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22/11/2023

Raza: El espíritu de Franco (1977)

 


Aprovechando el 20N y ya que en este blog he traído varias películas sobre la figura del General Franco, hoy hablo de una de las más singulares, probablemente tal afirmación ha quedado coja con el tiempo,  me estoy refiriendo a Raza, el espíritu de Franco que en 1977 dirigiera Gonzalo Herralde. El embrión del proyecto viene de un visionado de Raza (1942) por parte del director y sus ganas de  ahondar en que lo que ahí se proyectaba era una autobiografía del dictador más unas pautas de lo que tenía que ser la familia española.

El título dado al documental jugaba con el que recibió la película en su reestreno en 1950: El espíritu de una raza. Ya en plena transición y tras el éxito crítico de El desencanto de Jaime Chavarri, el director apostó por rodar unas entrevistas y contó para ello con Pilar Franco Bahamonde (la hermana del General) a la que calificó como “un auténtico animal cinematográfico de una extraordinaria fotogenia y con una indiferencia completa hacia la cámara” y por otra parte con el protagonista de la película, Alfredo Mayo, que le servía de puente entre la ficción de la pantalla de Raza y la realidad de Franco.


No se contó con otros nombres, el más obvio el del realizador de aquella, José Luis Sáenz de Heredia, pero Herralde declaraba que su intervención era innecesaria puesto que su película no planteaba un análisis de la autoría cinematográfica, sino que era más bien un análisis de la autoría de la historia. Ana Mariscal, la actriz principal de la película, se negó a participar.


La creación del filme nace paralela al estudio que Román Gubern hace sobre el mismo tema en el libro Raza: un ensueño del General Franco, la película  era la historia de una familia gallega, los Churruca, el padre es un marino que muere heroicamente en Cuba (el de Franco era un intendente de la Armada que abandonó a su mujer y despreciaba a su hijo Paquito, su esposa se llama Isabel de Andrade (apellido de la rama materna del dictador) y entre sus hijos hay un republicano que se redime cambiando de filas (como Ramón Franco que llegó a militar hasta en Esquerra Republicana de Catalunya (ERC)) y el héroe José Churruca de Andrade, que acaba la película en el desfile de la victoria... El director buscaba el guion del filme y se puso en contacto con él, de ahí surgió una colaboración y que participara en el de esta. Cabe recordar que Gubern resultaba inevitable en cualquier película sobre Franco, de él hemos hablado ya en Dragon Rapide o Espérame en el cielo.

Raza, el espíritu de Franco se estrenó el 27 de octubre de 1977 y los que acusaban al director de cierto oportunismo comercial pudieron comprobar que el público apenas fue a verla, ni tan siquiera la crítica fue muy benévola con ella, Joan de Sagarra escribía que se había aburrido y que era darle vueltas a lo mismo, con los análisis, lecturas, comentarios más o menos ingenuos o mordaces en torno al franquismo y al general. Probablemente, la comparación con El desencanto dañó las expectativas ya que este documental para nada era polémico, aunque pudiera parecerlo en un principio.


No obstante, hubo quienes lo defendieron a pesar de las carencias, debido a que en aquellos tiempos aun seguía siendo un tema tabú profundizar en su figura, de hecho el director, con cierta ironía, explicaba que había utilizado la biografía de Ricardo de la Cierva porque la encontraba interesante, especialmente la parte omitida o las biografías de Luis Ramírez en "Ruedo Ibérico"

Herralde definía así su película: “No es un panfleto, ni un ataque a la figura política de Franco, sino que lo que pretende es desvelar la verdad oculta detrás de todo un aparato discursivo que Franco estableció y que posteriormente se fueron desarrollando en el cine español las pautas así formadas

Y así es efectivamente, hay que agradecerle un trabajo riguroso y que sea el propio espectador el que saque las conclusiones, aunque sí se observa cierta ironía, muy especialmente con los comentarios de Alfredo Mayo, algunos de ellos quizá sin intención inicial de utilizar ese recurso. Hay ahí un proceso de desmitificación del actor que se vio encasillado en papeles parecidos y que no cree que exista una raza hispánica, hay un momento en que se le pregunta qué eran los almogávares, le cuesta definirlos y al final admite que no lo sabe. Divertidas son anécdotas como el pase con Franco y que esperaba que le dieran alguna medalla, pero que al finalizar se despidieron sin más y ya está. El actor se muestra cercano, incluso muestra cierta inquietud también irónica cuando no sabe muy bien la verdadera intención del documental y que él contestará a sus preguntas, pero que los directores actuales son muy habilidosos con las tijeras luego.

En cuanto a Pilar Franco, tiene su interés oír de su propia voz toda la historia desde la figura poco edificante del padre, las relaciones con su hermano Ramón, la frustrada vocación de marino, la utilización del apellido Andrade…El único defecto es que puede resultar demasiado reiterativo escucharla, aunque el director conjuga bien los cortes de Raza con sus opiniones intercalándolos con los de Alfredo Mayo. De su boca saldrán, entre otras cosas, que su abuelo murió por una indigestión de chorizos o que su padre estuvo separado de la familia largo tiempo y que llevaba cierta "vida alegre" en Madrid, un funcionario del cementerio de la Almudena desvela que hasta hace poco su nombre no aparecía en la tumba familiar. Nos relata también que la muerte de su hermano Ramón fue un asesinato masónico o no le importa desvelar algún roce con Francisco Franco a raíz de unos tapices para el Rey de Marruecos en un desfile, entre otros temas

Cierto es que el tiempo y quizá ese déficit en 1978 convertido actualmente en sobrexplotación hacia el personaje hagan de esta Raza, el espíritu de Franco una película que ya no desvele apenas sorpresas. Sin embargo, la recomiendo primero por su objetividad y por aportar información a la película como la anécdota que también explica Mayo de que un motorista se presentaba en el rodaje desde el Pardo con papeles de revisión de guion. Lástima, eso sí, que no contara con la participación de Sáenz de Heredia ya que la mayor parte del público que acude a este documental le hubiera interesado y más teniendo en cuenta que era primo hermano de José Antonio Primo de Rivera y que en 1964 dirigiera Franco, ese hombre por los llamados 25 años de paz.

 

La pueden ver entera siguiendo el link que hay abajo, no se me permite insertarla directamente en el blog. Recomiendo que vean este canal de Editrama en Youtube creado por el propio Herralde con buena parte de su filmografía, documentales en los que ha participado o las entrevistas restauradas del "A fondo" de Soler Serrano: https://www.youtube.com/watch?v=Pr3Ms0CVt-U&t=5s

28/09/2023

Falleció el doble de Franco, Pepe Soriano

 




Hace un par de semanas fallecía el actor argentino Pepe Soriano, probablemente su nombre no suene demasiado, incluso nada según la generación, las noticias de agencias ponían en su titular que había fallecido el actor de La Patagonia rebelde y El último tren y en su país original se había sentido su muerte. Pero si les digo que él fue el doble de Franco en aquella divertidísima comedia de Antonio Mercero Espérame en el cielo ya les dirá algo.

Corría el año 1987 y a Mercero se le ocurrió llevar a la pantalla un argumento suyo en torno la vida de un doble de Francisco Franco, según contaba, le estaba dando vueltas a la idea desde que le explicaron el rumor de que un actor catalán (en según que escritos salen varios nombres: Julio Bustos, Mario del Busto, Julio Bastos) llegó incluso a suplantarle en una final de la entonces "Copa del Generalísimo" y a ser vitoreado en plena Gran Vía madrileña, pero este ya no podía más y lo dejó.


Con un guion bastante hábil en el que colaboró Romà Gubern que acababa de escribir Dragon Rapide y Horacio Valcárcel se optó en todo momento por una película cómica con algún que otro toque emotivo sentimental (recordadas son las escenas en que el doble se toca la oreja mientras lo filman en el NO DO para que su mujer (Chus Lampreave) sepa que no es el verdadero Franco y ser una especie de beso a lo que ella contesta : “Y yo a ti también”.

Tan solo hacía doce años de la muerte del dictador y Mercero confesaba que se preguntaba si no era muy osado realizarla, pero al no caer en ningún momento en cierta irreverencia ni entrar en el lado político se conseguía una película en cierto modo blanca y que tanto podía gustar a quienes aun sentían nostalgia de él como a sus más aferrados detractores. Y todo esto se conseguía porque según palabras del director, “este era un filme  sobre un supuesto doble de Franco, no sobre Franco, y la risa nos libera de muchos fantasmas, y eso es bueno para el país". Era la primera vez que se rodaba en el Palacio de El Pardo o en el yate Azor.

Y para buscar ese doble, se pensó primero en Alfredo Landa que hizo varias pruebas, pero que le reconoció a Mercero que no sería creíble. Entonces, se pensó en Raúl Sender, al que le encantaba cómo quedaba: “con esa calva que tiene y la nariz aguileña, conseguimos que se pareciera (…). Pero existía el problema de compatibilidad del rodaje con sus galas” Cabe recordar que por aquellas fechas salía en el "Un, dos tres" de TVE y era muy popular, por lo que era arriesgado dejarlo por la película.

Se desestimó la idea de que fuera Juan Diego (Franco en Dragon Rapide) ya que quería alguien de 50 años para arriba. Soriano, que era un total desconocido en España, hizo llegar un vídeo a Mercero a través de su amigo Héctor Alterio y le convenció, pero había un problema, tenía que engordar bastante, por aquel entonces el actor se había sometido a un severo régimen. Solucionado el problema, fue contratado.

"He necesitado engordar 12 kilos, me han rapado la cabeza, uso lentillas marrones y sobre todo llevo dos meses hablando incluso con mi mujer en impecable castellano y sin acento argentino.Además he visto infinidad de documentales de la época y he leído muchísimos libros sobre Franco". Al actor le preguntaban también sobre si la película originaría polémica, pero contestaba lo mismo que el director: “no pretendemos caricaturizar al general Franco, entre otras cosas porque no tiene sentido. Se busca hacer reír y reflexionar sobre la situación que vive mi personaje el sosia”.

Su preparación para interpretar tanto a Franco como al pobre doble Paulino se nota y es excelente, hasta tal punto que debería considerarse como uno de los mejores que ha habido, lamentablemente se le suele olvidar al ser una comedia. El actor contaba una anécdota de que un día en el rodaje se durmió en el despacho de Franco, al cabo de un rato unos turistas abrieron la puerta y se asustaron. Por lo tanto, he aquí una buena prueba de la convicción de su papel.

Soriano llevaba 35 años actuando en Argentina, se formó en el teatro universitario bonaerense donde llegó a representar más de 60 obras, tuvo amistad con Alejandro Casona con el que trabajó en algunos proyectos, la actitud contestataria del grupo donde trabajaba les costó la voladura de la sala por orden de la Junta militar de Videla. Regentó durante 2 años el teatro Margarita Xirgu que se encontraba en dos bajos del "Casal de Cataluña" donde se reunían los exiliados catalanes y en el que nunca llegó a poner los pies el embajador español. “Terminé participando en las reuniones que hacían en el centro catalán y aprendí a hablar algo en catalán y a bailar la sardana”. Su esposa tenía incluso varios familiares que vivían en la ciudad condal.

Confesaba que su visión de Franco era solo parcial, la que le habían ofrecido los exiliados, que eran muchos y profundamente antifranquistas. Para Soriano, le gustaba más que le preguntaran por el papel de Paulino, según él “ofrecía mayores dificultades, el de Franco no es más que una referencia histórica dentro del relato general”.

Al ser esta su primera aventura en el cine español tuvo muy buenas palabras para José Sazatornil “Saza” que interpretaba al patoso comandante Sonsoles, y reconoció que le había ayudado mucho.

A pesar de que no consiguió grandes papeles en nuestro cine, lo pudimos ver en varias series famosas por entonces, desde Historias del otro lado de José Luis Garci. Miguel Servet, La huella del crimen…Con Mercero volvió a trabajar en Farmacia de Guardia. En cine lo pudimos ver entre otras en Matar al Nani, El rey pasmado o La taberna fantástica. La añoranza por su país hizo que regresara.

Volví a ver el otro día Espérame en el cielo y sigue tan divertida como entonces, les recomiendo que la vean, aunque recuerden bien que la intención es la de hablar del doble y ofrecer una comedia para reír y reflexionar, no busquen una película política.


 

22/07/2022

Dragon Rapide (1986), de cuando el cine español pretendía ser objetivo



Aprovechando la efeméride y con el objetivo de reivindicar esta película algo olvidada, traigo esta semana Dragon Rapide (1986) de Jaime Camino. Sé que mis lectores son instruidos, pero para aquellos que navegando se encuentren esta página, siempre que Google quiera, y sean victimas de los planes de educación actuales, decirles que no les hablaré de una película japonesa de artes marciales ni nada parecido. El Dragon Rapide era un avión, concretamente un De Havilland (DH) 89, que financiado por Juan March vino desde Inglaterra y trasladó a Franco a Tetuán desde Las Canarias para ponerse al frente del ejército de Marruecos en lo que fue el inicio oficial de la Guerra Civil española aquel julio de 1936.

 Jaime Camino que tenía entonces en su haber tres grandes películas sobre el tema: España, otra vez, (1968),  Las largas vacaciones del 36 (1976) y La vieja memoria (1979), llevaba tiempo queriendo llevar este tema y como en 1986 se iban a cumplir los 50 años de aquello, recurrió a Román Gubern para que escribiera el guion y contrató a Ian Gibson para asesorarle. El director bien sabía porque había esperado tanto tiempo en llevarlo a la pantalla ya que provocaría controversias en una España que ya llevaba una década de transición.

 Así pues declaraba que: “creo que la gente va a recibir la película con expectación y creo que va a suscitar polémica porque sobre Franco cada uno tiene su opinión, para los que lo tienen sacralizado, será una sorpresa encontrarlo mucho más de carne y hueso. La gente de izquierdas maniquea, que aun piense en los buenos y los malos, se encontrará con que en el film es un personaje entendido, explicado, con todas sus dudas, que las tuvo”. Gubern sugirió y acabó aportando un personaje falso, el del periodista que tenía que empezar las vacaciones justo el 18 de julio, para “dar el contrapunto tierno y humano del lado de la República. Porque todo lo demás muestra el lado facha de la historia” declaraba. También saca a Pau Casals preparando un concierto en el Palau de la Música con un emotivo final.

    

 Llamó la atención que se viera el lado humano de Franco, a veces incluso con algún ligero toque de humor, como cuando su mujer pide que no sea muy ceñido el pantalón ya que lo hace gordo o cuando muestra su hartazgo con los gazpachos y que lo cambien por una tortilla. Hasta lo vemos en la cama hablar con su mujer y contarle que en París ha conocido taxistas que eran generales del zar y que no podía haber mayor deshonra…Precisamente para conocer más sobre esta vida anónima privada de él se contó con unos libros aparecidos entre 1936 y 1937, con las aportaciones de su primo Francisco Franco Salgado-Araújo (en la película interpretado por Pedro Díaz del Corral) y de su cuñado Serrano Suñer que se reunió varias veces con Gibson.

 Juan Diego volvió a ofrecer una actuación académica, Camino lo eligió y quiso que se reflejara su mirada, la cual describía como hundida, oscura y siempre mirando de lado, algo que el actor cumplió perfectamente. Igualmente tuvo que perfeccionar la voz, que la tildaba de barítono, pero atiplada, fue de sus papeles más difíciles y le ocasionó insomnio. Para el papel de Carmen Polo escogió a Vicky Peña , prácticamente desconocida en el cine, y que demostraba lo excelente actriz y todoterreno que era. 

 

 Entre los problemas de la película está que a pesar de la voluntad de querer explicar bien todo, problemas con la producción obligaron a reducir metraje, así sorprende que no salgan Gonzalo Queipo de Llano o el General Sanjurjo, pero creo que las críticas hacia la película que casi llegaron a decir que era una apología de él son muy injustas, vemos escenas de un Franco cruel cuando pide que se disuelva una manifestación a tiros o a cañonazos. Por lo tanto y a pesar de que el ritmo de la película es algo irregular, Dragon Rapide hay que revisarla, y ya no solo por lo que nos cuenta, sino por ver en el cine español una aproximación objetiva, respetando al público para que sea él quien verdaderamente juzgue, algo de lo que por desgracia siempre ha carecido nuestro querido cine, ya estuviéramos en la Dictadura como en Democracia.

La pueden ver editada en DVD, aunque es probable que cueste encontrarla. Si no la tienen en la plataforma de RTVE PLAY.

https://www.rtve.es/play/videos/cine-de-siempre/dragon-rapide/6516727/

El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...