Un blog para la cinefilia que se queda hasta el final de los créditos.
30/10/2025
El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)
12/09/2024
James Earl Jones en Barcelona: La gran esperanza blanca (1970)
Mientras preparaba la entrada de esta semana, me enteré de la muerte de James Earl Jones, "ha muerto la voz" exclamó más de uno especialmente en las redes que se inundaron con más comentarios que con las desapariciones recientes de Gena Rowlands o incluso de Alain Delon. Todo era porque fue la voz de Darth Vader de la saga de La guerra de las galaxias o la de Mufasa del Rey León, pero aquí teníamos al recordado Constantino Romero y por aquel entonces tampoco, aunque ahora muchos digan lo contrario, veíamos tanta versión original. Sin embargo al actor lo recordamos bastante por papeles icónicos como el malvado Thulsa Doom de Conan, el bárbaro o en el otro extremo, el divertido rey de El príncipe de Zamunda.
Pero el actor era mucho más que todos esos papeles secundarios, incluso en sus comienzos tuvo hasta una nominación al Oscar y varios reconocimientos por una pieza teatral estrenada en Broadway en 1969 y escrita por Howard Sackler llamada irónicamente La gran esperanza blanca en la que se puso en la piel del boxeador estadounidense de raza negra Jack Johnson (Jack Jefferson en la obra). El éxito de esta propició que la FOX echase el ojo y le encargara a Martin Ritt la dirección al año siguiente, el cual no quiso grandes estrellas comerciales y optó por apostar por los actores que llevaban nada menos que 546 representaciones, ahí estaban además de Jones, Jane Alexander, Lou Gilbert, R.C Amstrong, Robert Webber...
La interpretación de Jones, que era hijo de un boxeador, no pasó desapercibida por la Academia, aunque aquel año la estatuilla se la llevó (no la recogió) George C. Scott por Patton, el argumento le servía a Ritt también para denunciar el racismo a través de la historia del primer púgil negro campeón mundial de los pesos pesados, pero que acabaría siendo detenido bajo la acusación de mestizaje, siendo procesado y condenado a tres años de prisión; huiría de esta y marcharía hasta Europa con su pareja.
El propio Sackler escribió el guion y se filmó gran parte en Barcelona, curiosamente no se la suele mencionar demasiado cuando se repasan las películas rodadas en la Ciudad Condal. Pero más de un barcelonés recordará ese invierno de 1970, en la prensa de la época aparecían anuncios de que se necesitaban extras a razón de 650 pesetas diarias, se dice que llegaron a contratar a 7000, se resaltaba que tenían que tener rasgos franceses y alemanes (uno de ellos fue Xabier Elorriaga…), en otros personas de raza negra, mestizos, mulatos, de aspecto mexicano y cubano.
A pesar de que Barcelona no contaba con grandes platós, la
habilidad del director artístico John de Cuir, que conocía la
ciudad ya que había trabajado con Bronston en El fabuloso mundo del circo,
convirtió el Estadio Olímpico de Montjuic en el escenario de la Habana donde se rueda el combate
final, la estación de Francia pasó a ser la de Budapest, el parque de la "Ciutadella" pasó a ser el zoológico "Gischer Garten" de Berlín, aunque al rodar en invierno se necesitaron 400.000 hojas artificiales, la
sala oval del MNAC pasó a ser el "Vélodrome d’Hiver" de
París…
Estrenada el 26 de noviembre de 1971 no fue un gran éxito de taquilla, aunque sus números tampoco fueron desdeñables: 580.022 espectadores. La crítica se mostró dividida y a Ritt eso le pasaba a menudo, su filmografía llena de títulos interesantes y loables ha quedado algo solapada por la de otros colegas de su misma generación de la televisión. Este no es de sus mejores trabajos, cuando vi la película hace unos años, la encontré falta de ritmo, los diálogos no tenían esa agilidad que requiere un film de estas características en el lenguaje cinematográfico, se notaba que se quería respetar demasiado el origen teatral, pero James Earl Jones estaba inmenso, suplía esas carencias y por otra parte, era bien curioso ver esa Barcelona disfrazada.
Emitida pocas veces en televisión, tampoco se editó en DVD en su día y en plataformas tampoco me consta que esté, sí está en YouTube en su versión original, aviso que sin subtítulos y en una copia mala. Ya que la muerte de Jones ha consternado tanto, especialmente entre los fans de Star Wars, nada mejor que valorar todo su trabajo y más este en el que fue el verdadero protagonista.
25/11/2022
Once pares de botas (1954), cómo se vivía el fútbol en la España de los 50
Tiempos de Mundial en pleno noviembre, el fútbol, como todos
saben, ha cambiado demasiado, aunque lo que permanece siempre es esa pasión que
notamos en los momentos de los partidos, otros aprovecharán para pasear más tranquilamente, mientras algún grito celebrando gol se oiga de lejos. Aprovechando
estos días, propongo revisar la película de Rovira Beleta Once pares de botas
de 1954.
Parte de una idea de Lluís Trías de Bes
i Terres que había participado en algunos guiones como El conde Max sin
acreditar o El casco blanco de Pedro Balañá, abogado y escritor en "La Vanguardia",
fue directivo del RCD Espanyol en los 50, dato interesantísimo ya que hace unos años
el crítico de cine Edmond Orts desveló en la revista “23 perico” que la escena
inicial está inspirada en el fichaje frustrado de Kubala por parte del club
periquito cuando este ya estaba citado para la rúbrica, pero el FC Barcelona se
adelantó y envió a un emisario que se lo
llevó al Hotel Majéstic del Paseo de Gracia donde firmó. En la película
curiosamente las cosas cambian y es el RCD Espanyol el que quiere adelantarse y
robar el fichaje del jugador interpretado por José Suárez por el club ficticio Hispania.
Distribuida por una Cifesa ya en línea decadente, fue la
segunda película que produjo Alfonso Balcázar tras el fracaso de Catalina de
Inglaterra, apostó por esta porque veía un producto comercial y contó con un Rovira
Beleta para la dirección que acababa de tener un gran éxito de crítica y público
con Hay un camino a la derecha, las cuentas previstas calculaban que muchos
aficionados irían, pero el hecho es que no tuvo la repercusión esperada, el
fútbol era para verlo en los estadios. Algunos críticos han señalado que las
escenas en las que juegan son bastante pobres, pero hay que tener en cuenta que los
medios para rodar el deporte rey no eran ni de lejos los que tenemos ahora, ni
tan siquiera los de hace tres décadas. Aparte de esto, hubo problemas para
poder filmar en estadios, cuenta el director en el libro Rovira-Beleta. El cine y el cineasta que le hizo Carlos
Benpar que rodaron escenas en medio de un descanso de un partido de la selección,
en apenas el cuarto de hora que tenían hizo lo que pudo, aparte de intentar que
José Suárez, que como actor era magnífico, quedase bien dándole al balón, algo
que no fue así, pero es lo de menos analizando todo.
Y digo esto último ya que creo que el árbol no nos deja ver
el bosque, no hay que analizar la película por cómo están rodados los partidos,
sino por ser un retrato del fútbol, de sus costumbres y lo que hay detrás. Hace
ya algunos años escribí una crítica en el FilmAffinity y destacaba que desde
el inicio tiene esa peculiaridad de estar narrada por la farola de Canaletas,
esta idea parece que fue idea del guionista Manuel María Saló que formó un
tándem formidable con el director en más de una ocasión y le dota de unos diálogos
excelentes.
La estructura de la película es básicamente de comedia, y
ese inicio con la chica intentando “secuestrar” al futbolista es digno de Howard
Hawks como ya han apuntado otros, añadiría también ese homenaje al "toque
Lubitsch" cuando van a besarse en el tren y no lo vemos, pero la cámara enfoca al revisor que con su rostro mirando
el vagón ya nos está diciendo qué pasa ahí. Tiene también su parte de drama: las
lesiones, la compra de partidos o un tema como el de ese “dopaje” con esas
pastillas que ya nos indicaban que algún refuerzo extra prohibido se tomaba más
de uno.
Con el paso del tiempo creo que se revaloriza todo el
costumbrismo de la época en torno al deporte rey, como seguir los partidos por
la radio, la película es un gran homenaje al medio y la cámara nos enfoca varios
aparatos en diferentes espacios desde la casa donde era el centro de atención
de todos, incluso cuando se comía o en la casa del cura del pueblo. Vemos
también al recordado Miguel Ángel Valdivieso retransmitiendo e insertando
aquella publicidad en una frase, o el mítico Matías Prats con sus inconfundibles
gafas oscuras… La gente más joven que me lea, probablemente, encuentre prehistórico
todo esto, pero era una manera de vivir los partidos más cercana y entrañable,
totalmente alejada del negocio audiovisual de hoy en día.
Un gran acierto fue contar con Manolo Morán como ese aficionado
que hasta destroza sus gafas celebrando un gol, esas imágenes de él cogiendo
ese tranvía lleno en la Plaza Cataluña de Barcelona, los partidos empezaban a
primera hora de la tarde, para nada eso de empezar a las tantas. Su sufrida esposa
que rellena una quiniela esperando que la suerte y ese dichoso fútbol cambien
su destino...
Aunque como he dicho al principio no es película para ver
grandes jugadas de nuestros futbolistas, sí en cambio podemos ver a varios actuando
y salen bastante bien librados, Josep Samitier como secretario técnico del Hispania,
Francisco Javier Marcet doblado por Juan Manuel Soriano, Mariano Martín dando
vida a ese jugador arruinado que vive de la limosna, un Antoni Ramallets
presumido que hasta se peina en la portería y doblado por Alfonso Santigosa,
Aldecoa de entrenador y con voz de Felipe Peña... No solo doblaron a los
futbolistas, la protagonista Carmen Pardo está doblada por Carmen Lombarte y
Elisa Montes por la recordada Rosa Guiñón, esta fue su primera película donde
prestó su bella voz. Ya hacia el final vemos a otros futbolistas de distintos equipos cuando son citados por la Selección Nacional y la farola de Canaletas dice que la mayoría de aficionados no acertó en la lista de convocados, en algo el fútbol sigue siendo igual.
Entre los secundarios hallamos a un entrañable Pepe Isbert que le da instrucciones al monaguillo de donde ha de poner la vela según quien marque para él enterarse, escena que, volviendo al libro de Carlos Benpar, cuenta Rovira Beleta que se la cortaron y que él enfadado se fue hasta La Coruña en coche desde Madrid para hablar personalmente con el cura que había dicho que se quitara, finalmente consiguió ser escuchado y que la pudiéramos ver.
También
vemos a una Mary Santpere que a pesar de tener un papel secundario, y no muy
agradecido, lo dotaba con su comicidad y desparpajo habitual escuchando tras la
puerta lo que comentaban los jugadores, los cuales vivían en pensiones y no en
hoteles lujosos. Sale una frase por ahí en la que le dicen sus compañeros a
José Suárez, que al principio presume de estar hospedado en el Excelsior, que
vaya mejor a una pensión pues se descansa igual y al menos te sangran por la
mitad, qué tiempos aquellos en que los divos del calzón corto como diría aquel
periodista asturiano no vivían de lujosas mansiones, coches último modelo, vacaciones
lujosas y sueldos desorbitados.
Recomiendo, pues, ver Once pares de botas y debatir cómo ha
ido evolucionando esto del fútbol y la sociedad, en una escena la chica muestra
unas películas rodadas de cuando el futbolista jugaba en segunda división y
hasta hay un momento en que la gente del pueblo muestra su ira hacia el árbitro
contestando ella que “es como una película de Vittorio de Sica”, pero no,
estamos ante la eficacia de todo un
maestro como Rovira Beleta que iría perfeccionando ese neorrealismo
inmediatamente después con El expreso de Andalucía y nos seguiría dando grandes
películas en un cine español que tan poco le gusta reconocer a sus grandes.
05/11/2021
Aquel Museo de Cera o Museo Enrique Alarcón de Barcelona...
| Fachada del museo. Fuente: Wikipedia |
Volviendo otra vez a Barcelona, ya me disculparán los que no lo sean, tengo que hablar de una pérdida, no se asusten, no es humana, pero casi como si lo fuera. Y es que hace más o menos un año se renovó el Museo de Cera de dicha ciudad, aquel que el gran escenógrafo del cine español Enrique Alarcón montó en 1973 tras descubrir el edificio que lo alberga con aquel callejón al que supo ver un cierto aire misterioso con una placeta octogonal poco frecuente. Tal edificio de Elies Rogent era la antigua sede del Banco de Barcelona y filial del Crédito y Docks, forma parte del Patrimonio Arquitectónico Nacional y está catalogado como edificio de Interés Histórico-Artístico.
Alarcón contaba con 56 años cuando empezó esta
aventura y ya contaba con una gran carrera, Rafael Gil le contrató para su Huella
de luz y obtuvo el primer premio nacional de Cinematografía del Sindicato
Nacional del Espectáculo a los mejores decorados, distinción que conseguiría en
14 ocasiones.
| Enrique Alarcón. Fuente: Premios Goya |
Saura, Nieves Conde, Rovira Beleta, Orduña, Lucia, Ardavín, etc. Su gran talento le lleva a ser contratado por Samuel Bronston para Rey de Reyes y El Cid. Asimismo, también trabaja en otras películas internacionales como aquel fallido Cervantes de Vincent Sherman donde lo mejor, sin duda, era su decoración. Buñuel también se fija en él para Tristana y Ese oscuro objeto del deseo.
Entre sus aportes curiosos encontramos que cuando Rafael Gil le
llama para La calle sin sol, este reconstruyó calles enteras del barrio chino barcelonés,
así como en La guerra de Dios, que construyó todo un pueblo
Ese Museo de Cera de Barcelona tenia algo especial, no
solo era ver figuras, sino fijarse en cómo las había situado, le daba un
ambiente de realidad sin necesidad de que ninguna de estas te diera un susto
como sucede con otros museos. Uno entraba y subía por aquella escalinata de
mármol de Carrara, ahí dábamos con la "Sala del recital" donde Andrés Segovia,
Pau Casals o José Iturbe nos obsequiaban con sus notas en aquella sala tapizada
aun con la seda original entre pinturas murales, sillas isabelinas y un techo
de madera policromada.
Luego uno iba paseando por las distintas salas y
aparte de observar, recreaba esos tiempos, Don Quijote y Sancho Panza con la música
de Falla del Retablo de Maese Pedro nos envolvían en una atmósfera que una vez
acabada, servidor esperaba que volviera a encenderse para gozar de ella.
Excelente era también la sala principal con ese
conjunto de arcos de acero remachado, ahí se reunían nobles, personajes
públicos, reyes, plebeyos, el Enrique VIII que se exponía era como el símbolo
del museo, siempre aparecía como logotipo. En los lados teníamos esas reuniones
de intelectuales que parecía que estaban hablando, su colocación originaba ese efecto. Después teníamos un original "Salón del Tinell" que con una astuta utilización de
espejos parecía el doble de grande.
Una sala del terror con efectos y con combinaciones de
luz espléndidamente harmoniosos nos hacía pasar un mal rato, ahí veíamos a
María Antonieta en la guillotina, a Chessman esperando en la cámara de gas, a Juana
de Arco a punto de ser devorada por las llamas o a Séneca después de que le
dieran cicuta.
Con el paso del tiempo, algunos con razón criticaron
que el Museo de Cera no incorporase figuras nuevas, pero la falta de cultura reinante
en este país echaba en falta más que nada una, la de Messi, ya daba igual todo
lo demás, si no estaba el astro argentino, toda aquella escenografía era tiempo
perdido. Aquel museo no se renovaba desde hacía tiempo, pero conservaba la esencia del creador.
Sin embargo, a pesar de esto, tenía su público e
incondicionales, no es que fuera de los más vistos actualmente de la ciudad
como el Picasso o el MNAC, pero si emblemático para los que hemos vivido ahí,
aparte de ser como un viaje en el tiempo y los cinéfilos lo concebíamos como un homenaje a
Enrique Alarcón. Llegó a tener hasta 200.000 visitantes, ahora se contaban con
80.000, cifra que no era despreciable
Tras unos problemas económicos en el 2019, la sociedad "Advance Leisure Services" se hizo cargo del museo y captó a varios socios entre
ellos Toni Cruz, ex de la Trinca, que es el director creativo del espacio. Se
invirtieron seis mil millones de euros y se renovó todo el edificio, el 4 de diciembre
pasado volvía a abrir sus puertas. Este lo define como un museo del siglo XXI con
interactividad, recreación de las escenografías de los personajes y alguna sorpresa.
Ha incorporado a nuevos huéspedes como Leonardo Di Caprio, Rosalía y claro está,
Messi. Entre sus declaraciones hay una que sorprende pues dice que el objetivo
es contribuir a la recuperación de la Rambla.
Ángel Díaz, director del negocio declaró: “volverá a
atraer al público barcelonés, como ocurría en los 70 y ayudará a que la Rambla vuelva
a ser el lugar de ocio para barceloneses que era antes”
Desde estas líneas no puedo opinar qué me parece el
nuevo museo, fui para visitarlo pero tras ver los precios a uno se le fueron
las ganas: 22€, eso sí, me reiteró quien me atendió en la taquilla que si la
compraba on line me costaba 20 tras afearle que antes el museo ofrecía
descuentos a parados, jubilados, gente con discapacidad, estudiantes, etc. Algún descuento tiene, pero la verdad es que son de dudoso gusto, a la gente mayor solo les descuentan 3€, a la gente con discapacidad nada, salvo que uno vaya con silla de ruedas ya que especifican que no puede ver todo el espacio, en fin, lamentable,
Con esta política de precios, la verdad es que me
negué a entrar y más sabiendo que aquel museo de Enrique Alarcón ya no sería
igual. Ya digo que nada tengo en contra de cómo son las nuevas figuras, porque entre
otras cosas no he podido visitarlo. Pero que por favor, no digan que esto
recupera La Rambla a la gente de Barcelona. Si querían que la gente volviera, todos aquellos que hemos estado visitando el museo nos podrían haber
hecho un descuento e incluso invitarnos para que viéramos el cambio, pero ante la deshumanización general que está afectando esta Barcelona tan acogedora en su día, lo mismo ni se les ha pasado.
Así que no me cabe otra cosa que lamentar la pérdida
de aquel museo donde el maestro Alarcón nos enseñaba el arte de la
escenografía, en sus películas podremos seguir deleitándonos con sus trabajos. Espero que el nuevo Museo de Cera funcione, pero para ello hay que poner en práctica las teorías y ser humanos, no vale ahí ser de cera.
22/10/2021
Fellini en Barcelona
| Federico Fellini. Fuente: Wikipedia |
| Libro de Jorge Grau. Fuente: Amazon |
Se trata pues de una exposición bastante recomendable, no tan grande como la que se exhibió en diferentes Caixafórums, pero que al menos contribuye a mejorar la cultura de una ciudad que con el paso del tiempo se ha impersonalizado demasiado. Hará ya 36 años que el director de La Strada visitó Barcelona por primera vez gracias al empeño de su amigo, el director Jorge Grau, el cual había escrito el libro Fellini desde Barcelona que relacionaba la estética de la ciudad con el mundo del director, algo que él no lo creyó, pero Grau insistió en que si hubiera vivido en Barcelona, Las noches de Cabiria sucederían en la Calle de las Tapias. Hay en la web de "Televisió de Catalunya" una excelente entrevista, que Jaume Figueras le realizó entonces y que se puede ver de manera íntegra en el siguiente enlace.
10/06/2021
La saga de los Rius (TVE) de Ignacio Agustí cumple 45 años
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| Fuente: Amazon |
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| Fuente: Amazon |
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| Fuente: Amazon |
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| Fuente: Amazon |
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| Cabecera del diario. Fuente: Wikipedia |
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| Manifestaxión delante de la Catedral de Barcelona Fuente: Germinans Germinabit |
En el diario Tele/eXpres ejerce de director, pero en este causa polémica un artículo suyo en el que critica la manifestación de sacerdotes efectuada el 11 de mayo de 1966 y que oficialmente era para protestar por la detención y palizas efectuadas a Joaquim Boix, delegado de los estudiantes de la Escuela de Ingenieros y militantes comunistas. Los sacerdotes, que iban ensotanados, fueron hasta la Jefatura de Policía de Vía Layetana para entregar al comisario Creix una carta. Esta fue reprimida por la policía y provocó una nueva división entre las relaciones de la Iglesia y el régimen. Cabe apuntar que sectores catalanistas de esta no aceptaban que el Arzobispo Marcelo González hubiera sido designado sucesor de Gregorio Modrego en Barcelona y varias pancartas con el lema de “Volem Bisbes catalans” aparecieron en determinadas parroquias aquel mismo año. También hay que recordar la famosa “Caputxinada” de solo dos meses antes, en la cual centenares de estudiantes e intelectuales se encerraron en el convento de los capuchinos situado en la C/ Cardenal Vives i Tutó 2 de la ciudad condal.
TVE nos da la oportunidad en su archivo de verla en español o en catalán, sin embargo, esta última está algo resumida y la calidad de imagen no es del todo lo deseable, recomiendo mejor ver la versión castellana. La serie tuvo bastante éxito, incluso la revista "Diez Minutos" regalaba las acuarelas de diferentes lugares de Barcelona que aparecen en los créditos del inicio y del final. Lástima que tal serie no saliera editada en DVD, caso extraño este, ya que la mayoría de las series de TVE han sido editadas con numerosos extras y esta, sin duda, era de las más atractivas. También hay que lamentar que las dos restantes de la pentalogía no hayan sido adaptadas. Pueden seguir la serie desde el cápitulo 1 clicando aquí, en el archivo de de RTVE:
15/04/2021
La Familia Vila de Iquino, un antecedente de El mundo sigue de Fernán Gómez
04/03/2021
"El Gaudí invisible de un director maldito" (II). Otras aproximaciones.
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| José Luis López Vázquez como Antoni Gaudí (Fuente: ABC) |
25/09/2020
El Gaudí invisible de un director maldito
El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)
La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...
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Seguimos con la Navidad y en este caso homenajear al autor de una de las canciones más populares que se oyen en estas fechas, probablemente ...
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Justo al acabar el año se nos informaba de la muerte de Olivia Hussey, un nombre que para ciertas generaciones más jóvenes probablemente no ...
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La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...



















