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11/05/2023

Sabrina (1954): El "menor" Wilder, la mayor película

 


Tengo en mi videoteca una serie de películas bien guardadas a las que suelo recurrir cuando el hastío vuelve con su ejército a dar la lata, sin ir más lejos esta ola de calor unida a las campañas electorales me provoca que tenga que buscar alguna solución para mitigar sus golpes, el antídoto tiene varios nombres y entre ellos brilla el de Billy Wilder: su ironía, acidez, inteligencia y una visión de la vida donde no dejaba títere con cabeza me reconcilian con el género humano, bien es cierto que nombres como ellos ya poquitos o ninguno queda en el cine, pero nadie es perfecto.

Al elegir uno de sus títulos también suelo ir contracorriente y visionar más aquellos que algunos críticos tacharon de menores, ahí están ni más ni menos que Sabrina, La tentación vive arriba, Bésame tonto, Avanti… A más de un director de esos que tanto citan en las redes como genios ya le gustaría tener el 10% de cualquiera de sus fotogramas. Pensando también en este blog y en la entrada de esta semana,  escojo Sabrina ya que hace un tiempo hablé de Ariane y así complemento aquel artículo https://nosinlostitulos.blogspot.com/2021/07/sabrina-sabrinay-ariane.html


Sabrina es del año 1954, Wilder llevaba un tiempo sin hacer comedias, él decía que cuando no las rodaba estaba de mejor humor, en cambio al prepararlas era todo lo contrario. Fue su última colaboración con la Paramount, los estudios que le habían dado la oportunidad de ver sus guiones plasmados y debutar en la realización. El director acababa de rodar Traidor en el infierno y un directivo le pidió si podía suavizarla para que no se enfadasen los alemanes, se negó y decidió marcharse. Pero dejó como broche esta película que sigue siendo una de las más queridas por el estudio de la montaña.

Y es que en Sabrina estaban Humphrey Bogart, William Holden y muy especialmente Audrey Hepburn en su segunda gran película en Hollywood tras ganar el Oscar por Vacaciones en Roma.  La obra de Samuel Taylor era vista como una buena oportunidad de afianzar su carrera y se pidió a Wilder que la dirigiera. Este contrató a su autor para colaborar en el guion, pero se vio absorbido por el trabajo del director vienés y sus constantes retoques en sus líneas, motivo por el cual abandonó, dos décadas después Wilder recurrió a otra obra suya, la admirable Avanti. Wilder entonces decidió contar con un guionista que luego seria considerado de los mejores, hablamos de Ernest Lehman ( Chantaje en Broadway, Con la muerte en los talones, West Side Story…)

Wilder quería trabajar con Cary Grant, pero nunca lo consiguió, esta maldición le acompañaba ya desde sus tiempos de guionista, lo quería para Ninotchka de Lubitsch, luego para Ariane…En aquellas fechas, Bogart quería cambiar su registro y acabó aceptando la oferta de protagonizar Sabrina. Las relaciones entre ellos dos fueron tensas, aunque el actor acabó disculpándose. Cuando se habla mal de la película siempre sale este tema y que no era el papel adecuado para él. Siempre he pensado lo contario, no me imagino a ese Linus Larrabee sin su rostro tan obsesionado con sus negocios con el plástico hecho de azúcar como perdidamente enamorado o dejando que la Hepburn le moldease el bombín. Aparte de ello, es una buena contrarréplica a Holden y su personaje hedonista.

¿Y qué decir de Audrey Hepburn que no se haya dicho ya? Buen ojo tuvieron al elegir la obra, su personaje frágil, dulce, elegante, aparentemente ingenua, sensible y mucho más inteligente de lo que puede parecer, John Williams (su padre) le aconseja que no intente alcanzar la luna y la envía a París para que madure (la añoranza por la vieja Europa donde está el amor en contraste con los EEUU). Ahí volverá cambiada y dirá que es la luna la que intenta alcanzarla a ella. Dos frases irónicas que esconden tras de sí que el amor sincero es una quimera. Ya en los títulos de crédito el punto sobre la “i” de su apellido es una luna, probablemente está desplazada en la vida, Wilder se sirve de otra frase en el personaje de su padre el cual ha de reprimir sus pensamientos al ver cómo están jugando con ella y le comenta a Bogart que ella no pertenece a ninguna mansión, pero tampoco su lugar es el garaje.

Los esfuerzos de Wilder en conseguir guiones excelentes se reflejan prácticamente en cada fotograma y en cada diálogo. Si una escena se le podía ir de las manos recurre a pequeños detalles que la refuerzan. Cuando Hepburn intenta suicidarse encendiendo los coches del garaje con la puerta cerrada harta de que David (William Holden) no se fije en ella, estos empiezan a hacer un ruido musical y desprender unas ondas de humo que hasta recuerdan esas “Sinfonías tontas” del primerizo Walt Disney, aportan una comicidad que rebajan la acción que podía ser vista como demasiado exagerada, pero que bien reflejaban su estado. Pasa lo mismo cuando escribe antes de esto su carta de despedida, pidiéndole perdón a su padre por suicidarse, tras una pausa, añade que por favor no vaya Holden al funeral ya que ni siquiera lloraría.

Sabrina es también un perfeccionamiento en el estilo del director, aquí se aleja en parte del toque Lubitsch, ya saben que el director tenía colgado un póster en el que ponía:"¿Cómo lo hubiera hecho Lubitsch?". No obstante hay alguna referencia implícita, en el encuentro con Bogart en la pista de tenis, ella le dice que pensaba que entraba para negociar su salida, sin nombrarla menciona que podría ser una opereta vienesa al estilo de El príncipe estudiante (La cual fue llevada al cine por Lubitsch en su etapa muda), él pregunta cómo acabaría el primer acto y le contesta que todos huyendo, cantando una canción. Cada vez que la veo, pienso que Wilder intentaba poner el famoso toque, pero luego abandonaba la idea y lo variaba. En la escuela de cocina, ella se olvida de encender el horno para hacer el suflé, un barón mayor le cuenta que quien está verdaderamente enamorada lo quema, pero quien sufre tristezas se olvida de ponerlo en marcha. Más adelante, cuando Hepburn empieza a preparar una cena para Bogart le dice que va a preparar un suflé, pero no vemos cómo acabará ya que ella encuentra los dos pasajes a París. Aunque Hepburn parece enamorada de él y Bogart también, lo cierto es que no deja de ser una incógnita si esos deseos son sinceros, el suflé nos lo hubiera dicho. ¿Quizá también Lubitsch? A Wilder, por otra parte, no le gustaba mostrar nunca muchos besos en escena y que el espectador tomara sus propias conclusiones, recordemos el final de El apartamento donde son sustituidos por una partida de cartas.

Otro aspecto muy cuidado es el escénico, teatro en cine no suele congeniar si no hay alguien que sepa diferenciar bien los dos lenguajes. La atmósfera de cuento de hadas funciona con esa luna, esa gran mansión y la continua aparición de la canción "Isn´t it  romantic" con el contrapunto de ella en el árbol. Su vestuario modesto del principio es, sin embargo, elegante, al igual que el que utiliza después cuando ya Holden se ha fijado. Con el incidente de las copas de champán y la retirada en escena de él, ella lo espera en una pista de tenis y Wilder la sienta donde el árbitro se sitúa. Al entrar Bogart le comenta que está arbitrando un partido entre dos jugadores imaginarios. Otra perfecta síntesis de lo que estamos viendo..

Y como en toda película de Wilder no faltan las frases irónicas que si las pusiéramos todas, aun me quedarían bastantes párrafos para acabar. Hay una que retrata muy bien ese ambiente de tacañería y arrogancia de los Larrabee, Holden tras haberse clavado los cristales de las copas y ser atendido por el médico se le pregunta que cómo sabrá si los ha quitado todos. La respuesta es que recompondrán las copas.

Otro momento que me gusta es el diálogo entre los sirvientes cuando llegan las cartas de ella, respiran cierta bondad entre ellos, aunque también cierto chafarderismo. Les interesa sobre todo que se haya olvidado de David, en un correo dice que ha roto su foto y todos dicen: "Eso es bueno". Pero acto seguido en otra línea, pide que le envíen cinta adhesiva a lo que contestan: “Eso es malo” Así era Billy Wilder, síganme el consejo y recurran frecuentemente a sus películas en estos tiempos tan mediocres.

05/08/2022

Especial de agosto: Vacaciones escuchando la música de Avanti (1972)

 



Tedioso agosto de temperaturas altas tanto en la calle como en las tiendas, pesimismo en cualquier conversación y en líneas generales hartazgo de casi todo... Suerte tenemos, y no somos plenamente conscientes de ello, de ser cinéfilos y aplicar esa “vida de repuesto” que tan bien describía José Luis Garci en una entrevista. Al no hacer vacaciones, cuando me preguntaban a dónde iba, respondía que estaría unos días con Monsieur Hulot contemplando aquel mar de Saint-Marc-sur-Mer que esos niños descubrían de repente en uno de los primeros planos, quizá visitaría de nuevo el Innisfree de El hombre tranquilo de John Ford porque un pueblo donde se unen fuerzas y tanto aplauden al cura católico como al protestante sería lo más cercano al paraíso, y también marcharía a Ischia de la mano de Billy Wilder en Avanti . Seguro que me tomarían por más chiflado de lo que estoy, pero desconectaría de ese mundo tan cansino que aparece en nuestras conversaciones, algo que sigue siendo el principal objetivo de cuando uno marcha, al menos así era... 

 ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre? (1972) fue el vulgar título que en España se puso a Avanti, yo la descubrí por televisión y aun recuerdo el comentario que aparecía en un diario: “El peor Wilder sigue siendo una gran película”, han pasado ya años de aquel pase y con el tiempo se ha ido reivindicando, recurro de nuevo a Garci que la citaba con frecuencia en Qué grande es el cine, en la 2 entonces, y la calificaba de obra maestra, lástima que no la emitiera nunca si no me falla la memoria. También el crítico Edmond Orts en su libro de Cien películas inolvidables la califica de obra maestra y aconseja que cuando la veamos, nadie nos moleste para nada. 

Avanti cuenta las andanzas de Wendell Armbruster (Jack Lemmon), un hombre de negocios casado americano que se ve obligado a viajar a Italia, donde su padre ha muerto en un accidente de coche. Ahí se entera de que su padre tenía una amante, que lo acompañaba en el momento del accidente. Conoce a la hija de la amante de la que se enamora y reproducirán los “pecados” que cometían cada año entre el 15 de julio y el 15 de agosto por esas tierras. 

Aunque la película en España funcionó bien, contó con casi un millón y medio de espectadores, es cierto que Wilder estaba menospreciado en EEUU y sus películas no contaban con tan buenas críticas como antaño desde el Bésame, tonto (1964) y es que no gustaba por ahí que se reflejara esa doble moral de forma tan explícita. A pesar de ello, consideraba Avanti como blanda y que por ello en EEUU no había tenido el éxito esperado, le daba la vuelta a la tortilla y de forma irónica le contaba a Cameron Crowe en Conversaciones con Billy Wilder que la versión que tenia en la cabeza era que el padre de él fuera homosexual y tuviese un botones a su lado en el momento del accidente. 

 A pesar de minusvalorar su trabajo como suelen hacer los genios, Wilder ofrecía un retrato ácido sobre las medias verdades, las costumbres estadounidenses enfrentadas con las europeas, la burocracia, una visión caricaturesca de Italia que siempre le ha gustado reírse de sí misma…El argumento partía de una obra de Samuel Taylor, el mismo de Sabrina, y cuenta con una serie de personajes secundarios espléndidos como el director del hotel (Clive Revill), el enterrador (Pippo Franco) del que suelta que siempre está ocupado porque conoce a todas las viudas, el empleado deportado, el diplomático estadounidense (Edward Andrews) con sus aires de grandeza…

 Durante las dos horas y cuarto, también se despliega cierta melancolía aderezada por las canciones que van apareciendo como la mítica “Senza Fine” de Gino Paoli. Ciertas normas no escritas dicen que en verano tenemos que ser más ligeros en nuestros artículos y creo que al final he hecho un post largo, así que concluyo recomendando que se vayan de vacaciones viendo Avanti, y que escuchen sus canciones, muchas no son las originales que salen, pero creo que les gustará. Hasta la semana que viene

 'Cuore ´Ngrato'  Cordiferro Y Cardillo:
   

 'Un Óra Sola Ti Vorrei' Bertini Y Marchetti  

 'Palcoscenio'  E. Bonagura, A. Giannini Y S. Bruni  

 'La Luna'  Don Backy Y Detto Mariano: En la película suena instrumentalmente solo, esta versión que es la única que he encontrado del tema está cantada por Milva  

 'A Taza E´ Caffe'  G. Capaldo Y V. Fassone Esta napolitana también solo suena instrumentalmente en la película, la versión aquí ofrecida está cantada por Gabriele Vanorio  

 Y como no la gran "Senza Fine" cantada por Gino Paoli:  

 Y aquí una suite con los temas más la música añadida y arreglos de Carlo Rustichelli :  

 Y si quieren escuchar la banda sonora entera, en youtube está puesta:

17/03/2022

El primer Wilder: Curvas peligrosas (1934)

 

Ordenando hace unos días las películas que tengo de Billy Wilder, me puse a ver la que fue su primera película Curvas peligrosas de 1934, bien es cierto que codirigida por Alexandre Esway. En más de un lugar ni se cita que su ópera prima sea esta, sino El mayor y la menor de 1942.

Bien es cierto que no es una película excelente, ni esta a la altura de sus grandes trabajos, pero su visionado está lleno de curiosidades, tampoco Wilder hablaba mucho de ella, sino más bien como un ejercicio de aprendizaje y tener que ir con cámara en mano rodando detrás de un camión.

Franz Waxman


Ya al empezar nos llama la atención de la música de un casi desconocido entonces Franz Waxman, aunque ya mismo empezaría con grandes partituras para La novia de Frankenstein o Rebecca. Con Wilder colaboraría en bandas sonoras memorables como la de El crepúsculo de los dioses por la que obtiene el Oscar, Traidor en el infierno o El héroe solitario. Aquí sus notas suenan divertidas, con ritmo y muy pensadas para acompañar las peripecias de sus protagonistas.


Danielle Darrieux
Y hablando del reparto tenemos a Danielle Darrieux, actriz a la que asociamos rápidamente a los grandes filmes de Max Ophuls, aquí tenía solo 17 años, comparte protagonismo con Pierre Mingand, actor poco o nada conocido, cuyas referencias son que imitaba a Maurice Chevalier en el "Folies Bergère", y en la película aprovecha para enseñarnos ese dote.

El guion está escrito por el mismo Wilder y aunque no tenga diálogos geniales, sí que se pueden ya ver algunas de sus señas, hay un momento cuando ella accede a ir en coche con un hombre mayor que un camión nos tapa el momento en que le dice que sí, esto eran esos toques a lo Wilder que seguían a los de su maestro Lubitsch, pero con esa pizca cínica habitual en él


 

 También ya vemos el uso de un espejo cuando ella se pinta, algo que se irá repitiendo también en sus películas. A pesar de no ser un gran guion, si hay varias líneas que llevan bien impresa su marca, como la de cuando el protagonista se queda sin coche y se nos dice que en París hay 500.000 coches y uno de cada 8 uno propio, y que entonces él sería uno de cada siete que no y alguna de esas salidas irónicas como cuando comentan otros si el personaje de Pierre Mingand puede sufrir un accidente con tanta pasión por la velocidad y uno contesta que no pasa nada, que su padre es médico ya le curará gratis.

El argumento es el siguiente, Henri Pasquier vive una vida ociosa, es lo que diríamos un hijo de papá, pero un día este decide que ya no le puede mantener y que se busque la vida para que encuentre el éxito, esto le lleva a entrar en el mundo de la delincuencia y a robar un coche, a partir de ahí se ve envuelto con una banda de ladrones y se enamora de la hermana (Danielle Darrieux) del jefe.

A pesar de que Curvas peligrosas sea una película olvidada incluso por los seguidores de Billy Wilder, tiene su importancia, entre otras cosas porque también podríamos decir que en ella se reúnen ciertas constantes de lo que fue la "Nouvelle Vague" y el "Cinema Verité", por lo que se adelantó a Truffaut y Godard treinta años antes. Es también un gran documental sobre ese París de principios/mediados de los 30, una buena colección de coches de la época. Las tomas desde coches en marcha supusieron en su momento un rodaje complicado y tal comenta Wilder en lo poco que habló del rodaje, fue debido a la falta de presupuesto y no poder rodar en estudio.

En fin, esta ha sido la propuesta para esta semana, un Wilder no considerado como tal y que merece al menos que no dejemos de decir que El mayor y la menor es su primera realización. ¿Se imaginan si Wilder se hubiese quedado en Francia?

15/07/2021

Sabrina, Sabrina...¿Y Ariane?

 

 

El pasado lunes, La 2 de TVE en su espacio "Días de cine clásico" volvió a emitir Sabrina de Billy Wilder. Si por mí fuera, que la repusieran cada año, aunque sea una película bastante accesible para encontrar y descubrir. Su nombre queda ya asociado a Audrey Hepburn, ni una cantante de playback italiana en los 80 cuya voz no era lo más famoso, ni un remake descafeinado dirigido por Sidney Pollack, ni cierta bruja televisiva han podido con ella. Sabrina es y será Audrey Hepburn.

 En cambio si digo que la Hepburn siempre será Ariane, más de uno ni la conocerá ¿Por qué tanto pase de Sabrina y ninguno de Ariane (Love in the afternoon (1957) en televisión? Y eso que las dos tienen muchos puntos en común, pero sigue siendo hoy en día la gran desconocida de Billy Wilder, incluso a pesar de que a finales de la década del 2000 salió editada en DVD, aunque de aquella manera...

 Estaba producida por la Allied Artists, productora independiente que quiso contratar a varios de los grandes en los 50, ahí estaba William Wyler con La gran prueba y Wilder que acababa de rodar El héroe solitario, después de marcharse de la Paramount, aceptó el encargo. Es una película crucial en su carrera y el punto de partida con tres de sus máximos colaboradores, el guionista I.A.L Diamond, el productor Harold Mirisch y el director artístico Alexander Trauner. Por otra parte, en Ariane, creo que se cumple el objetivo de lo que Wilder tenía colgado en su despacho de “¿Cómo lo hubiese hecho Lubitsch?", nunca lo implícito fue más explícito, cuestión que ciertos cineastas modernos o no saben o no se les enseña. 

Anuncio del estreno.Fuente:Hemeroteca de La Vanguardia
2-10-1957

Ariane
estuvo muchos años sin poder verse, no hay una explicación muy clara al respecto, recuerdo que hacia mediados de los 90 se pasó por sorpresa en el Cine Alexis de Barcelona, anteriormente solo se había podido ver en la Filmoteca, pero en la programación televisiva era invisible. El desaparecido Cine Meliés de la Ciudad Condal contribuyó a devolverle el lugar que se merecía y en 1997 ya pudo verse en aquel modesto, pero inolvidable y desaparecido cine, con bastante éxito de público. Recuerdo como si fuese ayer la ilusión que daba ver un Wilder “nuevo”, afortunadamente su filmografía ha sido accesible y salvo algunas primeras, que posteriormente con la aparición del DVD saldrían ya editadas, uno no ha de tener muchos problemas para encontrarlas. 

La película cuenta la historia de Ariane Chavasse (Audrey Hepburn), hija del investigador privado Claude Chavasse (Chevalier). Es una joven que toca el violonchelo y que está enamorada después de oír a escondidas las historias que investiga su padre. Se verá enredada en los asuntos de un playboy encarnado por Gary Cooper. 

I.A.L Diamond
 Tal y como sucediese con Sabrina, el director quería a Cary Grant y siempre lamentó no poder trabajar con él. Quizá seré un bicho raro, pero a mí siempre me ha encantado cómo trabajan Bogart en la primera y Cooper en Ariane, no soy de aquellos que piensan en cómo lo habría hecho Grant... Es más, creo que tanto uno como el otro supieron dotar sus papeles sin sobreactuaciones y asumiendo que la gran protagonista era Audrey Hepburn.

El guion de I.A.L Diamond tomaba como punto de partida la novela Ariane, jeune fille russe de 1920 escrita por Jean Schopfer con el pseudónimo de Claude Anet. A pesar de lo dicho antes y que sea esta la película más lubitschiana de Wilder, tiene sus toques propios. Al inicio vemos un camión de la limpieza regando las calles de París a primera hora, este no se inmuta ante una pareja a los que moja, tal vez con Lubitsch el conductor hubiera parado de regar en ese momento. 

Gary Cooper y Audrey Hepburn. Fuente: Wikipedia


El personaje de Cooper tenía similitudes con el que escribiera Wilder para La octava mujer de Barba azul, de ahí que se decantara por el actor después de la negativa de Grant. El guion añadía la figura del padre de Audrey , el detective parisino experto en infidelidades conyugales encarnado por Maurice Chevalier, habitual en varias operetas de Lubitsch, aunque aquí no canta.

El papel de los músicos zíngaros es sumamente divertido, cuando empiezan a tocar "Fascinación", Cooper está a punto de conseguir su objetivo. Cuando salen de la habitación es la señal de que algo va a ocurrir detrás de la puerta. Los diálogos están repletos de acidez, como aquel cuando habla Ariane de los americanos: “son gente muy extraña. Cuando son jóvenes, van al dentista para que les enderecen los dientes, al cirujano para que les quite las amígdalas y los alimentan con vitaminas hasta reventar. Algo sucede en su interior, se vuelven inmunes a todo, mecánicos, automáticos y estancos. Ni siquiera estoy segura de que tengan corazón.
-¿Qué es? ¿Un marciano?- pregunta el supuesto futuro novio 
-No, es americano


Ariane no tuvo el éxito esperado, la Allied Artists tampoco encontró la recaudación que pensaba con su otra producción de un año antes y también con Gary Cooper, La gran prueba de William Wyler, por lo que las expectativas de ser una productora de películas importantes se vinieron abajo. Los derechos de emisión fueron pasando de unas manos a otras y acabó siendo la obra maldita de Wilder hasta que La vida privada de Sherlock Holmes (1970) cogiera el puesto, pero eso ya es otra historia como decía "Moustache" (Lou Jacobi) en Irma la dulce


07/10/2020

El centenario de Walter Matthau

El pasado 1 de octubre fue el centenario de Walter Matthau y no quería dejar pasar tal efeméride. Recuerdo la primera vez que lo vi en cine, fue con una comedia juvenil que se llamaba Los picarones, aquel entrenador encorvado y malhumorado que interpretaba me llamó la atención. Luego recuerdo una secuela del filme que la hacía Tony Curtis, precisamente los dos coincidieron en el taller de dramaturgia de la New School de Nueva York. 

 Walter Jake Matthow (1920-2000) nace en Nueva York, su madre era inmigrante de Lituania y su padre un vendedor ambulante judío ruso y electricista de Kiev, sus comienzos no fueron fáciles por la falta de dinero. En la escuela un compañero de clase le rompió su nariz tan característica, el golpe debió ser fuerte porque aquel niño que hizo tal gamberrada fue Rocky Graziano. Matthau comenzó vendiendo gaseosas y helados en teatros, en 1948 debuta en Broadway con Ana de los mil días, en cine tendría que esperar 7 años con El hombre de Kentucky de Burt Lancaster de la que el actor no guarda buen recuerdo de la calidad de esta, ese mismo año actuaría en otro western, Pacto de honor, con Kirk Douglas, que trabajaría con él en una de sus películas favoritas, Los valientes andan solos(1962). El actor iba llamando la atención de grandes directores, aunque no fuera el protagonista: Nicholas Ray en la magnífica Más poderoso que la vida (1956), Elia Kazan en Un rostro en la multitud (1957), Michael Curtiz en El barrio contra mí (1958) con Elvis Presley del que Matthau llegó a decir que era "un actor intuitivo, brillante, inteligente, elegante, sosegado, refinado y sofisticado", Richard Quine en Un extraño en mi vida (1960) que le da uno de los papeles más antipáticos de su carrera o Stanley Donen en Charada (1963). Los años pasaban y Matthau no pasaba de ser secundario, las cosas podían haber cambiado si la FOX hubiera hecho caso a Billy Wilder que lo quería para La tentación vive arriba en vez de a Tom Ewell.  
 Entre estas películas primerizas, hay una rareza que dirigió, Gangster Story. Matthau y su esposa, la coprotagonista Carol Grace , estaban tan arruinados cuando se hizo (principalmente debido a las deudas de él en el juego) que la pareja tuvo que empeñar la mayoría de sus regalos de boda solo para pagar el alquiler. Más tarde comentó que era la peor película jamás hecha. Pero Wilder volvió a encontrarse con Matthau y le dio el papel de su vida, el del abogado Willie Gingrinch de En bandeja de plata por el que ganó el Oscar al mejor actor secundario.Su corazón estuvo a punto de jugarle una muy mala pasada ya que durante el rodaje sufrió un infarto y tuvo que adelgazar, Wilder tenía el mal recuerdo de que en su película anterior, Bésame tonto, se había visto obligado a prescindir de Peter Sellers por la misma causa. La película también significó el inicio de la amistad con Jack Lemmon con el que trabajaría dos años más tarde en La extraña pareja (1968), Lemmon lo llegó a dirigir en Señor Kotcher (1971), Wilder los vuelve a reunir en 1974 con la no menos excelente Primera plana y en su última película, Aquí un amigo (1981). Más tarde coincidieron en JFK, caso abierto, aunque de manera separada, la pareja volvió en 1993 con Dos viejos gruñones (1993), en El arpa de hierba (1995), en Discordias a la carta (1995), y finalmente en La extraña pareja, otra vez (1998), estas últimas películas no gozaron del favor de la crítica. Si vemos las películas de Matthau en versión original nos encontraremos con una voz gruesa, pero algo inexpresiva, en el doblaje es muy característico asociarlo a la voz de José Luis Sansalvador (como vemos abajo en el vídeo de La extraña pareja). Aunque tuvo también otros grandes dobladores, precisamente en En bandeja de plata lo dobla Francisco Sánchez, en El barrio contra mí José Guardiola, en La gran estafa lo hace Joaquín Díaz (la voz típica de Jack Lemmon curiosamente), Angel María Baltanás en Corazón verde o Felipe Peña en Primera plana. La popularidad de la que gozaba después del Oscar le hizo probar suerte con el musical Hello Dolly,pero el fracaso estrepitoso en taquilla de la producción empañó su excelente trabajo a las órdenes de un Gene Kelly que lo había dirigido en Guía para el hombre casado. El actor no se llevó muy bien con Barbra Streisand y soltó aquella frase que, según donde uno lea, tiene dos versiones, en una dice que “No tenía más talento que un pedo de mariposa”, en otra dice que cualquier pedo suyo tiene más talento que ella. Cuando le preguntaban al actor solía decir: “Me encantaría trabajar con Barbra Streisand. En algo apropiado. Quizás Macbeth No le gustaba que le calificaran de actor de comedia y comenzó a aceptar papeles bien distintos como el de los thrillers San Francisco, ciudad desnuda (1973) de Stuart Rosenberg, La gran estafa de Don Siegel ambas de 1973, o Pelham 1,2,3 (1974) de Joseph Sargent. Volvería, no obstante, a la comedia y también a probar suerte con el género de aventuras con Piratas (1986) de Roman Polansky. Su última película Colgadas (2000) fue dirigida por Diane Keaton, el actor ya estaba muy mal de salud y murió siete meses después de acabar el rodaje. Que este centenario sirva para seguir recordando sus interpretaciones y a descubrirlo quien no lo conozca.

11/09/2020

¡Felicidades Apartamento !

El apartamento de Billy Wilder cumple 60 años, hay películas por las que uno siente algo más que cierta pasión cinéfila y esta es una de ellas. Tendría unos 10 años cuando la vi por primera vez, en aquel visionado había aspectos que por mi edad aun no entendía del todo, pero ya me llamó la atención, hasta tal punto que cada vez que había un pase televisivo la volvía a ver. Por aquel entonces las críticas que salían en los diarios eran más completas y ayudaban bastante a hacerte una pequeña introducción de lo que ibas a ver, el papel del crítico es y tendría que seguir siendo ese. También había bastante oferta de programas cinematográficos de los que ya hablé y Billy Wilder era de los directores que más se hablaba. En toda mi EGB y luego Bachillerato y el COU jamás me dijeron nada de Billy Wilder, y en general nada de cine clásico, solo nos pasaban El nombre de la rosa de Annaud, y en Filosofía El pequeño salvaje de Truffaut. Nunca entenderé por qué el cine está tan olvidado de la enseñanza. El apartamento está en mi lista de 10 películas que me hicieron amar el cine, una vez en un juego de Facebook me las pidieron y acepté, a lo mejor ahora variaría la lista porque han sido afortunadamente muchas más. 

 Pero ver El apartamento no solo me hace seguir el séptimo arte con devoción, los geniales guiones que firmaban Wilder con I.A.L Diamond también me adentraban a la literatura y ese tema musical no se me iba de la cabeza, luego me enteré de que no era original de la película sino de Charles Williams y su título es “Jealous Lover” descubriéndolo en un policíaco español que se llama ¿Crimen imposible? de César F. Ardavín de 1954, pero la elección de ese tema encajaba perfectamente en los fotogramas de Wilder.  

 Hay un momento de la película en que el personaje de Shirley McLaine le dice a Jack Lemmon que en esta vida hay "víctimas y aprovechados, usted es víctima". Sin duda alguna es una de las mejores definiciones de esta sociedad en la que vivimos. Wilder era un genio, tanto podía criticar aquí el capitalismo como el comunismo después en Uno, dos tres. Él no se casaba con nadie, al contrario de lo que pasa hoy en día, donde cada vez más la gente se convierte en un juguete de lo que impera en la mediocre política, en los medios de comunicación, en la moda efímera, etc. y es incapaz de tener un pensamiento propio. El apartamento me adentró en la filmografía de Wilder, entonces no estaba toda editada en vídeo, fui grabando lo que emitían, que por cierto era bastante de él. Abarcó todos los géneros menos el oeste y la ciencia ficción, aunque él defendía que Bésame tonto se podría definir como una especie de western, humor nunca le faltó. Según muchos críticos, El apartamento es la mejor película de Wilder, difícil elección teniendo en cuenta la cantidad de gran cine que hizo. Pasa como con Hitchcock, en este caso se elige Vértigo, pero bien podía haber otras. También como suele pasar con cada autor hay las llamadas películas menores que en el caso wilderiano cada vez me gustan más. Sabrina es una de ellas y me alegro de que ya haya gente que la considere obra maestra, de todas maneras tampoco hay que obsesionarse con si una película es de cinco estrellas, de cuatro o de tres, tiene que haber de todo y ya se sabe que “Nadie es perfecto”. Y otra que fue muy mal recibida por la crítica fue Avanti (estrenada como ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre?), confieso que son mis vacaciones de cada año, esas dos horas y cuarto me relajan, me desconectan y encima me río y hago turismo. 

En fin, felicidades por estos 60 años, alguien dirá que estoy personalizando una película y que me he vuelto loco, pero para mí ese DVD pelado de extras por desgracia al ser introducido en el reproductor me hace sentir muy, pero que muy acompañado y me hace creer que hay otro tipo de mundo, de personas, de principios y de justicia social. Redescúbranlo si aun no lo han hecho.

06/08/2020

5 películas para este agosto


Empezamos un agosto extraño y difícil, el cine nos asegurará al menos un buen rato sin pensar en las mascarillas, en si hay nuevos brotes o perder el tiempo en el google buscando cuándo habrá un remedio para tan dichoso virus. Vamos a intentar desconectar con 5 películas ambientadas en verano: 

 Calabuch (1956) Uno de esos Berlangas que no suele estar entre la crítica de entre los mejores, incluso Truffaut mostró su cara menos amable al verla y escribió: "Viendo esta película uno desea que la bomba atómica caiga por fin, pero sobre la cabeza del director". Menos mal que no se cumplió y Berlanga nos regaló obras mejores, pero esta no tiene nada que desmerecer, ya encontramos muchos de sus temas. Rodada en una Peñíscola que cinco años más tarde sería escenario de El Cid, Calabuch es de esos lugares en el que uno se quedaría a vivir, pero la visión atenta del filme ya nos dice que esto no es así y que detrás de ese bienestar hay también dramas como la soledad, el contrabando, la pobreza...Pero por encima de los problemas hay una bondad y humanidad en sumo grado que es lo que nos irradia esas ganas de visitarlo cada año o las veces que haga falta en nuestra pantalla. La escena: El cohete y las letras de Calabuch.

  Las vacaciones de Monsieur Hulot (1953) El director Jacques Tati logró con su segundo largo su película más popular no exenta de su habitual perfeccionismo, tanto es así que se podría hacer una tesis con las diversas versiones que hay de sus películas con metrajes distintos, cambios en la música, color, etc...Acompañan sus fotogramas esa música de Alain Romans que solo al oírla nos evoca ya esa brisa del mar y nos relajará bastante, además de reírnos ya que la película tiene muchos gags brillantes, pero yo siempre me quedo con ese plano de los niños cuando ven por primera vez el mar. Por cierto, es Monsieur Hulot el único que disfruta de unas verdaderas vacaciones.

 La tentación vive arriba (1955) La parodia del personaje del Rodríguez escrita por Axelrod y que Wilder se las ingenió para que quedara como una obra inmortal que supiese esquivar a la censura. Ropa interior en el refrigerador y una Marilyn más divertida que nunca nos harán olvidar el calor, vale la pena que nos caiga una tomatera si el resultado es este, poco importará que a ella no le guste Rachmaninov 

 ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre? (1972) Otra de Wilder y con esa habilidad de hacer un cine de autor y a la vez popular. Avanti (este es su título original) es uno de sus mejores ejemplos, hay en ella muchos temas profundos y una gran acidez en la forma de tratarlos, pero también una comedia mediterránea a la italiana que se ríe mucho de sus costumbres, algo que en Italia siempre han sabido aceptar. Visiten cada año ese hotel y ya verán que encuentran cosas nuevas. Por cierto, me encantaría en un hotel encontrar a un director como Clive Revill, está genial. 

Pandora y el holandés errante (1951) Dejamos las comedias y entramos en esta enigmática película que entraría dentro de aquello que algunos llaman “cine literario”. De la misma manera que si uno visita el Museo del Prado ha de tener cierto conocimiento cultural para entender las obras, aquí pasa lo mismo. Pero en Pandora no solo encontraremos la mitología, también el universo de Lorca se nos hace presente con ese color verde constante que la protagonista lleva en todo momento. Fue la película que hizo conocer internacionalmente la Costa Brava, rodada especialmente en Tossa, también podemos encontrar paisajes de S´Agaró, Sant Feliu de Guíxols, Playa de Aro o una plaza de toros ya para el recuerdo de Girona.

El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...