Raza: El espíritu de Franco (1977)
Aprovechando el 20N y ya que en este blog he traído varias
películas sobre la figura del General Franco, hoy hablo de una de las más
singulares, probablemente tal afirmación ha quedado coja con el tiempo, me estoy refiriendo a Raza, el
espíritu de Franco que en 1977 dirigiera Gonzalo Herralde. El embrión del
proyecto viene de un visionado de Raza (1942) por parte del director y sus ganas de ahondar en que lo que ahí se proyectaba era una autobiografía del dictador más unas pautas de lo que tenía que ser la familia española.
El título dado al documental jugaba con el
que recibió la película en su reestreno en 1950: El espíritu de una raza. Ya en
plena transición y tras el éxito crítico de El desencanto de Jaime Chavarri, el director apostó por rodar unas entrevistas y contó para ello con Pilar Franco Bahamonde (la hermana
del General) a la que calificó como “un auténtico animal cinematográfico de una
extraordinaria fotogenia y con una indiferencia completa hacia la cámara” y por
otra parte con el protagonista de la película, Alfredo Mayo, que le servía de
puente entre la ficción de la pantalla de Raza y la realidad de Franco.
No se contó con otros nombres, el más obvio el del
realizador de aquella, José Luis Sáenz de Heredia, pero Herralde declaraba que
su intervención era innecesaria puesto que su película no planteaba un análisis
de la autoría cinematográfica, sino que era más bien un análisis de la autoría
de la historia. Ana Mariscal, la actriz principal de la película, se negó a
participar.
Raza, el espíritu de Franco se estrenó el 27 de octubre de
1977 y los que acusaban al director de cierto oportunismo comercial pudieron
comprobar que el público apenas fue a verla, ni tan siquiera la crítica fue muy
benévola con ella, Joan de Sagarra escribía que se había aburrido y que era
darle vueltas a lo mismo, con los análisis, lecturas, comentarios más o menos
ingenuos o mordaces en torno al franquismo y al general. Probablemente, la comparación con El desencanto dañó las expectativas ya que este documental para nada era polémico, aunque pudiera parecerlo en un principio.
Herralde definía así su película: “No es un panfleto, ni un
ataque a la figura política de Franco, sino que lo que pretende es desvelar la
verdad oculta detrás de todo un aparato discursivo que Franco estableció y que
posteriormente se fueron desarrollando en el cine español las pautas así
formadas”
Y así es efectivamente, hay que agradecerle un trabajo
riguroso y que sea el propio espectador el que saque las conclusiones, aunque
sí se observa cierta ironía, muy especialmente con los comentarios de Alfredo
Mayo, algunos de ellos quizá sin intención inicial de utilizar ese recurso. Hay
ahí un proceso de desmitificación del actor que se vio encasillado en papeles
parecidos y que no cree que exista una raza hispánica, hay un momento en que se le pregunta qué eran los almogávares, le
cuesta definirlos y al final admite que no lo sabe. Divertidas son anécdotas como el pase con Franco y que esperaba que le dieran alguna medalla,
pero que al finalizar se despidieron sin más y ya está. El actor se muestra
cercano, incluso muestra cierta inquietud también irónica cuando no sabe muy
bien la verdadera intención del documental y que él contestará a sus preguntas, pero
que los directores actuales son muy habilidosos con las tijeras luego.
En cuanto a Pilar Franco, tiene su interés oír de su propia
voz toda la historia desde la figura poco edificante del padre, las relaciones
con su hermano Ramón, la frustrada vocación de marino, la utilización del
apellido Andrade…El único defecto es que puede resultar demasiado reiterativo
escucharla, aunque el director conjuga bien los cortes de Raza con sus
opiniones intercalándolos con los de Alfredo Mayo. De su boca saldrán, entre otras cosas, que su abuelo murió por una indigestión de chorizos o que su padre estuvo separado de la familia largo tiempo y que llevaba cierta "vida alegre" en Madrid, un funcionario del cementerio de la Almudena desvela que hasta hace poco su nombre no aparecía en la tumba familiar. Nos relata también que la muerte de su hermano Ramón fue un asesinato masónico o no le importa desvelar algún roce con Francisco Franco a raíz de unos tapices para el Rey de Marruecos en un desfile, entre otros temas
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