Falleció el doble de Franco, Pepe Soriano

 




Hace un par de semanas fallecía el actor argentino Pepe Soriano, probablemente su nombre no suene demasiado, incluso nada según la generación, las noticias de agencias ponían en su titular que había fallecido el actor de La Patagonia rebelde y El último tren y en su país original se había sentido su muerte. Pero si les digo que él fue el doble de Franco en aquella divertidísima comedia de Antonio Mercero Espérame en el cielo ya les dirá algo.

Corría el año 1987 y a Mercero se le ocurrió llevar a la pantalla un argumento suyo en torno la vida de un doble de Francisco Franco, según contaba, le estaba dando vueltas a la idea desde que le explicaron el rumor de que un actor catalán (en según que escritos salen varios nombres: Julio Bustos, Mario del Busto, Julio Bastos) llegó incluso a suplantarle en una final de la entonces "Copa del Generalísimo" y a ser vitoreado en plena Gran Vía madrileña, pero este ya no podía más y lo dejó.


Con un guion bastante hábil en el que colaboró Romà Gubern que acababa de escribir Dragon Rapide y Horacio Valcárcel se optó en todo momento por una película cómica con algún que otro toque emotivo sentimental (recordadas son las escenas en que el doble se toca la oreja mientras lo filman en el NO DO para que su mujer (Chus Lampreave) sepa que no es el verdadero Franco y ser una especie de beso a lo que ella contesta : “Y yo a ti también”.

Tan solo hacía doce años de la muerte del dictador y Mercero confesaba que se preguntaba si no era muy osado realizarla, pero al no caer en ningún momento en cierta irreverencia ni entrar en el lado político se conseguía una película en cierto modo blanca y que tanto podía gustar a quienes aun sentían nostalgia de él como a sus más aferrados detractores. Y todo esto se conseguía porque según palabras del director, “este era un filme  sobre un supuesto doble de Franco, no sobre Franco, y la risa nos libera de muchos fantasmas, y eso es bueno para el país". Era la primera vez que se rodaba en el Palacio de El Pardo o en el yate Azor.

Y para buscar ese doble, se pensó primero en Alfredo Landa que hizo varias pruebas, pero que le reconoció a Mercero que no sería creíble. Entonces, se pensó en Raúl Sender, al que le encantaba cómo quedaba: “con esa calva que tiene y la nariz aguileña, conseguimos que se pareciera (…). Pero existía el problema de compatibilidad del rodaje con sus galas” Cabe recordar que por aquellas fechas salía en el "Un, dos tres" de TVE y era muy popular, por lo que era arriesgado dejarlo por la película.

Se desestimó la idea de que fuera Juan Diego (Franco en Dragon Rapide) ya que quería alguien de 50 años para arriba. Soriano, que era un total desconocido en España, hizo llegar un vídeo a Mercero a través de su amigo Héctor Alterio y le convenció, pero había un problema, tenía que engordar bastante, por aquel entonces el actor se había sometido a un severo régimen. Solucionado el problema, fue contratado.

"He necesitado engordar 12 kilos, me han rapado la cabeza, uso lentillas marrones y sobre todo llevo dos meses hablando incluso con mi mujer en impecable castellano y sin acento argentino.Además he visto infinidad de documentales de la época y he leído muchísimos libros sobre Franco". Al actor le preguntaban también sobre si la película originaría polémica, pero contestaba lo mismo que el director: “no pretendemos caricaturizar al general Franco, entre otras cosas porque no tiene sentido. Se busca hacer reír y reflexionar sobre la situación que vive mi personaje el sosia”.

Su preparación para interpretar tanto a Franco como al pobre doble Paulino se nota y es excelente, hasta tal punto que debería considerarse como uno de los mejores que ha habido, lamentablemente se le suele olvidar al ser una comedia. El actor contaba una anécdota de que un día en el rodaje se durmió en el despacho de Franco, al cabo de un rato unos turistas abrieron la puerta y se asustaron. Por lo tanto, he aquí una buena prueba de la convicción de su papel.

Soriano llevaba 35 años actuando en Argentina, se formó en el teatro universitario bonaerense donde llegó a representar más de 60 obras, tuvo amistad con Alejandro Casona con el que trabajó en algunos proyectos, la actitud contestataria del grupo donde trabajaba les costó la voladura de la sala por orden de la Junta militar de Videla. Regentó durante 2 años el teatro Margarita Xirgu que se encontraba en dos bajos del "Casal de Cataluña" donde se reunían los exiliados catalanes y en el que nunca llegó a poner los pies el embajador español. “Terminé participando en las reuniones que hacían en el centro catalán y aprendí a hablar algo en catalán y a bailar la sardana”. Su esposa tenía incluso varios familiares que vivían en la ciudad condal.

Confesaba que su visión de Franco era solo parcial, la que le habían ofrecido los exiliados, que eran muchos y profundamente antifranquistas. Para Soriano, le gustaba más que le preguntaran por el papel de Paulino, según él “ofrecía mayores dificultades, el de Franco no es más que una referencia histórica dentro del relato general”.

Al ser esta su primera aventura en el cine español tuvo muy buenas palabras para José Sazatornil “Saza” que interpretaba al patoso comandante Sonsoles, y reconoció que le había ayudado mucho.

A pesar de que no consiguió grandes papeles en nuestro cine, lo pudimos ver en varias series famosas por entonces, desde Historias del otro lado de José Luis Garci. Miguel Servet, La huella del crimen…Con Mercero volvió a trabajar en Farmacia de Guardia. En cine lo pudimos ver entre otras en Matar al Nani, El rey pasmado o La taberna fantástica. La añoranza por su país hizo que regresara.

Volví a ver el otro día Espérame en el cielo y sigue tan divertida como entonces, les recomiendo que la vean, aunque recuerden bien que la intención es la de hablar del doble y ofrecer una comedia para reír y reflexionar, no busquen una película política.


 

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