27/05/2022

Boeing, boeing. El vodevil vuelve a aterrizar

 


Consultando la programación teatral de Granada, leo que se va a representar el vodevil Boeing Boeing a mediados de junio y con él me viene a la mente el título que reunió en 1965 ni más ni menos que a Tony Curtis y a Jerry Lewis. Curiosamente, no es una película que se cite cuando se habla de ellos a pesar de lo divertidísima que es, todo un descubrimiento para quien no la haya visto.

La producción corría a cargo nuevamente de Hall B. Wallis para la Paramount, mis lectores ya leyeron la semana pasada que en 1968 tuvo que marchar a la Universal pues veía que no contaban con él, este fue de sus últimos trabajos en los estudios de la montaña, y fue el último de Jerry Lewis para estos poniendo fin a tres décadas donde pasó de ser el acompañante de Dean Martín a ser todo un excelente director y un reconocido cómico, pese a quien le pese. Lewis iniciaría a partir de ese año una cierta decadencia en sus trabajos a pesar de seguir siendo interesante, la comedia ya no interesaba tanto y él tampoco encajaba en los nuevos esquemas.

Boeing Boeing fue escrita en 1960 por el dramaturgo francés de origen italiano Mark Camoletti y fue representada con gran éxito en las principales capitales europeas, al productor le llamó enseguida la atención y ya propuso que se realizara, aunque llevando su acción a Roma, ya que creía que en París existía  cierta saturación de títulos, pero no lo consiguió. Se pensaron en muchos actores, incluso que la interpretara Mastroianni y Gassman o Peter O´ Toole del que Wallis estaba muy contento por Beckett. En cuanto las actrices, llegó a anunciar que Shirley McLaine estaría en el reparto, igualmente Janet Leigh, pero finalmente el reparto tuvo esta pareja extraña compuesta por Curtis y Lewis. En los créditos iniciales aparecen los dos nombres girando en círculo, me viene a la memoria aquella película folclórica de El balcón de la luna donde tuvieron que solucionar a quién colocar en primer lugar poniendo los tres nombres sin priorizar ninguno.

   




Tony Curtis entonces estaba en su momento más álgido, aunque empezaría a decaer en títulos poco afortunados posteriormente, su interpretación es excelente, creo que no descubro nada diciéndolo. En cambio la de Lewis es muy distinta de la que nos tenía acostumbrados, aquí no hace muecas y está más contenido. Se podría decir que es una interpretación de transición, aunque algunos críticos lo elogiaron por encima de Curtis, caso de Ángel Martínez Tomás en La Vanguardia : “de Jerry Lewis hemos de proclamar que es la mejor interpretación cinematográfica que hemos visto, en esta película no se comporta como un cretino atolondrado y estúpido en el que se le ha encasillado tan injustamente sino como un estupendo actor cómico que queda muy por encima de Tony Curtis a pesar de que éste se desenvuelve con soltura y gracia” 20-3-1965)


El director fue el poco conocido en cine John Rich, aunque en televisión tenía bastante fama especialmente con la serie Los héroes de Hogan, la película no sirvió para que se lanzase al séptimo arte, pero se desenvolvió bastante bien conjugando la pieza teatral con el lenguaje cinematográfico, priorizando el primero y sabiendo dónde usar el segundo. Mención aparte merecen las tres actrices que salen: Dany Saval, Christiane Schmidthmer y Suzanna Leigh, Ninguna tuvo una carrera significativa, más bien lo contrario, lo cual choca porque están realmente espléndidas en sus roles, pero quién se lleva la mejor parte es Thelma Ritter, de las mejores actrices secundarias que ha dado el cine

El argumento gira en torno al playboy Bernard Lawrence (Tony Curtis), un corresponsal destacado en París que engaña a tres azafatas haciéndoles creer a cada una de ellas que es su novia. Consigue mantener esta situación porque tienen un horario de trabajo diferente y en distintas líneas aéreas. Los problemas surgen cuando las chicas empiezan a trabajar para líneas aéreas que tienen potentes jets, lo que les permite pasar más tiempo en París.

Los especializados en teatro ya conocerán versiones de esta como la que 1962 dirigiera e interpretara Juanjo Menéndez, la que en 1964 dirigiera Carlos Lucena, la de Luis Varela en 1975, la de Paco Mir en el 2009, etc. Para esta ocasión el director será Ricard Reguant y tendrá como protagonistas a Andoni Ferreño y Agustín Bravo, para el papel que en la película interpretaba Thelma Ritter se cambia el género y lo hará Alberto Closas, las actrices serán Lydia Miranda, Lala Rod y Laura Artolachipi.


La obra estará de gira por toda España hasta llegar a Madrid el 17 de agosto, según Ferreño se trata de “la obra cumbre del vodevil moderno y como tal no tiene mensaje solo aspira a proporcionar diversión al espectador". Para el actor que aparte es promotor de esta, el vodevil es un género mágico muy difícil de hacer y hay que respetar sus entrañas para que funcione correctamente. Explica que no se parte de la película sino de la obra original, que se han actualizado algunos temas obligados como el uso del móvil y que el escenario será muy grande “siguiendo la máxima de nuestro maestro Arturo Fernández que decía que un vodevil necesita un gran decorado y aquí lo hay”.

Suerte pues para este Boeing Boeing, espero que sea una buena obra que nos haga reír en esta era post COVID y que de paso se vuelva a ver la película y recuperar las carreras de Tony Curtis, Jerry Lewis y Thelma Ritter. La tienen en DVD y en la plataforma Filmin



19/05/2022

Las mujeres de Enrique VIII: Ana de los mil días (1969)

 



Hall Wallis

Este post es el inicio de una serie que en semanas alternas iré dedicando a la temática de la figura de Enrique VIII y sus mujeres. Y lo inauguró con la película de 1969 llamada Ana de los mil días dirigida por Charles Jarrot, la producción corría a cargo del mítico Hal B. Wallis (Robín de los bosques, Casablanca, Duelo de titanes…). Acababa de dejar la Paramount porque veía que no contaban con él e ingresó en la Universal, el mundo del cine estaba cambiando, pero estos estudios seguían manteniendo el firme control del tipo de magnate tradicional, su jefe Lew Wasserman prefería tratar con productores de la vieja guardia como él. Casi podríamos decir que fue uno de sus últimos cantos de cisne, a esta siguió otra producción similar con el mismo realizador: María, reina de Escocia (1971) que trataba sobre el conflicto de más de 20 años entre el personaje principal, la sobrina nieta de Enrique, y la reina Isabel I, hija de Enrique y Ana Bolena.

Charles Jarrot

Wallis acabó su carrera con una secuela agradable, pero fallida de Valor de ley: El rifle y la Biblia (1975).Seis años antes de Ana de los mil días, había obtenido uno de sus grandes éxitos, no ya solo de público, sino de crítica, con Beckett dirigida por Peter Greenville. Aquí contrató a  Charles Jarrot, bastante desconocido y una apuesta arriesgada, pero sabía bien lo que elegía pues notable fue el trabajo. Desgraciadamente, no encontró el hueco merecido en posteriores producciones y pasó a ser un artesano más, la Disney lo fichó para varios de sus títulos en el Reino Unido en plena decadencia del estudio cómo El último vuelo del arca de Noé y Cóndorman.




La película es una adaptación de la producción teatral original de Broadway de 1948-1949 estrenada en Nueva York y que estuvo protagonizada por Rex Harrison y Joyce Redman interpretando al rey Enrique VIII y Ana Bolena, respectivamente. La obra estaba escrita por Maxwell Anderson que fue una pluma famosa en el mundo del cine, su obra de María Estuardo fue llevada al cine por John Ford en 1936, otras a destacar son La vida privada de Elizabeth y Essex, Cayo Largo, Juana de Arco, etc. Igualmente, escribió para Hitchcock el guion de Falso culpable y aparece no acreditado en el de Vértigo o Ben Hur

Ana Bolena fue reina de Inglaterra durante 1085 días, desde su matrimonio hasta su muerte: dos años, once meses y veinte días, de ahí el título. Para el papel, Wallis escogió a Geneviève Bujold tras no poder contar con Olivia Hussey. A pesar de que en el IMDB encontramos críticas de Richard Burton hacia ella, fue una recomendación de éste, en una nota de EFE publicada en la pág. 60 de "La Vanguardia" el 31 de mayo de 1969 leemos lo siguiente: “Richard Burton descubre a una gran actriz. Richard Burton presentará al público en su versión de Enrique VIII una nueva actriz en el papel de Ana Bolena, la canadiense de origen francés Geneviève Bujold que la ha comparado con Vivien Leigh:“es como una edición en miniatura de la inolvidable Vivien, tiene la misma clase de sensibilidad nerviosa”. En los estudios Shepperton de Londres donde ha comenzado el rodaje de Ana de los mil días, la actriz de 26 años ha comentado que se sintió conmovida cuando Burton la llamó para la película, ha interpretado hasta ahora solo papeles secundarios, fue al verla en Isabel, película dirigida por su marido Paul Almond donde Burton y el productor Hal Walis decidieron darle el papel de Ana Bolena


Se llegó a pensar incluso en Liz Taylor para el papel, pero por la edad no resultaba, la actriz estuvo viendo el rodaje constantemente viendo a su marido, lo cual provocaba malestar en Geneviève Bujold ya que se sentía menospreciada. Incluso la Taylor tiene un cameo como una cortesana enmascarada que interrumpe las oraciones de la reina Catalina interpretada por Irene Papas.


La actuación de Richard Burton tuvo división de críticas, algunos lo vieron un rey demasiado pequeño, probablemente porque tenían en mente el Charles Laughton de La vida privada de Enrique VIII o el Robert Shaw de Un hombre para la eternidad, llegó a odiar tanto la película como su actuación, pero quedó asombrado cuando recibió una nominación al Premio de la Academia como Mejor Actor, creo, por otra parte, que muy merecida, pues es de sus papeles mejor medidos. E igualmente Bujold vio cómo su interpretación, que transmitía la ambición del personaje así como la soledad y desesperación posterior, era nominada. Aquel año la ganadora fue Maggie Smith por Los mejores años de Miss Brodie, tenía bastante competencia, también estaba Jean Simmons por la excelente Con los ojos cerrados.

Los 145 minutos de metraje pasan rápidos, el ritmo es excelente, casi no se nota su procedencia teatral, cercano estaba el gran éxito del Romeo y Julieta de Zeffirelli y el lenguaje cinematográfico vivaz predominaba, por suerte, en este tipo de producciones que dejaban de lado actuaciones excesivas y un acartonamiento desfasado. Atractiva visualmente, su dirección artística es maravillosa y elimina cualquier barrera para que el espectador contemple esa corte tan fastuosa como perversa y veamos también mucho más allá en cada personaje dotándoles de una profundidad psicológica empática.


Podremos contemplar el verismo en los escenarios ya que la película fue rodada en los mismos lugares históricos donde transcurrió el drama, entre ellos los castillos de Penshurst con su famoso jardín Tudor, el de Hever y el parque de Richmond, todo con una música ambiental con la firma de George Delerue que había compuesto poco antes la de Un hombre para la eternidad, encontraremos motivos renacentistas, instrumentos de la época y hasta inclusión de baladas

El 24 de febrero de 1970 se estrenó en el Reino Unido, en España el 17 de octubre del año siguiente. la película llegó a tener 10 nominaciones a los Oscars, sin embargo solo se llevó el de mejor vestuario. La película está editada en DVD y Blu Ray.



12/05/2022

Centenario de Tony Leblanc: Los tramposos

 



Se cumple estos días el centenario del gran actor Tony Leblanc, que como es sabido nació en el mismísimo Museo del Prado un 7 de mayo de 1922. Con una importante carrera en teatro, empresario, televisión o cine, es en este último dónde más podemos recordar sus trabajos, aunque en la pequeña pantalla últimamente gracias al archivo de Televisión Española podemos recordar alguna que otra actuación. Sus películas son en su mayoría comedias populares, casi hasta se podría decir que hacía de él mismo y aunque algunos le pudieran reprochar la falta de papeles serios o películas con directores más reputados, lo cierto es que un repaso por ella nos trae infinidad de títulos divertidos, comedias que daban dinero y que a pesar de los años siguen recordándose, de ahí que estén en diversas plataformas y gran parte de ellas se editarán en DVD.

Su época de más fama en el celuloide fue a mediados de los 50 y en los 60, Aunque él ya debutara en 1944 en un papel sin voz en Eugenia de Montijo, al año siguiente ya tendría uno breve pero con voz en Los últimos de Filipinas (1945), y Luis Lucia le da su papel primero de protagonista en Dos cuentos para dos, directores como Florián Rey en La cigarra, Rovira Beleta en 39 cartas de amor cuentan con él. En 1950 comienza a tener popularidad gracias a la adaptación de la zarzuela La revoltosa que dirige José Díaz Morales y comparte protagonismo con una joven Carmen Sevilla. 



Su participación en películas ya míticas del cine español como Historias de la radio, Manolo Guardia urbano, Las muchachas de azul o Los ángeles del volante de dan cierto empujón a su carrera a la que le faltaban más papeles como protagonista.1958 es un año crucial ya que participa en El tigre de Chamberí  de Pedro Luis Ramírez con José Luis Ozores, película reivindicada por muchos, y muy especialmente Las chicas de la Cruz Roja, uno de los grandes éxitos del cine español y que compartiría protagonismo con Concha Velasco, la química entre los dos llevaría a que protagonizarán 13 películas, una de las más emblemáticas y qué traigo hoy es Los tramposos de Pedro Lazaga de 1959. Me hubiera gustado hablar de una bastante desconocida llamada Julia y el celacanto, espero en próximas citas traerla.

Seguramente, Los tramposos la habrán visto más de una vez parte de mis lectores, es una de las comedias más emitidas por televisión, al menos hace algunos años, reconozco que ando lejos de las parrillas actuales. Como suele pasar en el cine español de la época y más hablando de este director, la mayoría de los críticos no alabó este trabajo, se la tildaba de una comedia mediocre que había envejecido ya bastante, solo hace falta mirar las hemerotecas de los días en que la emitían. 


Pero, curiosamente Los tramposos ha tenido cierto resurgir, creo que también debido a la evolución de la filmografía del actor. Aunque sonaré repetitivo, creo que hay que recordar que Tony Leblanc se retiró del cine bastante pronto a mediados de los 70 con una olvidable película llamada Tres suecas para tres Rodríguez también de Lazaga, empezaban a ser tiempos malos para las comedias populares y la salud del actor le obligaba a tomarse con más calma sus apariciones. Un fatal accidente de coche en 1983 le llevó prácticamente al retiro de la vida pública. Gracias a Santiago Segura y su Torrente, Leblanc volvió al cine y a partir de allí cierta generación joven se interesó por varias de sus comedias, una de ellas Los tramposos. Sin embargo hay más títulos que pudieron desempolvarse el polvo. ahí tenemos Don Lucio y el hermano Pío, Tres de la Cruz Roja, Sabían demasiado, La dinamita está servida, Los subdesarrollados, Los que tocan el piano o El astronauta entre otras muchas.

Un dato algo escondido de Los tramposos es que en el guion colaboró Luis García Berlanga a pesar de que no aparece acreditado,  su éxito y que a pesar de sus casi ya 65 años siga programándose  es que parte de un tema muy español que no es otro que la picaresca, y si a está le añadimos comicidad, el éxito está más o menos asegurado. Aparte de Berlanga, en el guion contábamos con José Luis Dibildos y Miguel Martín, cuyo argumento también era de ellos, suponía ya ese cine español de la tercera vía. Estrenada el 2 de noviembre de 1959, además de la pareja protagonista teníamos a un joven Antonio Ozores,  Laura Valenzuela, José Luis López Vázquez, Manuel Gómez Bur y también el reputado José María Rodero que no acabó de cuajar en el cine como en el teatro, aquí aparecía con la que era su esposa Elvira Quintillá.




Tiene la película cierto paralelismo con las comedias italianas del momento, recordemos Rufufú. aquí es evidente que el argumento tenía que ir combinado con cierta moralina y sentido del arrepentimiento, pero a pesar de estos giros inevitables, la película refleja el aire de miseria y la sociedad del momento, la cual tampoco es que haya cambiado mucho actualmente. A pesar del desprestigio que tenía Lazaga en las revistas del momento, salvo el "Film Ideal" en ocasiones, sí que varios críticos destacaron el trabajo del actor, Alfonso Sánchez llegó a escribir que en Hollywood sería un actor con éxito y José Luis Guarner dijo que era “una película de una vitalidad tan desbordante que consigue hacer olvidar pequeños defectos como rupturas de tono, etc. de que adolece en algunos momentos."

Sin llegar a ser una notable película, en cualquier momento podemos disfrutar de ella, sonreír y disfrutar de este gran cómico que era Tony Leblanc.




05/05/2022

La noche oscura: La actuación mística de Juan Diego

 


El pasado jueves fallecía Juan Diego, sin ánimo de que este blog se convierta en un obituario semanal, vamos a dedicarle un pequeño homenaje y para eso he escogido la película La noche oscura (1989) de Carlos Saura. Juan Diego era inquieto y observador, siempre buscó hacer cosas distintas, él decía que “mi sistema es hacerlo mal, siempre a contracorriente y así a lo mejor sorprendes”. Saura a finales de los años 80 lo convirtió en San Juan de la Cruz, el actor comentaba: “es muy cómodo trabajar con Saura porque es uno de esos directores donde la posible estupidez no es rechazada de inmediato, me gusta la dimensión mágica que tiene La noche oscura, creo que desde la miseria hemos hecho una especie de metafísica de la basura

Carlos Saura

La figura de San Juan de la Cruz había atraído ya desde muy pronto a Saura, incluso de manera indirecta algunos de los textos de él aparecen en Mamá cumple cien años recitados por Fernando Fernán Gómez y en Ana y los lobos, el director decía al respecto que había ido acumulando material sobre él desde hacía muchos años: “la creación no es nunca espontánea, existe un proceso que es el que te permite enfrentarte con ciertos temas, si hacerlos antes sería un error, hacerlos después a lo mejor no merece la pena. Yo creo que era el momento que yo hiciese mi reflexión sobre San Juan de la Cruz”.

Juan Diego

El director quedó muy contento con la interpretación de Juan Diego del que dijo: "es un actor muy versátil que para mí ha sido una revelación, es una persona muy sensible, con una increíble capacidad mimética. Realmente, él tiene esa extraña capacidad de transformación de los grandes actores. Él hace de la experiencia una vivencia personal, al mismo tiempo todo lo hace inteligentemente, no hay frivolidad no hay ligereza. Es un hombre muy preparado que sabe hacer muy bien lo que hace."

La película se centra durante el tiempo en que San Juan de la Cruz permaneció encarcelado, en concreto nueve meses en una cárcel de Toledo a causa de la rivalidad que existía entre los carmelitas calzados y los descalzos, estos últimos secuestraron a San Juan y después de un juicio sumarísimo, fue trasladado a una celda en el mes de diciembre. Solo la abandonaba los viernes, le daban una paliza y lo volvían a encerrar, comía solo sardinas y pan. Saura remarcaba que nunca hubiera podido sobrevivir si no llega a establecer comunicación con Dios, que “le iluminó y dictó sus poemas”.

En sus noventa esquemáticos minutos explora el pensamiento profundo de este Santo y más allá de sus escritos, vemos cómo soñaba, trataba sus tentaciones, sus recuerdos, las apariciones y milagros, visiones horrorosas, imágenes de luz súbita, espíritus nauseabundos… A pesar de que no será fácil para ciertos espectadores seguirla en su totalidad y menos comprenderla, es una película que despierta cierta atracción, en parte gracias a la utilización de su fotografía, la cual consigue un contraste bello entre la luz que lo va iluminando y la oscuridad del monasterio con los rayos que entran y la sensación de poder captar lo que hay fuera sin verlo. Por contra, hay otros momentos algo controvertidos, como el de las tentaciones y la aparición del diablo que no acaban de ser bien resueltos y entorpecen el ritmo.


En su breve reparto contamos también con Fernando Guillén, Manuel de Blas, Fermí Rexach, Julie Delpy, etc. El equipo fue el habitual. entre ellos el director de fotografía Teo Escamilla. Andrés Vicente Gómez fue el productor.


Un aspecto que creo que falla en el guion es una previa explicación, pues teniendo en cuenta la cultura y más la actual, es probable que más de uno se pierda en el argumento. Sobre San Juan de la Cruz decir que nació en 1542 en una pequeña población abulense, Fontiveros. De familia modesta, aunque noble, se trasladó en su infancia a Medina del Campo, la verdad es que no son muchos los datos de “el gran poeta más breve de la lengua española, acaso de la literatura universal” como le calificó Jorge Guillén. Con 19 años, ingresó en la orden carmelitana, estudió en Salamanca y conoció a Santa Teresa de Jesús con la que se puso de acuerdo para iniciar la reforma carmelita, biografías cruzadas las de ambos y  paralelas en muchos puntos, sobre todo en el de las penalidades que hubieron de sufrir.

Saura dice que lo más atractivo de la vida de San Juan no es la parte pragmática de su labor organizativa, la fundación de nuevos conventos, ni tampoco, sorprendentemente, su obra, sino lo que sucedió en aquellos nueve meses encerrado en ese agujero inmundo y viéndose como un mensajero que escribe al dictado, “una especie de intermediario entre Dios y la tierra, esta idea de que el autor no es el autor, sino un autor soberano por usar una expresión calderoniana, me parece una de las cosas más apasionantes de este personaje”

Incluyó pasajes que históricamente no corresponden al periodo, la iluminación que da pie al poema“Noche oscura del alma” escrito realmente una vez recuperada la libertad en el Calvario de Beas (noviembre de 1578 a junio de 1579), pero para Saura contar una historia o el aspecto cronológico no era lo importante, sino mostrar los fragmentos : "No he pretendido hacer una película histórica con San Juan, trato de respetar unos hechos históricos y estudiar un personaje concreto con gran libertad, pero respondiendo a lo que sucedió. Divulgar no es la principal motivación que tengo para hacer una película, sino mi interés por un determinado personaje”

A pesar de las contradicciones que puede haber por parte de algunas declaraciones del propio director,  tiempo después matizó el tema sobre si la película era mística y él lo resumía de esta manera quedando aún más ambiguo el tema: : “no es una película sobre el misticismo, al menos considerado éste en el sentido religioso. Digo esto porque coma a mi juicio, hay un misticismo laico, y éste sí puede estar en la película, pero no el otro. En La noche oscura pretendo acercarme al proceso interior de la creación poética de Juan de la Cruz que es un poeta tan excelso que cuatro siglos después sigue siendo leído en Europa. Cuando se está produciendo un esfuerzo general de búsqueda de nuestra identidad, volver la mirada hacia un poeta como éste no significa refugiarse en el pasado y retroceder a temas antiguos.


Y precisamente esta dificultad sobre lo que quería contar Saura verdaderamente está bien expresada en la interpretación de Juan Diego que se mete de lleno del personaje. El actor expresaba que al principio tuvo un encuentro casi mágico con Saura: “nos entendimos a la primera, pero a partir de ahí comencé poco a poco a perderle y hay escenas que literalmente me superaron, me desbordaron, y lo tuve que hacer casi inconscientemente sin saber que estaba haciendo. Yo seguía las instrucciones de Saura, pero no tenía ninguna manera de saber si San Juan de la Cruz seguía las mías. Algo sencillo de decir y muy difícil de hacer”. El actor reconocía que le era difícil salir del personaje cuando este es  alguien que te descubre cosas que yo desconocía de mí mismo”.

Revisemos pues La noche oscura que a pesar de sus defectos y ambigüedades, probablemente en cada visionado hallemos algo y no siempre insertado en el plan inicial de Saura, las grandes películas están llenas de diferentes lecturas y sea este un misticismo religioso o laico, o tal vez los dos sean el mismo, nos puede hacer descubrir aspectos que desconocíamos de la misma manera que le pasó a Juan Diego metiéndose en el personaje. Aparte de todo esto, es uno de los mejores homenajes que le podemos hacer y oír en su voz toda esa poesía que, sin duda alguna, ya justifica el visionado.

El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...