Los guiones cinematográficos de Caballero Bonald

 

El pasado domingo fallecía el escritor José Manuel Caballero Bonald, en su trayectoria literaria tuvo tiempo también para escribir tres guiones para el cine: El amor brujo (1967) dirigida por Rovira Beleta, El balcón abierto (1984) de Jaime Camino y otro sobre Hernán Cortés para el mismo director, pero que no vería la luz. Con él haría un cameo en Dragon Rapide , un año antes también lo pudimos ver en Caso cerrado (1985) de padre de Pepa Flores “Marisol”, una película que pasó con más pena que gloria y que supuso el fin de la carrera cinematográfica de la que fuera la niña prodigio del cine español. Luego lo veríamos en La seducción del caos (1990) de Basilio Martín Patino como vendedor en el Rastro madrileño.

   

 En cuanto El amor brujo, no se puede saber con exactitud cuál fue la aportación del escritor, el director catalán le pidió un guion a él, al igual que a J.A Medrano y según como cuenta en el libro de Carlos Benpar, Rovira Beleta, el cine y el cineasta: “tuve dos guiones, el de Medrano que era normal clásico y el de Caballero Bonald que era un poco exagerado y sobre todo muy largo, cogí los dos guiones y sin decir nada a ninguno de los dos redacté el definitivo y a rodar”. 

Como sabrán, El amor brujo es un ballet de Manuel de Falla, con libreto de Gregorio Martínez Sierra, esta adaptación cinematográfica se diferenciaba del original ya que el papel del amante muerto (Diego) tenía otro rol. Se conseguía un curioso musical policiaco, algo así como recrear el mundo de Los Tarantos con el de la trilogía policiaca de Hay un camino a la derecha, El expreso de Andalucía y Los atracadores. La película obtuvo la nominación a los Oscars como mejor película de habla extranjera, la segunda que conseguía el director barcelonés (algo que en Barcelona se ve que olvidan, pues no tiene calle alguna). La armonía que conseguía entre lo trágico, los amores pasionales, lo misterioso de esos ballets oníricos salpicados de un cromatismo angustioso con esas alargadas sombras, y el aprovechamiento de esos barrios de Cádiz con calles jeroglíficas que incluso evocaban el mundo lorquiano no cayeron en el olvido para la crítica, aunque el público no respondió como se esperaba, en parte por la odiosa comparación con Los Tarantos.

   

El rodaje fue algo accidentado y tuvo que ser rodado parte en 70 mm y parte en techniscope, aunque el talento del director disimulaba muy bien la diferencia. Otra situación, entre el humor negro y el macabro, se dio al tener que esperar a que muriese el inquilino de la vivienda que iba a ser la casa de Candelas para ocupar esta, corrió entonces un rumor que las ancianas que lo cuidaban habían acelerado su muerte para poder percibir el alquiler. Por último, Antonio Gades tuvo  dificultades al bailar en las azoteas por sufrir de vértigo.

 Hace cinco años, en diciembre de 2015, cuando la Filmoteca en Barcelona la proyectó con motivo de la exposición dedicada al realizador, presentaron una copia que mutilaba el formato, presenté una queja y pidieron disculpas. Algún día me gustaría poder verla en pantalla grande en condiciones y que la copia en DVD esté ya mejorada anamórficamente en 16:9. 

 En cuanto El balcón abierto está fundamentalmente inspirada en la obra y en la vida de Federico García Lorca, aunque el director Jaime Camino declaró que no se trataba en absoluto de una película biográfica. Su título proviene de sus versos “si muero dejad el balcón abierto” 

Si muero, dejad el balcón abierto. 
El niño come naranjas. (Desde mi balcón lo veo). 
El segador siega el trigo. (Desde mi balcón lo siento).
¡Si muero, dejad el balcón abierto! 

"Lo que Caballero Bonald y yo hemos escrito, podríamos decir para hacer una síntesis, es que se trata de una “cinematografización” de la obra de García Lorca que es quien lleva en todo momento la batuta de la película, nosotros hemos procurado siempre ser muy fieles a sus escritos hasta el punto de que todos los textos que se leen en el filme son suyos, bien sean en prosa, bien en poesía e incluso los datos biográficos están sacados de lo que él mismo cuenta en alguna entrevista en su correspondencia." declaraba el director en "La Vanguardia" (17-11-1984)

   

A Lorca nunca le vemos en imagen, su voz está interpretada por José Luis Gómez y marca el hilo narrativo , es la que explica dónde nació, su vida, hilando los fragmentos y opiniones en un argumento que va liándose con los personajes tales como “el Amargo”, “la Mujer”, “la Madre”, “el Jinete”, etc. que cobran vida e interpretan su propio drama.

 Otro tema inevitable era el de la homosexualidad de García Lorca que hasta la fecha era como un tema tabú sacarlo a relucir, Rafael Alberti manifestó públicamente su satisfacción por el trato sobre este hecho en el filme. En Granada, después de las fuertes protestas derivadas de la emisión, también por Televisión Española, de Mariana Pineda y que mereció la queja formal de diferentes instituciones culturales granadinas al grito de “que penita lo que nos han hecho con Marianita”, "El Diario de Granada" ofreció una crítica muy positiva resaltando que el catalán Camino había conseguido dar en su filme con la imagen de un Lorca por encima de todo granadino, alegórico, pero bastante real.

 Las escenas en las que se trataba la homosexualidad del poeta fueron motivo de comentario en las tertulias de la capital y levantaron “un escandaloso silencio” según informaba el citado diario a "El Periódico de Cataluña" del 20-12-85. La película estuvo editada en DVD hace un tiempo, pero está descatalogada desde hace ya tiempo. Sigue siendo un filme bastante desconocido. 

El tercer guion en el que trabajó y que finalmente no vio la luz se trataba sobre una biografía de Hernán Cortés, proyecto en el que también trabajaba Román Gubern y que parece ser que era ambicioso tanto artísticamente como desde el punto de vista de producción. Se trataría de una narración histórica, aunque también una interpretación. Barajó el título de La serpiente emplumada, símbolo del dios azteca que tiene que regresar al mundo, más que un retrato de Cortés, desarrollaría el enfrentamiento y encuentro de las dos civilizaciones. 

La relación con el cine de Caballero Bonald no se reduce solo a estos tres guiones, En el tercer volumen de su extensa obra Relecturas, prosas reunidas (1956-2005) hallamos cinco artículos dedicados al cine: Eisenstein, el neorrealismo italiano y Vittorio de Sica, El silencio de los corderos, Pedro Almodóvar y el cine fantástico son sus temas.

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