en Beverly Hills (1988)... Entre ellas destaca la canción compuesta en Así es la vida:

   

 Entre estas hay su segunda colaboración con la Disney, se trataba de Basil, el ratón superdetective, una simpática película de animación cuyo nombre homenajeaba a Basil Rathbone que encarnó a Sherlock Holmes en numerosas ocasiones. Resulta uno de sus trabajos más infravalorados que convendría reivindicar:

   

En 1987 Paul Newman adapta la obra de Tennessee Willliams en El zoo de cristal y vuelve a llamar a Mancini que crea una partitura más sobria que de costumbre, bella e intimista:

   

En 1988 le ofrecieron otra de Sherlock Holmes, se trataba de Sin pistas con Michael Caine y Ben Kingsley.  Partitura desenfadada e irónica, fue de sus últimos grandes trabajos:




Siguieron ya las últimas colaboraciones con Edwards en Una rubia muy dudosa (1991) y El hijo de la pantera rosa (1993):

   

El 14 de junio de 1994 fallecía Henry Mancini debido a un cáncer de páncreas, aquel año se estrenó en España (En EEUU un año antes) Tom y Jerry la película con partitura suya y que sirvió de homenaje en nuestro país. Tenía un excelente ritmo y orquestación con su particular toque, demostraba que la inspiración seguía en su mente :


Y para acabar este homenaje, vean este corto divertidísimo de la pantera rosa con un simpático final:


15/02/2022

Los Girasoles del gran Vittorio de Sica

 


Cuando a Vittorio de Sica le preguntaban por el cine, sacaba unas palabras de su guionista Cesare Zavattini en la que distinguía entre películas útiles e inútiles, las primeras serían las correspondientes a la etapa del Neorrealismo como El ladrón de bicicletas o Umberto D., las segundas serían Matrimonio a la italiana, El viaje o de la que hablo hoy Los girasoles.

Evidentemente, son palabras algo fuertes e injustas, hay que leerlas en el contexto de un autor que quería hacer un tipo de cine y que por razones no solo comerciales tuvo que ir cambiando el estilo. De Sica se definía un neorrealista que tuvo que dirigir muchos “filmes espectáculo”, otro término al que solía recurrir cuando lo entrevistaban. Cuando vino a Barcelona en 1969 al "Festival de cine en color" a presentar Los amantes decía en una entrevista que le hizo Cristina Fernández Cubas: "Sophia Loren quiere que siempre la dirija, Ponti me llama cada año. Pero yo estoy deseando suspender esta actividad. No puedo degenerar en un director al servicio exclusivo de una actriz. En cuanto termine Los girasoles (…)volveré al neorrealismo con La vacanza".


Los girasoles
se estrenó el 14 de marzo de 1970 en Italia, en Madrid llegó el 16 de octubre del mismo año, en Barcelona dos meses después en el Novedades. Ya quedaba lejos su etapa neorrealista a raíz del fracaso comercial, que no artístico, de El techo en 1956, gran película y bastante desconocida hoy en día. Cuatro años más tarde la taquilla volvió a su cine con Dos mujeres, que supuso el Oscar para Sophia Loren y que Ponti le produjera las siguientes con ella. Cierta crítica que le había alabado empezó a cuestionarlo y marginarlo, eran tiempos en que se puso de moda la "Nouvelle Vague" y sus tesis, en Italia directores como Bertolucci o Antonioni eran los preferidos de la critica más joven y el mismo De Sica reconocía que las nuevas generaciones pasaban de su cine.

Los girasoles supuso también la ruptura con Carlo Ponti, aunque cuatro años más tarde volviera con El viaje, el realizador no estaba satisfecho y decía que: "ha resultado ser solamente una bella historia cuando sobre el guion era muchísimo más. El matrimonio Ponti, gran amigo mío, es el principal causante de esta aberración, no volveré a dirigir a Sofía." 

Personalmente, desde que empecé a ser un cinéfilo, siempre me gustó esta película. Por una parte, la música es de Henry Mancini que aunque siempre estaba inspirado, aquí lo estuvo el doble y no solo con el tema principal, la fotografía es del gran Giuseppe Rotunno, de los actores qué decir más y estando detrás de las cámaras él, imposible que sea una mala película.



Por otra parte, esos primeros planos de la Loren, que casi no hacía falta que hablase porque ya lo decía todo, son de una belleza extrema, de hecho en más de una secuencia De Sica apenas opta por el diálogo y ese Mastroianni que tan pronto era un pícaro como todo un caballero y cuyas actuaciones deberían ser un modelo para seguir en cualquier escuela de interpretación. Incluso los secundarios, Lyudmilla Savelyeva, que era conocida en su país por la adaptación de Guerra y Paz televisiva, le da un toque a su personaje en los cuales los valores de la humildad y la solidaridad que al director le gustaba reivindicar, se reflejaban en ella.

La película impacta visualmente, ese paisaje nevado y de pronto la bandera roja gigantesca, vemos como lo blanco pasa por el filtro de ese color, los trenes que recuerdan en parte a los de Dr. Zhivago, quizá ahí se nota la mano de Ponti que era el productor de aquella y buscaba otro éxito de similares características. Detalles que parecen insignificantes, pero que posteriores visiones nos llevan a pensar, como esos besos iniciales entre aquellas dos barcas, quién sabe si una metáfora de lo que serán dos vidas diferentes, pero unidas, o la inocencia de esos niños en la boda que parecen sacados de Milagro en Milán y cómo no, esos girasoles inacabables soleados, tan bellos como tristes, tanto como su inolvidable final que solo un gran director como él podía plasmar y emocionarnos. Por cierto, como curiosidad, la película se rodó en Rusia y Ucrania, fue la primera producción occidental que se rodo ahí después de la II Guerra Mundial.

 

La semana pasada, a raíz de comentar El globo rojo, saqué el tema de que a Truffaut no le había gustado porque Lamorisse había humanizado el globo y dejaba de ser un objeto real. La historia de Los Girasoles cuesta creerla como verosímil, por una parte que una mujer se vaya sola a Rusia a buscar a su marido no encaja en tales parámetros, así como la salvación de Mastroianni en la nieve por parte de la chica con tal bello rostro. Pero, ¿ qué más da? Lo realmente prioritario es mostrar una historia de amor pasional y las consecuencias de la guerra en las personas y todo envuelto en un ejercicio de maestría cinematográfica que refleja el esfuerzo del ser humano por seguir luchando, aunque sea en trabajos que no den fruto. El viaje que hace a Rusia no deja de ser un "mcguffin" para reflejar el esfuerzo y la ilusión de querer que la historia sea distinta, que quizá en un futuro los hijos de aquellos que como dice la Loren en un momento: “¿Qué culpa tienen ellos de lo nuestro?” vean otro mundo.

En fin, reivindico la filmografía de De Sica y no solo El ladrón de bicicletas, sino poder verla toda, algo que por cierto y lamentablemente no es posible, bastantes de sus títulos no se editaron en su día y tampoco se emitieron en televisión, curiosamente Netflix que no se caracteriza por ponernos clásicos y menos italianos tiene en su catálogo una que se llama El especulador con Alberto Sordi, película que nunca he podido ver. Hay De Sica más allá de Ladrón de bicicletas y de Matrimonio a la italiana


El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...