Sombras acusadoras, suspense en la Costa Brava

 

Sombras acusadoras. Fuente: IMDB

Seguro que a la mayoría de mis lectores más de una vez alguien les habrá estropeado el final de una película, es lo que el lenguaje de hoy en día llama “spoiler”. El término me resulta repelente, pero la RAE tampoco ayuda mucho a la liquidación de tal anglicismo ya que recomienda que se use “destripe”.

Algún que otro crítico de cine para hacerse perdonar la afición por contar los finales, se fabrica la teoría
de que no es lo más importante a la hora de valorar la obra, pues en más de una ya sabemos cómo acaban. A mí me han fastidiado muchos, desde Psicosis, El planeta de los simios, El corazón del ángel, El sexto sentido

Repasando títulos me ha venido una de suspense que tenía la peculiaridad de que  la voz de Douglas Fairbanks Jr., su productor, pedía después del "The End" que no dijéramos nada y que quien guardaba un secreto, guardaba a un amigo. La película era Sombras acusadoras de 1958 y estaba dirigida por Michael Anderson, nombre que les sonará por La vuelta al mundo en 80 días y posteriormente Las sandalias del pescador o La fuga de Logan, entre otras muchas.


El filme tenía también el atractivo de estar rodado en plena Costa Brava, la mayor parte sucede en Tamariu, pero también podemos observar Palamós o Tossa de Mar y unas imágenes en la misma Barcelona al comienzo. Tal década de los 50 fue la de oro para la citada costa a partir del rodaje de Pandora y el holandés errante, posteriormente otras producciones internacionales le dieron fama como Decameron Nights en Blanes, Mr. Arkadín en S´Agaró, El jardinero español en Palamós o De repente, el último verano en Begur.

Por desgracia, a notables películas de intriga de esta época se le coloca el epíteto de hitchcockiano para bien y para mal, algo que provoca que se vea con el prejuicio de ser una imitación. A pesar de las comparaciones con el maestro del suspense, Anderson logra un notable trabajo con sus movimientos de cámara, planos angustiosos, manejar a sus pocos actores y mantener la intensidad de la historia.

Anne Baxter era la protagonista, otra gran estrella que llamó la atención a los habitantes de la costa que ya se acostumbraban a ver a Ava Gardner, Joan Fontaine, Orson Welles, Dick Bogarde o Liz Taylor. En el reparto figuraba también Richard Todd, un actor bastante olvidado hoy en día, pero popular también en aquellos años y que compaginaba sus papeles en películas de aventuras como las de la Disney, con otros más dramáticos. La guinda la ponía el siempre eficaz Herbert Lom, aunque la memoria cinéfila lo recuerde principalmente por haber sido el comisario Dreyfuss del Inspector Clouseau en las películas de La Pantera Rosa de Blake Edwards.

El rodaje de la película fue captado por el fotógrafo de Palafrugell Josep Granés Hostench (1915-1982) y sus imágenes han sido exhibidas en algunas exposiciones. Lástima que no podamos verlas por la red, serían no ya solo un gran documento cinéfilo, sino de historia de la Costa Brava.

Si les ha entrado la curiosidad para ver ese final que no hay que contar, el film se encuentra en la plataforma Filmin y en DVD está editada por Cinecom.


Y ya lo saben, si quieren seguir manteniendo las amistades, no desvelen nada…

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