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18/07/2024

Adiós a Classics.

 



El pasado 28 de junio con la proyección de Lo que el viento se llevó acababa la tercera temporada del programa "Classics" de José Luis Garci, los seguidores esperábamos ya la vuelta del cuarto año, pero hace una semana y por la red Twitter la tertuliana Noemí Guillermo anunciaba que la TRECE no renovaba el programa y esgrimía que se le había exigido programar solo en color. Algunos medios recogían la noticia, entre ellos La Razón que matizaba que la cadena no había transmitido una consigna específica de evitar películas en blanco y negro, sino programar películas más modernas, algo que Garci rechazó, aparte que las audiencias "no eran las adecuadas".

La vuelta del “Qué grande es el cine” (así se llamaba el programa cuando comenzó en TVE) a la parrilla fue una de las mejores noticias entre tantos disgustos que los cinéfilos padecemos, en estas líneas de mi blog escribí que también nos podía reconciliar con la TRECE y la manera que tenia de tratar las películas. La cadena de la Conferencia Episcopal es de las pocas que emite cine clásico casi cada día, las que reúnen más parroquia son los westerns a última hora de la tarde y el cine español de los domingos. Ignoro cuáles eran los objetivos al fichar a Garci y si se le puso de condición algún pico de audiencia, algo por otra parte inevitable en un canal privado cuya máxima fuente de ingresos es la publicidad.

La TRECE tiene todo su derecho a renovar o no sus programas, no es una televisión pública y más que las audiencias necesita anunciantes, en los últimos meses apenas había publicidad en las películas que se programaban, dato que llamaba la atención. Creo que no ayuda a tender puentes ciertos comentarios malsonantes contra el canal muy en la línea del estilo de las redes sociales, hay que analizar y opinar siempre desde el respeto e incluso desde el agradecimiento porque fue TRECE quien recuperó el espacio e incluso aceptó que la tertulia fuera en blanco y negro, algo que personalmente lo considero un error. Es cierto, aunque esto es de lo que menos se habla, que ha habido errores que han hecho que quizá la audiencia no aumentara o no fuese la esperada como ese corte de publicidad en Casablanca mientras cantaban "La marsellesa" que desde este blog critiqué y que dio muy mala imagen al programa, continuos problemas de sonido en varias copias, algunas francamente difíciles de seguir e inexplicables como pasó con la emisión de El sur y no subir los programas de la segunda y tercera temporada en el YouTube. 

El debate del blanco y negro es antiguo por otra parte y nos vamos ya a los años 80 cuando Ted Turner que tenía en su poder gran parte de un catálogo de clásicos decidió colorearlas, una denuncia de Anjelica Huston y la justicia dándole la razón al ver lo que habían hecho con la película de su padre La jungla de asfalto provocó que el tema quedase algo aparcado. En el año 89 TVE programó un ciclo de películas coloreadas y tuvo bastantes seguidores, los directivos de entonces justificaron aquello y dijeron que había tenido un seguimiento de más del 40% de la población, el siempre atento Carlos Benpar denunció aquellas emisiones, pero otros directores defendieron al por entonces director del ente público Luis Solana como Martín Patino.

Pero el problema actual no es solo esto, la mayoría de televisiones apenas programan películas clásicas, incluso el espacio de la 2 de TVE "Días de cine clásico" tampoco destaca ni aporta demasiado por su selección, prácticamente no se emite cine europeo ni anterior a los 60. No podemos culpar solo a la TRECE de la caída del programa, más bien nuestras quejas siempre bien fundamentadas se tendrían que dirigir hacia la televisión pública que antaño contribuyó a que en España hubiera una generación que supiera valorar el cine como arte y no solo un simple entretenimiento. La falta de cultura cinematográfica actual determina que no se acepte una película por el hecho de que no sea en color, tenga un formato cuadrado o no esté en alta definición.

El cine siempre estuvo asociado a la magia y eso Garci lo refleja muy bien en sus libros, ya no solo el ambiente de esas salas con las cortinas cuando se abrían o el poder evadirse del rutinario mundo de forma bastante económica…Aquello fue desapareciendo, aunque la esencia seguía, el cine en televisión de mi adolescencia (los 90) tenía también ese lado de la ilusión, uno abría los diarios por la última página para ver qué se programaba, grabar esas películas de madrugada y dormir mal pensando que comenzaría más tarde y no cabría en esa cinta VHS, dejarnos arrastrar por esa hipnótica música del "Cine Club" de la 2 compuesta por Nacho Cano, descubrir las filmotecas, leer libros de cine, escuchar a Pumares…Me pregunto qué sienten por el cine los jóvenes de hoy.

La desaparición de Classics es un revés más para los que creemos en el cine y que se añade a otros como la desaparición del formato físico, el cierre continuo de salas o la aparición de nuevas censuras. Al desconocer objetivamente las razones por las que incluso José Luis Garci no ha podido despedirse de su audiencia no me es posible emitir un juicio y decir que mejor que siguiera, aunque fuese con un control más exigente... La coherencia es un valor que él siempre ha tenido y demostrado y solo me cabe respetar su decisión.

25/08/2023

Garcine: Una excelente exposición sobre José Luis Garci

 




Hará cosa de año y medio que en el programa de Cowboys de medianoche se esbozó la idea de una exposición sobre la obra de José Luis Garci coincidiendo con los cuarenta años del Oscar por Volver a empezar. A final se hizo realidad y en el Centro de Cultura Contemporánea Condeduque se exhibe esta hasta el 15 de octubre con el nombre de "Garcine", como sabrán los más cinéfilos, él siempre dice que el séptimo arte es una vida de repuesto, tal fusión con su apellido es plenamente acertada.

El pasado sábado la visité con altas expectativas, las cuales se cumplieron, durante una hora y media disfruté no ya solo repasando su filmografía, sino todas sus aficiones y su manera de entenderlas y concebirlas, ya sea el fútbol, el boxeo, su pasión por Madrid… Comisariada por Andrés Amorós, propone un recorrido cercano y entrañable que el visitante agradece. Aparte de los textos, vamos leyendo frases sueltas y pensamientos del propio director relacionadas con cada apartado.

Es de señalar, incluso, que la exposición también es un retrato de un tiempo y un excepcional documento con excelentes fotografías, al empezar vemos una de Martín Santos Yubero de la calle y el cine Narváez con el siguiente texto del director: hoy el tranvía 52 cruza la calle Narváez. Enfrente, el portalón del diario Pueblo, la tienda de comestibles y la lechería, el portal de mi casa, la frutería de Cayo y el bar de Bernal, que tenía futbolín. El dueño de la tienda de ultramarinos se llamaba Pedro, era del Atleti y despachaba siempre con una chaquetilla blanca, muy limpia. Como Pedro sabía que yo también era colchonero, siempre me daba algo, un pedacito de queso, una rodaja de chorizo o una chocolatina. Con razón Umbral escribió que «José Luis no es que escriba bien, sino que es un escritor»


La melancolía entrañable penetra con gran sensibilidad mientras se desgranan sus recuerdos, los cuales, gracias al cine, reviven sin necesidad de convertirnos en estatuas de sal.  La personalidad de Garci la vamos conociendo aun más gracias a sus anécdotas como cuando explica que se sentó entre Billy Wilder y David Lean a los cuales les contó  que era un guionista reciclado a director y que ya no sabía qué le gustaba más, si ir al cine o hacerlo, Wilder le contestó: "Hablar de cine".

Precisamente esto último, prácticamente sin parar, es lo que ha hecho el director, ha sido y es de las personas que más han enseñado a ver el séptimo arte muy especialmente con el programa “Qué grande es el cine” y sus continuaciones con otros nombres, actualmente Classics en la Trece. Pero su cinefilia también se extendió a la radio de la cual es un gran enamorado como ya demostró en Solos en la madrugada y en la rica bibliografía de la cual también hay un buen repaso en la exposición.

La figura de Garci también esta vista desde otras facetas como la pintura, encontramos un bonito cuadro cubista de García Meana.



Objetos personales, la máquina de escribir antigua y otra más “moderna” de donde han salido tantos guiones, fotografías familiares e importantes de su vida, sus amistades, Robert Wise le dijo: “eres uno de los nuestros”…Mientras lo vamos viendo, se escuchan varias bandas sonoras de sus películas y uno incluso hasta se para un momento para evocar todo ese cine que nos ha regalado el director y que tendrán un bonito homenaje al final.

No solo están sus películas, también sus trabajos en televisión como guionista de La cabina o dirigiendo Historias del otro lado. También hay facetas no tan conocidas como una fotografía de 1959 en el escenario del Teatro Parque Móvil poco antes de actuar en la obra de teatro  Escuadra hacia la muerte de Alfonso Sastre que cinco años más tarde dirigirá en el "Círculo Catalán" y en el "Teatro Club Atocha". 60 años más tarde volvería al teatro dirigiendo otra obra del mismo autor Cargamento de sueños en el "Teatro Español".

Y claro está, viene el repaso a su filmografía, con fotografías muy cuidadas de los rodajes que ya justificarían por si solas una exposición. No puede faltar el Oscar ganado por Volver a empezar y cantidad de detalles que creo que cuando uno los vea hasta tendrá ganas de repasar su obra.  Y esa música que va sonando tiene su explicación, sale de un minicine al final de esta donde entramos y vemos varios fragmentos de sus películas acompañados por las bandas sonoras, no hay los diálogos, lo que permite apreciar más la ambientación de estas, la fotografía o las expresiones de los rostros en sus películas.







Les recomiendo verla y ojalá se pudiera ver en otros puntos de España. Se les quedará guardada en la retina. Aparte de la exposición, quien tenga la suerte de vivir en Madrid puede repasar sus títulos en una programación en el mismo centro cultural.




 

02/03/2023

40 años del Oscar de Volver a empezar

 



Aprovechando la proximidad de la noche de los Oscars, no está de más recordar los 40 años del primer Oscar a una película española, el 11 de abril de 1983 lo ganaba Volver a empezar, su director vestido con un smoking blanco lo recogía y decía que desde niño soñaba con ese momento y que los sueños, a veces, se convertían en realidad. 

Aquel año había varios títulos que sonaban para que optara al premio a la mejor película de habla no inglesa, estaba Demonios en el jardín de Manuel Gutiérrez Aragón, La colmena de Mario Camus y con menos posibilidades Antonieta de Carlos Saura. Según explica Garci “los partidarios de La colmena, para no votar a Demonios en el jardín, votaron a Volver a empezar, y al revés. De rebote, salimos nosotros.”

La película se había estrenado en Arango (Gijón) el 11 de marzo de 1982, el estreno en Madrid fue en el Coliseum, sin embargo, pasó bastante inadvertida. Una de las razones fue su coincidencia en cartel con En el estanque dorado, película que retrataba también un romance otoñal.

He visto Volver a empezar en innumerables ocasiones, me encanta y con el paso del tiempo creo que ya se puede considerar un clásico. Ya desde el comienzo con esas imágenes otoñales y serenas de Gijón que contrastarán luego con las de un San Francisco activo, que no hacen sino decirnos que la vida sigue. La mirada profunda de Ferrandis viendo el mar, el cine Robledo, el estadio del Molinón, qué gran actor era, en pocos minutos penetramos en su interior. 


 

 Y ya no hablemos de escenas maestras como la de la charla entre él y José Bódalo en la que le dice por qué ha regresado, según Garci este fue uno de los momentos clave para que le dieran el Oscar. Pero hay muchas más, siempre que la veo pienso si ella sabe de verdad lo del cáncer, la escena en el aeropuerto es de una emotividad inmensa, a la altura de ese cine de LeoMcCarey que tanto admira.

Pero más que analizar la película, vamos a viajar en el tiempo y recoger lo que decía la prensa y cómo sentó el premio. Hubo de todo, incluso más positivo que negativo en un primer momento, creo que la concesión de la estatuilla no sentó demasiado bien a determinadas corrientes y desde ese momento el cine de Garci fue bastante despreciado por una parte de la crítica, ello provocó cierto parón y que se concentrase más en la serie para TVE Historias del otro lado. Una verdadera lástima porque después de Volver a empezar y rodar la secuela de El crack, tanto Sesión continua (1984) y Asignatura aprobada fueron otras dos notables películas y aprovecho para pedir que se editen. Por suerte a mediados de los 90 volvió y nos ha seguido ofreciendo buen cine.

En la prensa de aquel 1982 podíamos leer esto:

En "El País" del 14 de marzo de 1982 se recogía una crónica de José Manuel Vaquero: Volver a empezar, película que toma el título de una melodía de Cole Porter es la historia de la recuperación del encanto de la fe en la vida y en el ser  protagonizada por dos personas mayores

 En la presentación los autores Garci y Ángel Llorente homenajean a la generación de los jóvenes de los años 30, “El tema no está de moda, pero los españoles no podemos permitirnos el lujo de ser pasotas y debemos hacer frente al futuro como Antonio y Elena sintiéndonos jóvenes por dentro, la música de Cole Porter refleja el espíritu vitalista de esa generación que invita a los españoles de hoy a volver a empezar, después de tanto tiempo perdido”

En "El noticiero universal" del 19 de marzo de 1982, Jorge de Cominges escribía: "José Luis Garci utiliza la música con sensibilidad cinematográfica, se vale de las panorámicas con singular elegancia y cuaja los diálogos de frases aptas para el lanzamiento publicitario y el recuerdo inolvidable. Todo ello, claro está, dentro de la más pura tradición del cine americano, esta solidez de su labor artesanal queda a veces empañada por ciertos tics en él habituales como el afán por citar marcas y lugares conocidos que proporcionen al espectador un cierto sentido de complicidad o una peligrosa tendencia-conversación telefónica con el rey- hacia el chiste redundante."

Respecto a esta escena, Garci decía lo siguiente en "El Periódico" del 23 de marzo de 1982: "en cuanto a la voz del Rey, yo creo que hay que tomar partido y decir que Juan Carlos es la persona idónea para que las cosas funcionen en España y recordar que está allí desde el 23 de noviembre de 1975 y la verdad es que tenemos que preguntarnos dónde estaríamos después del 23 F si no llega a ser por el Rey".



Conviene recordar que la película fue rodada entre octubre y noviembre de 1981, el año del fallido Golpe de Estado ocurrido el 23 de febrero.

En "La Vanguardia" del 21 de marzo de 1982, Ángeles Maso redactaba: "de limpia factura como le gusta a Garci, plano contra plano, encuadres explícitos, panorámicas suaves y elocuentes. Comedia sentimental que desafía al tiempo".

Ruiz de Villalobos en el "Diario de Barcelona" el 23 de marzo de 1982: "la serena madurez fílmica y evidentemente humana, en la que está entrando de forma progresiva Garci, queda reflejada en la serenidad que preside Volver a empezar. La aridez del tema, su melodramatismo a priori podía hacer pensar en algunos momentos de desmadre, nada de eso, todo el film está medido, sabiamente dosificado en todo momento, la película tiene un ritmo interior equilibrado y medido que va introduciendo al espectador en ese drama tan humano, tan real, tan sencillo, tan cotidiano, tan de todos."

En el ABC del 31-3-82, Pedro Crespo la alababa también: "historia desesperanzada con esperanza, Volver a empezar tiene como base fundamental, junto a un eficiente ritmo narrativo y un paisaje asturiano excelentemente fotografiado, a un cuarteto de actores que han sabido dar otras tantas lecciones magistrales de su trabajo."

Pero entre medio de buenas críticas, se hallaba una muy negativa y más por ser del gran José Luis Guarner en "El Periódico de Cataluña"  del 31 de marzo de 1982: "postales turísticas, música insoportablemente acaramelada que incluye Begin the Beguine, el tema inmortal de Cole Porter y largas, largas secuencias coloquiales, que se pretenden llenas de “feeling”, jalonan su recorrido reluciente como un parquet, translúcido como una gelatina que remata en un voluntarioso texto de agradecimiento, la gran especialidad del director, a una generación suspendida ¿otra alusión a Asignatura pendiente? por la guerra civil. El conjunto acredita consolidarse como el primer artista en sollozo contenido en nuestro cine."


A pesar de excepciones notorias como esta última, la crítica fue más bien buena, no así con el Oscar, el diario "El País" no ocultaba cierto disgusto en un entonces sorprendente editorial el 13 de abril de 1983 que mejor sería llevar a un curso de ética periodística por sus contradicciones:

Esta es la primera vez en cualquier caso que un largometraje en castellano -de cualquier nacionalidad- recibe el premio de Hollywood. Doble motivo de satisfacción para José Luis Garci y mayor causa de meditaciones para la Academia que concede los premios, pues sin depreciar el mérito de Volver a empezar, hay que decir que la filmografía en nuestra lengua tiene obras muy superiores a la ahora galardonada, y guionistas y directores más cuajados. En cualquier caso bienvenido sea el premio, que repara en la persona de Garci las injusticias o carencias cometidas con los otros realizadores y que sin duda tiene una proyección específica cara a los castellanoparlantes de los Estados Unidos, y una justificación ideológica acorde con los sentimientos moderados de la Academia.

Pero más duro en el mismo diario fue Ángel Fernández Santos en un artículo titulado “Las paradojas de volver a empezar” el 23 de abril de 1983:

 La masiva repercusión, casi con caracteres de acontecimiento cultural máximo en la radio, en la televisión y en la prensa escrita españolas del Óscar obtenido por un filme, que meses antes fuera acogido por esos mismos medios con tibieza y parquedad, cuando no, con hostilidad, es un indicio desde mi punto de vista, un poco ingenuo, un mea culpa entonado indirectamente por quien siente que ayer se pilló los dedos y hoy quiere ocultar la mano como si así arreglara un entuerto que en rigor no existe. Y he aquí la paradoja, se otorgan por decreto hollywoodiense toneladas de incienso a una obra cinematográfica a la que antes se sometió al ayuno del pan y la sal y, sin embargo, irremediablemente Volver a empezar sigue siendo la misma película mediocre ahora que hace 6 meses. Hollywood va a abrir las puertas del mundo al filme, pero no va a aumentar ni un solo gramo en su calidad con tal fin. A mi juicio, este con Óscar o sin él, es una obra artificiosa, pequeña y superficial, que no va a ocupar ningún lugar significativo en la historia del cine y la cultura españolas a las que nunca fue destinada por sus creadores que se limitaron a pergeñar un producto cinematográfico estereotipado de factura digna, solvente. vendible y nada más”

 Lo cierto es que mientras se producían estos debates, la carrera comercial en EEUU iba  bien, en "La Vanguardia" del 9 de agosto de 1983 podíamos leer:  “ha sido una de las películas españolas que más dinero ha ganado en taquilla en los Estados Unidos, aun careciendo de datos concretos, su permanencia en la cartelera ha sido muy superior a cualquiera de las películas de Saura, el único director español que goza de cierta audiencia nacida con el éxito de Cría cuervos, gran parte de esta bonanza comercial se debe a la distribución y promoción de la Twenty Century Fox que creyó en el film desde el primer momento, mucho antes de que ganara la famosa estatuilla. En los últimos 4 años tan solo 5 películas españolas, además de la mencionada Volver a empezar, han llegado a estrenarse comercialmente en Los Ángeles y ninguna ha sido un éxito de taquilla: 3 Sauras, Mamá cumple 100 años, Dulces horas y Bodas de sangre, El nido de Jaime de Armiñán, puesto que estuvo nominada para el Óscar y Ópera prima, de todas ellas tan solo Bodas de sangre aguantó más de una semana en cárcel."

Es una pena que la concesión de un premio provoque muchas veces sentimientos de esos que nada tienen que ver con la valoración objetiva ante una obra. Creo, como decía al principio, que el cine de José Luis Garci nunca ha sido valorado como merece y particularmente esta película. Animo a mis lectores más jóvenes que la descubran, a pesar de lo poco que se habla de ella. Creo que a más de uno, un visionado sin prejuicios les puede deparar una muy agradable sorpresa. Tal efeméride merecería una reposición en pantalla grande.

08/07/2022

Publicidad mientras cantan La Marsellesa en Casablanca

 

 El pasado viernes acababa el espacio "Classics" de José Luis Garci en la Trece y lo hacía por todo lo alto con la emisión de Casablanca. A pesar de que se emitió hace poco en La 2 y nuestros DVDs están algo usados de tanto ponerla, la quise ver “in situ”, o sea aguantando la publicidad. Mala opción, llegaba uno de los momentos cumbre que es cuando cantan "La Marsellesa", me emociona tanto esa escena que incluso subí un poco el volumen, empiezan a cantar, pero todo se viene abajo, algún iluminado cortó para meter los anuncios.

 Este corte pasará a la historia de los sacrilegios televisivos en lo que se refiere a la emisión de películas, corría el año 1986 y TVE programaba Con la muerte en los talones, en medio de la escena de la avioneta decidieron cortar, aquello en su día fue muy comentado, no sé si por entonces la directora de TVE, Pilar Miró, publicó algunas disculpas o cortó alguna cabeza. La TRECE como cadena privada que es, tiene todo el derecho de poner publicidad, es su fuente de ingreso y cuando acudo a su programación me la tengo que tragar. Pero de ahí a faltar el respeto a una película que es una obra de arte ya traspasa la línea roja, ignoro si José Luis Garci sabe algo al respecto, es de imaginar que se enfadase.

 La Trinca en sus buenos tiempos cantaba aquello de "qué bonitos son los anuncios, qué lástima que los corten para dar programas"…  

 Cuando aparecieron las privadas el tema de los cortes en películas empeoró, ya nos había avisado Fellini de ello en Italia. Tele 5 que por aquel entonces tenía una excelente programación cinematográfica cortaba cada quince minutos, su entonces director general Valerio Lazarov incluso se inventó lo de cortar después de los créditos iniciales, aquello mareaba más que sus zooms, por suerte esa idea no prosperó, aunque en unas Navidades se le ocurrió dar la publicidad de los Turrones "El Lobo" con un concurso sacando al animal en un minuto determinado de la película aullando.

 Antena 3 no cortaba tanto, pero sus interrupciones eran más largas, recuerdo un anuncio en prensa que decían que controlaban dónde cortaban para no enfadar al espectador. Si no querías anuncios en una privada, tenías que pagar el Canal Plus y si no aguantar, repito que era su medio de financiación y lo aceptaba, nunca dejé de ver películas en las privadas de esos tiempos por esta cuestión, pero recalco que los cortes eran casi siempre al acabar una escena o un diálogo.

 Con el tiempo y otras cadenas, la cosa no mejoró. Apareció La Sexta 3 con una programación llena de películas, pero metían la publicidad salvajemente, ya fuese en medio de una canción o cuando faltaban dos minutos para el final. Decían que era debido a que tenían que cortar en el mismo momento que Antena3. Cuando La Sexta 3 dejó de funcionar muchos lo lamentaron, pero para servidor fue casi una alegría no tener que aguantar más esos tijeretazos. En aquel tiempo, TVE ya había dejado de dar publicidad, pero coincidió esa decisión con un bajón tremendo de audiencia de la 1 y en vez de llenarnos las tardes de los fines de semana con clásicos sin publicidad, nos colocaron telefilmes que solo en su casa conocían ¿Tendría razón La Trinca en lamentar los cortes de los spots para dar espacios?

 En fin, que el corte de Casablanca ha dado cierta mala imagen al programa de "Classics" y me deja un muy mal sabor de boca. Aquí en este blog escribí, después de comentar otros aspectos negativos de la Trece, que recuperar este espacio podía ser el inicio de una buena amistad. Por una parte, se ha mejorado en algunos aspectos, ya no quitan los créditos iniciales, los formatos al menos se han ido respetando con alguna pequeña trampilla como ensanchar algo el 4:3 original, se han buscado mejores copias…

Pero la amistad habrá que dejarla para la segunda temporada, a ver si llega…De momento me quedo con una frase que soltó Ugo Tognazzi en un programa de Àngel Casas cuando este le preguntaba cómo era la relación entre los actores italianos con los que había trabajado, este dijo con su habitual ironía: “Éramos enemigos íntimos”, así seguirá mi relación con la Trece 😉

15/09/2021

Garci vuelve a la televisión con Classics en La Trece

 


Mediados de septiembre y las diferentes televisiones van mostrando sus novedades, personalmente poco me interesan, pero hay una que sí, la Trece anuncia el fichaje de José Luis Garci que volverá con el formato de "Qué grande es el cine" a partir de noviembre. Debido a que el nombre forma parte de TVE, se denominará "Classics" con Garci.

Ustedes ya saben que no soy muy amigo de la Trece por su forma de tratar las películas: Supresión de los títulos iniciales, cortes sin sentido, formatos alterados...Por eso, el retorno de Garci me inquieta, no sé hasta qué punto puede él decirles que las películas de su espacio sean vistas como es debido. Otro aspecto que no sé es la duración que tendrá el coloquio.

La Trece halló un filón de oro, y nunca mejor dicho, con los westerns tras tener que suprimir parte de la
producción propia por problemas económicos, sus emisiones por la tarde fueron ganando un público fiel, más de una emisión lidera la audiencia de las TDT y son la mejor alternativa ante los lamentables espacios de corazón que tanto predominan a esa hora. Hace ya algunos años a TVE se le ocurrió la idea en verano de poner una película del oeste después del Telediario y fueron también todo un éxito, idea que no les iría mal aplicar actualmente…

La Trece también apuesta por el cine después de sus informativos, especialmente cine de aventuras o de guerra. Los fines de semana dedican un ciclo a un actor, tardes completas de grandes títulos de John Wayne o de Clint Eastwood se alternan con otras dedicadas a bodrios de Van Damme o a los Rambos, que repiten hasta la saciedad, pero que aun así tienen buen público y que ofrecen uno de los contrastes más curiosos que se pueden contemplar en televisión, el verlas entre misas y mensajes religiosos. Hay que añadir un espacio que con el título de “Viva el cine español” proyecta películas, de Martínez Soria, Lina Morgan, Antonio Molina...


"Qué grande es el cine" nació en 1995 con el centenario del cine, TVE comandada entonces por Jordi García Candau y Ramón Colom al que le debemos mucho los cinéfilos, encargó este espacio que era como un “Estudio Estadio” pero en cine, la moviola nos ofrecería las mejores escenas de la película programada. El director de El crack se trajo a varios colaboradores fijos, entre ellos Antonio Giménez Rico, Juan Miguel Lamet, Juan Tebar, Eduardo Torres-Dulce, Miguel Marías entre otros muchos.

Durante el coloquio aparecía una muy interesante
bibliografía sobre el director de la película, al principio no tenía vídeo y recuerdo que tenía que apuntarla rápidamente. También se nos informaba de que escribiéramos cuáles eran para nosotros las diez mejores películas de la historia y que intentarían ofrecerlas. Lo hice y me enviaron una maravillosa revista que habían fundado con el nombre de "Nickelodeon". Lástima que esta desapareciera debido a su elevado precio y coste.

Hubo programas míticos como la emisión de Ordet de Dreyer que tuvo una audiencia respetable de un millón de espectadores y supuso un descubrimiento para jóvenes cinéfilos entre los que me contaba. También arriesgó programando La quimera de oro de Chaplin, en la introducción dijo que ni la BBC emitía películas mudas en prime time. La revisión de cineastas como Kenji Mizoguchi o Yasujiro Ozu también fue todo un riesgo bien premiado por la audiencia que encontraba un espacio como los de antes en los que se podía hablar pausadamente sin pensar si bajaba o subía ese share que unos audímetros que no sabemos ni donde están dictan sentencia. Por cierto, tienen los programas subidos en la web de TVE en el siguiente enlace https://www.rtve.es/play/videos/que-grande-es-el-cine/


El éxito del espacio que en un principio era para un año, le lleva a continuarlo con cine español, ya que al año siguiente era su centenario. El 3 de marzo del 96 el PP gana las elecciones por primera vez y consigue los suficientes pactos para llegar a la Moncloa en mayo. El nuevo Gobierno nombraba a Mónica Ridruejo como nueva directora de TVE y sin ninguna explicación suprime el programa. Al cabo de un año, José Luis Garci se encuentra por casualidad con el entonces Vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, que le pregunta por qué ya no realiza el espacio, este sorprendido le contesta que fueron ellos quienes lo quitaron. Mónica Ridruejo, por suerte, ya no mandaba y otro director, Fernando López Amor reponía el programa con la emisión de París bajos fondos el 15 de septiembre de 1997.

Fueron casi 8 años y el programa parecía que iba a seguir muchos más, incluso la victoria del PSOE en marzo de 2004 no provocó como en la anterior ocasión que el nuevo ejecutivo quitara el programa inmediatamente, aunque los rumores no paraban. En un chat del diario "El Mundo" Garci recordaba lo dicho anteriormente y que si al PSOE ahora no les interesa el programa tendrá que decir como en la Edad Media: El PSOE me lo dio, el PSOE me lo quitó, ¡Viva el PSOE! Y así fue, lo dejaron durante el año siguiente, pero ya no lo renovaron y se despedía con Fresas Salvajes.

Se pudo retomar el formato en 2009 y en TeleMadrid con el nombre de “Cine en blanco y negro”.  Tras finalizarlo, volvió esta vez con el nombre de "Querer de cine", pero por las continuas huelgas en la televisión madrileña, más de una semana no se podía grabar. En 2014 se emitía el último programa.

Ahora tras siete años espero con ilusión este retorno, la cinefilia hay que alimentarla y mas en estos tiempos en que el cine está viviendo sus peores tiempos. A Garci, por suerte, se le puede seguir con sus excelentes libros y cada viernes en Cowboys de Medianoche  Conviene que la gente no solo mire una película para pasar el rato, sino que reflexione y hable de ella, que nazcan cineclubs, que tengamos más espacios dedicados a séptimo arte, que en los colegios se enseñe la historia del cine, tal vez si así fuera no desaparecerían tantas salas de cine... De momento habrá que esperar hasta noviembre...Felicitar a la Trece por el fichaje y esperemos que sea el principio de una gran amistad...

20/05/2021

Gil Parrondo, el centenario olvidado

 

 

2021 es un buen año para recordar grandes figuras del cine español como Luis García Berlanga o Fernando Fernán Gómez cuyos centenarios se celebran en las próximas fechas.Se está hablando mucho más del primero que del segundo, sin embargo, hay un tercero del que poco o nada se está comentando, y ese es el director artístico Gil Parrondo, nacido en Luarca (Asturias) el 17 de junio de 1921.

 Antes de continuar, conviene explicar qué es un director artístico: también llamado escenógrafo, diseñador y decorador. Es el responsable de todo lo que hay delante de la cámara (decorado, attrezzo vestuario y peluquería) y de la ambientación concreta de cada secuencia. Se ocupa de las localizaciones de exteriores y del diseño y construcción de decorados, coordina un equipo más o menos amplio formado por maquetistas, arquitectos de interiores, ambientadores, pintores, jardineros, atrecistas, diseñadores de vestuario, sastres, peluqueros, etc., y realiza su trabajo en coordinación con el director de fotografía y el equipo de iluminadores a fin de planificar los movimientos, posiciones y encuadres de la cámara.

 La definición o, mejor dicho, cuál es el trabajo propio de los directores artísticos siempre ha sido algo difícil de aclarar, pero unas palabras del propio Gil nos pueden ayudar a entenderlo mejor: “En realidad, nosotros somos decoradores, somos los que hacemos los decorados o localizamos unos exteriores, según lo que necesita la historia o el guion. Eso es lo que hemos sido desde siempre: simplemente decoradores. En España se decía: los decorados los hace fulano de tal. Después, al cobrar cada vez más importancia este departamento nuestro, vino de América, de Hollywood, la designación “art director” o sea el director artístico y así se mantuvo bastantes años. Y más recientemente, se empezó con lo que llaman el “diseñador”, una cosa muy complicada, el diseñador de producción, una cosa muy rara, ¿no? Y ahora, entre nosotros, en la jerga nuestra, se dice: ¿quién diseña esta película? Se emplea habitualmente el diseño de la película que no me parece mal como diseño. pero si a mí me preguntan, yo siempre diré que mi profesión es la de decorador. Yo soy decorador de cine y me gusta que pongan Decorados: Gil Parrondo, más que director artístico, más que cualquier otra cosa.”

 Gil Parrondo llevaba en una agenda todas las películas en las que había trabajado, en el documental de Desde mi ventana de Miguel Ángel Trujillo de 2013 enseña que su primer trabajo fue en Los cuatro robinsones (1939) de Eduardo García Maroto. Vendría luego una fructífera unión con el director artístico Sigfrido Burmann en producciones de Cifesa, tales como La Nao capitana (1947) de Florián Rey, Locura de amor (1948) de Juan de Orduña, Un hombre va por el camino (1949) de Manuel Mur Oti, Sangre en Castilla (1950) de Benito Perojo, Lola la piconera (1952) o Jeromín (1953) ambas de Luis Lucia. Tales colaboraciones son su mejor entrenamiento para la elaboración, diseño y construcción de grandes y dificultosos decorados, experiencia que le resultaría muy provechosa en sus encargos posteriores cuando tuvo la oportunidad de trabajar en producciones internacionales que le permitieron el uso de más medios y recursos.

 

Gil se refiere a esta etapa en los siguientes términos: “Burmann en realidad ha sido mi maestro, es con quien más he trabajado, lo he hecho en cine y en teatro y aparte de todo lo que aprendí con él, que fue mucho, no solo está el aspecto profesional, puesto que era mirarle y observar esa capacidad de trabajo que era inmensa, pero, sobre todo, era su cualidad humana, eso es lo que más me gustaba. era un hombre realmente admirable” 

En 1952 viene su primera incursión internacional, aunque su nombre aun no salía en los títulos de crédito, en Tres historias de amor (Decameron Nights, 1952) de Hugo Fregonese  y cuyo diseñador de producción era Thomas N. Moraham. La película fue rodada en varios lugares de España tales como La Alhambra de Granada, el Alcázar de Segovia, Ávila o Blanes, en plena Costa Brava.

   

 Por desgracia, es una película poco vista que intentaba explotar el éxito de Pandora y el holandés errante, la cual había internacionalizado la Costa Brava y de paso explotar el turismo en España. Su primer trabajo ya en una película con cierto renombre fue el de Mr. Arkadin (1955), nada menos que con Orson Welles, así lo veía Gil: “un trabajo árido, duro, porque los resultados artísticos fueron más que dudosos, aunque resultó muy atractiva por los decorados que tuvimos (Espinosa y él) que montar, a veces que improvisar, en fin, una labor muy interesante". No guardaba buen recuerdo del director de Ciudadano Kane: "hable mal porque acababa de leer en "Cahiers du Cinéma" que Orson Welles decía que en Mister Arkadin había hecho no solo el guion, la interpretación y la dirección, sino también los decorados. ¡Con todo lo que yo sufrí en esa película se va a apuntar él también los decorados!" No obstante, Gil Parrondo, siempre se llevó bien con sus directores, su humildad y bonhomía se palpan en cada una de las entrevistas que uno puede hallar.

 

Alejandro Magno (1955) de Robert Rossen fue la primera producción de gran presupuesto en la que colaboró junto a Luis P. Espinosa, con el que compartiría una amplia filmografía, su nombre tampoco aun figuraba. Al frente del departamento artístico se encontraba Andrej Andrejew. En esta película trabajaron muchos profesionales de diferentes áreas que serían llamados sucesivamente en cada superproducción rodada en nuestro país, y parte de ellos formarían parte del equipo de Samuel Bronston dos años después con El Capitán Jones (1957).

   

Antes de esta, colaboró en tres películas internacionales, Orgullo y pasión (1956) donde buscó innumerables localizaciones, aunque no he podido encontrar información  si aquel paisaje de Loja (Granada) con mar añadido fue idea suya. Recordemos que la imagen de este pueblo granadino había sido utilizada por Leo McCarey en Sopa de ganso y que como homenaje se dedicó un mirador a los Hermanos Marx en dicha localidad.

  

Luego vendría La frontera del terror (1956) donde tuvo que ambientar en parajes españoles zonas de Albania. La tercera en cuestión fue Simbad y la princesa del mismo año, aquí sí acreditado, supuso su encuentro con el mítico Ray Harryhausen y perfeccionó su conocimiento del uso de las maquetas, de las cuales tenía experiencia por su trabajo con Burmann. Parrondo volvería a escoger La Alhambra de Granada y entre otras localizaciones volvería a rodar en la Costa Brava, destacando el uso de la Playa de Sa Conca (Playa de Aro, Gerona) que sería habitual en sus películas, así como en otras superproducciones.

   

Empieza entonces su trabajo con el imperio Bronston, aunque tampoco su trabajo sería inscrito en los créditos, ni tampoco estaría en nómina fija. Él tenía asignado el cargo de "Art director Spain". En El capitán Jones (1959) hizo pasar el trono del Palacio Real de Madrid por el de Catalina de Rusia en Moscú o convirtió Denia (Alicante) en un pueblecito pesquero escocés.

   

Vino a continuación Rey de Reyes (1960), eligió el paraje de El Cautivo en el desierto de Tabernas (Almería), para la escena en que Jesús es tentado por el diablo y tiñó con polvillo coloreado una parte de la zona. Vinieron luego El Cid (1961), 55 días en Pekín (1963) y La caída del Imperio Romano (1964), Bronston recurrió como decoradores a unos poco conocidos como Veniero Colosanti y John Moore que habían trabajado en Trapecio (1956) o Adiós a las armas (1957). Parrondo detalla así su trabajo con ellos "En el Cid aparecieron Colasanti y Moore. John Moore era un pintor americano Colasanti era un decorador italiano de mucho prestigio y de gran personalidad. Vinieron de Italia contratados por Bronston que tenía mucha intuición para estas cosas y una gran percepción de lo que era un director de arte, los dos tenían un gran sentido del color y ellos hicieron todos los decorados y los trajes; las dos cosas muy bien. Tenían mucha libertad, y, además, como la situación era muy favorable en cuanto a gasto en construcción de decorados, podían disponer de un nutrido equipo: lo que teníamos era un equipo enorme, éramos lo menos unas 40 personas en el departamento de arte, ¡como en los tiempos gloriosos de la Metro!"

Llegó el final de las producciones de Samuel Bronston con El fabuloso mundo del circo (1964), donde el presupuesto fue muy ajustado en comparación con las anteriores, la imaginación de Gil Parrondo consiguió vaciar las butacas del Gran Teatro del Liceo de Barcelona para instalar una jaula para las fieras y convertirlo también en la pista central del circo de Hamburgo, ambientar el puerto de la ciudad para la llegada del circo y su posterior accidente, o convertir el Parque del Retiro de Madrid en Los Campos Elíseos de París

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En medio de estas superproducciones, llegó David Lean para rodar Lawrence de Arabia (1961) y aunque tampoco figure Gil en los créditos, ayudó mucho al director artístico John Box ya que Las Dunas del Cabo de Gata, el desierto de Tabernas o las playas de Carboneras (Almería) eran lugares muy conocidos por él. En 1964 trabajaría también con Lean y con Box en Doctor Zhivago, inolvidable, entre otros decorados, la construcción de ese Moscú junto al cementerio de Canillas en Madrid.

 

Me perdonarán que salte muchos títulos, pues el tema da más para un libro... En 1970, ya con el nombre ganado y saliendo debidamente ya acreditado, gana el Oscar con Patton junto al ambientador Antonio Mateos, y son los dos primeros españoles en conseguirlo, bien es cierto que Juan de la Cierva ese mismo año consiguió uno por su contribución, pero si hablamos de los "Oscars" artísticos sí fueron ellos. Formaban parte del equipo de dirección artística también Urie McCleary y Pierre-Louis Thevenet. Se localizaron diferentes puntos de la geografía española para recrear los distintos pasajes del guion: El Guetar y Palermo en Almería, Las Ardenas en Valsaín (Segovia), Normandía en Urbasa (Navarra), los cuarteles militares en Madrid; en la Rambla del Búho de Tabernas se construyó una carretera donde llegaron a pasar cincuenta tanques, doce cazas; en las dunas del Cabo de Gata crea un cementerio con piedras blancas y cruces, la plaza de la Catedral de Almería pasó a ser la de Messina, etc.

  

En 1971 conseguiría otro Oscar junto a Yvonne Blake en Nicolás y Alejandra del mismo director. En los estudios de Sevilla Films en Madrid se construyeron unos decorados de palacio impresionantes, los exteriores de el Palacio de Oriente sirvieron para la presentación de tropas, El Palacio Real de Aranjuez para la salida de la carroza trineo del zar, el Aula Magna del Hospital de San Carlos para las asambleas revolucionarias, el teatro español como la ópera, una llanura junto a Uceda (Guadalajara) para secuencias con Rasputín, la estación de Delicias decorada con motivos imperiales en la despedida de tropas y con banderas rojas en la llegada de Lenin... Volvió a rodar en la playa de Sa Conca (Costa Brava, Gerona), la fachada de la residencia de verano se construyó en los segovianos pinares de Valsaín.

   

En 1972 obtuvo una nominación por su trabajo en Viajes con mi tía de George Cukor, el decorado que representa el restaurante de una estación de tren parisina fue considerado en la época como un verdadero alarde creativo. Al no poder rodar in situ se reconstruyó en los estudios Verona de Colmenar Viejo teniendo que unir dos platós dadas las dimensiones que requería. Los techos que aparecen en la película son los auténticos de la estación francesa y fueron rodados por el equipo de la segunda unidad. El exterior es el de la estación madrileña de Atocha, también se rodó en el casino antiguo de Madrid y en el Paseo del Retiro.

   

 Inicia una fructífera colaboración con John Millius en la excelente El viento y el león (1974) donde de nuevo la imaginación del decorador le lleva a convertir el Castillo de la Calahorra (Granada) en la fortaleza de El Raisuli (Sean Connery), los Reales Alcázares de Sevilla en el interior del palacio del sultán o el Hotel Palace de Madrid en la Casa Blanca, además de Boca del Asno (Segovia) como el parque de Yellowstone. Hay la anécdota que cuenta Millius que cuando se proyectó esta película para el presidente estadounidense Gerald Ford, este comentó que reconocía bien el lugar del Parque de Yellowstone, porque fue guardabosques allí. El director se abstuvo de informarle que aquello que veía era España.

   

Con Millius volvería a trabajar en Adiós al rey (1989), aparte de colaborar sin acreditar para algunas localizaciones de Conan,el bárbaro (1982) En 1975 trabaja con Richard Lester para Robin y Marian, su trabajo más querido y un director que sentía verdadera pasión con su trabajo. Los exteriores se filmaron en Navarra, en la sierra de Urbasa y en Lecumberri, en el cerco de Artajona marcó los territorios del sheriff de Nottingham, la fortaleza asediada al principio se rodó en el Castillo de Villalonso en Zamora, etc.

 

Volvería a colaborar con el director en Cuba (1978) y El regreso de los mosqueteros (1987). También con Schaffner repetiría en Los niños del Brasil (1977), La esfinge (1979) y Corazón de León (1985). Pese a su fama en películas internacionales, no olvidó el cine español, con Pedro Masó inicia una estrecha colaboración con Un hombre como los demás(1974), Las adolescentes (1975), La menor (1976), Puente aéreo (1981) o las series de TVE Anillos de oro (1983)y Segunda enseñanza (1986). Con Jaime Chávarri rueda Bearn o La sala de muñecas (1983) y Las bicicletas son para el verano (1984), con Pilar Miró, Werther (1986) y Tu nombre envenena mis sueños (1996), con Jaime Camino El largo invierno (1992), con Antonio Mercero La hora de los valientes (1998), con Rovira Beleta, La espada negra (1976), etc.

   

Con José Luis Garci inicia su fiel colaboración a partir de Volver a empezar (1982) y con su trabajo gana varios premios Goya (Canción de cuna (1994), You´re the one (2000), Tiovivo c. 1950 (2004) Ninette (2005) gracias a su escrupuloso trabajo para los ambientes requeridos.

   

El 24 de diciembre de 2016 Gil Parrondo fallecía en Madrid a los 95 años. En el 2013 se rueda para TVE el antes mencionado documental Desde mi ventana dirigido por Miguel Ángel Trujillo y en el que se repasa su obra. Lo pueden ver a continuación:

 

Bibliografía: 
LOSADA, Miguel y MATELLANO, Javier. El Hollywood español. T and B Editores, Madrid, 2009

GARCÍA DE DUEÑAS, Jesús (2002) "Gil Parrondo. La quimera alcanzada". Nickel Odeon (27) 171-173

06/05/2021

El flashback de José Luis Garci con TVE

 


                                                                

Hace tres semanas en el programa "Cowboys de medianoche", unas declaraciones de José Luis Garci ante una pregunta de por qué no hacía más cine, se convirtieron en tendencia, aquello que llaman “trending topic” para entendernos. Bajo la etiqueta “#YoapoyoaGarci” impulsada por Juanma de la Poza en Twitter, bastantes seguidores en la red mostraron su apoyo al realizador de El Crack después de que dijera en el citado espacio que dos proyectos suyos habían sido ninguneados por TVE, a ello señaló que lo peor es que ni los debieron leer y cree que eso pasa porque él no fue uno de los que hizo lo de la ceja (campaña publicitaria a la que se unieron nombres de la Cultura para apoyar al por entonces Presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero). El director remarcó que él siempre se ha sentido independiente. Puso como ejemplo las etapas de su programa "Qué grande es el cine", el cual se lo ofreció Jordi García Candau y Ramón Colom en la etapa del PSOE en 1994.

   
                                        Primer programa de "Qué grande es el cine"

 Pero cuando el PP ganó en 1996, la nueva directora de TVE, Mónica Ridruejo, lo quitó enseguida. Unos meses más tarde en una cena coincidió con el Vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, que le preguntó por qué no hacía ya ese programa y él contestó que fueron ellos los causantes, entonces intercedió para que el programa volviera. Pero cuando gana el PSOE las elecciones en el 2004, la nueva directora Carmen Caffarel decide no renovarle el contrato y el programa desaparece un año después

                                              Último programa de "Qué grande es el cine"

El director lamentaba en el programa de Cowboys que una cosa es tener una ideología y otra bien distinta ser un sectario y que a él no le podrán llamar nunca fascista, ya que dedicó varias de sus obras a José Luis Gallego o a Pedro Dicenta, o que en su programa ha habido gente de todas las ideologías y que un director cuatro veces nominado como él ha de pasar una criba de otros 60 títulos en la Academia de Hollywood para que te elijan. 

A mí siempre me ha gustado el cine de Garci, y esa faceta de cinéfilo tan cercana con la que uno aprende, aparte de ser un gran escritor, se nota mucho en sus guiones, algo de lo que carece bastante el cine español. No hace mucho me programé un miniciclo con las películas de su primera etapa y me sorprendió que a partir de Sesión continua (1984) hubiera un corte en su carrera. Leyendo la hemeroteca, hallé un conflicto que tuvo con el entonces Director General de RTVE, José María Calviño, y que me recuerda en parte a esto que le ocurre en la actualidad, una especie de flashback como le pregunta el personaje de Jesús Puente al de Encarna Paso en el citado filme: ¿Pili, sabes qué es un flashback?.

  Garci estaba en su mejor momento con el primer Oscar para una película española, su debut fue todo un éxito de público y crítica, no sin antes pasar algunos apuros para que la produjeran, no la quería ninguna productora y fue José Luis Tafur quien acabaría adoptando el papel de productor, pero su capital era escaso por lo que Garci, González Sinde y los actores trabajaron como en una cooperativa repartiendo los beneficios en caso de que los hubiera.

 

Sus siguientes películas como director funcionan bien: Solos en la madrugada, Las verdes praderas y El crack. Entre estas escribe, produce y hasta se reserva un pequeño papel en Viva la clase media dirigida por José María González Sinde, pero que fue un fracaso.

   

 En 1982 estrena Volver a empezar que pasa inadvertida y las críticas apenas la elogiaban, más bien lo contrario. La nominación a los Oscars y su victoria produjo un reestreno en el que pudo recuperar la inversión.

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Se embarca entonces en una película muy personal, un sentido homenaje al cine como era Sesión continua que contaba en el guion con Alfredo Landa o José Sacristán de protagonistas, pero que por divergencias entre quien debía ocupar el primer puesto en los créditos, decidió sustituirlos por Jesús Puente y Adolfo Marsillach. La película contaba con un presupuesto de 60 millones de las antiguas pesetas, la producción corrió a cargo del propio Garci y de José Esteban Alenda y para recuperarla tendría que hacer una taquilla de 200 millones. El problema se agravaba al no poder contar con los beneficios de los derechos de exhibición en TVE, el ente público rechazó la película argumentando que se tenía que cambiar el guion al sustituir los actores previstos.

 El director contestó que una cosa era reescribir alguna página, pero no todo y que si ese comité de selección hubiera estado en los años gloriosos de la Warner, Bogart jamás hubiera rodado Casablanca porque inicialmente la película estaba destinada a Ronald Reagan y Ann Sheridan. Tanto disgusto le provocó que decidió abandonar el cine: “Con mi currículo debería ser un director de Primera División y en cambio ya ves, no creo que un director que ha ganado un Oscar y cuyas películas han funcionado más o menos bien tenga tantos problemas en ningún país para seguir trabajando, pero aquí no existe una industria y yo me siento cansado de luchar durante tantos años en solitario y pegándome contra el muro y es que esto del cine con los tinglados entre exhibición distribución producción es una mafia tremenda que no se aclara” (El Periódico, 13-09-84) “Estoy cansado, amo demasiado el cine como para aguantar todo esto también, estoy hasta el gorro de dirigir una película y tener que ir al banco, estar montándola y volver al banco, en este país para hacer cine te pasas la vida en el banco” 

 Al serle negados los derechos de antena para Sesión continua, Garci que ya había empezado a rodar el filme, se puso en contacto con la directora de cinematografía Pilar Miró y con el ministro Javier Solana. “Pilar me dijo que la postura de Televisión Española le parecía demencial pero que no podía hacer nada por tratarse de un ente autónomo. (…) Gracias a una gestión de amistad logré ser recibido por Calviño en su despacho. En aquella conversación, acepto mis argumentos y me dio la razón, (…) me hizo un planteamiento que yo acepté a pesar de los riesgos que entrañaba, debía mostrarles la primera copia de la película a los 4 miembros del comité y si a su juicio reunía el mínimo de calidad exigible me concederían los derechos de antena, en caso de no gustarles el filme, el asunto quedaría entre nosotros y yo me abstendría de realizar ningún tipo de declaración. (…) Calviño me aseguró que recibiría en la productora una carta por la cual Radio Televisión Española se comprometía a visionar Sesión continua y concederle los famosos derechos si reunía el no menos famoso mínimo de calidad, esta carta nunca llegó, hice nueve llamadas a Calviño, pero siempre estaba reunido (…) (BONET MOJICA, Lluis, La Vanguardia 13-09-84)

   

José Luis Garci matizó, sin embargo, lo de su retirada en un programa de Ángel Casas en TV3 “no puedo decir que será definitiva porque no sé qué voy a hacer dentro de 5 años, pero seguro que por lo menos en 3 años no dirijo otra película, puede que escriba algún guion o produzca algún filme de otro, no sé, pero la decisión de alejarme está bien tomada desde hace meses” Aunque la taquilla no fue nada bien para la película en cuestión, por lo menos pudo ver cómo era seleccionada y nominada para los Oscars otra vez, algo que podría ayudarle en pagar los 25 millones que adeudaba con esta, pero añadía que tampoco le haría variar su decisión de abandonar el cine temporalmente. 

Y así fue, Garci no volvió a dirigir hasta tres años después con Asignatura pendiente (1987), el director declaraba lo siguiente: “Dije que estaría mucho tiempo sin hacer cine, después de Sesión continua, entré en una crisis personal profunda y ahora estoy en otra mucho mayor de la que he decidido salir a través del cine “Yo no quería firmar con un estado de rencor, sentía agresividad y estaba tenso. En este tiempo he podido descansar del ritmo asfixiante que suponía hacer una película por año. Trabajar en la radio me ha enriquecido y pienso seguir en ella”. (NOGUEIRA, CHARO La Vanguardia 11-7-86)

   

El fracaso de la película también le provocó otra “retirada” en la dirección, aunque escribió para Mercero el guion de El tesoro (1990), adaptación de la novela de Miguel Delibes y comenzó un proyecto ambicioso como fue dirigir la serie Historias del otro lado. También produjo en ese tiempo las películas Biba la banda de Ricardo Palacios, La gran comedia de Juan Pinzas o El río que nos lleva de Antonio del Real. En opinión del director, el futuro del cine estaba en la televisión “hace falta el apoyo de la televisión para producir series tan maravillosas como La forja de un rebelde y el cine con mayúsculas necesita el apoyo del Departamentos de cultura, no quiere decir que un Ministerio tenga la culpa de la decadencia del cine, pero su visión en una época de crisis sería esforzarse en mantener el cine al igual que se ha esforzado en mantener el circo” (El Periódico, 22-04-90) Tanto apostaba por el medio que el director de Tele 5, Valerio Lazarov, le llamó para que elaborara un especial sobre la serie Twin Peaks a raíz del éxito de audiencia de su emisión donde decía que la serie de David Lynch era uno de los ejemplos más claros de la televisión de autor. El programa no lo he encontrado entero, sino algunos trozos:

   

Ya en 1994 volvería a ponerse detrás de la cámara con Canción de cuna, en declaraciones comentaba que la razón era el fracaso de sus dos anteriores películas: “ He hecho nada menos que 13 capítulos de hora y media para televisión, pero sí son 7 años sin hacer cine y para mí ha sido como empezar otra vez, he vivido las mismas sensaciones que cuando rodaba mi primera película, espero que esto sea un buen presagio y funcione bien porque una de las razones por las que me embarqué tantos años en una serie de televisión fue un poco el fracaso de público de mis dos últimas películas asignatura aprobada y sesión continua. Me pareció que algo estaba ocurriendo, que había perdido un poco el secreto de mi buena relación con el público y el sentido popular que pudiera tener."

 

Como hemos podido ver José Luis Garci no tuvo fácil dedicarse al cine, a él le debemos mucho también nuestra cultura cinematográfica con sus programas, libros, etc. Esperemos que aun pueda realizar más películas y seguir enseñándonos y compartir ese amor por esa “vida de repuesto” como él dice  que es el séptimo arte y que comparto plenamente.

El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...