Mostrando entradas con la etiqueta Barcelona. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Barcelona. Mostrar todas las entradas

30/10/2025

El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del séptimo arte o aquellos que valoran sus elogios como parte de una moda pasajera, pero sea cual sea nuestra opinión, no cabe duda que visionar cualquiera de sus obras nos dará que hablar. El reportero (The passenger1975) se sitúa ya lejana en el tiempo de aquella trilogía de la incomunicabilidad (La aventura (1960), La noche (1961) y El eclipse (1962), para las generaciones que no habían nacido aun, reencontrarse con sus creaciones quizá nos permita un análisis sin prejuicios. 



   

 Ya por comenzar analicemos su título original The passenger. Locke, el personaje de Jack Nicholson, al tomar la identidad de Robertson se convierte en un pasajero en la vida de otra persona, con el cual intenta escapar de su propia vida con un fracasado matrimonio y una profesión que no le llena, se transita por una vida incapaz de controlar su destino, pasa a ser perseguido con la nueva identidad (la de un traficante de armas de una guerrilla africana). Intercambio de personalidades, evadirse de la existencia y la vida de paso serán temas que iremos viendo a partir de la relación que establece en el guion. 

 Por una parte, está la figura de Antoni Gaudí, en Barcelona visita el Palau Güell y La Pedrera, se subraya si estaba loco y su muerte acaecida por el atropello de un tranvía. Por otro lado, tenemos la situación política del país donde está cubriendo la información al principio. En un momento dado, muestra la escena real de un pelotón de fusilamiento militar. Todo ello contribuye a ir encontrando ese significado existencialista que tanto se analizó en la obra de su director, incluso la de querer ver más que él, pero eso pasa en las grandes películas y que nos permiten varias lecturas, incluso las más extravagantes. 


   

 La película en sí brilla en sus aspectos formales de principio a fin, ya el comienzo con ese desierto y esa planificación con los personajes que se van perdiendo en paisajes infinitos estableciendo planos de soledad y silencio y que desprenden vacío, calor y desesperación, nos damos cuenta enseguida del estado de desesperación del protagonista. Por otro lado, la fotografía de Luciano Tovoli es excelente y vemos especialmente esa Barcelona casi sin turistas con las Ramblas y sus tiendas de pájaros (muchos verán otro sentido al estar enjaulados...), el umbráculo del parque de la Ciudadela (aparición de Gustavo Re) o cómo retrata Mojácar (Almería) y el uso de las carreteras. 

 El reportero se estrenó en España en grandes salas aun, por una parte reunía a dos estrellas en su máximo apogeo, Jack Nicholson que acababa de interpretar Chinatown y Maria Schneider que acababa de saltar a la fama por El último tango en París (1972), pero que aqui habría que esperar hasta 1978 para poder ver el film. Su rodaje en Barcelona estuvo marcado por la polémica del secretismo y de la poca compenetración de su director con los periodistas, en el "Tele/eXprés" del 27-11-1973 se nos cuenta esto: "Antonioni no ha entendido a su personaje. Las exclusivas que hemos ofrecido a nustros lectores durante estos días han sido el fruto de un trabajo de lsrgas horas de espera de nuestros reporteros que como auténticos profesionales han sabido saltar la muralla que ha situado en torno a Antonioni, la cual ha culminado con malos tratos hacia nuestro periodista gráfico Nicolás y al cual un guardaespaldas que se hacía pasar por un "fotógrafo exclusivo" ha inmovilizado violentamente privándole de hacer unas fotos en plena calle." 

 Distribuida por la Metro Goldwyn Mayer y producida por Carlo Ponti, se le recortó bastante metraje que en el original eran unas cuatro horas. Decepcionó en el Festival de Cannes e incluso recibió algunos silbidos y la crítica la acogio con tibieza, como si estuviera cansada ya de él, así Ángel Fernández Tomás en La Vanguardia del 6-10-1976 escribía lo siguiente: "El reportero es una historia que en su línea argumental podría ser interesante, pero que Antonioni, cada vez más envanecido por su genialidad ha distorsionado, complicado y en suma, estropeado". Diego Galán, por ejemplo, cuestionaba sus películas: "La pobreza del cine del momento hizo ver a una hambrienta crítica en las películas de Antonioni una serie de resultados que estas estaban lejos de contener, posiblemente, un espejismo producido por la ambigüedad de las imágenes de Antonioni, permitía cubrir el enorme vacío del cine."  

Pero lejos de si nos gusta o no Antonioni, en El reportero hay dos cosas que no dejarán indiferentes y se recordará el film, la primera el travelling circular del final entre el exterior de una plaza y el interior de una habitación de un hotel donde la cámara llega a atravesar las rejas de una ventana (no lo vean si no quieren saber el final...) Y la otra es... la aparición de Joan Gaspart como conserje del Hotel Oriente.


12/09/2024

James Earl Jones en Barcelona: La gran esperanza blanca (1970)



Mientras preparaba la entrada de esta semana, me enteré de la muerte de James Earl Jones, "ha muerto la voz" exclamó más de uno especialmente en las redes que se inundaron con más comentarios que con las desapariciones recientes de Gena Rowlands o incluso de Alain Delon. Todo era porque fue la voz  de Darth Vader de la saga de La guerra de las galaxias o la de Mufasa del Rey León, pero aquí teníamos al recordado Constantino Romero y por aquel entonces tampoco, aunque ahora muchos digan lo contrario, veíamos tanta versión original. Sin embargo al actor lo recordamos bastante por papeles icónicos como el malvado Thulsa Doom de Conan, el bárbaro o en el otro extremo, el divertido rey de El príncipe de Zamunda.


Pero el actor era mucho más que todos esos papeles secundarios, incluso en sus comienzos tuvo hasta una nominación al Oscar y varios reconocimientos por una pieza teatral estrenada en Broadway en 1969 y escrita por Howard Sackler llamada irónicamente La gran esperanza blanca en la que se puso en la piel del boxeador estadounidense de raza negra Jack Johnson (Jack Jefferson en la obra). El éxito de esta propició que la FOX echase el ojo y le encargara a Martin Ritt la dirección al año siguiente, el cual  no quiso grandes estrellas comerciales y optó por apostar por los actores que llevaban nada menos que 546 representaciones, ahí estaban además de Jones, Jane Alexander, Lou Gilbert, R.C Amstrong, Robert Webber...

La interpretación de Jones, que era hijo de un boxeador, no pasó desapercibida por la Academia, aunque aquel año la estatuilla se la llevó (no la recogió) George C. Scott por Patton, el argumento le servía a Ritt también para denunciar el racismo a través de la historia del primer púgil negro campeón mundial de los pesos pesados, pero que acabaría siendo detenido bajo la acusación de mestizaje, siendo procesado y condenado a tres años de prisión; huiría de esta y marcharía hasta Europa con su pareja.

El propio Sackler escribió el guion y se filmó gran parte en Barcelona, curiosamente no se la suele mencionar demasiado cuando se repasan las películas rodadas en la Ciudad Condal. Pero más de un barcelonés recordará ese invierno de 1970, en la prensa de la época aparecían anuncios de que se necesitaban extras a razón de 650 pesetas diarias, se dice que llegaron a contratar a 7000, se resaltaba que tenían que tener rasgos franceses y alemanes (uno de ellos fue Xabier Elorriaga…), en otros personas de raza negra, mestizos, mulatos, de aspecto mexicano y cubano.

A pesar de que Barcelona no contaba con grandes platós, la habilidad del director artístico John de Cuir, que conocía la ciudad ya que había trabajado con Bronston en El fabuloso mundo del circo, convirtió el Estadio Olímpico de Montjuic en el escenario de la Habana donde se rueda el combate final, la estación de Francia pasó a ser la de Budapest, el parque de la "Ciutadella" pasó a ser el zoológico "Gischer Garten" de Berlín, aunque al rodar en invierno se necesitaron 400.000 hojas artificiales, la sala oval del MNAC pasó a ser el "Vélodrome d’Hiver" de París…

Estrenada el 26 de noviembre de 1971 no fue un gran éxito de taquilla, aunque sus números tampoco fueron desdeñables: 580.022 espectadores. La crítica se mostró dividida y a Ritt eso le pasaba a menudo, su filmografía llena de títulos interesantes y loables ha quedado algo solapada por la de otros colegas de su misma generación de la televisión. Este no es de sus mejores trabajos, cuando vi la película hace unos años, la encontré falta de ritmo, los diálogos no tenían esa agilidad que requiere un film de estas características en el lenguaje cinematográfico, se notaba que se quería respetar demasiado el origen teatral, pero James Earl Jones estaba inmenso, suplía esas carencias y por otra parte, era bien curioso ver esa Barcelona disfrazada.

Emitida pocas veces en televisión, tampoco se editó en DVD en su día y en plataformas tampoco me consta que esté, sí está en YouTube en su versión original, aviso que sin subtítulos y en una copia mala. Ya que la muerte de Jones ha consternado tanto, especialmente entre los fans de Star Wars, nada mejor que valorar todo su trabajo y más este en el que fue el verdadero protagonista.

 

25/11/2022

Once pares de botas (1954), cómo se vivía el fútbol en la España de los 50

 



Tiempos de Mundial en pleno noviembre, el fútbol, como todos saben, ha cambiado demasiado, aunque lo que permanece siempre es esa pasión que notamos en los momentos de los partidos, otros aprovecharán para pasear más  tranquilamente, mientras algún grito celebrando gol se oiga de lejos. Aprovechando estos días, propongo revisar la película de Rovira Beleta Once pares de botas de 1954.

Parte de una idea de Lluís Trías de Bes i Terres que había participado en algunos guiones como El conde Max sin acreditar o El casco blanco de Pedro Balañá, abogado y escritor en "La Vanguardia", fue directivo del RCD Espanyol en los 50, dato interesantísimo ya que hace unos años el crítico de cine Edmond Orts desveló en la revista “23 perico” que la escena inicial está inspirada en el fichaje frustrado de Kubala por parte del club periquito cuando este ya estaba citado para la rúbrica, pero el FC Barcelona se adelantó y envió a un emisario que se lo llevó al Hotel Majéstic del Paseo de Gracia donde firmó. En la película curiosamente las cosas cambian y es el RCD Espanyol el que quiere adelantarse y robar el fichaje del jugador interpretado por José Suárez por el club ficticio Hispania.


Distribuida por una Cifesa ya en línea decadente, fue la segunda película que produjo Alfonso Balcázar tras el fracaso de Catalina de Inglaterra, apostó por esta porque veía un producto comercial y contó con un Rovira Beleta para la dirección que acababa de tener un gran éxito de crítica y público con Hay un camino a la derecha, las cuentas previstas calculaban que muchos aficionados irían, pero el hecho es que no tuvo la repercusión esperada, el fútbol era para verlo en los estadios. Algunos críticos han señalado que las escenas en las que juegan son bastante pobres, pero hay que tener en cuenta que los medios para rodar el deporte rey no eran ni de lejos los que tenemos ahora, ni tan siquiera los de hace tres décadas. Aparte de esto, hubo problemas para poder filmar en estadios, cuenta el director en el libro Rovira-Beleta. El cine y el cineasta que le hizo Carlos Benpar  que rodaron escenas en medio de un descanso de un partido de la selección, en apenas el cuarto de hora que tenían hizo lo que pudo, aparte de intentar que José Suárez, que como actor era magnífico, quedase bien dándole al balón, algo que no fue así, pero es lo de menos analizando todo.

Y digo esto último ya que creo que el árbol no nos deja ver el bosque, no hay que analizar la película por cómo están rodados los partidos, sino por ser un retrato del fútbol, de sus costumbres y lo que hay detrás. Hace ya algunos años escribí una crítica en el FilmAffinity y destacaba que desde el inicio tiene esa peculiaridad de estar narrada por la farola de Canaletas, esta idea parece que fue idea del guionista Manuel María Saló que formó un tándem formidable con el director en más de una ocasión y le dota de unos diálogos excelentes.

La estructura de la película es básicamente de comedia, y ese inicio con la chica intentando “secuestrar” al futbolista es digno de Howard Hawks como ya han apuntado otros, añadiría también ese homenaje al "toque Lubitsch" cuando van a besarse en el tren y no lo vemos, pero la cámara enfoca al revisor que con su rostro mirando el vagón ya nos está diciendo qué pasa ahí. Tiene también su parte de drama: las lesiones, la compra de partidos o un tema como el de ese “dopaje” con esas pastillas que ya nos indicaban que algún refuerzo extra prohibido se tomaba más de uno.

Con el paso del tiempo creo que se revaloriza todo el costumbrismo de la época en torno al deporte rey, como seguir los partidos por la radio, la película es un gran homenaje al medio y la cámara nos enfoca varios aparatos en diferentes espacios desde la casa donde era el centro de atención de todos, incluso cuando se comía o en la casa del cura del pueblo. Vemos también al recordado Miguel Ángel Valdivieso retransmitiendo e insertando aquella publicidad en una frase, o el mítico Matías Prats con sus inconfundibles gafas oscuras… La gente más joven que me lea, probablemente, encuentre prehistórico todo esto, pero era una manera de vivir los partidos más cercana y entrañable, totalmente alejada del negocio audiovisual de hoy en día.

Un gran acierto fue contar con Manolo Morán como ese aficionado que hasta destroza sus gafas celebrando un gol, esas imágenes de él cogiendo ese tranvía lleno en la Plaza Cataluña de Barcelona, los partidos empezaban a primera hora de la tarde, para nada eso de empezar a las tantas. Su sufrida esposa que rellena una quiniela esperando que la suerte y ese dichoso fútbol cambien su destino...

Aunque como he dicho al principio no es película para ver grandes jugadas de nuestros futbolistas, sí en cambio podemos ver a varios actuando y salen bastante bien librados, Josep Samitier como secretario técnico del Hispania, Francisco Javier Marcet doblado por Juan Manuel Soriano, Mariano Martín dando vida a ese jugador arruinado que vive de la limosna, un Antoni Ramallets presumido que hasta se peina en la portería y doblado por Alfonso Santigosa, Aldecoa de entrenador y con voz de Felipe Peña... No solo doblaron a los futbolistas, la protagonista Carmen Pardo está doblada por Carmen Lombarte y Elisa Montes por la recordada Rosa Guiñón, esta fue su primera película donde prestó su bella voz. Ya hacia el final vemos a otros futbolistas de distintos equipos cuando son citados por la Selección Nacional y la farola de Canaletas dice que la mayoría de aficionados no acertó en la lista de convocados, en algo el fútbol sigue siendo igual.

Entre los secundarios hallamos a un entrañable Pepe Isbert que le da instrucciones al monaguillo de donde ha de poner la vela según quien marque para él enterarse, escena que, volviendo al libro de Carlos Benpar, cuenta Rovira Beleta que se la cortaron y que él enfadado se fue hasta La Coruña en coche desde Madrid para hablar personalmente con el cura que había dicho que se quitara, finalmente consiguió ser escuchado y que la pudiéramos ver. 

También vemos a una Mary Santpere que a pesar de tener un papel secundario, y no muy agradecido, lo dotaba con su comicidad y desparpajo habitual escuchando tras la puerta lo que comentaban los jugadores, los cuales vivían en pensiones y no en hoteles lujosos. Sale una frase por ahí en la que le dicen sus compañeros a José Suárez, que al principio presume de estar hospedado en el Excelsior, que vaya mejor a una pensión pues se descansa igual y al menos te sangran por la mitad, qué tiempos aquellos en que los divos del calzón corto como diría aquel periodista asturiano no vivían de lujosas mansiones, coches último modelo, vacaciones lujosas y sueldos desorbitados.

Recomiendo, pues, ver Once pares de botas y debatir cómo ha ido evolucionando esto del fútbol y la sociedad, en una escena la chica muestra unas películas rodadas de cuando el futbolista jugaba en segunda división y hasta hay un momento en que la gente del pueblo muestra su ira hacia el árbitro contestando ella que “es como una película de Vittorio de Sica”, pero no, estamos ante la eficacia  de todo un maestro como Rovira Beleta que iría perfeccionando ese neorrealismo inmediatamente después con El expreso de Andalucía y nos seguiría dando grandes películas en un cine español que tan poco le gusta reconocer a sus grandes.

05/11/2021

Aquel Museo de Cera o Museo Enrique Alarcón de Barcelona...

 

Fachada del museo. Fuente: Wikipedia

Volviendo otra vez a Barcelona, ya me disculparán los que no lo sean, tengo que hablar de una pérdida, no se asusten, no es humana, pero casi como si lo fuera. Y es que hace más o menos un año se renovó el Museo de Cera de dicha ciudad, aquel que el gran escenógrafo del cine español Enrique Alarcón montó en 1973 tras descubrir el edificio que lo alberga con aquel callejón al que supo ver un cierto aire misterioso con una placeta octogonal poco frecuente. Tal edificio de Elies Rogent era la antigua sede del Banco de Barcelona y filial del Crédito y Docks, forma parte del Patrimonio Arquitectónico Nacional y está catalogado como edificio de Interés Histórico-Artístico.

Alarcón contaba con 56 años cuando empezó esta aventura y ya contaba con una gran carrera, Rafael Gil le contrató para su Huella de luz y obtuvo el primer premio nacional de Cinematografía del Sindicato Nacional del Espectáculo a los mejores decorados, distinción que conseguiría en 14 ocasiones.

Enrique Alarcón. Fuente: Premios Goya
Trabajó con gran parte de los directores del cine español : Bardem, Berlanga, Neville, Ferreri, Forqué,
Saura, Nieves Conde, Rovira Beleta,  Orduña, Lucia, Ardavín, etc. Su gran talento le lleva a ser contratado por Samuel Bronston para Rey de Reyes y El Cid. Asimismo, también trabaja en otras películas internacionales como aquel fallido Cervantes de Vincent Sherman donde lo mejor, sin duda, era su decoración. Buñuel también se fija en él para Tristana y Ese oscuro objeto del deseo.

Entre sus aportes curiosos encontramos que cuando Rafael Gil le llama para La calle sin sol, este reconstruyó calles enteras del barrio chino barcelonés, así como en La guerra de Dios, que construyó todo un pueblo

Ese Museo de Cera de Barcelona tenia algo especial, no solo era ver figuras, sino fijarse en cómo las había situado, le daba un ambiente de realidad sin necesidad de que ninguna de estas te diera un susto como sucede con otros museos. Uno entraba y subía por aquella escalinata de mármol de Carrara, ahí dábamos con la "Sala del recital" donde Andrés Segovia, Pau Casals o José Iturbe nos obsequiaban con sus notas en aquella sala tapizada aun con la seda original entre pinturas murales, sillas isabelinas y un techo de madera policromada.

Luego uno iba paseando por las distintas salas y aparte de observar, recreaba esos tiempos, Don Quijote y Sancho Panza con la música de Falla del Retablo de Maese Pedro nos envolvían en una atmósfera que una vez acabada, servidor esperaba que volviera a encenderse para gozar de ella.

Excelente era también la sala principal con ese conjunto de arcos de acero remachado, ahí se reunían nobles, personajes públicos, reyes, plebeyos, el Enrique VIII que se exponía era como el símbolo del museo, siempre aparecía como logotipo. En los lados teníamos esas reuniones de intelectuales que parecía que estaban hablando, su colocación originaba ese efecto. Después teníamos un original "Salón del Tinell" que con una astuta utilización de espejos parecía el doble de grande.

Una sala del terror con efectos y con combinaciones de luz espléndidamente harmoniosos nos hacía pasar un mal rato, ahí veíamos a María Antonieta en la guillotina, a Chessman esperando en la cámara de gas, a Juana de Arco a punto de ser devorada por las llamas o a Séneca después de que le dieran cicuta.

Con el paso del tiempo, algunos con razón criticaron que el Museo de Cera no incorporase figuras nuevas, pero la falta de cultura reinante en este país echaba en falta más que nada una, la de Messi, ya daba igual todo lo demás, si no estaba el astro argentino, toda aquella escenografía era tiempo perdido. Aquel museo no se renovaba desde hacía tiempo, pero conservaba la esencia del creador.

Sin embargo, a pesar de esto, tenía su público e incondicionales, no es que fuera de los más vistos actualmente de la ciudad como el Picasso o el MNAC, pero si emblemático para los que hemos vivido ahí, aparte de ser como un viaje en el tiempo y los cinéfilos lo concebíamos como un homenaje a Enrique Alarcón. Llegó a tener hasta 200.000 visitantes, ahora se contaban con 80.000, cifra que no era despreciable

Tras unos problemas económicos en el 2019, la sociedad "Advance Leisure Services" se hizo cargo del museo y captó a varios socios entre ellos Toni Cruz, ex de la Trinca, que es el director creativo del espacio. Se invirtieron seis mil millones de euros y se renovó todo el edificio, el 4 de diciembre pasado volvía a abrir sus puertas. Este lo define como un museo del siglo XXI con interactividad, recreación de las escenografías de los personajes y alguna sorpresa. Ha incorporado a nuevos huéspedes como Leonardo Di Caprio, Rosalía y claro está, Messi. Entre sus declaraciones hay una que sorprende pues dice que el objetivo es contribuir a la recuperación de la Rambla.

Ángel Díaz, director del negocio declaró: “volverá a atraer al público barcelonés, como ocurría en los 70 y ayudará a que la Rambla vuelva a ser el lugar de ocio para barceloneses que era antes”

Desde estas líneas no puedo opinar qué me parece el nuevo museo, fui para visitarlo pero tras ver los precios a uno se le fueron las ganas: 22€, eso sí, me reiteró quien me atendió en la taquilla que si la compraba on line me costaba 20 tras afearle que antes el museo ofrecía descuentos a parados, jubilados, gente con discapacidad, estudiantes, etc. Algún descuento tiene, pero la verdad es que son de dudoso gusto, a la gente mayor solo les descuentan 3€, a la gente con discapacidad nada, salvo que uno vaya con silla de ruedas ya que especifican que no puede ver todo el espacio, en fin, lamentable,

Con esta política de precios, la verdad es que me negué a entrar y más sabiendo que aquel museo de Enrique Alarcón ya no sería igual. Ya digo que nada tengo en contra de cómo son las nuevas figuras, porque entre otras cosas no he podido visitarlo. Pero que por favor, no digan que esto recupera La Rambla a la gente de Barcelona. Si querían que la gente volviera, todos aquellos que hemos estado visitando el museo nos podrían haber hecho un descuento e incluso invitarnos para que viéramos el cambio, pero ante la deshumanización general que está afectando esta Barcelona tan acogedora en su día, lo mismo ni se les ha pasado.

Así que no me cabe otra cosa que lamentar la pérdida de aquel museo donde el maestro Alarcón nos enseñaba el arte de la escenografía, en sus películas podremos seguir deleitándonos con sus trabajos. Espero que el nuevo Museo de Cera funcione, pero para ello hay que poner en práctica las teorías y ser humanos, no vale ahí ser de cera.


22/10/2021

Fellini en Barcelona

 



Federico Fellini. Fuente: Wikipedia

Aproveché estos días en Barcelona para visitar la exposición del centenario de Fellini en el Mercado del Born coorganizada por el Istituto Italiano di Cultura y el Born CCM. De apariencia modesta, se pueden encontrar materiales de valor como carteles originales, fotografías, dibujos personales o vestuario de alguna de sus películas como Il Casanova. Esta muestra viene acompañada de una serie de actividades paralelas en determinados días como el pequeño espectáculo de Fellini: "Texturas y artes" donde el "Trío Marcel Casellas" rememora el ambiente felliniano con la música de sus películas, más el acompañamiento de la magia y un ambiente onírico.

 
Libro de Jorge Grau. Fuente: Amazon

Se trata pues de una exposición bastante recomendable, no tan grande como la que se exhibió en diferentes Caixafórums, pero que al menos contribuye a mejorar la cultura de una ciudad que con el paso del tiempo se ha impersonalizado demasiado. Hará ya 36 años que el director de La Strada visitó Barcelona por primera vez gracias al empeño de su amigo, el director Jorge Grau, el cual había escrito el libro Fellini desde Barcelona que relacionaba la estética de la ciudad con el mundo del director, algo que él no lo creyó, pero Grau insistió en que si hubiera vivido en Barcelona, Las noches de Cabiria sucederían en la Calle de las Tapias. Hay en la web de "Televisió de Catalunya" una excelente entrevista,  que Jaume Figueras le realizó entonces y que se puede ver de manera íntegra en el siguiente enlace.

 No sé si esta Barcelona actual se podría comparar con Fellini: la suciedad abundante, su olor a orín, patinetes eléctricos saltándose las normas delante incluso de la misma Guardia Urbana, o la sensación de ser extranjero en tu propia ciudad, tal y como nos decía la canción de Sabina utilizada en aquella Sinatra de Betriu, son elementos cada vez más frecuentes, por desgracia.. Esta deshumanización  daría más bien para una película decadente, una especie de Muerte en Venecia de Visconti en busca de la belleza , mientras la ciudad va languideciendo. Incluso desde el propio mundo de la cultura tampoco hay mucha autocrítica por el estado de la ciudad, prevalecen otros dichosos temas que no hace falta citar por lo repetitivos y cansinos que resultan.

 Quizá sí que el mundo felliniano se podría plasmar en Barcelona en una especie de Amarcord que como bien sabrán viene a significar algo así como “recuerdo nostálgico”, ya que el presente mejor olvidarlo, aunque es inevitable que la ciudad, a pesar de lo mal que está, la llevemos dentro. Pero seamos optimistas, al menos hasta el 9 de enero próximo, la ciudad estará mejor con esta exposición y quién sabe si a algún director, en un futuro, se le ocurre hacer un remake de Los inútiles. De momento los supervivientes de este parque temático se refugian en lugares como la Filmoteca, aquella cuyas salas se construyeron en un sótano de lo que antes llamábamos barrio chino y que al salir sigue recordando Las noches de Cabiria. ¿Lo vería felliniano esta vez él? 


10/06/2021

La saga de los Rius (TVE) de Ignacio Agustí cumple 45 años

 

 
Hoy hablaré de una serie que cumple 45 años y que no está editada en DVD, pero que por suerte con el maravilloso archivo de TVE podemos recuperar. Se trata de La saga de los Rius, dirigida por el pionero de la casa Pedro Amalio López y adaptada por Juan Felipe Vila San Juan. La serie de trece capítulos sigue el discurrir de las novelas de Ignacio Agustí: Mariona Rebull (1944), El viudo Rius (1945) y Desiderio (1957), englobadas dentro de una pentalogía llamada La ceniza fue árbol que añadía dos más posteriores, pero que ya no forman parte de la serie de TVE: Diecinueve de julio (1965) y Guerra Civil (1972). 

Fuente: Amazon



Se trata de, como bien dice el título, un recorrido por la familia burguesa de los Rius y sus tres generaciones entre 1882 y 1916, un retrato histórico de esa Barcelona emprendedora, el desarrollo industrial, acontecimientos históricos, amoríos, etc. Pero paremos un momento y detengámonos en el autor de las novelas: Ignacio Agustí (Lliçà de Vall 1913-Barcelona 1974), probablemente a los más jóvenes e incluso a los de mediana edad no les sonará de nada el nombre, tampoco se estudia ni se cita, no forma parte de esos cánones oficiales tan discutibles...

 Sin embargo, sí que fue conocido en su día, vayamos a la hemeroteca y veamos lo que dijo Azorín sobre él cuando escribe Mariona Rebull: “¡Por fin tenemos un novelista!”. Tal fue el éxito de sus dos primeras novelas, que el director José Luis Sáenz de Heredia se interesó en llevarlas a la pantalla y tres años después de su publicación asomaba la película de Mariona Rebull con un notable éxito de público y de crítica, ahí teníamos a José María Seoane como Joaquín Rius, a Blanca de Silos como Mariona y una joven Sara Montiel como chica de revista que ya presagiaba sus películas posteriores

 

Fuente: Amazon
Fíjense que Horacio Sáenz Guerrero en "La Vanguardia" del 6-4-1947 no detalla el argumento ya que “las dos novelas de Ignacio Agustí son ampliamente conocidas para que nosotros tengamos que dar una referencia de ellas” La película impactaba y en ella teníamos la famosa escena de la bomba del Liceo “probablemente superior en riqueza escenográfica y en densidad dramática a todo lo que hasta ahora nos haya podido ofrecer nuestro cine… y el de los demás” sentenciaba el artículo. Por cierto, que más de uno cree que Mariona Rebull fue un personaje real, de ahí la grandeza de la novela, la de convertir un personaje ficticio en todo un referente mítico de la ciudad.  

 

Si uno busca enciclopedias de escritores en lengua española no hallará mucho de Ignacio Agustí, tan solo las referencias a estas novelas y algunos datos interesantes como que fue director de la Revista "Destino" entre 1944 y 1956. Con malevolencia quizá no intencionada, se nos apuntará que apoyó la causa nacional en la Guerra Civil, lo cual es cierto, pero convendría cuando se escribe sobre alguien que se dijese todo y no quedarnos vagamente en un periodo de su vida como sucede en este tipo de entradas. Ignacio Agustí tiene todo un historial contradictorio que debería interesar y no quedarse con una sola imagen.


 En su centenario, hace 8 años, el periodista Sergi Doria publicó una interesante biografía del escritor titulada Ignacio Agustí, el árbol y la ceniza y con el subtítulo de “la polémica vida del creador de La saga de los Rius”  matizaba su “reaccionarismo” y retrataba con profundidad su vida, sus luces y sus sombras. Acaba con esa etiqueta de que era falangista, sí lo fue entre el 37 y el 42 como muchos otros provenientes de la “Lliga” de Cambó. Sin embargo, después estuvo amenazado por ellos que entraron pistola en mano preguntando por “el cabrón de Ignacio”, en la sede de "Destino" ya que había liberalizado de tal manera la revista que veían un peligro en él, eso le lleva a abandonar Barcelona momentáneamente y de hecho Mariona Rebull la escribe en Zúrich.
Fuente: Amazon

Fuente: Amazon



 La Reina Isabel II le concedió la “Medalla por el Servicio en la Causa de la Libertad” por su apoyo, como director de "Destino", a  Gran Bretaña durante la II Guerra Mundial. Crea a su vuelta en 1944 el famoso “Premio Nadal" y su voto es decisivo para que Carmen Laforet se lo llevara por Nada, eso le comporta un alejamiento con Josep Vergés que no estaba de acuerdo y con González-Ruano que pensaba que sería el ganador. 

Contrató luego a Ana María Matute que publicaría sus primeras novelas. Otros datos interesantes para citar son que, a raíz de la disolución de "Destino", compra la Librería Argós en 1957, situada en el número 30 del Paseo de Gracia; arranca de Manuel Fraga Iribarne la autorización para publicar “Tele/Estel” al amparo de la empresa “Tele/Exprés” que congregó a un buen plantel de firmas catalanas, fue la primera publicación escrita íntegramente en catalán después de la Guerra Civil sin estar vinculada con la Iglesia Católica. 

Fuente: Amazon



Cabecera del diario. Fuente: Wikipedia

Manifestaxión delante de la Catedral de Barcelona
 Fuente: Germinans Germinabit

 En el diario Tele/eXpres ejerce de director, pero en este causa polémica un artículo suyo en el que critica la manifestación de sacerdotes efectuada el 11 de mayo de 1966 y que oficialmente era para protestar por la detención y palizas efectuadas a Joaquim Boix, delegado de los estudiantes de la Escuela de Ingenieros y militantes comunistas. Los sacerdotes, que iban ensotanados, fueron hasta la Jefatura de Policía de Vía Layetana para entregar al comisario Creix una carta. Esta fue reprimida por la policía y provocó una nueva división entre las relaciones de la Iglesia y el régimen. Cabe apuntar que sectores catalanistas de esta no aceptaban que el Arzobispo Marcelo González hubiera sido designado sucesor de Gregorio Modrego en Barcelona y varias pancartas con el lema de “Volem Bisbes catalans” aparecieron en determinadas parroquias aquel mismo año. También hay que recordar la famosa “Caputxinada” de solo dos meses antes, en la cual centenares de estudiantes e intelectuales se encerraron en el convento de los capuchinos situado en la C/ Cardenal Vives i Tutó 2 de la ciudad condal.

 Ignacio Agustí escribió un artículo criticando la manifestación y calificó a los sacerdotes de “bonzos incordiantes” en su artículo "La procesión política", expresión que fue, según cuentan las crónicas, bastante popular en su momento y que provocó un fuerte rechazo entre los sectores catalanistas, el escritor no entendía por qué el escrito había levantado tantas ampollas, del cual llegó a recibir, según cuenta, mil cartas a favor y otras mil en contra, pero lo peor fue que se inició una campaña contra él.

(Pueden leer el citado artículo "La procesión política" en la interesante página de "La hemeroteca del buitre" clicando aquí,  hay un lapsus en la fecha, debería poner 1966, no 1976.

 La fachada del diario fue pintada con un “¡Feixisme no, Democràcia!”, se incendiaron ejemplares del diario, la policía tuvo que proteger el edificio, y el denominado “Comité de la defensa de la Dignitat Ciutadana” escribió a Luis Sentís, Presidente del Consejo de Administración del diario, pidiéndole una rectificación y si en tres días no lo hacía, se declararía a Agustí como “enemigo público número 1 de Cataluña”, se llamaría a un boicot al diario, así como a sus marcas comerciales. Finalmente, Ignacio Agustí tuvo que dimitir y la dirección pasó a Carlos Sentís. (CREIXELL Joan La "manifestació" de capellans de 1966. Publicacions de l'​Abadia de Montserrat. Col·lecció "Biblioteca Serra d'Or". Barcelona 1992)

 

Ignacio Agustí falleció el 26 de febrero de 1974, en la misa “in corpore sepulto” celebrada en la parroquia de San Eugenio I, Papa, acudieron numerosas personalidades de la vida cultural, entre otros Guillermo Díaz-Plaja, Carmen Mieza, Ana María Matute, Carmen Kurtz, Francisco Rovira Beleta, Josep Cañas, Xavier Montsalvatge, Manuel Blancafort, Maurici Torra-Balari, Delmiro de Caralt, etc.

 Llegaron muestras de afecto entre otros escritores como Camilo José Cela: “quisiera dejar constancia de que su obra me parece la de un novelista de cuerpo entero”; Vicente Aleixandre: “Mariona Rebull fue para mí una de las revelaciones de la nueva literatura posterior a la guerra española”; Joaquín Calvo Sotelo: “Me remuerde la conciencia en la parte alícuota que me corresponde, de que la Academia no haya inscrito su nombre en la lista de sus miembros. Con su muerte se va un escritor imaginativo. Un creador de seres humanos, no de muñecos y un hombre honesto. Son esas virtudes tan raras que valen la pena de llorarlas.”; Miguel Delibes: "Fue uno de los contados novelistas que abrieron camino a nuestra novela después de nuestra guerra y que consiguieron atraer la atención del público español que estaba en manos de los Lajos Zilahy, hermanas Brontë, etc.”; Dionisio Ridruejo: "Ha muerto un escritor de su ciudad, de la que nunca ha querido salir espiritualmente, su desaparición constituye un verdadero dolor para las letras nacionales." (Hemeroteca de La Vanguardia, 27 de febrero de 1974)

 En los años 70 empezó a gestionarse en TVE que La ceniza fue árbol podía convertirse en serie, Juan Felipe Vila-San Juan convenció a los directivos a raíz del éxito que estaba teniendo en televisiones europeas La saga de los Forsyte producida por la BBC y que adaptaban las novelas de John Galsworthy, de ahí que se diera el título de La saga de los Rius.  

Dirigida por uno de los pioneros de TVE Pedro Amalio López, el cual con Vila-San Juan ya habían tenido un gran éxito con la adaptación de El conde de Montecristo, contó con un excelente reparto: Fernando Guillén daba vida a Joaquín Rius, Maribel Martín a Mariona Rebull, José María Caffarel a Desiderio, etc. Podíamos ver a rostros como Mari Carmen Prendes, Ramiro Oliveros, Alejandro Ulloa, Emilio Gutiérrez Caba, Montserrat Carulla, Rafael Anglada, Alfred Lucchetti, Victoria Vera, Teresa Gimpera entre otros. Su presupuesto fue de 60 millones de pesetas.

Personalmente me encanta ver esta serie, ya que está rodada con gran sensibilidad, era una época en que no se notaba ese nerviosismo de tener que ir a toda velocidad en las tramas como en bastantes producciones actuales. Tiene una música del gran Augusto Algueró que mezcla  composiciones populares catalanas. Hay momentos de la serie inolvidables como ese paseo de Joaquín Rius con su hijo hasta la fabrica o el famoso atentado del Liceo, rodado con un brillante color, del que hay que recordar que muchos no lo pudieron apreciar en el momento de su estreno ya que aun las televisiones en color no eran mayoría. 

 



TVE nos da la oportunidad en su archivo de verla en español o en catalán, sin embargo, esta última está algo resumida y la calidad de imagen no es del todo lo deseable, recomiendo mejor ver la versión castellana. La serie tuvo bastante éxito, incluso la revista "Diez Minutos" regalaba las acuarelas de diferentes lugares de Barcelona que aparecen en los créditos del inicio y del final. Lástima que tal serie no saliera editada en DVD, caso extraño este, ya que la mayoría de las series de TVE han sido editadas con numerosos extras y esta, sin duda, era de las más atractivas. También hay que lamentar que las dos restantes de la pentalogía no hayan sido adaptadas. Pueden seguir la serie desde el cápitulo 1 clicando aquí, en el archivo de de RTVE:

15/04/2021

La Familia Vila de Iquino, un antecedente de El mundo sigue de Fernán Gómez

 


Acostumbro a escuchar el podcast de "Cowboys de medianoche", el espacio que presenta Luis Herrero y que tiene como contertulios a José Luis Garci, Eduardo Torres-Dulce y Luis Alberto de Cuenca, en este tienen una sección que se llama “La prueba del algodón” http://www.radio-espana.es/podcasts/cowboys-de-medianoche en el que repasan la filmografía de un actor y comprueban si tiene más de 15 obras maestras, en el del día 9 de abril le tocó el turno al gran Pepe Isbert y la pasó (pueden escucharlo en el enlace a partir de 1:06:32). Claro está que los cowboys no son muy exigentes a la hora de definir los criterios de lo que es una obra maestra, películas como Ella, él y sus millones o Un caballero andaluz que están muy bien, son por ellos calificadas con las cinco estrellas, algo que creo exagerado.  Garci lo argumenta diciendo que hay que reivindicar el cine español, una vez acabado el programa consulté la filmografía del gran actor porque quise recordar una que ni siquiera citaron La Familia Vila, me hubiera gustado saber la valoración de esta...

Se encuentra la película en YouTube, al parecer no hay más copias, no se ha visto mucho en televisión, un pase lejano en Antena 3 TV el 28 de junio del 91 y luego ya hubo que esperar 24 años hasta que la Betevé la rescatara en su espacio de "Barcelona i acció" un 5 de julio de 2015, la programó con un aviso de que la copia no se veía muy bien, pero que por su interés histórico se emitía, no recuerdo más pases. El estado de la película de Ignacio F. Iquino no es el mejor, pero no por ello ha de caer en el olvido, también me pregunto por qué no se mejora y restaura, es del año 1949, y narra las andanzas de una familia de clase media humilde que vive en la casa de la  C/Petritxol esquina con la Plaza del Pino de Barcelona. El padre (Pepe Isbert) es un hombre honrado con unos principios muy marcados que tiene cuatro hijos, una de las cuales (Elvira) es lo que antes se decía “la oveja negra” y huye de esa familia "chapada a la antigua" como ella misma define con su novio.



 Por el contrario, el polo opuesto está representado en su hermana Carmen que tiene una vida resignada, la relación entre las dos no es buena, la primera es presumida, tiene un trabajo, y se pasea por el barrio con el lujoso cadillac de su novio, lo cual llama la atención de los vecinos. ¿Les suena esto a otra película? Más de un lector creo que habrá contestado afirmativamente, sí El mundo sigue de Fernando Fernán Gómez de 1962, su película maldita. Evidentemente no son iguales, pero sí que tienen varios puntos de vista en común y no me extrañaría que hubiera servido de fuente de inspiración.


El mundo sigue fue escrita por el portugalujo Juan Antonio Zunzunegui, sus novelas se enmarcaban en un realismo que cierta crítica vio comparable al de Pío Baroja. Es un autor que no se estudia en la Universidad, doy fe de ello. En la Historia de la Literatura Española de la Editorial Ariel dedicada al siglo pasado, Gerald G. Brown lo califica de “muy zafio y pobre imaginación psicológica, aunque de cierta fuerza realista en sus escenas”. Mejor es la definición en la Enciclopedia de escritores españoles en Lengua castellana de Rosa Navarro Durán, no se oculta que nace en seno de una familia de origen acomodado y que en la Guerra Civil defendió la causa nacional, leemos que “su obra se caracteriza por hallarse vinculada a la corriente realista, desde la que denunció las costumbres morales y sociales de su tiempo. Está considerado un retratista de la burguesía madrileña de su época”.



Y así, efectivamente, la película de Fernán Gómez sigue estas características y es fiel a la novela de 1960. En La familia Vila, en cambio, la historia es del mismo Iquino en compañía de Juan Lladó que colaboró bastante con el director. También es un retrato que denuncia las costumbres sociales y morales, pero, claro está, que había que pasar por el "nihil obstat" de la censura y uno tenía que ser muy hábil para que el guion no se quedara archivado. Más de uno al verla aplicará ese adjetivo peyorativo de “moralista” y tendrá parte de razón. Pero valdría la pena preguntarnos qué se entiende por eso, El mundo sigue también lo es, incluso me atrevería a decir que más. ¿No está hablando Zunzunegui que la descomposición y pérdida de los valores tradicionales de una familia acaban por corromper los principios de las personas? ¿Y no son moralistas también películas recientes que defienden y hasta machacan con otro tipo de ideologías? Esto nos llevaría a un debate, en todo caso hay que observar  los ropajes con las que se viste cada producción.

 El guion de Fernán Gómez pasó el "nihil obstat", aunque se tuvieron que suprimir algunas escenas, en el informe del 3 de junio de 1963 encontramos que "contiene episodios cuya realización conviene cuidar muy especialmente y algunos que deben ser suprimidos”. A efectos de protección económica se la calificó con una discreta “Segunda A”, incluso José Luis Borau que pertenecía entonces a la comisión de la rama de Clasificación le quiso dar una categoría inferior. La junta revisó el filme una vez suprimidas algunas escenas y la calificó como Primera B, sin embargo, no se le vio carrera comercial y no llegó ni a estrenarse en Madrid. Una vez pasado el Franquismo, tampoco se reestrenó y por televisión se pasó una única vez, ha sido en el 2015 que casi con carácter de estreno se ha podido ver gracias al trabajo de "A contracorriente" y de Juan Estelrich hijo. 

Iquino también tuvo sus problemas, La Junta Superior de Orientación Cinematográfica encuentra que la figura de la hermana mayor (la resignada) resultaba antipática, lo cual perjudicaba la intención general del argumento y se podía leer la siguiente frase: “No es ejemplar la bondad si no se acompaña de un mínimo de comprensión y amabilidad”. El director decidió entonces cambiar el reparto previsto y contratar a Maruchi Fresno de la que escribió que era “de una mayor dulzura de expresión y sosiego de ademanes que la antes por nosotros elegida”. La sucesión de problemas en el argumento no era bien vista y en algún que otro informe remitido al Ministerio como el del delegado provincial en Cuenca se reflejaba que “deja caer tal número de desgracias que lejos de provocar lástima mueve a hilaridad”.

 Estamos, pues, en una prueba palpable de lo que he dicho antes, el tema de cómo se viste la historia, Ignacio Ferrés Iquino es uno de los mejores directores que hemos tenido y por favor no se me lleven las manos a la cabeza, él supo crear una industria, dar de comer a muchos que trabajarían luego en el cine y como buen catalán calculaba muy bien lo que podía gastar y ahorrar, se dijo de él que era el Roger Corman español. En esta producción que fue la primera que produjo en solitario empleó todas sus habilidades para que no pasara por una película cruel y de aquellas que te dejan clavado en la butaca una vez finalizada, como sí pasa en la de Fernán Gómez, son dos estilos diferentes.

 Por ejemplo, en las dos tenemos el tema de la rivalidad y envidia entre hermanas, En La familia Vila, esta se muestra más de manera implícita, ya sea por la situación en la que están en la mesa o en la frase que suelta Elvira (Juny Orly) sobre ella. Fernán Gómez, en cambio, utiliza diálogos muy fuertes de enfrentamiento, incluso recuerdan a los programas basura de corazón de Tele 5, algo que le da un toque actual a la producción y es que poco hemos cambiado en verdad. Ustedes recordarán el final de El mundo sigue y lo que pasa con las hermanas, me permitirán que no lo diga por si alguien no la ha visto, pero en la de Iquino tenemos una escena  que recuerda, en parte, aquella. Sin embargo, el director de Valls para evitar que se le tache de folletinesco la convierte en una pesadilla de la que la protagonista despierta, algo que hará que la escena que vendrá a continuación, ya real, tenga una intensidad emotiva fuerte.

El coche lujoso, que en la de Fernán Gómez se pasea Luisa (Gemma Cuervo) para presumir y dar rabia a su hermana resignada (Lina Canalejas), tiene también su borrador en la Familia Vila, salvo que Iquino evita que la familia se lo critique, aunque implícitamente sí está el rechazo a esa actitud y para evitar el diálogo de enfrentamiento utiliza un Pepe Isbert bajando del tranvía y viéndolo sin que se sepa muy bien si así ha sido realmente, luego una malévola pregunta de una vecina, enfocada en un primer plano anterior, provoca el chivatazo.



En la película de Iquino encontramos a un sacerdote que es quien guía y que se aplique la doctrina del "hijo pródigo", la figura del “director espiritual” era antes muy apreciada y respetada en las familias católicas y constantemente se le pedía consejo y su palabra era lo que guiaba. En El mundo sigue hallamos a uno de los hijos que estudió para cura, pero que tuvo que dejar el seminario y que constantemente está rezando, tal personaje está muy maltratado, sus padres le reprochan que esté dando sermones y lecciones morales, probablemente les choca que ellos estén cometiendo el pecado de omisión al permitir que su hija se prostituya. Aquí puede haber dos lecturas, una crítica por parte de Zunzunegui a la pérdida de valores religiosos o de vivir un cristianismo teórico, pero no puesto en práctica, o por otra parte la creación de un personaje totalmente desfasado que es incapaz de enfrentarse a cualquier situación, incluyendo la suya personal ya que no consiguió la ordenación episcopal. También la actitud es diferente a la de los padres en La familia Vila, Isbert no acepta la huida de Elvira y le comunica que para él está muerta. Sin embargo, el perdón que es una de las bases del catolicismo acabará guiando su actitud

La Familia Vila empieza con unas imágenes en tono casi documental del barrio del Pino (El Pi en catalán) de Barcelona, la voz en off nos adentra en un espacio agradable, en el que se elogia la sencillez de sus vecinos, los valores cristianos son presentados al enfocar la bella Basílica del Pino “cuna y raíz de los barceloneses” como se nos resalta. Isbert forma parte de una asociación de vecinos que  que incluso le querrán ayudar a él económicamente cuando pierde el trabajo. En El mundo sigue la cámara enfoca el barrio de Maravillas de Madrid, pero no hay ningún elogio al barrio, no hay la voz en off que nos lo presente, la crueldad incluso llega a niveles altos, las mujeres son seguidas y acosadas en plena calle. Iquino también retrata el tema del machismo, pero para evitar que la censura le dijera algo, lo pone en el tren en el que va Elvira donde un personaje algo siniestro y sin palabras empezará a fijarse en ella. 

La Familia Vila empieza y acaba con una sardana (Per tu ploro de Pep Ventura), era una tradición antiguamente la de ir a escucharlas y bailarlas quien supiera, para ello escoge el parque de la Ciudadela un domingo y eso le servirá para mostrar a la familia unida, algo que gustaría mucho a la censura del momento y que le evitaría disgustor de tener que cortar alguna escena, para rematar la jugada sale la voz en off con el timbre del momento (el sonido en el vídeo falla) y que se encarga de explicarnos los valores de la familia por si a alguien no le había quedado claro. Este recurso era algo típico en las produciones de la época, a Rovira Beleta en Hay un camino a la derecha le obligaron a poner una al final.





 En El mundo sigue, en cambio, no hay ningún momento alegre de familia unida que permita planos de un Madrid acogedor, el pesimismo lo impide. Iquino muestra un gran homenaje a Barcelona, aparte del ya descrito del barrio, con esos planos en los que vemos incluso el desaparecido Casino-Restaurante de 1916 derrumbado en 1964 para que el parque recupera el diseño ochocentista.

En cuanto el tema del arrepentimiento, Fernán Gómez si que opta por aplicarlo en el personaje de Gemma Cuervo tras lo que sucede, pero de modo forzado, sin embargo Iquino se decanta por enfocar el Cristo de la Sangre de la Basílica del Pino en la procesión del Viernes Santo, resulta interesante la imagen de este Cristo ya que era el que acompañaba a los condenados cuando iban a ser ejecutados en Barcelona, Elvira se arrodilla con una mirada emocionada hacia el balcón donde su familia está arrodillada.


La Familia Vila y El mundo sigue son películas con la misma raíz y con la misma tematica, pero Iquino premia quien sigue los valores ético/cristianos mientras que Fernán Gómez los castiga (véase el papel de Lina Canalejas), la primera respira optmismo y esperanza, en la segunda apenas hay hueco para esta. Las instituciones para el director de Valls son necesarias: La Iglesia con el sacerdote que he comentado, el Estado con ese Consejo de Ministros que acaba arreglando todo, etc. En El mundo sigue no hay apenas papel para estas, si bien la de Iquino solo se puede enmarcar en la fecha en que está rodada, la de Fernán Gómez es más atemporal, a pesar de que muchos la ven como una crítica al Franquismo, creo que Zunzunegui la escribe atacando más la falta de valores y el egoismo de una sociedad más que cargando contra el Régimen

En el plano técnico, La Familia Vila es una película muy rica en planos, a menudo los retrata desde arriba, algo que también sucede en El mundo sigue, Iquino consigue momentos muy conseguidos como cuando el padre acompaña a dos de sus hijos a estudiar y pasa por diversas calles, entre ellas una Plaza San Jaime con la Generalitat que en aquellos tiempos era la Diputación. Para la emotiva escena de la muerte del abuelo juega con la luz de las persianas de librillo tan típicas en edificios barceloneses, también tenemos un juego con las escaleras del piso, no tan trabajado como en la de Fernán Gómez, pues ahí conseguía toda una maravilla, pero Iquino le saca bastante jugo con esa sombra y ese momento dubitativo de llamar a la puerta con el juego de la pesadilla y lo real, y la música de Josep Casas i Augé que consigue el efecto dramático deseado.



También destaca el momento en que comen juntos, queda patente la humildad de la casa con ese abuelo que va escondiendo los huesos o el hijo que quiere ser arquitecto y que nos hace pensar que es muy ambicioso, pero que sin embargo lo que está pensando es en mejorar su calle con esos jardines colgantes. También hay el detalle de que la puerta solo la abren las mujeres como dice en un momento, pero luego cambiará. El jefe de Isbert es interpretado por Juan de Landa, corpulento actor al que le saca provecho jugando con el físico y oscureciéndole la cara por el juego sucio que le ofrece.




 En la parte negativa creo que el final del personaje del novio de Elvira es algo apresurado, una lástima pues da bastante juego, representa por un lado un equilibrio entre ambas partes, probablemente para evitar lo que pudiera ser un posible embarazo y tratar el tema del aborto, Iquino prefirió que mejor era economizar y no desarrollar más ese noviazgo e iniciar la redención de ella. Pese a carencias como esta, La familia Vila es una notable película y un claro antecedente de El mundo sigue y vuelvo a remarcar que Iquino fue un realizador que merece un hueco importante en la historia del cine español. Por desgracia se vio obligado a dirigir un cine a partir d ellos 70 del todo olvidable y no pudo realizar proyectos que tenía y que hasta en sus últimos días soñaba con hacer. Murió sin hacer ruido, pidiendo que se publicara la noticia dos meses después, algo que se guardó, pero que uno teme que fue porque aquellos a los que alimentó le olvidaron por completo. Pueden ver la película en Youtube, por cierto, una curiosidad, aquí Pepe Isbert está doblado, aunque su nieto dice en Filmaffinity que es su voz, pero en películas anteriores a esta ya mostraa su voz típica. Una cosa, la Betevé la ofreció cinco días antes del reestreno de El mundo sigue  ¿Habrá quien piense como yo también? 

04/03/2021

"El Gaudí invisible de un director maldito" (II). Otras aproximaciones.


José Luis López Vázquez como Antoni Gaudí (Fuente: ABC)



Hace unos meses les hablé de la película maldita sobre la vida de Gaudí dirigida por Josep Maria Argemí en mi artículo de este blog "El Gaudí invisible de un director maldito" que pueden volver a leer dándole al enlace que copio a continuación: https://nosinlostitulos.blogspot.com/2020/09/el-gaudi-invisible-de-un-director.html

 Hoy voy a continuar hablando de Gaudí y de dos curiosos filmes sobre el genial arquitecto. Empiezo por Antonio Gaudí, una visión inacabada, realizada por John Aimos en 1974 y que permaneció inédita más de 35 años, estaba interpretada por José Luis López Vázquez. Se empieza a hablar de ella unos días después del fallecimiento del actor, cuando el historiador Carles Querol anunciaba en una emisora de radio que poseía una copia en 16 mm de esta, pero que los derechos no eran suyos, sino que pertenecía al BBVA, entidad que se había quedado con el material al embargar a la productora por no pagar un crédito de un millón de pesetas utilizado para el rodaje. Aquí pueden verlo entero: Se trataba de un documental ficcionado, donde un joven estudiante madrileño interpretado por José María Lana viaja a Barcelona para conocer a Gaudí personalmente, ambos recorrían sus edificios y le desvelaba las claves de su creación, sus conocimientos, filosofía, etc. Es, pues, todo un tratado sobre su arquitectura. Para el guion se contó con el experto Joan Bassegoda Nonell y se basaba en unos apuntes de uno de los alumnos del arquitecto, Joan Bergós. 

Como ya expliqué, la obra de Gaudí no era del todo conocida como es en la actualidad, quizá por eso no se hizo ningún esfuerzo para pagar esa deuda y que esta película se pudiera ver en su día. López Vázquez estaba muy bien caracterizado, sobrio, sin apenas sobreactuar, diríase que estudió con profundidad el personaje, incluso se permite un momento en el que más de uno tendrá una sonrisa cuando uno de sus obreros le pregunta cómo acabar una silla. 

En el año 2010, el programa de TV3, “Trenta Minuts”, ofreció un reportaje sobre la película que contó con el desconocido director, también sale Colita que fue la fotógrafa del rodaje y algunos actores secundarios, además de un empleado del BBVA y el crítico de cine Jaume Figueras que acaba diciendo que la película puede considerarse incluso de culto,. Lo pueden ver en el siguiente enlace, aunque aviso que hay que tener mucha paciencia con la cantidad de cortes publicitarios que la televisión pública pone. https://www.ccma.cat/tv3/alacarta/30-minuts/gaudi-una-visio-singular/video/3196530/ 

 En este programa aparece Manuel Huerga, director de un original mediometraje sobre Gaudí de 1989. El productor Paco Poch le ofreció este trabajo, pero el guion de Dolors Payá no le convenció ya que no se sentía el indicado para realizar una puesta en acción clásica y el típico documental que mostrase la obra del artista desde todos los ángulos. Además de esto, veía que la vida del arquitecto era difícil de sintetizar e interpretar, aparte que pocos documentos de él cinematográficos se podían encontrar. 

Sin embargo, tuvo una idea pensando en la película Zelig (1983) de Woody Allen y siguiendo un modelo que ya se daba en La madre de Pudovkin (1922) de crear un falso documental,.El amor del director hacia los pioneros del cine hizo que finalmente dirigiera Gaudí con entusiasmo. Así pues, crea un cortometraje del artista realizado en 1927 (un año después de su muerte), unos fragmentos rodados entre 1900 y 1926 como su presencia en el entierro del Conde Güell, entrevistas a personas que lo conocieron como  Llorens y Matamala (sus colaboradores en la Sagrada Familia), Pepita Moreu (su presunto “amor fou”, el cardenal Torras i Bages, el obispo Grau, etc. situados en el año 1932.

   

Lo más original es que él, de hecho, tampoco es que se inventara nada, todo lo rueda como probablemente hubiera sucedido. También esto ayuda a desarrollar aspectos de Gaudí que, si bien no eran inéditos, los desconocía el gran público, por ejemplo, el enfado del arquitecto al no dejarle la familia Milá coronar la Pedrera con la imagen de la Virgen María ya que tenían miedo por los incendios de las iglesias en la Semana Trágica y lo encontraban desproporcionado.

Para dar veracidad a este “falso” documental, se provocaron rasgos en los fotogramas, se empeoraba el sonido expresamente, eligió unos actores no muy conocidos, aunque ahí estaba Carles Sabater como Gaudí adulto o Luis Padrós como el Gaudí anciano. Huerga contó con el asesoramiento de Albert Gasset i Nicolau que comenzó a trabajar en el cine en 1916 como montador e iluminador y que llegó a colaborar con Cecil B. DeMille, luego sería el camarógrafo oficial de la Generalitat.

   

El presupuesto fue de 40 millones y TV3 al principio no se mostraba muy interesada y llegó a ofrecer el proyecto a TVE que lo veía con mejores ojos, pero al final la tele pública catalana aceptó, Huerga calificó el comportamiento de TV3 de prepotente ya que no ayudaba a los productores independientes y ponía como ejemplo que el Canal 7 de Francia aceptó rápidamente producir el 30% del mediometraje, aunque le obligó a cambiar la música que Michael Nyman había compuesto ya que la consideraban “histérica”. La televisión catalana decidió estrenarla para la inauguración de su segundo canal (el 33) el 10 de septiembre de 1989.

 Bien acogida por la crítica obtuvo el Premio de la Asociación de Críticos y Escritores cinematográficos, más de uno vio en Huerga un director que apuntaba maneras en el cine, aunque posteriormente su carrera se ha desarrollado en la televisión. Bassegoda Nonell, quizá el máximo difusor de Gaudí, alabó la película, aunque encontró una serie de fallos que enviaría a La Vanguardia, el 14 de septiembre del 89, unos días después de su emisión. 




Por cierto, como curiosidad la película acabó también embargada, esta vez por Fotofilm ya que su productor, Paco Poch, no podía pagarla. Filmax, al descubrir Julio Fernández que tenía los derechos la editó en DVD, lo cual es de agradecer ya que muchos pudimos recuperarla. Huerga anunciaba en una entrevista que ellos sacarían una versión “más chula” La edición de Fimax fue secuestrada y podemos leer en la web de Huerga que el DVD no tenía la autorización de todos los titulares, que no estaba supervisada por él, que no había extras y que contenía errores técnicos. Por suerte, tengo la de Filmax, ya que esta que dicen me es imposible de encontrar, se da un enlace que está roto.

25/09/2020

El Gaudí invisible de un director maldito




Aunque a más de un lector de menos de 30 años le pueda parecer imposible, hubo un tiempo en que se podía visitar el Parque Güell tranquilamente, incluso entraban los coches  y podían llegar hasta las tres cruces, la Sagrada Familia parecía que se iba a quedar solo con las ocho torres y poco se podía pensar que la Casa Batlló se podría visitar a un precio poco humilde. Con la nominación de Barcelona en 1986 para albergar las Olimpiadas del 92 hubo un resurgir de la ciudad, mucho se comenta que descubrió el mar, pero también a Gaudí.

 No estoy diciendo que no fuera nadie a sus monumentos, naturalmente que iban y eran iconos, pero no había esa fiebre que en las últimas décadas ha habido y que han obligado a medidas impopulares como hacer pagar para entrar al Parque Güell o los controles excesivos de seguridad que hay en la Sagrada Familia. Sin duda alguna, Antoni Gaudí i Cornet fue un genio, pero como suele pasar en la vida, es mucho más apreciado por los de fuera que por los de dentro, ya se sabe aquello de que nadie es profeta en su tierra. 

Esto pasó también en el mundo del cine, si preguntamos rápidamente películas de la vida de Gaudí lo más probable es que la gente se quede en blanco, aunque los más cinéfilos recordaremos un inquietante y extraño mediometraje de Manuel Huerga que se estrenó para inaugurar el segundo canal de la televisión autonómica catalana. Seguramente muy pocos citarán una película realizada en 1960, de hecho si vamos al IMDB no hay ni la nota que ponen los usuarios (al menos en el momento en el que estoy escribiendo), ya que se necesitan como mínimo 5 valoraciones, lo mismo pasa en el Filmaffinity, tampoco la hay.
   Esta película la vi hace unos años por la Betevé (el canal municipal de Barcelona), en su momento me pareció más que correcta, muy bien ambientada y que profundizaba en el misticismo del arquitecto en contraposición a sus ideas de joven, la música de Xavier Montsalvatge ayudaba también en ello. Hace una semana la reencontré en youtube y la volví a ver, me pareció mejor que aquella primera vez, tiene algunas irregularidades en el guion, aunque no sé si es producto de alguna censura o de haber recortado metraje porque según veo hay varias duraciones establecidas, la que vi es de una hora y media, pero otras apuntan casi a las dos horas, por lo que es deducible que haya algún que otro tijeretazo. 

Echo en falta por ejemplo más trama de la que hay en el momento en que Gaudi acepta dirigir las obras de la Sagrada Familia y más recreación de su obra arquitectónica, tampoco se cita nada sobre su catalanismo, algo lógico por el año en que se hizo, pero esto no empaña mi valoración global, creo que es una buena película sobre él y el actor  Carlos Mendi está bastante creíble en el papel. Me puse manos a la obra y quise saber quién era su director cuyo nombre no me sonaba de nada, Josep Maria Argemí, pero la información encontrada es escasa y hasta confusa. 

Nace en 1920 en Sabadell y muere un año después de esta película en 1961, busqué en la hemeroteca de "La Vanguardia" el motivo de su fallecimiento, pero no sale la noticia. Removiendo información leo que produjo dos películas, una de Lazaga: El frente infinito (1959) y una de Julio Coll (1957): La cárcel de cristal. De la primera hay una copia en youtube entera, se trata de un Lazaga de esos “serios” sobre un sacerdote que ha de incorporarse a las fuerzas nacionales como capellán militar y que le provocará angustia el horror de la guerra. Es un filme interesante si se ve sin prejuicios ideológicos y tenemos a Marsillach haciendo el papel protagonista que tanto le gustaba hacer en aquellos tiempos, curiosamente la película en el Filmaffinity tampoco tiene nota, en el IMDB ya sale un 5,3 (Lo cual es mucho, pues mucha gente a este tipo de películas les pone ceros), pero vista solo por seis personas, o sea que otra película desconocida. Peor suerte corre La cárcel de cristal de Julio Coll, invisible por la red, ya no hablo de TV ni de DVDs. En el IMDB no tiene nota y encima pone: “En este momento, se desconoce el argumento”, el reparto está encabezado también por Marsillach. Estas producciones de Argemí son de ECA Films, su propia productora fundada a raíz de una mala experiencia que tuvo con la película La legión del silencio (1956), película que quería producir porque veía en ella un éxito seguro ya que era una fórmula como la de El Judas, pero finalmente fue Yago Films quien dio el dinero y Forqué y Nieves Conde los realizadores. Por cierto, no tuvo la resonancia de la película de Iquino y fue un fracaso estrepitoso en su día, en youtube la pueden ver. Argemí decidió pasar a la dirección, además de producir y escribir sus películas, debuta con una adaptación de Pigmalion llamada Cristina que no convence y pasa inadvertida, en las páginas consultadas hay el error de poner que es de 1967 (ya hacía seis años de su muerte), es del 59. Tras el fracaso, no interrumpe el proyecto de realizar la vida de Gaudí, película que llevaba tres años preparándola según lo leído. Cabe remarcar que Argemí la escribe con la ayuda del escritor y editor Mario Lacruz, que ya gozaba de cierta resonancia con su novela El inocente (1953), traducida a 8 idiomas y llevada posteriormente y de manera brillante al cine por Josep Maria Forn con el título de Muerte al amanecer (1960). Lacruz dejó toda una serie de obras inéditas que fueron descubiertas con su muerte en el 2000, en el 2004 se comercializa su libro Gaudí, una novela, hecha sobre la base del guion cinematográfico de la película.

 Como he dicho anteriormente, poca información hay sobre el filme, en “La Vanguardia” del 23 de febrero de 1960 en las típicas entrevistas que hacía Manuel del Arco con la caricatura del entrevistado aparece una con Argemí, la cual comienza con una advertencia sobre “Los amigos de Gaudí” y que están temiendo la película, el director se defiende diciendo que “El señor Bergós, el más autorizado sobre la materia, lo llevo yo de asesor. Todas las advertencias que sobre el guion me ha hecho las he tenido en cuenta” (Bergós era un arquitecto, gran amigo de Gaudí y uno de sus discípulos más próximos, autor de la primera biografía sobre él). Aparte de esto, cita los dos libros sobre la vida del arquitecto catalán de Cesar Martinell y el de Bergós de los que ha partido para la reconstrucción biográfica, además de anécdotas y consultas con personas cercanas a Gaudí.

 Remarca también que los personajes que hicieron daño a Gaudí aparecen con nombres cambiados y los que le ayudaron con verdaderos. Sobre las mujeres que aparecen, cita un “las habría” y se basa en dos de las que habla Bergós. Sobre el misticismo que aparece en su Gaudí da tres causas: “Los efectos que produce su forma de pensar equivocada sobre sus compañeros de juventud, el encargo de las obras del templo, que siendo un hombre considerado, precursor del funcionalismo, le lleva a estudiar liturgia y libros sagrados y la amistad entrañable con el obispo de Astorga, doctor Grau, natural de Reus”.

Argemí explica que lo que quiere es ir primero al Gaudí hombre, desde sus veintidós años hasta su muerte, y en segundo término al Gaudí arquitecto. Del Arco le hace una pregunta algo maliciosa cuando el director le dice que se ha gastado ocho millones de pesetas en el filme, entonces le pregunta si no hubiera sido mejor destinarlos para la construcción del templo, a lo que contesta: “Ocho millones de pesetas, de enterrarlos en el templo habría X metros más de la fachada de la Pasión, pero sin esta película, Gaudí y su obra continuarían en el punto de desconocimiento que están ahora” Como vemos la ambición del director es fuerte, Del Arco acaba la entrevista con el deseo de que la gente vea la película y sobretodo “Los amigos de Gaudí” (Estos eran y son una Asociación creada en 1952 con plenas capacidades jurídicas y de actuación para proyectar al arquitecto en todas sus facetas).

 La crítica que aparece en "La Vanguardia" el 24-9-1960, un día de la Virgen de la Merced, la patrona de Barcelona, por lo que deduzco que se estrenaría en plenas fiestas, es buena y se intuye en ella un realizador a tener en cuenta: “José María Argemí, que ya había apuntado estimables cualidades de realizador en otros films, se muestra en este mucho más seguro, y fluyente en el empleo de los medios cinematográficos, así como en la largueza de los elementos técnicos que ha puesto en juego”. En el ABC no es tan entusiasta la crítica que firma Miguel Pérez Ferrero bajo el pseudónimo de Donald, aunque la acaba considerando correcta.

 Creo que es una lástima que la película no esté ni editada, ni se vea en televisión y solo podamos recurrir a ella (y aun gracias) a una copia en youtube hecha en el formato 4:3 sin la mejora anamórfica, por lo que la veremos más pequeña. Y creo que la figura de Josep Maria Argemí, a pesar de su escasa obra, debería recuperarse, estamos ante otro director “maldito” que podía haber dado mucho de sí, muestras daba con este Gaudí. Aquí tienen la película completa y disculpen si en el momento en que leen mi artículo no estuviera, en youtube nunca se sabe.

El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...