La noche de Varennes (1982)
Seguimos con los centenarios esta
semana, esta vez toca el de Marcello Vincenzo Domenico Mastroianni más conocido
como Marcello Mastroianni que nacía un 28 de septiembre de 1924 en Fontana Liri
(Italia) y que falleció el 19 de diciembre de
1996. Trabajó bajó las órdenes de los grandes: Visconti (Noches blancas), Fellini
(La dolce vita, 8 y medio…), De Sica (Matrimonio a la italiana, Ayer, hoy y
mañana), Antonioni: (La noche)... Y otros nombres que han ido cayendo en el olvido
en las últimas décadas, tales como Monicelli, Risi, Comencini,
Blassetti, Germi, etc. Entre ellos está el de Ettore Scola y que formó
otro gran dúo con el actor, películas como Una jornada particular, Macarrones,
Splendor…
En 1981 rodó La noche de Varennes, un curioso filme histórico en el que un viaje en diligencia desde París a Verdún de un variopinto grupo el 20 de junio de 1791 servía como medio para recordar las circunstancias históricas que rodearon la frustrada fuga de Luis XVI y María Antonieta. Entre ese abanico de personajes teníamos al escritor y liberalista Restif de la Bretonne (Jean Louis Barrault), el ensayista político Tom Payne (Harvey Keitel), una aristócrata (Hanna Schygulla), un estudiante (Pierre Malet)… A ellos se añadía Giacomo Casanova, papel del que dijo el director que solo podía haber hecho Marcello Mastroianni y que creo que es de sus mejores caracterizaciones.
Más de uno al leer la sinopsis le
habrá venido a la cabeza La diligencia de John Ford que a la vez ya
saben que venía inspirada por el cuento Bola de sebo de Guy de Maupassant, a Scola
se lo recordaron bastante y él contestaba que aunque no fue el modelo, sí que
estaba en el inconsciente y añadía un irónico: “¿Quién no la tiene?”.
El guionista Sergi Amidei que había trabajado con Roberto Rossellini o De Sica
firmó su obra póstuma, si se fijan en los créditos verán que está dedicada a él
ya que falleció en pleno rodaje.
Recuerdo cuando en la EGB tocaba el tema de la Revolución Francesa y la profesora recomendó este título ya que la emitirían en la 2 próximamente, pero nos dijo que narraba la fuga del rey y era entretenida, así que me lo imaginé en plan western huyendo y sorteando todo tipo de aventuras como un John Wayne defendiéndose de los indios, cuando por fin descubrí La noche de Varennes me llevé un pequeño chasco, solo veíamos sus pies y hacia el final, el resto eran los diálogos de toda esa gente interesante.
Cuento esa anécdota porque puede
costar en un principio situarse, pero el espectador que quiera saber de
historia no va a quedar decepcionado, todo lo contrario, asistirá a toda una
lección y lo que es más importante, a reflexionar sobre esta. Si Scola nos
había mostrado en Una jornada particular que la Historia afectaba a un
individuo, aquí el individuo incide en esta
y es que fue el mismo pueblo quien detuvo a Luis XVI. Aparte, el guion y la
plasmación del director era desde cierta distancia, él hablaba de que estaba al
lado de todos: “Ellos hablan de ideales como de un modo de sentirse en paz
consigo mismos, de sentirse seguros. Lo que cuenta, en mi opinión, es
enfrentarse con uno mismo (…) y ver si se está o no en armonía con lo que
sucede alrededor.”
Estando acostumbrados hoy en día
a la subjetividad cuando se presenta algo y al partidismo, lo cual es peor, se
agradece esta cosa tan rara en nuestros días llamada objetividad. De ahí que
uno de los personajes que se lleva mayor protagonismo sea el de Restif de la
Bretonne (Jean-Louis Barrault) que reconoció los méritos de la Revolución
Francesa, pero que se preocupó también en conocer a sus oponentes y poder
comprenderlos.
Pero es obvio que a pesar de la
genialidad en que le vemos y escuchamos, el personaje que se come a todos los
demás es el de Giacomo Casanova y es que Mastroianni daba otra lección de
interpretación, su personaje ya envejecido reflejaba en cada fotograma su
cansancio y visión sarcástica de la vida, Scola nos lo presenta, ya desde el
principio, arreglándose la peluca y ayudando al escritor para que suba en esa
diligencia. Es tal la grandeza que hasta se permite romper la cuarta pared y decirnos cuándo morirá este. A tenor de esto, el director expone el film como si de un espectáculo de linterna mágica se tratara con el prólogo y
el epílogo y parar de tanto en tanto para dar algunas explicaciones que no
resultan nada pedantes, se concebía como un
homenaje a los enciclopedistas. Con esto se reivindica el papel
del cine como arte didáctico, aspecto muy olvidado en los últimos
tiempos con la concepción peyorativa del cine solo como entretenimiento
Los diálogos de Casanova con el resto
de los personajes tienen un tono irónico que ayudan aun más a que disfrutemos
de su actuación, cuando el escritor siente necesidades fisiológicas y le
exclama que maldita vejez, él le contesta con un “se nos castiga de donde más
hemos pecado”, en otro momento se sorprenden que coma tanto y su respuesta es
la de “sí, incluso cuando tenía otros placeres”, memorables también sus
contrarréplicas al personaje del estudiante (quizá el menos tratado) cuando
sentencia que el pueblo es el más tiránico de los soberanos.
En fin, que si quieren disfrutar de una gran actuación de Mastroianni para este centenario, creo que La noche de Varennes les va a satisfacer plenamente, además de poder gozar de Harvey Keitel o Hanna Schygulla entre otros. Por cierto que el actor Jean Louis Barrault, que interpreta a Restif se le apodó como el Laurence Olivier francés, no se prodigó mucho en cine, aunque lo vimos en grandes títulos como Los niños del paraíso, La ronda, Diálogo de Carmelitas o El día más largo. Para verla, se editó hace pocos años en DVD y Blu-ray por Divisa y aun está a la venta, solía estar en alguna plataforma como Filmin, pero, ahora mismo, no.
Si algún día desaparece el formato físico definitivamente, este tipo de películas correrá la misma suerte...
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