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25/05/2023

Proceso a Mariana Pineda (TV): Una serie a redescubrir

 



26 de mayo, tal día como este en 1831 era ejecutada Mariana Pineda en Granada acusada de conspirar contra el régimen absolutista de Fernando VII, tenía solo 26 años, su figura pasó a simbolizar la lealtad y la libertad. De ella nació una copla popular que escuchamos aquí con la voz de Pepa Flores "Marisol" quien la encarnara en la serie que vamos a comentar:

¡Oh!, qué día tan triste en Granada

que a las piedras hacía llorar

al ver que Marianita se muere

en cadalso por no declarar.

Marianita sentada en su cuarto,

no paraba de considerar:

«Si Pedrosa me viera bordando

la bandera de la Libertad»




Tales versos llamaron la atención a escritores como Francisco Ayala o Federico García Lorca quien le escribió una de sus primeras obras de teatro con escenografía de Salvador Dalí y estrenada en 1927 en el Teatro Goya de Barcelona con Margarita Xirgu encarnando a Mariana. 

Se han escrito, y se sigue en la actualidad, muchas biografías sobre ella y de muchos estilos, quizá la más destacada sea la de Antonina Rodrigo por su rigor a la hora de contrastar sus fuentes documentales. Hubo antes también biografías noveladas para un público menos exigente como la de José María Tavera en 1959 entre otras.



En teatro también su figura está presente en Las arrecogías del beaterio de Santa María Egipciaca de José Martín Recuerda escrita en 1970 y censurada hasta 1977. Bastante olvidada hoy en día, se centraba en esa institución-reformatorio donde las “Arrecogías” (mujeres “perdidas” y presas políticas) viven en la ansiedad a la espera de qué será de ellas, ahí se encerró a Mariana. La obra fue dirigida por Adolfo Marsillach y en su reparto estaban Concha Velasco, María Luisa Ponte o Pilar Bardem entre otros. Un texto y autor a reivindicar, sin ninguna duda.

Fuente: http://fundacionjosemartinrecuerda.es/index.php?module=obra&tipo=1&view=159

TVE le dedicó un espacio de la serie Paisaje con figuras en 1976 escrita por Antonio Gala, aquí Mariana era encarnada por Blanca Estrada. El escritor desmitificó la leyenda, nacida especialmente con la obra lorquiana, que era ella quien bordaba la bandera liberal 


 

 A principios de los 80 y con TVE en pleno auge de grandes producciones, empezó a gestarse la idea de llevar a la pantalla su vida y se la encargó a Rafael Moreno Alba que había tenido un gran éxito con la adaptación de Los gozos y las sombras de Torrente Ballester. La serie empezó a rodarse en diciembre de 1983 y acabó en marzo del año siguiente.

Moreno Alba no tuvo mucha suerte en el cine, sus películas pasaban desapercibidas, en ellas ya mostraba una ambición de querer elaborar un cine distinto al comercial, pero sin tampoco llegar a las líneas crípticas de Saura o al cine de autor de Erice. Debutó en 1969 con Gallos de pelea coproducida con Túnez que resultó un gran fracaso, pero no se desanimó y continuó con películas como Las melancólicas (1971) o Triángulo (1972) esta última producida con Portugal y por la que empezó a tener cierto nombre. Tres años más tarde rodaría su película más famosa, la adaptación de Pepita Jiménez de Juan Valera que contaba ni más ni menos que con  Sarah Miles y Stanley Baker  de protagonistas.

Para el Proceso a Mariana Pineda contó con un guion de Carmen Icaza Zabálburu (no confundir con Carmen Icaza y de León como ha sucedido en otros medios) que produjo la serie también, revisado por el propio director y por Emilio Romero. La producción tuvo un presupuesto de 162 millones de ptas., el vestuario fue complicado, pues según cuentan las crónicas  no se había hecho ninguna película ambientada en esos años. Pero de lo que más se hablaba era de Pepa Flores...

La actriz había conseguido relanzar su carrera y dejar atrás su etapa como Marisol, Armiñán en Carola de día, Carola de noche (1969) había logrado hacer la transición, luego Bardem (La corrupción de Chris Miller (1973), El poder del deseo (1975)) y Eugenio Martín (La chica del molino rojo(1973)) la afianzó con buenos resultados en taquilla. Mario Camus logró la que creo que es su mejor película (Los días del pasado (1978)), pero aquí el público la dejó de lado, lo cual supuso un abandono del cine no escrito con alguna participación en los pseudomusicales de Carlos Saura. Verla de protagonista nuevamente en Proceso a Mariana Pineda despertaba expectativas altas. 


Pepa Flores en sus pocas declaraciones a la prensa que hacía, declaraba que se sentía identificada con el personaje, mujer andaluza, madre joven y luchadora por la libertad. Su interpretación que me parece francamente notable, tuvo una serie de criticas que parecían hechas, incluso, desde antes de empezar la serie. El diario El País recogía en su edición del 11 de diciembre de 1984 que había “defraudado a los intelectuales universitarios de la ciudad (Granada) y a la gente de la calle”

Uno de los más críticos fue Manuel Orozco quien declaraba que “Mariana Pineda para bien o para mal perteneció a la aristocracia o alta burguesía liberal de Granada y no fue ese ser agrio y frenético que intenta encarnar una mala actriz de gestos o modales barriobajeros en acción”. El periodista Alejandro Víctor García señalaba “el ligero asomo pro-soviético en su desenvoltura ante las cámaras, más social realista que dulce y tan alejado de la Mariana que nos describe su biógrafa Antonina Rodrigo.” Incluso Francisco Ayala publicó una "tercera" en el ABC en la que tachaba de ridícula la actuación.

 Moreno Alba criticó que si hubiese sido otra actriz no se habrían producido tales comentarios y que se estaba haciendo un paralelismo entre la vida privada de ella y la de Mariana: “Hay mucha gente, y esto no es una suposición, que no quiere ver en la serie a Mariana Pineda, que lo que quiere ver es a Pepa Flores, lo que resulta perjudicial para todos. ¿Cuál puede ser la razón? Tal vez que la actriz ha crecido con una generación que fue proyecto y que hoy tiene vigencia, de esa generación unos han alcanzado el cenit de sus esperanzas, a los otros la vida les ha ido trayendo la frustración y, mientras tanto, Pepa Flores sigue en la brecha. La gente conoce sus ideas políticas, pero no existe el mínimo paralelismo entre su vida y la de Mariana Pineda, el personaje tiene vigencia social y civil después de que España ha perdido la Constitución, exactamente al revés que Pepa Flores que se desarrolla en la dictadura y entra después en el contexto constitucional." (ABC, 2-12-1984)

La actriz, sin embargo, establecía paralelismos: “precisamente yo creo que los problemas que impulsaron a Mariana en su lucha siguen existiendo todavía hoy en nuestra sociedad, a pesar del siglo y medio transcurrido desde su muerte. Y esa fue una de las razones principales que me decidieron a aceptar el papel. (…) La actitud de Mariana Pineda responde a una problemática histórica que desgraciadamente no ha perdido aún actualidad. (…) Como quiera que la figura histórica de Mariana marcó un hito que todavía permanece vivo, yo he intentado a nivel personal interpretar a un personaje que en todo momento resulte creíble, humano y real a los ojos de los espectadores de hoy, procurando acercarlo a la sensibilidad actual para que no se quede aislado y distante.

No gustaron tampoco en Granada las siguientes declaraciones: "hoy a mí por lo menos me ha dado la impresión de que en Granada no se conocen suficientemente la vida y la importancia histórica de Mariana, aunque quizá la culpa de estos hechos la tengan los muchos años de ocultación del tema que hemos padecido en épocas anteriores. El caso es que me llevé una gran decepción cuando, después de buscar con gran entusiasmo la tumba de Mariana en la Catedral, donde apenas nadie sabía el lugar exacto en que estaba enterrada, pude comprobar que se halla en una especie de alcantarilla que pasa completamente inadvertida en el templo, y yo creo que esta mujer se merece otra cosa".


Para el papel del temible juez Ramón Pedrosa se escogió a Germán Cobos quien dijo de la serie que estaba convencido de que iba a ser un éxito impresionante ya que se trataba de una serie comercial, una película de aventuras, con buenos y malos sobre un fondo romántico y en la que además ganaban los malos. Pedrosa era el antagonista de Mariana, el Alcalde del Crimen de la Real Chancillería y desde 1831 Alcalde de Casa y Corte, comisionado por orden de Fernando VII para las causas por conspiración contra la seguridad del Estado y de los derechos del trono, pasó a la historia como verdugo de la libertad. El actor decía de él: "hoy creo que es la primera vez que interpreto en cine a un hijoputa. Siempre hecho de bueno de galán. Mi personaje representa la represión. Pienso, en este sentido, que Pedrosa es honesto porque cree que se necesita mano dura, está convencido de la bondad del sistema represivo y, por otra parte, como es habitual con tipos así, es un ser despreciable, ambicioso y trepa. Los conflictos que presenta la serie son universales y actuales. Hijoputas como Pedrosa hay a barullo hoy en día. La derecha cerril española haría ahora lo que él hizo entonces."


Ciertamente, Germán Cobos borda su papel, aunque no esté bien decirlo, la maldad del personaje le da mucho ritmo a la serie y es que siempre en este tipo de producciones ha ido bien tener un personaje malvado. Sus diálogos con Mariana permiten la exhibición dramática de ambos en estado puro, a ello ayudan mucho los primerísimos planos que Moreno Alba emplea.

En el resto del reparto encontramos en los roles de más protagonismo a Carlos Larrañaga como el Capitán Álvarez de Sotomayor, o a un joven Juanjo Puigcorbé no muy creíble en su papel de Teniente Alba, quizá el punto flaco de la serie, entre otros nombres ilustres.

A pesar de las críticas, las cuales desconocía cuando vi por primera vez la serie, me gusta. La dirección de Romero Alba tiene nervio, capta muy bien la situación de angustia de los liberales y la opresión del momento. Perfectamente escenificada, muestra una exquisita sensibilidad combinando todo el material que tiene, no se limita solo a dirigir bien a los actores (excepto a Puigcorbé como he dicho), la cantidad de contrapicados y de primerísimos planos le da a la imagen una viveza algo inhabitual en las series de entonces. Cuenta con una fotografía excelente, capaz de hacernos leer la mirada de Mariana, sentir sus emociones a través de las sombras y de la luz que llega a emocionar. Granada queda muy bien retratada, cierto que puede chirriar ver en determinados momentos el Alcázar de la Puerta de Sevilla en Carmona en vez de Granada, pero eso son licencias que los directores saben bien por qué lo hacen, aunque no lo entendamos. Muchas veces rodar en otros sitios se debe a razones económicas, pero la mayor parte de lugares están rodados en la capital nazarí, considero secundario este problema.

Referente a la polémica antes mencionada que hubo entre ciertos intelectuales en Granada con la serie, evidentemente siempre un historiador o un escritor pondrá objeciones a cualquier trabajo cinematográfico/televisivo como es en esta ocasión, pero esto sucede también en otros ámbitos. La figura de Mariana Pineda, precisamente por haber defendido la libertad y la lealtad se convierte en patrona de muchos pensamientos, incluso de algunos más que ni la protagonista en cuestión se hubiera planteado o incluso defendido.

Francisco Ayala

Al leer el artículo del bueno de Ayala, creo que este se dejó llevar mucho por los recuerdos, los pasados siempre acaban dulcificando, también el tener como modelo la Mariana de Lorca o la biografía de Antonia Rodrigo no favorecía que la serie agradara si esperabas algo parecido…Ataca incluso una escena de “destape”. ¡Si viera las series de hoy!  Pueden leer el artículo a través de este enlace: https://www.abc.es/archivo/periodicos/abc-sevilla-19841127-3.html

Moreno Alba se defendía de sus declaraciones escribiéndole: "Respecto a sus recuerdos, no los considero justos ya que el propio Federico García Lorca dijo: “yo he cumplido con mi deber de poeta oponiendo una Mariana viva cristiana y resplandeciente de heroísmo frente a la fría vestida de forastera y librepensadora del pedestal”". Respecto a la biografía, lanzó una larga serie de preguntas donde quedaba patente su hartazgo sobre las críticas y que nos sirven también para reflexionar sobre los distintos tipos de lenguaje a la hora de enfocar la historia

“referente a la comparación con el libro de su amiga granadina sinceramente le pregunto: ¿debemos
tener la misma actitud y talante leyendo un libro que escuchando y viendo imágenes en televisión? ¿Son ambas las mismas técnicas? ¿Es la novela, el teatro, el cine, la televisión, el mismo fenómeno? ¿Mi actitud es la misma leyendo un libro sobre cierto personaje y tema histórico que mirándolo y aprendiéndolo en imágenes de televisión? ¿Son las mismas indagaciones las que hay que hacer para escribir un libro que las técnicas que hay que emplear para realizar una narración en imágenes de televisión? ¿Tienen las mismas posibilidades los libros que la televisión? ¿Es lo mismo leer en un libro, un documento histórico que escenificar a través del gesto de una actriz determinada ese mismo documento histórico narrándolo con imágenes de televisión? ¿Es lo mismo como documento de investigación histórica la novela, el cine, el teatro que la televisión? ¿Tenemos la misma intimidad cuando se va al cine, cuando se lee un libro o cuando nos disponemos a ver televisión? Yo creo que no y que cada medio tiene sus tesis y teorías “

Rafael Moreno Alba

Concluyó así: "nada tengo que objetar a su reseña crítica por la sencilla razón de que es su opinión y un servidor de usted está dispuesto a entenderla, aunque piense de otro modo, pero como admirador de Mariana Pineda me permito con todo respeto hacerle la siguiente observación sobre el estilo y estructura de narración, sobre la forma y el fondo de esta diversión para televisión. Usted sabe mejor que muchos, que la novela española del siglo XIX, la novela realista, nació del cruce de la novela histórica romántica con el costumbrismo y dentro del seno de la novela de costumbres nació después una nueva forma de novela histórica, Los episodios nacionales de Galdós. En cambio, en Don Pío Baroja las cosas pasaron de otro modo, su novela histórica, Las memorias de un hombre en acción tiene otro estilo. ¡Dios me libre de comparaciones! Pero mi Proceso a Mariana Pineda televisivo ha querido seguir el estilo y aire barojianos, su corte -a eso que llama usted imágenes atropelladas- de estructura narrativa. Por último le recuerdo lo que dijo don Miguel de Unamuno: ¿Ente de realidad? ¿Ente de ficción? Y añadió de realidad de ficción, que es ficción de realidad. No se puede proyectar una vida sin elementos imaginativos y estos cambian con cada época”

Para que saquen ustedes sus propias conclusiones y conozcan y se aproximen a la figura de Mariana Pineda, les recomiendo que vean la serie, la cual pueden hallarla en el Archivo de TVE, en la plataforma de FlixOlé y encontrarla editada en DVD, aunque me imagino que ya descatalogada.



13/04/2023

Nuestras mejores...

 


Hace ya unas semanas se puso a la venta el libro Our Betters, promovido por el programa de radio "Cowboys de medianoche" que conduce Luis Herrero y en el que colaboran José Luis Garci, Eduardo Torres-Dulce y Luis Alberto de Cuenca. Más de 800 oyentes, incluido servidor, han votado las que para ellos son las mejores películas, aunque la intención inicial, por lo que había entendido, era más bien elegir aquellas por las que sentías más cariño y no tanto por la calidad. La ganadora ha sido El padrino, algo que se esperaba por los comentarios. Por cierto, antes de continuar, el título hace referencia a una película no muy conocida de George Cukor de 1933, la cinefilia de Garci no tiene límites, la traducción sería “nuestras mejores”.


Hace ya ocho años que el director publicó Las siete maravillas del cine y que incluía también votaciones de oyentes y gente famosa. Todo viene movido por la publicación cada diez años de la que se suponía, hasta hace unos meses,  “la lista canónica” en la revista británica "Sight and Sound". Esta salió por primera vez en 1952, imponiéndose Ladrón de bicicletas de De Sica, luego cedió el puesto a Ciudadano Kane de Welles que se mantuvo líder desde 1962 hasta el 2012 cuando Vértigo de Hitchcock le arrebató el puesto. Vino el 2022... y la ganadora fue Jeanne Dielman, 23 quai du Commerce, 1080 Bruxelles dirigida por Chantal Akerman, película que la mayoría de mortales ni había visto, ni conocía, todo un apaño movido por ciertas corrientes políticas que ha perjudicado la fiabilidad de este tipo de encuestas y que incluso ha dañado al propio filme alabado y bendecido como el mejor de la historia.

Quzá por eso, la aparición de Our Betters, aunque nada tiene que ver con el bodrio perpetrado por la publicación británica, no me entusiasmaba tanto, pero me ha encantado leer las listas de los que han votado diferente, Cuenca con El príncipe valiente, por ejemplo. Como decía antes, bien escuché que había que votar más con el corazón que con la cabeza y la idea la vi fabulosa, para qué queremos más listas de películas canónicas. El mismo José Luis Garci sacó hace dos años un libro original llamado Películas malas e infravalorados, todo un homenaje a aquellos films, actores, directores, etc. que por una serie de circunstancias no están en el Olimpo de los cánones, les recomiendo su lectura. En la portada teníamos, excelentemente escogida, la carátula de Los insaciables de Edward Dmytrick, aquella introspección del mundo del cine con George Peppard y Carroll Baker, si no recuerdo mal fue la última de Alan Ladd.

Hace una semana les hablaba de Una cuestión de vida o muerte, pues esta la puse en la lista de Our Betters que envié porque dentro de mi cinefilia me supuso un impacto, era la primera vez que veía una película en Technicolor en pantalla grande y aparte de esto era una obra maestra. Al elegir las quince, pensé en algún motivo, pero es evidente que después de muchos tachones, hay algunas que me es imposible quitar.

Quizá este mundo de las listas necesite de un libro donde realmente votemos películas no tanto por la calidad, sino porque nos iniciaron en esto de ver cine. No necesariamente han de tener cinco estrellas, ni cuatro, ni tres...  Hoy voy a citar cinco de esas que no aparecen por ningún lado y que bien podrían ir a parar a algún libro de estos que reivindico. Animo, pues, a su confección próxima y que dejemos en paz a El padrino o a 2001 al menos por un momento ¿Alguien las vio cuando era adolescente y se hizo cinéfilo con ellas? Yo no, la primera a los 20 y la segunda con 15 sin entender mucho, más bien la aguanté porque la concebí como si fuese Fantasía de Walt Disney, quedaba muy bien acoplada la música clásica a las imágenes.

Después de hacer amigos con esto último, comienzo por una cuya marginación ha ido "in crescendo", hablo de La vuelta al mundo en 80 días, fue la primera película que vi en el cine, fue una reposición de verano y yo apenas tendría 5 años, fue en el Cine Bailén de Barcelona. Se me quedó grabada la música de Victor Young, no iba mal encaminado ya que este músico ha escrito para películas que ahí sí pondría la máxima clasificación: El hombre tranquilo, El mayor espectáculo del mundo, Raíces profundas, Johnny Guitar…A pesar de mi corta edad, pondría la mano en el fuego que algo se me quedó. Saul Bass nos la resumía en unos créditos que son una obra de arte.


Otra que nunca aparecerá: El tulipán negro, por cierto, que sirva, aunque tenga un papel secundario, de pequeño homenaje a Laura Valenzuela. Era como el Zorro en época de la Revolución Francesa, a Delon le gustaba tanto ponerse el antifaz que hasta hizo otra ya con el nombre del raposo. Entretenida, simpática y de paso una lección de historia, aunque fuese con calzador. De nuevo la música se me quedó en la cabeza con esa marcha que ahora algún entendido dirá que es música popular (como si eso fuera malo),

Otra, y sigo con el cine de aventuras :Los piratas de las islas salvajes. Al director Ferdinand Fairfax no lo conozco mucho, pero entre sus guionistas estaba John Hughes, todo un icono de mi generación. Tenía también una banda sonora muy pegadiza de Trevor Jones, escucharla me evoca cuando se ponían películas de este tipo por televisión los sábados por la tarde. En el reparto había un Tommy Lee Jones siempre efectivo que compensaba la insipidez de Michael O´Keefe, pero era algo que no teníamos muy en cuenta… Que conste que estas son las tres primeras que me han venido, pero no es casualidad que te salga el género de aventuras cuando piensas en películas menospreciadas, algo a lo que se ha unido el mundo de las bandas sonoras, ahora los iluminados nos dicen que la música en el cine no se ha de notar, ya no hay grandes obras sinfónicas y los nombres de los compositores que antes nos sabíamos de memoria, ahora pasan con más discreción que el asistente del fotógrafo.

Pero dejemos el cine de aventuras, me ha salido una españolada y concretamente con Alfredo Landa: Los días de Cabirio. Antaño se ponían estas películas a todas horas por televisión, ésta en concreto siempre me pareció de las más divertidas, me recordaban en casa que esto de Cabirio era porque había una con Giulietta Massina, aquello me picó la curiosidad. Sin embargo, la película de Fellini estaba secuestrada por un problema de derechos, así que me tocó compadecerme de Cabirio bastantes veces antes de descubrir el gran clásico. Confieso que me reía, pasaba una hora y media volando. Menos mal que Betriu nos enseñó que se podía seguir haciendo lo del "landismo" en los 90 con Sinatra, un título que bien podía haberlo puesto aquí. Repasándola después y viendo que en el guion estaba Juan Miguel Lamet (tan exigente en el ¡Qué grande es el cine!...) no sería tan mala… 

Y ya por acabar, sigo con el cine español, y me voy a la "Trilogía negra" de Rovira Beleta... Pues si, es una trilogía y perdonen la redundancia. Yo la voté en la lista de los "Cowboys", pero solo me han puesto la primera que es Hay un camino a la derecha, o sea que si van a la última página y la ven con un voto, ya saben de quien es... Tomo prestadas unas palabras de José Luis Borau en el funeral del director barcelonés que decía que con su cine “nos dimos cuenta de que se podrían hacer películas de acción y montaje brillantes de concepción y realización, lo que nos dio confianza a todos los que vinimos detrás de élEl expreso de Andalucía y Los atracadores completaban el tríptico. Me gustaba ver ese cine rodado en las calles de mi ciudad con tanta fuerza dramática, creo que no hay un documento que muestre mejor cómo era el puerto... Un director, Rovira Beleta, que amaba el cine y su ciudad, pero que los Ayuntamientos que hemos tenido y padecemos, ya sean de color rosa, convergentes o colauitas, no se han dignado a dedicarle una calle o espacio y eso que no paran de cambiar placas…

Echemos una mano a este cine que nos entretuvo tanto... De lo contrario, ya han visto lo que ha pasado en "Sight and Sound"...

16/02/2023

Marathon (1993): La dura prueba olímpica de Carlos Saura



Carlos Saura rodando Marathon en 1992 


El pasado viernes fallecía Carlos Saura, la casualidad quiso que el mismo día coincidiera con la muerte de Hugh Hudson, el director de Carros de fuego. Del segundo apenas se habló, su filmografía fue como una gaseosa, tras su oscarizado film le llegó otro gran éxito Greystoke, la leyenda de Tarzán, el rey de los monos, sin embargo un año después fracasaba estrepitosamente con Revolución, filme sobre la Independencia de los EEUU que contaba con un reparto encabezado por Al Pacino, Donald Sutherland o Natassja Kinski, incluso provocó que su actor principal se retirase momentáneamente del cine hasta Melodía de seducción

Hudson siguió, pero en un segundo plano, algunos documentales o películas anodinas como Nuevos rebeldes en 1989. Más de uno estará pensando por qué me pongo a hablar de Hudson y no de Saura, pido calma ya que todo tiene una relación. Volvamos a la fecha donde lo había dejado, empezaban los 90 y al cabo de dos años los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, alguien pensó de nuevo en Hudson y lo contrató para que filmase la película oficial de las Olimpiadas teniendo en mente su oscarizada película, que a pesar de la decadencia de su filmografía, seguía bien viva en la memoria colectiva.



   

 El director aceptó, pero al cabo de un tiempo renunció al no aceptar que le impusieran técnicos españoles que no eran de su confianza, él solo dirigiría con los suyos. Había que buscar otro nombre y el elegido fue Carlos Saura, nombre propuesto por el coproductor del filme Andrés Vicente Gómez tras una reunión del Comité Organizador Olímpico de Barcelona (COOB). Para Saura fue una sorpresa, pidió el guion y dos días para pensárselo. El guion llevaba por título Marathon (Las llamas de la paz) y estaba escrito por Melvyn Bragg que contaba en su obra con Isadora, La pasión de vivir o Jesucristo Superstar. Estaba concebida como una mezcla de documento y de ficción, se pensó en Sean Connery y Antonio Banderas para el reparto, su presupuesto era de unos 900 millones de las añoradas pesetas. 

 El 14 de julio de 1992 y tras el sí de Saura, este se puso a trabajar en ella, la rueda de prensa para hablar del rodaje fue multitudinaria, la prensa llegó a comparar al director con una estrella hollywoodiense por su recibimiento y la expectación creada con esta película. Pero poco a poco se fue desinflando el proyecto inicial, el director dejó bien claro que el guion leído era “muy complejo y laborioso”, que no contaría con Sean Connery porque “la apariencia física de un actor tan conocido destruiría toda la continuidad narrativa. Vendría a ser un número de circo innecesario”. El director aragonés se mostraba enfadado ya que la "Asociación Catalana de Productores Cinematográficos y Audiovisuales" criticó su elección, en una nota se podía leer que Saura era “un director de tipo intimista que había fracasado cuando había pretendido filmar temas más épicos”. Tal nota provocó la dimisión del director del "Instituto de Cine Catalán", Joan Antoni González.

 La estructura del guion reescrito estaría formada por una serie de historias paralelas iniciadas por Filípedes, soldado griego que tras recorrer 42 kilómetros para anunciar la victoria de su ejército sobre los persas, murió. Reiteró que no necesariamente toda la película sería sobre deporte, quería también enfocar el esfuerzo de Barcelona para la organización de los Juegos. Descartó también que otros actores salieran por la misma razón que había rechazado a Connery y desveló que esta había sido su condición para aceptar dirigirla: "Se trata de una película sobre los Juegos y en la que se pretende destacar el esfuerzo y la vida muy solitaria de los corredores del maratón”. No obstante, la película podía variar porque se tenía que ceñir a solo 100 minutos y la cantidad de metraje tendría que ser forzosamente manipulado, incluso llegó a decir que se planteaba rodarla en blanco y negro porque criticó que las mejores imágenes las tendrían las televisiones, ya que estas ocuparían mejores lugares para filmar y que tendría que recurrir a lo que no se muestra como los momentos de descanso, la preparación física, etc.

 La verdad es que Saura se encontró con una buena prueba, la de querer filmar una película de autor cuando se pretendía algo más comercial, incluso la productora se empeñaba que diera vuelta atrás y aceptara a Antonio Banderas, pero tal y como dijo Andrés Vicente Gómez: "Saura es muy aragonés y no cambiará de opinión". En cada rueda de prensa le preguntaban lo mismo, incluso en una le sugirieron filmar a algunas de las estrellas hollywoodienses que estaban en Barcelona viendo los juegos: "Prefiero filmar una entrevista con un atleta que con Jack Nicholson. No ruedo un filme de sociedad

 Saura se mostró sorprendido con "La fura dels Baus" que calificó de fantásticos y extraordinarios y que recrearían la batalla entre persas y griegos que supuso la revelación de Filípedes. Zanjó la polémica de las imágenes y el conflicto con las televisiones asegurando que estaba satisfecho con lo que estaba obteniendo. Insistía en querer reflejar su preocupación por el ser humano: “el deporte es una cosa muy bárbara, algo animal, porque la gloria está en función de décimas de segundo, el que llega antes es el que corre más. También por eso, creo que tiene mucho de infantil” También aprovechaba para reflexionar sobre el papel del cine: “parece que el cine tiene una simplicidad infantil, falta ansiedad para hacer una película, es una sensación que no puedo explicar, está moribundo contar las mismas historias, prefiero a alguien que cuente algo, aunque sea imperfecto, pero que de verdad lo sienta y exprese. Me molestan los guiones de hierro, las películas en las que ya sabes lo que va a pasar”.(…) “El mundo del cine como el de la literatura pide esfuerzo y dedicación, que marque la diferencia con la mediocridad y el aburrimiento que nos ofrece el mundo de la televisión, el cine ha de ser inteligente y sensible ante la superficialidad actual que nos ofrecen los concursos baratos y los culebrones malos, que sea la base de nuestra cultura moderna y también de nuestra existencia

 Llegó el mes de septiembre del 92 y el director anunció que el rodaje se alargaba hasta finales de año mientras presentaba su documental Sevillanas en Venecia: "hoy estamos en lo que se podría denominar una segunda fase, primero rodamos imágenes documentales de los juegos y esto lógicamente está acabado. Además de todo el material rodado, que será muy difícil de montar, tenemos a nuestra disposición las imágenes de la maratón que aparece en todos los anteriores filmes olímpicos. No me interesa tanto la figura de los ganadores como la de los otros atletas que participaron. Antes de la carrera, los expertos me diseñaron los favoritos y ninguno ganó, viajaremos a diversas ciudades del mundo para entrevistar y filmar a varios atletas".

 

Sin embargo, las fechas no fueron como dijo y Saura interrumpió el montaje en noviembre del 92, lo justificó porque tenía comprometido, antes de aceptar la dirección de Marathon, el rodaje de Dispara, coproducción hispano-franco-italiana, aseguraba tener ya más de la mitad del camino recorrido, lo que le faltaba era decidir por dónde iba a ir el largometraje porque “todavía estoy un poco abrumado ante la cantidad de material, sobre diez horas de montaje que es a lo que quiero reducir todo lo que tengo, haré una segunda reducción para obtener una hora y cuarenta minutos que será la duración aproximada del largometraje"

Puntualizó varios cambios efectuados hasta el momento, decidió incluir una voz en off que apoyase las diferentes partes de que constaba el filme, quedaba en una incógnita la participación de la Fura dels Baus que Saura daba como segura en agosto: “no lo tengo claro ahora, debo visualizar todo para comprender lo que quiero hacer, que es algo más que un documental, pretendo opinar sobre lo que he visto en Barcelona, el material es tan rico y abrumador que no sé aún cómo canalizaría mi colaboración con con La Fura, necesito reflexionar para completarlo todo. En cualquier caso, queda la intención primera de no llevar a cabo una historia épica ni grandilocuente, sino un filme formalmente extraño en el que se mezclarán, sin pudor, vídeos, fotografías e imágenes documentales para hablar de lo que duele y conmueve” 

Andrés Vicente Gómez
Empezábamos el 93 y vino otro problema, Andrés Vicente Gómez anunciaba en marzo que paraba la
película por falta de subvención. El productor había solicitado 85 millones y, al ser rechazados, paró en secreto la película, la carta que envió al ministro aseguraba que no había recibido dinero del COOB, tan solo facilitar el trabajo al director. Esta fue solo una de las múltiples aclaraciones que se tuvieron que hacer, varios miembros del comité de selección de subvenciones se opusieron a la concesión de la ayuda ya que no estaba muy clara la financiación en la que habían colaborado Iberoamérica Films, Ovídeo y Lola Films. Gómez dijo que llevaba gastados 400 millones y le faltarían unos 100 para poder acabarla.

 El consejero delegado del COOB Josep Miquel Abad tildó de incomprensible que el Ministerio de Cultura no diera la subvención, el ministro Solé Tura achacó a los representantes catalanes en el Comité asesor de ayudas a la Cinematografía del ICAA el rechazo, estos en una nota dijeron que el proyecto de Marathón fue rechazado de entrada por el grupo de trabajo de guiones del comité por defectos de forma en el guión presentado, ya que no se ajustaba a lo rodado, y no por el grupo encargado de proyectos catalanes de acuerdo con los criterios de evaluación establecidos por el ICAA. Finalmente el culebrón acabó con la subvención dada en junio y el ministro explicando que la no concesión fue por causas burocráticas, pues la petición formal no se ajustaba al reglamento.

 La película finalmente se acabó y se anunció el estreno el 25 de julio de 1993 coincidiendo con el aniversario de los JJOO. Andrés Vicente Gómez aseguró que esta vez Marathon  recibió la ayuda ministerial por sus protestas de hace unos meses y porque la productora había presentado como domicilio social de la cinta el de Madrid y no el de Barcelona porque en la anterior ocasión eran dos miembros catalanes de la Junta los que se oponían  para que hubiera otras películas catalanes subvencionadas, puntualizó que a  pesar de la subvención no recuperaría la inversión. Habría un preestreno en Lausana el 22 de junio que contaría con Juan Antonio Samaranch y Pasqual Maragall. La carrera comercial del filme no sería hasta después del verano.

 

Vino el prestreno y hubo opiniones más bien frías, unos alababan la belleza formal de las imágenes, pero se echó en falta la ausencia de muchos deportes y especialmente del espíritu ciudadano. Saura explicó dicha ausencia argumentando que la repercusión de Barcelona 92 estuvo machacada por las transmisiones televisivas y razonó su preferencia por el atletismo debido a que es un deporte que él practicó y que es en su opinión el que mejor reflejaba lo que eran los juegos. Tal frialdad en las opiniones motivó que se solicitaran modificaciones para el estreno que tendría lugar el 25 de julio en el Palau Sant Jordi de Barcelona, se obligaba al director a que aligerara al menos en 10 minutos la parte que se dedicaba al atletismo e incluir por sugerencia del COOB el tema “Amigos para siempre”. El presidente de la Federación catalana de natación David Moner declaró que estaba claro que “Saura era de secano” visiblemente molesto al no incluir apenas imágenes de la piscina olímpica. 

La reacción del director fue negativa al decirle que tenía que cambiar la película, aunque al día siguiente admitía la posibilidad de aligerarla. La reacción del público en su estreno fue fría, Saura dijo no sentirse afectado por determinados comentarios, en el plano de la política, el presidente de la Generalitat Jordi Pujol, destacó que la cinta le había permitido revivir lo que pasó hacía un año y disfrutar todavía más de la ceremonia inaugural y que reflejaba los aspectos humanos de los deportistas, el alcalde de Barcelona Pasqual Maragall evaluó que la cinta era de gran profundidad sobre todo por el reflejo de la victoria y la derrota, pero encontró a faltar la ciudad, el ministro de Comercio y Turismo Javier Gómez Navarro destacó que la producción le había gustado más en esta versión que en la que había visto en Lausana: el recorte de escenas había beneficiado porque con la inclusión de otras se resaltaba la epopeya y la lírica del deporte", el portavoz del grupo popular Alberto Fernández Díaz reiteró que era una película excesivamente larga y que no recogía el calor humano de una ciudad que se volcó en el evento olímpico. 

Los diarios reflejaban la decepción con el filme: Un documento sin ideas innovadoras titulaba Quim Casas en "El Periódico" que había defendido al director desde el principio, el "Avui" cargaba duramente, su crítico Joan F. Molina escribía que la impresión que daba era la de una competición de atletismo entre EEUU y el Estado español en una ciudad donde solo se habla en castellano, “Marathon inútil” escribía Àlex Gorina en la "Guía del Ocio", el crítico fue duro con el cineasta: “Hace años que no se sabe qué historia nos está contando, ni lo que le interesa y Marathon es el perfecto símbolo de su despiste integral"

Andrés Vicente Gómez defendió que tanto Pasqual Maragall como Joan Antoni Samaranch habían
hablado bien de la película y calificó de paletos a los miembros de la Asociación de Productores Catalanes en el Festival de San Sebastián que criticaron la elección del director. Saura suavizó el enfado del productor y argumentó la ausencia de la ciudad: "Para mí, Marathon es un acto de amor a Barcelona y creo que Barcelona está presente en cada metro de la película. Es una ciudad que quiero y encontré en ella toda la colaboración. Ahora bien, un documental sobre la Barcelona que vivía los JJOO sería otra cinta" y advirtió sobre los peligros de "los chovinismos"

Pero la polémica siguió acompañando a la película, problemas en la distribución que no creía en su comercialidad impidieron su estreno en cines, TVE la emitió al cabo de unos meses, lo cual provocó que el Ministerio de Cultura amenazara con quitarle la subvención, hubo otro cruce de acusaciones en los que Andrés Vicente Gómez aseguraba que aun no la había recibido y la tele pública se defendía diciendo que había pagado 150 millones a la productora por emitirla y que en el contrato no especificaba nada de cuándo se tenía que emitir. 

Con este post, he querido homenajear a Carlos Saura, ya que creo que refleja muy bien lo que un cineasta de autor ha de soportar. La película al cabo de 30 años está completamente olvidada, ni se cita su trabajo que podría gustar o no. Apenas he encontrado imágenes de ella en el Youtube.  Se puede ver entera en:


Carlos Muñoz Muriedas

02/09/2022

Tarantino y el Diario íntimo de Adele H. de Truffaut

 



La pasada semana, ciertas declaraciones de Quentin Tarantino sobre François Truffaut se convirtieron aquello que, en lenguaje pedante, llaman  “virales”, como si no tuviéramos bastante ya de virus. La polémica estaba servida y el contagio de hablar de ello se apoderó de este blog, así que pensé que era un buen tema para empezar este septiembre.

En la parte positiva, como dirían antaño en los créditos del "Un, dos, tres" de  Ibáñez Serrador, está la sinceridad del director de Reservoir Dogs, la manía hacia el director francés no es nueva como se ha recordado en más de un medio, ya en su novela de Érase una vez en Hollywood, el personaje de Cliff Booth deja patente lo que el director sentía hacia su filmografía:

Lo Intentó dos veces con Truffaut, pero no le llegó. No porque las películas fueran aburridas (lo eran), pero esa no fue la única razón por la que Cliff no entró. Las dos primeras películas que vio (en una doble función de Truffaut) simplemente no le atraparon. La primera película, 'Los 400 golpes', lo dejó frío. Realmente no entendía por qué ese niño pequeño hizo la mitad de la mierda que hacía. Y pensó que los tontos deprimidos en 'Jules y Jim' eran una puta carga".

Por otra parte, tiene todo el derecho del mundo a decir lo que quiera, de la misma manera que a los que nos gusta el cine de Truffaut reprocharle lo dicho, aunque compararle con Ed Wood ya entra en la parte negativa y da la sensación de haber buscado expresamente que se hablase de él.

No obstante, llama la atención que a pesar de no declararse fan de Truffaut, remarca algunas excepciones que sí le gustan, aunque solo cita Diario íntimo de Adele H. Sorprende, ya que estaría esta en las antípodas del cine de Tarantino.





Rodada justo después de La noche americana, recrea la trágica vida amorosa de la segunda hija de Víctor Hugo. Atraída por un teniente del regimiento de los húsares ingleses, este no le corresponde, pero ella le seguirá por todas partes. Truffaut describía así el filme: “Quería conseguir un clima sofocante y así toda la película está rodeada de cuatro paredes. Es una película sobre la claustrofobia, la soledad y la pasión

Para conseguir ese efecto contó con la fotografía de Néstor Almendros, la cual consigue que entremos en su triste mundo, son constantes sus miradas al espejo, su deambular por las calles, la misma pesadilla que se va repitiendo. Si los tontos deprimidos, como dice Tarantino, de Jules y Jim eran tres, aquí solo ella, ya que hábilmente el teniente apenas tiene protagonismo, incluso hay un momento que lo confunde de espaldas y resulta que es el mismísimo Truffaut. A pesar de ello, hay bastantes relaciones con sus otras películas como la idea del amor obsesivo o las ideas fijas que en las despreciadas La sirena del Mississippi o La novia vestida de negro se convertían en las auténticas protagonistas, verdadero tema por otra parte, más que buscar un thriller.

Más de uno nos hubiese sacado a un actor encarnando a Víctor Hugo que probablemente estropearía el clima, Truffaut solo saca la voz y ya es suficiente para describir la distancia entre padre e hija, ella le pide constantemente dinero, le pesa llevar ese apellido que la hace sentir más desgraciada, utiliza un apellido falso y en el título de la película solo leemos la inicial. Truffaut explicaba que le atraían los personajes al margen de la sociedad y que el problema de identidad de ella era como el del niño salvaje pero a la inversa, ya que se trataba de un escritor famoso y todo un genio.

Escenas como el paseo por el cementerio nos traen ese Truffaut del romanticismo que incluso mejoraría con La habitación verde, el final impacta por la sensibilidad y patetismo. Pero mientras escribo y pienso en planos de la película me viene a la cabeza constantemente cómo ha podido Tarantino decir que Truffaut es como Ed Wood y no paro de darle vueltas. Quizá no sea una comparación tan odiosa, Wood amaba el cine y Truffaut hasta se podría sentir identificado con aquellas ganas de rodar locas de él.

La infancia atormentada de Truffaut, quizá por ello fuese sensible con personajes como Adele H. le marcaron para siempre. Como crítico y atraído por ese amor llamado cine fue exigente, le llamaron incluso el sepulturero del cine francés, más de una vez cuando era aun un joven alocado por el celuloide se equivocó, llegó a decir que John Ford “babeaba ante galones, insignias, botas y doraduras”, pero luego rectificó e incluso sus escritos fueron fundamentales para cierta cinefilia, dejó ya en la memoria aquella frase que utilizamos de “Y como él era creyente, que Dios bendiga a John Ford”  

Yo no soy fan de Tarantino, aunque con alguna excepción que debería revisar de nuevo, no me cae mal, pero sin darse cuenta tiene mucho en común con el añorado director francés y quizá más que con su estimado Godard. La huella de Truffaut está en Kill Bill, incluso Malditos bastardos nos evoca algo a El último metro...Pero miremos lo positivo, más de uno se interesará ahora por Truffaut y ver quién era ese Ed Wood del cine francés

El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...