El secreto de los incas (1954). Las raíces de Indiana Jones

 



Ya que en este mes se estrena la quinta y esperada entrega de Indiana Jones, no está de más recuperar películas en las que se inspiraran Lucas y Spielberg para la confección de su personaje, una de las más llamativas es El secreto de los incas de 1954 dirigida por Jerry Hooper y con Charlton Heston de protagonista que interpreta a Harry Steele, un aventurero que quiere llegar a la ciudad legendaria de Machu Picchu para hallar un tesoro.

Se trata de un filme de aquellos que se suelen agrupar como de “serie B” en un sentido más bien peyorativo, probablemente la abundancia de este tipo de producciones provocó la subvaloración de muchos de ellos. Era un cine popular, muchos rellenaban las tardes de los cines de barrio y posteriormente se programaban con frecuencia en las tardes del fin de semana de las televisiones. Mucha gente las conserva en la memoria y con grato recuerdo, la aparente sencillez y sus pocas pretensiones proporcionaban una fácil aceptación.

Cuando Spielberg rueda En busca del arca perdida cuenta con un gran presupuesto, un guion muy elaborado, abundancia de efectos especiales y amplias pretensiones artísticas y comerciales, no sería correcto, obviamente, decir que son dos películas comparables. Sin embargo, George Lucas cuando construye el personaje bebe de todas estas producciones, a ello se suma la estética “cómic”, la cultura pop, los "Pulp magazines" de los 30 como "Doc Savage" y no tanto tener referentes literarios como pasaba con el gran cine de aventuras de los 40 y 50. A ello se suma la conjunción del lenguaje cinematográfico con el del videojuego.


El vestuario de Indiana lo dibuja Jim Steranko, dibujante de cómics como "Nick Furia" con la premisa por parte de Lucas que se pareciera al Humphrey Bogart de El tesoro de Sierra Madre,  pero el modelo acabó siendo claramente  el personaje de Charlton Heston, o sea una chaqueta de cuero marrón, sombrero de fieltro y pantalones color canela. Cabe apuntar que ya el actor había utilizado una ropa parecida en El mayor espectáculo del mundo, película recientemente homenajeada por Spielberg en Los Fabelman. No es solo este el detalle con el que coinciden, sino la escena final de El secreto de los incas (spoiler) cuando él entra en el templo y halla por los rayos el lugar del disco de oro, algo parecido ocurría en En busca del arca perdida cuando Indy encontraba el arca gracias a un rayo de luz.

Spielberg y Lucas consiguieron en su momento romper la taquilla con su fórmula, pero es injusto decir que solo pensaban en los más jóvenes, precisamente estas reminiscencias consiguieron que público de todas las edades llenasen los cines y que la industria siguiera. De Indiana salieron otras réplicas, algunas de considerable calidad como aquellas de Tras el corazón verde o La joya del Nilo, también el director olvidado J Lee Thompson rodó una nueva versión de Las minas del rey Salomón con la misma estética   o incluso conseguir que Chuck Norris fuera un aventurero en El templo del oro. El cine italiano que ya estaba en crisis se dedicaba en los 80 a copiar las películas estadounidenses de éxito, acuérdense de aquella saga interminable de Karate Kimura, Bud Spencer intentando entrenar a otro Rocky en Bombardero y curiosamente para copiar a Indiana Jones recurrieron también a la película interpretada por Heston y rodaron El secreto del imperio de los Incas.

Volviendo a la película de Hooper, este fue un director artesano de la Paramount especialmente, había trabajado con Heston en El triunfo de Buffalo Bill (1952) o La guerra privada del Mayor Benson (1955). La primera era otro western B al que el actor le daba energía y en la segunda conseguía que cambiase de registro y lo viéramos en una comedia, género poco frecuentado por él. En este 2023 que estamos en el año de su centenario reivindico totalmente su figura, bastante eclipsada mediáticamente por su papel en la "Asociación Nacional de Rifle" estadounidense, pero que olvidan el papel del actor en la defensa de la raza negra y la ayuda que prestó a directores sin presupuesto como Sam Peckinpah en Mayor Dundee o Orson Welles en Sed de mal.

Heston concibe el personaje de Harry Steele de una manera muy interesante, el guion nos omite su pasado, tenemos que pensar que es un aventurero bien dotado culturalmente, pero con escasos medios económicos para poder conseguir sus metas y que tiene que hacer de guía. Se podría caer en la fácil tentación de decir que es machista, de hecho hay algunos momentos que así nos lo harán parecer, pero a la vez es comprensible y atento interiormente a los problemas de ella. Crea un personaje frío expresamente, se aleja del prototipo de aventurero romántico de otras compañías como podría ser el Errol Flynn de la Warner, el Tyrone Power de la Fox o el Stewart Granger de la Metro. Seguramente estamos ante un perdedor, su personaje está más cerca de Hemingway.

Curiosamente, la protagonista también se aleja del estereotipo de estas producciones, a excepción del habitual toque anticomunista, ella ha huido de Rumanía y busca entrar en los EEUU… Compone otro personaje algo distante que no empatiza, pero no por una mala actuación, sino porque así se ha pretendido. La actriz era la francesa Nicole Maurey con una filmografía también sorpresiva en la que llegó a trabajar ni más ni menos que con Robert Bresson que rechazaba a los actores profesionales, la dirigió en Diario de un cura rural. Su carrera posterior en Hollywood fue bastante irregular.

Y entre los secundarios el mítico Thomas Mitchell, aquí de villano y cumpliendo. Por otra parte, tenemos a Robert Young como el arqueólogo Stanley Moorehead, personaje plano en contra de aquel Donovan como rival de Indiana. La que logra empatizar y esta vez requiriéndolo el guion es Yma Sumac y las canciones que va interpretando. Afirmaba ser descendiente de los emperadores incas, ya que el apellido de soltera de su madre, Atahualpa, era el mismo que el del último gobernante inca. Sumac acostumbraba a vestir túnicas coloridas con oro y plata para transmitir la imagen de una princesa. Controversias posteriores negaban esto y que todo se debía a montajes comerciales, pero aquí que somos fordianos, siempre nos quedaremos con la leyenda. Fue homenajeada por los Coen en El Gran Lebowski utilizando varios de los temas que interpretaba.

Otra característica que la convierte en una película recomendable es que sabe dosificar su presupuesto modesto, hay dos partes bien diferenciadas, una primera que nos recuerda más al cine negro, escenas de tono oscuro entre Heston y Thomas Mitchell con una mesa de billar de por medio y otra segunda ya entrada la mitad del metraje más vistosa en cuanto el color y los paisajes, uno de sus atractivos radica también en los atuendos de los descendientes de los incas, no en vano ahí está el trabajo de Edith Head. La historia del film fue escrita por Sidney Bohm capaz de elaborar producciones modestas como Cuando los mundos chocan, El salvaje (también con Heston), o irse al cine negro como con Los sobornados o Sábado trágico. Otro guionista fue Ronald MacDougall, otro todoterreno que tenía en su haber Objetivo Birmania, Cuando ruge la marabunta (otra con Heston) o la mítica Cleopatra de Mankiewicz.

Acabando ya el artículo, no puedo dejar de sentir cierta nostalgia hacia este tipo de cine tantas veces calificado de ingenuo, pero con un atractivo innegable y bien cuidado en todos los aspectos. Seguramente a los más forofos del cine de Spielberg y Lucas les sabrá a poco, pero es necesario conocer las raíces de su cine. Por desgracia, El secreto de los incas no es fácil de ver en una copia decente, salió editada en DVD en España en una colección diseñada por el Corte Inglés con el nombre de CineClub y editada por Paycom Multimedia, la cual ya será difícil hallar. Esta presentaba una imagen mejorable, algo distorsionada (parecía que Heston había engordado para el papel...) seguramente debido a que era la copia televisiva, aunque por lo menos la imagen no era borrosa. No suele estar programada en las distintas televisiones, ni tampoco aparece en plataformas, si van por Youtube posiblemente la encuentren... En EEUU he visto que hay editados dos Blu-Ray, que aunque mejoran la imagen, tampoco le hacen la suficiente justicia... 

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