El secreto de los incas (1954). Las raíces de Indiana Jones
Ya que en este mes se estrena la quinta y esperada entrega
de Indiana Jones, no está de más recuperar películas en las que se inspiraran
Lucas y Spielberg para la confección de su personaje, una de las más llamativas
es El secreto de los incas de 1954 dirigida por Jerry Hooper y con Charlton
Heston de protagonista que interpreta a Harry Steele, un aventurero que quiere
llegar a la ciudad legendaria de Machu Picchu para hallar un tesoro.
Se trata de un filme de aquellos que se suelen agrupar como
de “serie B” en un sentido más bien peyorativo, probablemente la abundancia de
este tipo de producciones provocó la subvaloración de muchos de ellos. Era un
cine popular, muchos rellenaban las tardes de los cines de barrio y
posteriormente se programaban con frecuencia en las tardes del fin de semana de las televisiones. Mucha gente las conserva en la memoria y con grato recuerdo, la
aparente sencillez y sus pocas pretensiones proporcionaban una fácil
aceptación.
Volviendo a la película de Hooper, este fue un director
artesano de la Paramount especialmente, había trabajado con Heston en El
triunfo de Buffalo Bill (1952) o La guerra privada del Mayor Benson (1955). La primera
era otro western B al que el actor le daba energía y en la segunda conseguía
que cambiase de registro y lo viéramos en una comedia, género poco
frecuentado por él. En este 2023 que estamos en el año de su centenario
reivindico totalmente su figura, bastante eclipsada mediáticamente por su papel
en la "Asociación Nacional de Rifle" estadounidense, pero que olvidan el papel del actor en la defensa de
la raza negra y la ayuda que prestó a directores sin presupuesto como Sam
Peckinpah en Mayor Dundee o Orson Welles en Sed de mal.
Heston concibe el personaje de Harry Steele de una manera
muy interesante, el guion nos omite su pasado, tenemos que pensar que es un aventurero bien dotado culturalmente, pero con escasos medios económicos
para poder conseguir sus metas y que tiene que hacer de guía. Se podría caer en la fácil tentación de decir
que es machista, de hecho hay algunos momentos que así nos lo harán parecer, pero
a la vez es comprensible y atento interiormente a los problemas de ella. Crea
un personaje frío expresamente, se aleja del prototipo de aventurero romántico de
otras compañías como podría ser el Errol Flynn de la Warner, el Tyrone Power de
la Fox o el Stewart Granger de la Metro. Seguramente estamos ante un perdedor, su
personaje está más cerca de Hemingway.
Curiosamente, la protagonista también se aleja del estereotipo
de estas producciones, a excepción del habitual toque anticomunista, ella ha
huido de Rumanía y busca entrar en los EEUU… Compone otro personaje algo
distante que no empatiza, pero no por una mala actuación, sino porque así se ha
pretendido. La actriz era la francesa Nicole Maurey con una filmografía
también sorpresiva en la que llegó a trabajar ni más ni menos que con Robert
Bresson que rechazaba a los actores profesionales, la dirigió en Diario de un
cura rural. Su carrera posterior en Hollywood fue bastante irregular.
Y entre los secundarios el mítico Thomas Mitchell, aquí de
villano y cumpliendo. Por otra parte, tenemos a Robert Young como el arqueólogo
Stanley Moorehead, personaje plano en contra de aquel Donovan como rival de
Indiana. La que logra empatizar y esta vez requiriéndolo el guion es Yma Sumac
y las canciones que va interpretando. Afirmaba ser descendiente de los
emperadores incas, ya que el apellido de soltera de su madre, Atahualpa, era el
mismo que el del último gobernante inca. Sumac acostumbraba a vestir túnicas coloridas con oro
y plata para transmitir la imagen de una princesa. Controversias posteriores negaban esto y que todo se debía a montajes comerciales, pero aquí que somos fordianos, siempre nos quedaremos con la leyenda. Fue homenajeada por los Coen
en El Gran Lebowski utilizando varios de los temas que interpretaba.
Otra característica que la convierte en una película
recomendable es que sabe dosificar su presupuesto modesto, hay dos partes bien
diferenciadas, una primera que nos recuerda más al cine negro, escenas de tono
oscuro entre Heston y Thomas Mitchell con una mesa de billar de por medio y
otra segunda ya entrada la mitad del metraje más vistosa en cuanto el color y
los paisajes, uno de sus atractivos radica también en los atuendos de los descendientes
de los incas, no en vano ahí está el trabajo de Edith Head. La historia del
film fue escrita por Sidney Bohm capaz de elaborar producciones modestas como
Cuando los mundos chocan, El salvaje (también con Heston), o irse al cine negro
como con Los sobornados o Sábado trágico. Otro guionista fue Ronald MacDougall,
otro todoterreno que tenía en su haber Objetivo Birmania, Cuando ruge la marabunta
(otra con Heston) o la mítica Cleopatra de Mankiewicz.
Acabando ya el artículo, no puedo dejar de sentir cierta
nostalgia hacia este tipo de cine tantas veces calificado de ingenuo, pero con
un atractivo innegable y bien cuidado en todos los aspectos. Seguramente a los
más forofos del cine de Spielberg y Lucas les sabrá a poco, pero es necesario conocer
las raíces de su cine. Por desgracia, El secreto de los incas no es fácil de ver en una copia decente, salió editada en DVD en España en una colección diseñada por el Corte Inglés con el nombre de CineClub y editada por Paycom Multimedia, la cual ya será difícil hallar. Esta presentaba una imagen mejorable, algo distorsionada (parecía que Heston había engordado para el papel...) seguramente debido a que era la copia televisiva, aunque por lo menos la imagen no era borrosa. No suele estar programada en las distintas televisiones, ni tampoco aparece en plataformas, si van por Youtube posiblemente la encuentren... En EEUU he visto que hay editados dos Blu-Ray, que aunque mejoran la imagen, tampoco le hacen la suficiente justicia...
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