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30/10/2025

El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del séptimo arte o aquellos que valoran sus elogios como parte de una moda pasajera, pero sea cual sea nuestra opinión, no cabe duda que visionar cualquiera de sus obras nos dará que hablar. El reportero (The passenger1975) se sitúa ya lejana en el tiempo de aquella trilogía de la incomunicabilidad (La aventura (1960), La noche (1961) y El eclipse (1962), para las generaciones que no habían nacido aun, reencontrarse con sus creaciones quizá nos permita un análisis sin prejuicios. 



   

 Ya por comenzar analicemos su título original The passenger. Locke, el personaje de Jack Nicholson, al tomar la identidad de Robertson se convierte en un pasajero en la vida de otra persona, con el cual intenta escapar de su propia vida con un fracasado matrimonio y una profesión que no le llena, se transita por una vida incapaz de controlar su destino, pasa a ser perseguido con la nueva identidad (la de un traficante de armas de una guerrilla africana). Intercambio de personalidades, evadirse de la existencia y la vida de paso serán temas que iremos viendo a partir de la relación que establece en el guion. 

 Por una parte, está la figura de Antoni Gaudí, en Barcelona visita el Palau Güell y La Pedrera, se subraya si estaba loco y su muerte acaecida por el atropello de un tranvía. Por otro lado, tenemos la situación política del país donde está cubriendo la información al principio. En un momento dado, muestra la escena real de un pelotón de fusilamiento militar. Todo ello contribuye a ir encontrando ese significado existencialista que tanto se analizó en la obra de su director, incluso la de querer ver más que él, pero eso pasa en las grandes películas y que nos permiten varias lecturas, incluso las más extravagantes. 


   

 La película en sí brilla en sus aspectos formales de principio a fin, ya el comienzo con ese desierto y esa planificación con los personajes que se van perdiendo en paisajes infinitos estableciendo planos de soledad y silencio y que desprenden vacío, calor y desesperación, nos damos cuenta enseguida del estado de desesperación del protagonista. Por otro lado, la fotografía de Luciano Tovoli es excelente y vemos especialmente esa Barcelona casi sin turistas con las Ramblas y sus tiendas de pájaros (muchos verán otro sentido al estar enjaulados...), el umbráculo del parque de la Ciudadela (aparición de Gustavo Re) o cómo retrata Mojácar (Almería) y el uso de las carreteras. 

 El reportero se estrenó en España en grandes salas aun, por una parte reunía a dos estrellas en su máximo apogeo, Jack Nicholson que acababa de interpretar Chinatown y Maria Schneider que acababa de saltar a la fama por El último tango en París (1972), pero que aqui habría que esperar hasta 1978 para poder ver el film. Su rodaje en Barcelona estuvo marcado por la polémica del secretismo y de la poca compenetración de su director con los periodistas, en el "Tele/eXprés" del 27-11-1973 se nos cuenta esto: "Antonioni no ha entendido a su personaje. Las exclusivas que hemos ofrecido a nustros lectores durante estos días han sido el fruto de un trabajo de lsrgas horas de espera de nuestros reporteros que como auténticos profesionales han sabido saltar la muralla que ha situado en torno a Antonioni, la cual ha culminado con malos tratos hacia nuestro periodista gráfico Nicolás y al cual un guardaespaldas que se hacía pasar por un "fotógrafo exclusivo" ha inmovilizado violentamente privándole de hacer unas fotos en plena calle." 

 Distribuida por la Metro Goldwyn Mayer y producida por Carlo Ponti, se le recortó bastante metraje que en el original eran unas cuatro horas. Decepcionó en el Festival de Cannes e incluso recibió algunos silbidos y la crítica la acogio con tibieza, como si estuviera cansada ya de él, así Ángel Fernández Tomás en La Vanguardia del 6-10-1976 escribía lo siguiente: "El reportero es una historia que en su línea argumental podría ser interesante, pero que Antonioni, cada vez más envanecido por su genialidad ha distorsionado, complicado y en suma, estropeado". Diego Galán, por ejemplo, cuestionaba sus películas: "La pobreza del cine del momento hizo ver a una hambrienta crítica en las películas de Antonioni una serie de resultados que estas estaban lejos de contener, posiblemente, un espejismo producido por la ambigüedad de las imágenes de Antonioni, permitía cubrir el enorme vacío del cine."  

Pero lejos de si nos gusta o no Antonioni, en El reportero hay dos cosas que no dejarán indiferentes y se recordará el film, la primera el travelling circular del final entre el exterior de una plaza y el interior de una habitación de un hotel donde la cámara llega a atravesar las rejas de una ventana (no lo vean si no quieren saber el final...) Y la otra es... la aparición de Joan Gaspart como conserje del Hotel Oriente.


02/09/2021

September, el Allen más pesimista

 

Carátula de September. FilmAffinity

Se acabó el agosto y llega septiembre, un mes tan odiado como amado, para muchos el inicio del año después de coger fuerzas. En cambio, otros comenzarán más fatigados y bastantes ni empezarán ni finalizarán nada .

Pensando en las incertidumbres que tal giro del calendario produce, me ha venido a la cabeza aquella película de Woody Allen que la tituló simplemente September y que es de las menos recordadas de él. Nos vamos a 1987, el director ya se había consagrado lo suficiente y estaba en una etapa creativa fuerte: La rosa púrpura de El Cairo, Hannah y sus hermanas, Días de radio…De pronto vino con esta película que desconcertó algo a sus seguidores, era algo así como cuando rodó aquellos Interiores en 1978 y que rompían absolutamente toda relación con la comedia.

Pero el director sabía que no podía tropezar dos veces con la misma piedra y a pesar de que September tiene muchos puntos en contacto con aquella, definía a la prensa su nuevo trabajo como “mucho menos cerebral y más cálido que Interiores, pero no tan amable como Hannah y sus hermanas”.

Fuente: Amazon

Esta vuelta a lo bergmaniano estaba envuelta también del teatro de Chejov del que Allen ya se había fijado vagamente en Hannah y sus hermanas con Las tres hermanas, aquí fija su mirada en La gaviota. La película era bien simple, solo seis personajes más los que aparecen para comprar esa casa de campo en la que no vemos ni un solo exterior, incluso todas las cortinas están echadas. Rodaba, pues, una especie de pequeña pieza de cámara con su toque particular.

No quedó nada contento al acabar el rodaje y resulta que comenzó de nuevo, un lujo que ya se lo podía permitir, incluso cambió a varios actores: Maureen O ‘Sullivan (la madre de Mia Farrow en la vida real) era sustituida por Elaine Stricht, Denholm Elliot cambiaba el rol asignado y pasaba a ser el vecino que había encarnado Charles Durning, Sam Waterston sustituía a Sam Sephard que a la vez había reemplazado a Christopher Walken.

El director justificaba tales cambios al considerar que la película le había salido lenta, con diálogos aburridos y que la tensión solo aparecía al final. Pero tampoco quedó contento con esta versión y más de una vez declaró que la tenía que haber rodado una tercera vez.

 La comedia sexual de una noche de verano (1980)
FilmAffinity

Hay quien dice que Allen realiza la misma película siempre, yo matizaría que siempre expone el mismo fondo, aunque va variando la forma. Esta casa de campo ya no es la bucólica y soleada de La comedia sexual de una noche de verano de siete años antes, el director incluso aprovecha una tormenta para dejarles sin luz y resaltar aun más esas vidas sin norte, en September abunda el pesimismo, todos los personajes son fracasados.

Tampoco estamos en un apartamento de Nueva York y viendo sus calles, todo el metraje está acompañado de cantares de pajaritos, grillos, etc. algo artificiosos, pero que le dan ese toque de redundar en el intimismo. El piano y esas melodías maravillosas acompañan esos escasos 79 minutos de metraje en que no le faltan escenas brillantes como cuando esos compradores de la casa descubren a los personajes de Dianne Wiest y Sam Waterson besándose o esos diálogos irónicos como el que le lanza Denholm Elliot al fracasado escritor de que su obra es como la "Enciclopedia británica".

Los diálogos, sin embargo, no son lo densos que en un principio pudiera parecer,  es un filme bastante accesible y no reservado únicamente a seguidores del cine de arte y ensayo, incluso hasta podría gustar a quien se siente alejado de su obra. En el argumento toma prestada la famosa y trágica historia de la hija de Lana Turner, tema que también sería utilizado poco tiempo después por Pedro Almodóvar en Tacones lejanos.

La dirección de actores es excelente, aunque el personaje del escritor no acaba de encontrar su lugar, quizá por ello utilizó hasta tres actores para este. El mejor momento es el diálogo que tiene con Jack Warden sobre el sentido de la vida, le pregunta si hay algo más terrible que la destrucción del planeta, este le responde que sí, saber que no importa y que todo está hecho al azar, que se origina en la nada y desaparece para siempre, y que encima le pagan por probarlo.

Carátula (FilmAffinity)

El personaje de la madre encarnado por Elaine Stritch es el que más protagonismo tiene, ingeniosamente la cámara enfoca sus fotos antiguas entre botellas de alcohol, en una de las mejores escenas se mira ante el espejo reflexionando sobre la vejez y lo dura que es, sobre todo cuando se siente una con veinte años. El personaje de la hija encarnado excelentemente por Mia Farrow es uno de los más pesimistas que se hayan visto, totalmente falto de confianza, lleva encima la carga de lo que cometió en el pasado, hay un momento en que la madre le dice que viste como una refugiada polaca.

 Su contrapunto es el que interpreta Dianne Wiest, indecisa e insatisfecha sin saber tampoco cómo moverse en la vida. Tenemos también al gran actor Denholm Elliot que creo que está bastante desaprovechado como un jubilado profesor de francés, también con una visión amarga de la vida. Son pues, diversas personas que reaccionarán de distintas maneras ante los mismos acontecimientos y temas

 September en su momento la vio muy poca gente, se estrenó encima en vísperas de Navidades de ese 1987, tal vez la Orion pensó que era una buena alternativa al cine familiar de las fechas, Allen volvería al drama intimista con Otra mujer, aunque aquí la crítica le arropó más.

Como seguro que la música les encantará, decir que el tema principal que suena  se llama My Ideal interpretado por Art Tatum y Ben Webster y escrito por Richard A. Whiting, Newell Chase y Leo Robin. September está editada en DVD y en la plataforma Filmin se puede ver en la fecha que escribo esto.

My Ideal




El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...