El cine hizo 125 años...¡Y que cumplas muchos más!

El pasado 28 de diciembre el cine cumplió 125 años. Fue entonces cuando los hermanos Lumière aprovecharon la gran afluencia de gente en Navidad para ofrecer unas proyecciones públicas en el Salón Indien, café del número 14 del Boulevard des Capucines de París para mostrar el nuevo aparato al que llamaron cinematógrafo y que habían patentado el 13 de febrero de 1895, por tanto la fecha en que se celebra el nacimiento del cine es la de la taquilla, la de cuando la gente pudo asistir a verlo en un sitio


 

 Ya había habido experimentos tiempo atrás, en el siglo XVII, intentando perfeccionar las prestaciones de la linterna mágica, la cual proyectaba imágenes fijas siguiendo principios parecidos a las diapositivas.

   

 El paso del tiempo fue dando otros ingenios mecánicos y fotográficos como el tambor giratorio hueco, con espejos y ranuras, en cuyo interior se colocaban unas tiras de dibujos que parecían moverse en el cilindro o el daguerrotipo que permitía fijar la imagen en planchas de cobre. Otro invento fue el praxinoscopio, una especie de zoótropo que podría proyectar imágenes o la película de celuloide con perforaciones que facilitaban su arrastre y el kinetoscopio entre otros, cámara para grabar imágenes en movimiento.

   

 El cine se convertiría además de una atracción en un arte al que llamamos séptimo ya que en la antigüedad las artes eran seis: pintura, escultura, literatura, arquitectura, danza y música. El cine ha tenido sus innovaciones en lo largo de su historia, sería largo ahora de explicar todo, pero ya sabemos que comenzó siendo mudo y luego sonoro, en los años 50 pasamos de una pantalla cuadrada a los inventos del cinemascope, cinerama, vistavisión etc, y así podríamos seguir la lista con los sistemas de sonido, la era digital, el 3D etc.

   

 ¿Y cómo lleva estos 125 años nuestro querido cine? Pues no está en su mejor momento, si bien hace un cuarto de siglo celebraba el centenario con buena salud, esta vez creo que no. Ya sabemos que el 2020 ha sido un año terrible por la pandemia del coronavirus, pero ya antes de esto estábamos asistiendo a un cambio en la forma de ver las películas. Lo que eran las salas grandes con su glamour y ambiente cinéfilo fueron desapareciendo, ya quedarán bien pocas. Uno de los casos más tristes lo vemos en Barcelona, hace unos días el director JA Bayona mostraba una foto de lo que ha quedado del cine Urgel (para quien no lo sepa, este cine era el más grande la ciudad, 1800 butacas, coqueto, pantalla muy grande…Más de uno quería ir a este cine para ver los estrenos). Lo que ha quedado de él son tres butacas en medio de un supermercado. Algunos sentirán añoranza y otros ni se darán cuenta…
También he podido ver fotos de lo que fue el Cine Niza, o como ya escribí aquí el Texas. También en Madrid han desaparecido muchos cines, aquellos que en algunas películas de Garci salían con su cámara nostálgica retratando la Gran Vía y que parecían decirnos con aquella música de Jesús Glück lo poco que iban ya a durar. En otras ciudades también ha pasado lo mismo y si se quiere ir al cine hay que ir a los centros comerciales.

   

 Pero esto último que digo está quedando ya anticuado, el auge de las plataformas digitales con series y películas comenzó a quitarles público y el dichoso virus está certificando el fin de lo que era ir al cine, aunque sea en un complejo multisalas, para ver la película. Incluso la todopoderosa Disney ha decidido estrenar sus películas por Disney Plus.

 Cierto es que es una medida transitoria de momento, pero el alargamiento de la pandemia y las pocas esperanzas en que el problema del virus se solucione rápido, hace que ya anuncien estrenos para este año por su plataforma en vez de en el cine y muchos nos preguntamos si en un futuro, ya sin peligro, esto continuará así.

Las plataformas tienen, claro está, su parte positiva, en estos momentos en que me encuentro desconectado de lo que es una ciudad me permiten seguir viendo cine, incluso hasta festivales (en Filmin, que es la plataforma más cinéfila, se han podido ver bastantes), pero todo ha de tener su mesura equilibrada, las salas y las plataformas han de saber complementarse. Los empresarios y gente del sector han de saber encontrar la fórmula para que las vuelvan a hacer atractivas y que se note la diferencia de lo que es ver cine en una sala y verlo en una tele.

 La historia del cine, como decía, ha tenido muchas innovaciones e inventos, que los siga habiendo es normal. Pero, por favor, que el cine se pueda seguir viendo en salas, es de esta manera cuando celebramos su cumpleaños. Que la gente lo sepa apreciar, se enseñe en los colegios y no se vea como un producto de consumo con fecha de caducidad rápida. Si no, naturalmente que seguirá habiendo películas, pero nos tendremos que preguntar qué ha sido de ese séptimo arte que tantas obras maestras y películas notables nos dio.

 

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