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01/06/2023

El secreto de los incas (1954). Las raíces de Indiana Jones

 



Ya que en este mes se estrena la quinta y esperada entrega de Indiana Jones, no está de más recuperar películas en las que se inspiraran Lucas y Spielberg para la confección de su personaje, una de las más llamativas es El secreto de los incas de 1954 dirigida por Jerry Hooper y con Charlton Heston de protagonista que interpreta a Harry Steele, un aventurero que quiere llegar a la ciudad legendaria de Machu Picchu para hallar un tesoro.

Se trata de un filme de aquellos que se suelen agrupar como de “serie B” en un sentido más bien peyorativo, probablemente la abundancia de este tipo de producciones provocó la subvaloración de muchos de ellos. Era un cine popular, muchos rellenaban las tardes de los cines de barrio y posteriormente se programaban con frecuencia en las tardes del fin de semana de las televisiones. Mucha gente las conserva en la memoria y con grato recuerdo, la aparente sencillez y sus pocas pretensiones proporcionaban una fácil aceptación.

Cuando Spielberg rueda En busca del arca perdida cuenta con un gran presupuesto, un guion muy elaborado, abundancia de efectos especiales y amplias pretensiones artísticas y comerciales, no sería correcto, obviamente, decir que son dos películas comparables. Sin embargo, George Lucas cuando construye el personaje bebe de todas estas producciones, a ello se suma la estética “cómic”, la cultura pop, los "Pulp magazines" de los 30 como "Doc Savage" y no tanto tener referentes literarios como pasaba con el gran cine de aventuras de los 40 y 50. A ello se suma la conjunción del lenguaje cinematográfico con el del videojuego.


El vestuario de Indiana lo dibuja Jim Steranko, dibujante de cómics como "Nick Furia" con la premisa por parte de Lucas que se pareciera al Humphrey Bogart de El tesoro de Sierra Madre,  pero el modelo acabó siendo claramente  el personaje de Charlton Heston, o sea una chaqueta de cuero marrón, sombrero de fieltro y pantalones color canela. Cabe apuntar que ya el actor había utilizado una ropa parecida en El mayor espectáculo del mundo, película recientemente homenajeada por Spielberg en Los Fabelman. No es solo este el detalle con el que coinciden, sino la escena final de El secreto de los incas (spoiler) cuando él entra en el templo y halla por los rayos el lugar del disco de oro, algo parecido ocurría en En busca del arca perdida cuando Indy encontraba el arca gracias a un rayo de luz.

Spielberg y Lucas consiguieron en su momento romper la taquilla con su fórmula, pero es injusto decir que solo pensaban en los más jóvenes, precisamente estas reminiscencias consiguieron que público de todas las edades llenasen los cines y que la industria siguiera. De Indiana salieron otras réplicas, algunas de considerable calidad como aquellas de Tras el corazón verde o La joya del Nilo, también el director olvidado J Lee Thompson rodó una nueva versión de Las minas del rey Salomón con la misma estética   o incluso conseguir que Chuck Norris fuera un aventurero en El templo del oro. El cine italiano que ya estaba en crisis se dedicaba en los 80 a copiar las películas estadounidenses de éxito, acuérdense de aquella saga interminable de Karate Kimura, Bud Spencer intentando entrenar a otro Rocky en Bombardero y curiosamente para copiar a Indiana Jones recurrieron también a la película interpretada por Heston y rodaron El secreto del imperio de los Incas.

Volviendo a la película de Hooper, este fue un director artesano de la Paramount especialmente, había trabajado con Heston en El triunfo de Buffalo Bill (1952) o La guerra privada del Mayor Benson (1955). La primera era otro western B al que el actor le daba energía y en la segunda conseguía que cambiase de registro y lo viéramos en una comedia, género poco frecuentado por él. En este 2023 que estamos en el año de su centenario reivindico totalmente su figura, bastante eclipsada mediáticamente por su papel en la "Asociación Nacional de Rifle" estadounidense, pero que olvidan el papel del actor en la defensa de la raza negra y la ayuda que prestó a directores sin presupuesto como Sam Peckinpah en Mayor Dundee o Orson Welles en Sed de mal.

Heston concibe el personaje de Harry Steele de una manera muy interesante, el guion nos omite su pasado, tenemos que pensar que es un aventurero bien dotado culturalmente, pero con escasos medios económicos para poder conseguir sus metas y que tiene que hacer de guía. Se podría caer en la fácil tentación de decir que es machista, de hecho hay algunos momentos que así nos lo harán parecer, pero a la vez es comprensible y atento interiormente a los problemas de ella. Crea un personaje frío expresamente, se aleja del prototipo de aventurero romántico de otras compañías como podría ser el Errol Flynn de la Warner, el Tyrone Power de la Fox o el Stewart Granger de la Metro. Seguramente estamos ante un perdedor, su personaje está más cerca de Hemingway.

Curiosamente, la protagonista también se aleja del estereotipo de estas producciones, a excepción del habitual toque anticomunista, ella ha huido de Rumanía y busca entrar en los EEUU… Compone otro personaje algo distante que no empatiza, pero no por una mala actuación, sino porque así se ha pretendido. La actriz era la francesa Nicole Maurey con una filmografía también sorpresiva en la que llegó a trabajar ni más ni menos que con Robert Bresson que rechazaba a los actores profesionales, la dirigió en Diario de un cura rural. Su carrera posterior en Hollywood fue bastante irregular.

Y entre los secundarios el mítico Thomas Mitchell, aquí de villano y cumpliendo. Por otra parte, tenemos a Robert Young como el arqueólogo Stanley Moorehead, personaje plano en contra de aquel Donovan como rival de Indiana. La que logra empatizar y esta vez requiriéndolo el guion es Yma Sumac y las canciones que va interpretando. Afirmaba ser descendiente de los emperadores incas, ya que el apellido de soltera de su madre, Atahualpa, era el mismo que el del último gobernante inca. Sumac acostumbraba a vestir túnicas coloridas con oro y plata para transmitir la imagen de una princesa. Controversias posteriores negaban esto y que todo se debía a montajes comerciales, pero aquí que somos fordianos, siempre nos quedaremos con la leyenda. Fue homenajeada por los Coen en El Gran Lebowski utilizando varios de los temas que interpretaba.

Otra característica que la convierte en una película recomendable es que sabe dosificar su presupuesto modesto, hay dos partes bien diferenciadas, una primera que nos recuerda más al cine negro, escenas de tono oscuro entre Heston y Thomas Mitchell con una mesa de billar de por medio y otra segunda ya entrada la mitad del metraje más vistosa en cuanto el color y los paisajes, uno de sus atractivos radica también en los atuendos de los descendientes de los incas, no en vano ahí está el trabajo de Edith Head. La historia del film fue escrita por Sidney Bohm capaz de elaborar producciones modestas como Cuando los mundos chocan, El salvaje (también con Heston), o irse al cine negro como con Los sobornados o Sábado trágico. Otro guionista fue Ronald MacDougall, otro todoterreno que tenía en su haber Objetivo Birmania, Cuando ruge la marabunta (otra con Heston) o la mítica Cleopatra de Mankiewicz.

Acabando ya el artículo, no puedo dejar de sentir cierta nostalgia hacia este tipo de cine tantas veces calificado de ingenuo, pero con un atractivo innegable y bien cuidado en todos los aspectos. Seguramente a los más forofos del cine de Spielberg y Lucas les sabrá a poco, pero es necesario conocer las raíces de su cine. Por desgracia, El secreto de los incas no es fácil de ver en una copia decente, salió editada en DVD en España en una colección diseñada por el Corte Inglés con el nombre de CineClub y editada por Paycom Multimedia, la cual ya será difícil hallar. Esta presentaba una imagen mejorable, algo distorsionada (parecía que Heston había engordado para el papel...) seguramente debido a que era la copia televisiva, aunque por lo menos la imagen no era borrosa. No suele estar programada en las distintas televisiones, ni tampoco aparece en plataformas, si van por Youtube posiblemente la encuentren... En EEUU he visto que hay editados dos Blu-Ray, que aunque mejoran la imagen, tampoco le hacen la suficiente justicia... 

19/02/2021

Wiliams antes de Spielberg

Hacía tiempo que no dedicaba un post a un músico de cine y al coincidir el cumpleaños de John Williams pensé que tenía la excusa perfecta para ello. Y para ser original hablar de sus bandas sonoras anteriores a su encuentro con Steven Spielberg. Vamos a repasar un poco su biografía y escuchar algunas que, aunque no sean tan famosas, tienen también su calidad.

 Un 8 de febrero nacía en Nueva York John Towner Williams, a los 16 años marcha a Los Ángeles para ir a la Universidad de UCLA y toma clases particulares de música con el maestro Mario Castelnuovo-Tedesco. Después de cumplir con el ejército, que le sirve para arreglar e interpretar en bandas militares regresa a su Nueva York natal y ahí se matricula en la Escuela Juilliard, estudia piano con la legendaria Madame Rosina Lhevinne y lo empieza a tocar en diversos clubes de Jazz. 

Williams encuentra trabajo en los estudios de Hollywood como pianista y lo podemos escuchar en Peter Gunn (1958), Al sur del Pacífico (1958), Con faldas ya lo loco (1959), El apartamento (1960), o Matar un ruiseñor (1962)

   

 A los 24 años, "Johnny Williams" se convierte en arreglador de personal en Columbia y luego en 20th Century-Fox, orquesta para Alfred y Lionel Newman, Dimitri Tiomkin, Franz Waxman, etc. Actúa para artistas como Vic Damone, Doris Day y Mahalia Jackson, se casa con la actriz y cantante Barbara Ruick que fallece prematuramente en 1974. En televisión empieza a componer para un episodio de la serie Playhouse 90 y ocho capítulos de Patrulla juvenil en 1958

   

Siguen otras series como Caravana (1958-64), Checkmate (1960/61) o el tema principal de Kraft Mistery Theatre entre otras, las cuales aquí son prácticamente desconocidas. Su partitura televisiva más popular es la de Heidi de Delbert Mann del año 1968, tema bucólico con la emotividad que le caracteriza.

   

Daddy-O una desconocida y poco atractiva película  es su primera partitura en cine según el IMDB en 1958 En 1961 compone la de Caminos secretos, película dirigida por Phil Karlson y Richard Widmark, le sigue en 1962 Bachelor Flat, comedia dirigida por Frank Tashlin donde demuestra su habilidad por el género.

   

 En 1963 llega El señor de Hawai de Guy Green, probablemente su película más popular por entonces y ya estrenada en España, se trata de un melodrama con Charlton Heston para la Columbia y cuya calidad hace que se edite en disco, su ritmo de jazz habitual en sus comienzos y la influencia de la música de la isla están presentes en sus notas.

  Al año siguiente  empieza a tener fama su banda sonora para Código del hampa de Don Siegel, la segunda adaptación del relato de Ernest Hemingway The Killers, su tema principal reúne las características del género, muy potente y con bastante acción, además de tener temas variados dentro. Al escucharla nos viene rápidamente a la cabeza este tipo de cine muy sesentero

   

1965 es el año de Todos fueron valientes dirigida por Frank Sinatra y reconocida como un gran trabajo ya por la crítica que empieza a tomárselo en serio, es una partitura cargada de una sobriedad y dramatismo evidentes y con referencias orientales que se adecúan muy bien en los fotogramas.

   

Compone ya para 6 películas en 1966 que  empiezan a ser conocidas entre nosotros: Una dama entre vaqueros, primera incursión cinematográfica en el western (En TV ya había hecho series) de la mano de Andrew v. McLaglen con James Stewart y Maureen O´Hara.

   

 Cómo robar un millón y…comedia de William Wyler con Audrey Hepburn y Peter O´Toole supone una de sus partituras más pegadizas, muy humorística y animada al estilo de la mencionada Bachelor Flat

   

 Siguen más comedias como ¡Bromas con mi mujer, no! De Norman Panama con Tony Curtis y Virna Lisi o Penélope de Arthur Hiller con Natalie Wood. Con The Plainsman compone su segunda incursión en el western, se trata de un remake de la película de Cecil B DeMille que aquí se llamó Buffalo Bill dirigida por David Lowell Rich con Don Murray. Acaba con un drama musical, El Valle de las muñecas, de Mark Robson,  partitura elegante en la que se le nota su influencia de Henry Mancini y la época. Su banda sonora va acompañada de canciones de Dory y André Previn cantadas por coros o por Tony Scotti. Supone su primera nominación para el Oscar

   

 En 1967 es contratado por Gene Kelly para su comedia Guía para el hombre casado con Walter Matthau. Al año siguiente sigue con el género y crea unas notas muy pegadizas para Cuidado con el mayordomo de Delbert Mann con Dick van Dyke, por último realiza una incursión bélica con Sargento Ryker con Lee Marvin.

   

Llega 1969 y compone para las películas Daddy´s Gone A-Hunting (Shock) de nuevo con Mark Robson y Los rateros de Mark Rydell con Steve McQueen, mención especial merece porque esta partitura  llama la atención de un joven Steven Spielberg y es la que le anima después a contratarlo (Si no la hubiera hecho quién sabe...). Toma como punto de referencia la música sureña y la dota con un ritmo alegre. Consigue ser nominada al Oscar

 

De 1970 son Story of a Woman, curiosa y desconocida producción italiana de Leonardo Bercovici con Bibi Anderson, Robert Stack, James Farentino y Annie Girardot que vale la pena mencionar más que nada porque supone su único trabajo en una producción europea.

   

 Con la televisiva Jane Eyre de Delbert Mann interpretada por George C. Scott y Susannah York crea un tema principal cargado de un romanticismo exultante y que  hace presagiar sus grandes obras. Lástima de su desconocimiento, es una de sus mejores bandas sonoras.

   

 Además de esta, adapta el musical de Leslie Bricusse Adiós Mr. Chips, que le vale otra nominación a los Oscars

   

Su buen trabajo hace que sea contratado por Norman Jewison para adaptar la música y canciones del musical de Jerry Bock y Sheldon Harnick El violinista en el tejado en 1972, su trabajo se ve al fin recompensado con el Oscar

   

 Con un nombre ya plenamente reconocido, empieza a tener una filmografía repleta de títulos más resonantes como John Wayne y los Cowboys (1972), en la que crea una fanfarria con su estilo reconocible.

 

La aventura del Poseidón de Ronald Neame del mismo año marca su inicio dentro del cine catastrófico y que le provoca un encasillamiento, la partitura contiene un gran arranque tenso y desesperado.

 

Risas y lágrimas de Martin Ritt e Imágenes de Robert Altman completan el año. Al año siguiente escribe la partitura de El hombre que amó a Cat Dancing  nueva incursión en el western. Con Altman vuelve para El largo adiós, y en Permiso para amar hasta medianoche de Mark Rydell compone una bella canción con otro gran Williams cinematográfico, Paul (El fantasma del paraíso) "You´re So Nice to be Around" que le vale otra nominación a los Oscars.

   

Y llegamos a 1974, ese año Williams sigue con el cine de catástrofes con Terremoto de Mark Robson,  en sus notas hay la misma fórmula anterior, aunque más inspirado está con El coloso en llamas describiendo el sentido trágico de la historia y con temas pop también 

   

En esta fecha es cuando Spielberg lo contrata para Loca evasión, el director quería una partitura sinfónica, pero acabó siendo convencido por él de que lo mejor era una música más sencilla con un uso de la harmónica en una pequeña orquesta. Fue el inicio de una gran amistad que algún día quizá repasemos en el blog, pero eso ya es otra historia...

 

El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...