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15/11/2023

Ensayo de orquesta (1978)

 




Finales de los 70, la carrera de Fellini estaba ya lo suficientemente consolidada en su segunda etapa que empezó a raíz de La dolce vita, el reconocimiento académico a Amarcord en 1975 sellaba la conformidad a un estilo que generaba cierta controversia, sus detractores veían unas realizaciones barrocas y repetir los mismos esquemas con un exceso cada vez más insoportable. Por el contrario, sus defensores veían en sus películas un genial retrato irónico de la decadencia occidental tanto cultural como políticamente, fiel reflejo de su Italia. El director había encontrado cierta libertad en sus productores, pero también problemas para materializar sus proyectos como ese Viaje de G. Mastorna cuyos decorados fastuosos llegaron a construirse y guardarse, otro proyecto era el de La ciudad de las mujeres que tenía que codirigir con Ingmar Bergman, pero que tras varios problemas de financiación rodó él solo.

Precisamente, a raíz del retraso de este rodaje, Fellini se puso a hacer un trabajo para la televisión, concretamente para la RAI, con la que ya había colaborado en Los clowns. Se trataba de Ensayo de orquesta, una película que suponía todo lo contrario al cine que estaba realizando, duraría solo 70 minutos, se rodaría en 18 días y el coste sería mínimo. El argumento sería el de retratar un enfrentamiento entre el director de una orquesta y los componentes de esta, los cuales exaltan sus instrumentos sin contar con la armonía del resto. Antes de empezar, una televisión quiere entrevistarles, pero ahí empieza también una serie de problemas con los sindicatos.

La película en sí no tendría que causar ningún problema, pero viniendo de Fellini era de esperar cierta lectura entre líneas y se vio en ella cierta interpretación reaccionaria al momento que vivía Italia políticamente. En un pase privado, acudieron a verla el presidente de la República Sandro Pertini y el Jefe de Gobierno Giulio Andreotti, los cuales la valoraron positivamente ya que ponía en evidencia que sin la armonía todo se derrumba, pero el presidente de la Cámara Pietro Ingrao, por el contrario,  se mostró muy crítico con el mensaje del film. Tal controversia originó que hasta la RAI congelara la emisión de la película y el mundo del cine lamentase que un director como Fellini estuviera censurado. “Lo que me fastidia hoy, lo que me subleva es que de este film pueda darse, por muy inevitable que parezca, una interpretación política, una reducción toscamente política declaraba él mismo a los medios e incluso amenazaba con irse de Italia o abandonar el cine.

El Festival de Berlín acudió en su ayuda y decidió proyectarla, aunque privadamente, la crítica remarcaba que era un alegato terrible contra la fratricida democracia italiana, las circunstancias temporales también no hacían más que ayudar a interpretarla así, se había rodado justo después del rapto y asesinato de Aldo Moro. Pero Fellini insistía en que no era el tema, algo que por otra parte no debería sorprender ya que en anteriores películas le pasaba lo mismo, recordemos, por ejemplo, que en La strada se desmarcaba que tuviera una interpretación motivada por la "Democracia Cristiana". Volviendo a sus palabras nos decía que : la película tiene un potencial emotivo que en el ánimo del espectador se puede traducir en emoción, malestar, vergüenza y creo que habría que dejar al espectador solo con estos confusos sentimientos. La carga ética del film consiste precisamente en este impacto.

Al ver Ensayo de orquesta y pese a su corta duración y escasos medios, tengo la misma sensación de ver otras películas de él más fastuosas, sus imágenes siguen teniendo esa magia tan característica, nos retrata toda una serie de personajes entrañables, en especial el copista que recuerda tiempos mejores, o el escenario con sus cuatro paredes desnudas, una cripta donde están enterrados siete obispos y tres papas y que ahora se utiliza de auditorio por su acústica.  Fellini no tiene compasión con los músicos y los describe como indolentes, divididos y pendencieros, llegan a hacer el amor bajo el piano, oyen el fútbol, se emborrachan… pero bien pueden unirse para ejecutar cualquier obra, es aquí donde la utopía se hace realidad.

Cualquier análisis felliniano nos tendría que llevar también a que el director no acostumbra a mostrar nunca un final cerrado, todo tiene su interpretación. El hecho de retratar una decadencia lo veía como condición indispensable para el renacimiento, pero era evidente el toque de atención hacia su país: “sufriréis porque os pongo delante de un espejo” llegó a decir. Las lecturas que un intelectual como Fellini destilaba merecían por lo menos ser tratadas con respeto y sin colgarle epítetos como fascista. Aparte de ello, podía haber dos interpretaciones, por una parte una advertencia a no seguir en el desorden a no ser que se quiera ir a una dictadura o por otra, un lamento hacia el tiempo pasado y nostalgia de esta. Por mucho que dijera Fellini, es inevitable la interpretación política, aunque esta es ambigua y no tan clara como se señaló.

La película tiene un valor añadido, fue la última colaboración de Nino Rota antes de morir con Fellini, en ella hay toda una partitura que aparte de evocar otros títulos, es todo un gozo para los oídos.

26/01/2023

Homenaje a Gina Lollobrigida: La romana (1954)



El pasado lunes 9 de enero fallecía Gina Lollobrigida a los 95 años, una de las grandes divas del cine italiano con carrera en Hollywood también. A raíz del Pan. Amor y fantasía (1953) el productor Howard Hughes se fijó en ella y en su carrera compartía cartel con Humphrey Bogart en La burla del diablo o con Errol Flynn en Espadas cruzadas, el fracaso de esta última le hizo volver a Italia, aunque pocos años más tarde retomaría su periplo hollywoodiense.

 En Italia le esperaba un gran éxito en 1954: La romana, dirigida por Luigi Zampa con quien había trabajado en sus inicios, se trata de una adaptación de la novela homónima de Alberto Moravia, el cual trabajó también en el guion. Ambientada en Roma en 1935, Gina interpreta a Adriana Silenzi que es inducida por su madre a trabajar como modelo para un pintor para hacer frente a su pobreza. Ahí conoce a Gisela otra modelo quien le propone salir con hombres ricos y poderosos.

   

 El guion cuando fue leído por la actriz fue rechazado y le dijo al productor: “Guardate, que io una puttana, cosí non la faccio”. En España hubo que esperar hasta 1970 para poder verla y en 1988 se llevó a la televisión en una miniserie en la que el escritor también colaboró en el guion y que volvió a contar con la actriz, en este caso haciendo de madre de la protagonista.En nuestro país fue emitida por Tele 5

   

 Moravia en sus novelas seguía una línea neorrealista con bastante crítica social y también existencialista, prueba de ello son  El conformista, Dos mujeres, o El aburrimiento, en varias ocasiones fue propuesto para premio Nobel, aunque su mayor recompensa probablemente fuera ver llevadas a la gran pantalla muchas de sus obras, un total de 73 veces sale su nombre si vamos al IMDB entre guiones suyos, adaptaciones y colaboraciones.

 La Romana dura apenas 90 minutos, suficientes para condensar los temas que se esconden tras el dramón aparente que una visión superficial del filme podría dar. La fugacidad de la vida, el arrepentimiento o la lealtad a unos principios se van mostrando, ya sea a través del personaje de ella o de sus relaciones. En absoluto es una película blanca, en el guion también trabajó Ennio Flaiano que escribiese con Fellini (Los inútiles, La Strada, Las noches de Cabiria…) y eso se nota porque esta reducción de la novela está muy bien esquematizada, quizá con un punto flaco que es el papel de la medre de ella, la cual tiene bastante protagonismo en la primera mitad, pero que luego lo pierde.

 Tras la gran popularidad de la película, la carrera de Gina siguió sumando éxitos como la secuela de Pan, amor y Fantasía o La mujer más guapa del mundo que le valió llevar este apodo durante gran tiempo y otra vuelta a Hollywood para protagonizar Trapecio. Su carrera es menor que la de Sophia Loren, pero  podía haber sido al revés, antes he comentado lo que le dijo Gina al productor de La romana, Moravia pensaba nuevamente en ella para el papel de La Ciociara ( Dos mujeres) y De Sica estaba muy de acuerdo, pero la actriz no quería este tipo de personajes, Magnani también lo rechazó y Loren lo cogió, papel que como bien saben le valió el Oscar. 

   

 La carrera de Gina empezó a decaer a finales de los 60, en más de una ocasión comentaba que rechazaba papeles porque el cine estaba cambiando y ya no le interesaba. En 1973 rodaba con Rovira Beleta No encontré rosas para mi madre, película que supuso un adiós prolongado a la gran pantalla, pues luego solo cogió papeles televisivos, no sin antes protagonizar una polémica en nuestro país cuando en 1977 decidía volver al cine para protagonizar Nido de viudas, la actriz abandonó el rodaje y declaró que ella solo daba dinero a los pobres, pues el productor Tony Navarro no le pagaba. En una entrevista con José María Íñigo negaba que su marcha tuviera que ver con malas relaciones con Valentina Cortese y soltaba que eran amigas. Sirva la película que he escogido para homenajearla y comprobar que era una gran actriz más allá del terreno extra cinematográfico. Descanse en paz


El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...