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01/12/2022

Pandora y el holandés errante (1951). Centenario de Ava Gardner

 

Entramos en el último mes del año y no podía olvidarme del centenario de Ava Gardner, y para rendir homenaje escojo una película muy próxima ya que fue rodada en la Costa Brava, ya lo habrán adivinado, me refiero a Pandora y el holandés errante y el lugar era el bellísimo pueblo de Tossa de Mar.  Fue la primera en que la vimos ya en color y muy bien fotografiada por Jack Cardiff. Por suerte,  disponemos de una copia restaurada que le devuelve la viveza que no tenía en la anterior copia comercializada y que fue editada por A Contracorriente y la podemos visionar  en algunas plataformas.


Dirigida por Albert Lewin, un "rara avis" dentro de los directores estadounidenses, cuyo mayor éxito fue la adaptación que realizó de la obra de Oscar Wilde El retrato de Dorian Gray (1945), los productores le temían por su fuerte personalidad y querer ir mucho más allá de lo establecido, sus argumentos eran considerados complejos, con muchos simbolismos culturales y considerados como lo que sería el cine de arte y ensayo europeo posterior.  Apenas consiguió tirar adelante sus proyectos, La vida privada de Bel Amí en 1947 supuso un fracaso y tardaron 4 años para que con capital propio unido al del productor estadounidense Joe Kauffman y el del británico John Woolf, sin acreditar, tirara adelante esta Pandora que es su película más ambiciosa y a la vez su última gran obra ya que al no encontrar hueco en el cine, apenas rodo dos más con escasa repercusión crítica y comercial: Saadia (1953) y El ídolo viviente (1957)

La trama fusionaba dos mitos, por una parte, el de Pandora, que fue la la primera mujer mortal en la mitología griega, siendo creada por Hefesto a petición de Zeus, este le entregó una caja que no debía abrir, ya que en su interior se encontraban todos los males del universo. La abrió y estos escaparon, lo único que quedó fue Elpis, el espíritu de la esperanza (en la película, Tossa recibe el nombre de Esperanza). Y por otra, tenemos la leyenda del holandés errante condenado a navegar eternamente sin rumbo tras pactar con el diablo que tantas veces se ha revisado en las diferentes artes,

Lewin ofrece su particular visión de estos, Pandora es aquí una atractiva cantante de un club nocturno con aires de mujer fatal, papel muy ideal para una Ava Gardner que tanto habíamos visto entonces en el cine negro. El holandés errante es un James Mason, capitán de un barco del siglo XVI que mató a su esposa porque la creía infiel, en el juicio blasfema y es condenado a navegar hasta que encuentre a una mujer que lo amase hasta el punto de dar su vida por él.

Toda esta trama podría caer en el ridículo, pero el director logra crear una ambientación para que el espectador conecte, ya en una de las primeras secuencias ambienta la noche con una luna llena que incluso nos puede evocar a la que utilizaba Lorca con aires de muerte y de fatalidad, su primer pretendiente se suicida tras constatar el rechazo e indiferencia de ella mientras toca el piano y sin parecer apenas afectada, aunque se comente que evitó otros intentos de suicidio.

Más suerte con ella tiene un corredor de coches (Nigel Patrick), pero  para lograr que acepte casarse, ha de aceptar su ruego de tirar el auto por el acantilado para demostrarle el amor auténtico que siente. Sin embargo, ella observa un yate misterioso y la curiosidad le lleva hacia este, donde conoce al capitán holandés Hendrick van der Zee, el cual está pintando a una mujer muy parecida a ella como la Pandora griega. La trama llega a un momento en el que se recurre al personaje de Geoffrey, un arqueólogo que necesita traducir un manuscrito en holandés y lo llama para ello, sorprendido, constata que se lo sabe de memoria y que es el mismo “holandés errante” de la leyenda.

Hábilmente se introduce el personaje de Montalvo, un torero interpretado por Mario Cabré, locamente enamorado de Pandora, celoso y, arrogante, que no duda en matar y que es un perfecto reverso del capitán. A Lewin le sirve también para mostrar el mundo del tarot, la cultura gitana, su madre le lee las cartas en las que aparece la muerte, la idea del destino marcado y de la fatalidad de la que nadie puede escapar, incluso esta le prepara un brebaje para que no le pase nada el día de la corrida.

La película tiene muchos temas para debatir y reflexionar, el hecho de rodarla en la Costa Brava nos adentra en ese mar, símbolo de la eternidad, el amor como fuerza suprema capaz de poder parar el tiempo como queda reflejado ambiguamente en la relación de Pandora con el capitán como si ella fuera realmente la mujer a la que mató siglos atrás. Fijémonos bien los diferentes tipos de amor que van saliendo: 1-El amor no correspondido con el personaje de Reggie Demarest, 2-el amor que es incapaz de renunciar a lo material con el personaje de Stephen Cameron que recupera el coche lanzado, 3-el arrogante, celoso y pasional que no le importa conseguirlo a toda costa. llegando a matar, representado en el del torero y el principal, el del capitán, que es eterno y está en la cima de todo, que le lleva incluso a despotricar contra Dios o a perder su salvación intentando que ella lo rechace con tal de que no sufra.

En el principio, Geoffrey dice que se niega a que su mente pueda aceptar todo lo ocurrido, cabe recordar que la película empieza cuando unos pescadores encuentran los cuerpos sin vida de ellos dos, entonces él empieza a reconstruir todo. Este aspecto del guion es interesante ya que todo lo vemos bajo su prisma, él repite que la gente ya no cree en leyendas ni en mitos, es posible que él se deje llevar por la pasión al relatarlo, al intentar encontrar sentido a la vida…Sin duda alguna, en cada pase de la película nos hará reflexionar y como ya he comentado, esa ambientación nos ayudará bastante a adentrarnos en estos temas.

En el terreno extracinematográfico, se comentaba que Ava Gardner estaba teniendo un romance con Mario Cabré y que esto despertó las iras de un Frank Sinatra (casado con ella) que tuvo que ir sin ganas “ a ese país de toreros” como decía despectivamente a llevarle un collar y unos diamantes. Todo aquello fue muy bien para la comercialidad de la película y para aumentar la aureola mítica con el paso del tiempo. Aquella visita de "La voz" ayudó aun más a descubrir la Costa Brava, a partir de los 50 cambiaría la fisonomía de muchos pueblos y el cine no iba a quedar al margen.

Dos años más tarde aterrizaba otra estrella internacional Joan Fontaine en Blanes para rodar Decameron Nigts, película que, desgraciadamente, poco hemos podido ver, se unían luego a esta lista Dick Bogarde que en 1956 rodaría El jardinero español en Palamós y Sant Feliu de Guíxols, Anne Baxter con Sombras acusadoras en Tamariu, Liz Taylor en Begur con De repente, el último verano, Orson Welles con Mr. Arkadín en S´Agaró, Kirk Douglas, Yul Brinner y Samantha Eggar con La luz del fin del mundo en Cadaqués entre otros.

Estatua de Ava Gardner en Tossa
(Fuente: Wikipedia)

En Tossa de Mar queda el recuerdo de Ava Gardner con una escultura de 1998 de la artista gerundense Ció Abellí, también la memoria de la actriz queda bien reflejada en Madrid donde podemos adquirir un folleto con el nombre de “El Madrid de Ava” y que nos lleva por varios lugares de la capital que frecuentaba.

https://www.esmadrid.com/sites/default/files/elmadriddeava.pdf

26/08/2021

El turismo de Martínez Soria y de Joan Capri

 

Fuente: FilmAffinity

El pasado domingo  la Trece emitía por enésima vez El turismo es un gran invento con Paco Martínez Soria y me dieron ganas de revisarla, en los últimos tiempos ha crecido el número de defensores de su cine, el crítico Fausto Fernández escribía en el Twitter del pasado domingo que era “la película que mejor describa a la España del boom turístico 60s y a las peripecias que hemos tenido”, y en otro mensaje y refiriéndose a Don erre que erre exponía que “no sólo le hace un guiño al dictador del momento (al nuestro), sino que construye una comedia casi perfecta que no habría desagradado a Billy Wilder.”

Fuente: FilmAffinity
Yo no iría tan lejos, pero sí que en muchas "españoladas" en general encontrábamos de forma implícita
cierta crítica social que la censura ignoraba o pasaba por alto. Así que busqué mi DVD de la película y quise programármela con otra complementaria como hace La 2 en "Historia del cine español", entonces me vino a la mente El Baldiri de la costa, película protagonizada por Joan Capri y dirigida por Josep Maria Font (no confundir con Forn) y que encontré en YouTube en una copia no muy buena, pero que es la única manera de disfrutarla.

Ambas son estrenadas en 1968, fecha significativa, aunque aquí se viviera de manera distinta, y en tales la temática es el auge del turismo en los tiempos del 600. En El turismo es un gran invento, ustedes ya sabrán la historia de memoria, un alcalde decide convertir su pueblucho en un centro turístico para progresar y evitar que la gente joven se vaya a la ciudad. Tras la apariencia de película de Martínez Soria se encuentran temas más profundos como pueden ser la España vaciada de la que ahora se habla tanto, el retraso cultural de la España rural y al plan del Desarrollo económico y social. 

 El guion es lo suficiente habilidoso para ir metiendo en calzador tales asuntos, aunque superficialmente y siempre con las vestimentas de lo que era la españolada típica en la que no faltaban las chicas extranjeras ligeras de ropa, la música de García Abril, secundarios excelentes y el buen oficio de Lazaga que no llegaba al destape chabacano de los 80 y que aprovechó al máximo el tirón de Martínez Soria.

 

Manuel Fraga. Fuente: Wikipedia

Escrita por Pedro Masó y el habitual Vicente Coello hay una clara referencia irónica a ese Ministerio de la Información y Turismo que entonces presidía Don Manuel Fraga Iribarne. En un momento del filme, tanto el alcalde como las fuerzas vivas se atreven a ir a Madrid para reunirse con él ya que  en un diario dijo que no debería quedar ningún sitio sin ser zona turística.

Lazaga conseguía un producto divertido, simpático y agradable de ver, lleno de contrastes entre esa vida de un pueblo de la España profunda donde al médico solo le llamaban para prescribir las defunciones y que estaba tan alejada de ese deseado “desarrollismo. La frase que suelta al principio de “El pueblo es lo nuestro, aunque sea un asco” se matizaba después y la ironía de la primera parte cedía a un sentimentalismo y a unas esperanzas que el público más enterado se daba cuenta de que no llegarían.

Como suele ser habitual en el director, un prólogo resumía parte de lo que nos quería mostrar con todo un festival de zonas turísticas y una voz en off irónica, atención merecía esa pequeña aparición de Jesús Guzmán comiendo una paella y a toda prisa ya que el turista tenía que aprovechar todos los minutos posibles, ahí veíamos también referencias a las familias numerosas en coche, a la arquitectura descontrolada y a esa España que progresaba “((El turismo) que ayer aunque ya estaba en el diccionario, nadie sabía lo que significaba, entre otras cosas porque nadie quería hacer)


Fue otro gran éxito de taquilla, en su momento contó con 2.259.725 espectadores según la base de datos del Ministerio de Cultura.

Ese mismo año se estrenaba El Baldiri de la costa, suponía el primer papel protagonista de Joan Capri, un magnífico cómico catalán, aunque poco conocido en el resto de España. Compartía con Martínez Soria el hecho de haber ya trabajado en bastantes películas, aunque de secundario, y participar en un teatro popular querido por el gran público, pero menospreciado por la crítica. Sus monólogos han sido y son reivindicados aun, de él dijo Fernán Gómez que el mejor cómico que había en España se encontraba en Barcelona y era él,  Julián Marías que escribió que se tenía que aceptar el diálogo porque de monólogos solo aceptaba los de Capri o Joan Pla que lo incluyó en sus Homenots y dijo de él: "Sólo hay que tener ojos en la cara para ver que Capri es el único actor real y auténtico que ha aparecido en nuestro país en los últimos cincuenta años"

El abogado, el alcade y el notario. FilmAffinity

La película ya tenía cierta popularidad en Cataluña al haberse visto en teatro, estaba escrita por Joaquim Muntañola, dibujante del TBO y autor de otros éxitos como el “Ja tenim 600”, Pau Garsaball la había protagonizado. Nada menos que Antonio Isasi-Isasmendi (Estambul 65, Las Vegas, 500 millones) decidió que podía ser rentable en cine y la produjo. Estrenada el 12 de julio del 68 en el Cine Novedades de la Ciudad Condal y en catalán, su éxito fue más bien local, ya que en Madrid no llega hasta el año 72 y doblada al castellano. El director alentado por los resultados, intentó que Capri siguiera en el cine y rodó El abogado, el alcalde y el notario, pero esta pasó desapercibida y por desgracia el actor acabó siendo doblado en la versión castellana por Joaquín Díaz, la voz habitual de Jack Lemmon, por lo que perdía su principal arma y no cuajó.

El Baldiri de la costa es una película que merecería ser rescatada de ese olvido, hay una combinación de diversos tipos de humor, desde el irónico al negro, pasando incluso por el surrealista…La crítica social se muestra algo más explícita que en la de Lazaga, aunque pasadas por el tamiz de lo cómico. El actor se dirige a menudo a la cámara como ese campesino que se convierte en alcalde de “Sant Ciprià Sur Mer” y cae en la tentación de llenarlo de turistas. La película no esconde ni suaviza para nada su repulsa al boom turístico, el tema más presente en el guion era el de la pérdida de la cultura propia con esa especulación inmobiliaria que incluía escenas notables como esa ventana tapiada, esa Tossa vista con rascacielos, la referencia al polémico hotel Cap Sa Sala  de Begur que provocó en su momento un impacto medioambiental,  o el contraste de la vida tranquila en ese huerto que apenas tiene ya cabida...

Hotel Cap Sa Sal en la actualidad. Fuente: Wikipedia
No solo se centraba en la costa, también hay referencias a la transformación que en esos años estaba sufriendo
Barcelona con esos aparcamientos subterráneos en la Plaza Cataluña y el sinfín de obras inacabables. Otro aspecto tratado era el de la inmigración andaluza con más de un matiz, curioso papel el de Luis Ciges con diferentes empleos, entre ellos el de andaluz, cabe recordar que un año antes se había estrenado La piel quemada de Josep Maria Forn (aquí no confundir con Font) y el guion lo aprovechaba. Referencias también al divorcio, a la corrupción política, a los nuevos impuestos, al fútbol…En general, se puede decir que lo que se ataca es a esa deshumanización en el que acaban las personas responsables de todo ello, en un momento se suelta la frase de que el turismo “beneficiará al pueblo, pero no a los vecinos”

Resumiendo, dos películas que más allá de la comedia escondían un mensaje que sigue siendo actual hoy en día, que el progreso sea para bien de todos y no solo de unos cuantos. Ese humor tan menospreciado en su día y calificado incluso de derechas, rancio y conservador se atrevió a cuestionarlo en los 60, algo que cierta clase intelectual que presume de ser tan social no se dignó y pasaba las vacaciones en esos hoteles y torres de lujo.

 

 

19/08/2021

Sombras acusadoras, suspense en la Costa Brava

 

Sombras acusadoras. Fuente: IMDB

Seguro que a la mayoría de mis lectores más de una vez alguien les habrá estropeado el final de una película, es lo que el lenguaje de hoy en día llama “spoiler”. El término me resulta repelente, pero la RAE tampoco ayuda mucho a la liquidación de tal anglicismo ya que recomienda que se use “destripe”.

Algún que otro crítico de cine para hacerse perdonar la afición por contar los finales, se fabrica la teoría
de que no es lo más importante a la hora de valorar la obra, pues en más de una ya sabemos cómo acaban. A mí me han fastidiado muchos, desde Psicosis, El planeta de los simios, El corazón del ángel, El sexto sentido

Repasando títulos me ha venido una de suspense que tenía la peculiaridad de que  la voz de Douglas Fairbanks Jr., su productor, pedía después del "The End" que no dijéramos nada y que quien guardaba un secreto, guardaba a un amigo. La película era Sombras acusadoras de 1958 y estaba dirigida por Michael Anderson, nombre que les sonará por La vuelta al mundo en 80 días y posteriormente Las sandalias del pescador o La fuga de Logan, entre otras muchas.


El filme tenía también el atractivo de estar rodado en plena Costa Brava, la mayor parte sucede en Tamariu, pero también podemos observar Palamós o Tossa de Mar y unas imágenes en la misma Barcelona al comienzo. Tal década de los 50 fue la de oro para la citada costa a partir del rodaje de Pandora y el holandés errante, posteriormente otras producciones internacionales le dieron fama como Decameron Nights en Blanes, Mr. Arkadín en S´Agaró, El jardinero español en Palamós o De repente, el último verano en Begur.

Por desgracia, a notables películas de intriga de esta época se le coloca el epíteto de hitchcockiano para bien y para mal, algo que provoca que se vea con el prejuicio de ser una imitación. A pesar de las comparaciones con el maestro del suspense, Anderson logra un notable trabajo con sus movimientos de cámara, planos angustiosos, manejar a sus pocos actores y mantener la intensidad de la historia.

Anne Baxter era la protagonista, otra gran estrella que llamó la atención a los habitantes de la costa que ya se acostumbraban a ver a Ava Gardner, Joan Fontaine, Orson Welles, Dick Bogarde o Liz Taylor. En el reparto figuraba también Richard Todd, un actor bastante olvidado hoy en día, pero popular también en aquellos años y que compaginaba sus papeles en películas de aventuras como las de la Disney, con otros más dramáticos. La guinda la ponía el siempre eficaz Herbert Lom, aunque la memoria cinéfila lo recuerde principalmente por haber sido el comisario Dreyfuss del Inspector Clouseau en las películas de La Pantera Rosa de Blake Edwards.

El rodaje de la película fue captado por el fotógrafo de Palafrugell Josep Granés Hostench (1915-1982) y sus imágenes han sido exhibidas en algunas exposiciones. Lástima que no podamos verlas por la red, serían no ya solo un gran documento cinéfilo, sino de historia de la Costa Brava.

Si les ha entrado la curiosidad para ver ese final que no hay que contar, el film se encuentra en la plataforma Filmin y en DVD está editada por Cinecom.


Y ya lo saben, si quieren seguir manteniendo las amistades, no desvelen nada…

El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...