Nuestras mejores...

 


Hace ya unas semanas se puso a la venta el libro Our Betters, promovido por el programa de radio "Cowboys de medianoche" que conduce Luis Herrero y en el que colaboran José Luis Garci, Eduardo Torres-Dulce y Luis Alberto de Cuenca. Más de 800 oyentes, incluido servidor, han votado las que para ellos son las mejores películas, aunque la intención inicial, por lo que había entendido, era más bien elegir aquellas por las que sentías más cariño y no tanto por la calidad. La ganadora ha sido El padrino, algo que se esperaba por los comentarios. Por cierto, antes de continuar, el título hace referencia a una película no muy conocida de George Cukor de 1933, la cinefilia de Garci no tiene límites, la traducción sería “nuestras mejores”.


Hace ya ocho años que el director publicó Las siete maravillas del cine y que incluía también votaciones de oyentes y gente famosa. Todo viene movido por la publicación cada diez años de la que se suponía, hasta hace unos meses,  “la lista canónica” en la revista británica "Sight and Sound". Esta salió por primera vez en 1952, imponiéndose Ladrón de bicicletas de De Sica, luego cedió el puesto a Ciudadano Kane de Welles que se mantuvo líder desde 1962 hasta el 2012 cuando Vértigo de Hitchcock le arrebató el puesto. Vino el 2022... y la ganadora fue Jeanne Dielman, 23 quai du Commerce, 1080 Bruxelles dirigida por Chantal Akerman, película que la mayoría de mortales ni había visto, ni conocía, todo un apaño movido por ciertas corrientes políticas que ha perjudicado la fiabilidad de este tipo de encuestas y que incluso ha dañado al propio filme alabado y bendecido como el mejor de la historia.

Quzá por eso, la aparición de Our Betters, aunque nada tiene que ver con el bodrio perpetrado por la publicación británica, no me entusiasmaba tanto, pero me ha encantado leer las listas de los que han votado diferente, Cuenca con El príncipe valiente, por ejemplo. Como decía antes, bien escuché que había que votar más con el corazón que con la cabeza y la idea la vi fabulosa, para qué queremos más listas de películas canónicas. El mismo José Luis Garci sacó hace dos años un libro original llamado Películas malas e infravalorados, todo un homenaje a aquellos films, actores, directores, etc. que por una serie de circunstancias no están en el Olimpo de los cánones, les recomiendo su lectura. En la portada teníamos, excelentemente escogida, la carátula de Los insaciables de Edward Dmytrick, aquella introspección del mundo del cine con George Peppard y Carroll Baker, si no recuerdo mal fue la última de Alan Ladd.

Hace una semana les hablaba de Una cuestión de vida o muerte, pues esta la puse en la lista de Our Betters que envié porque dentro de mi cinefilia me supuso un impacto, era la primera vez que veía una película en Technicolor en pantalla grande y aparte de esto era una obra maestra. Al elegir las quince, pensé en algún motivo, pero es evidente que después de muchos tachones, hay algunas que me es imposible quitar.

Quizá este mundo de las listas necesite de un libro donde realmente votemos películas no tanto por la calidad, sino porque nos iniciaron en esto de ver cine. No necesariamente han de tener cinco estrellas, ni cuatro, ni tres...  Hoy voy a citar cinco de esas que no aparecen por ningún lado y que bien podrían ir a parar a algún libro de estos que reivindico. Animo, pues, a su confección próxima y que dejemos en paz a El padrino o a 2001 al menos por un momento ¿Alguien las vio cuando era adolescente y se hizo cinéfilo con ellas? Yo no, la primera a los 20 y la segunda con 15 sin entender mucho, más bien la aguanté porque la concebí como si fuese Fantasía de Walt Disney, quedaba muy bien acoplada la música clásica a las imágenes.

Después de hacer amigos con esto último, comienzo por una cuya marginación ha ido "in crescendo", hablo de La vuelta al mundo en 80 días, fue la primera película que vi en el cine, fue una reposición de verano y yo apenas tendría 5 años, fue en el Cine Bailén de Barcelona. Se me quedó grabada la música de Victor Young, no iba mal encaminado ya que este músico ha escrito para películas que ahí sí pondría la máxima clasificación: El hombre tranquilo, El mayor espectáculo del mundo, Raíces profundas, Johnny Guitar…A pesar de mi corta edad, pondría la mano en el fuego que algo se me quedó. Saul Bass nos la resumía en unos créditos que son una obra de arte.


Otra que nunca aparecerá: El tulipán negro, por cierto, que sirva, aunque tenga un papel secundario, de pequeño homenaje a Laura Valenzuela. Era como el Zorro en época de la Revolución Francesa, a Delon le gustaba tanto ponerse el antifaz que hasta hizo otra ya con el nombre del raposo. Entretenida, simpática y de paso una lección de historia, aunque fuese con calzador. De nuevo la música se me quedó en la cabeza con esa marcha que ahora algún entendido dirá que es música popular (como si eso fuera malo),

Otra, y sigo con el cine de aventuras :Los piratas de las islas salvajes. Al director Ferdinand Fairfax no lo conozco mucho, pero entre sus guionistas estaba John Hughes, todo un icono de mi generación. Tenía también una banda sonora muy pegadiza de Trevor Jones, escucharla me evoca cuando se ponían películas de este tipo por televisión los sábados por la tarde. En el reparto había un Tommy Lee Jones siempre efectivo que compensaba la insipidez de Michael O´Keefe, pero era algo que no teníamos muy en cuenta… Que conste que estas son las tres primeras que me han venido, pero no es casualidad que te salga el género de aventuras cuando piensas en películas menospreciadas, algo a lo que se ha unido el mundo de las bandas sonoras, ahora los iluminados nos dicen que la música en el cine no se ha de notar, ya no hay grandes obras sinfónicas y los nombres de los compositores que antes nos sabíamos de memoria, ahora pasan con más discreción que el asistente del fotógrafo.

Pero dejemos el cine de aventuras, me ha salido una españolada y concretamente con Alfredo Landa: Los días de Cabirio. Antaño se ponían estas películas a todas horas por televisión, ésta en concreto siempre me pareció de las más divertidas, me recordaban en casa que esto de Cabirio era porque había una con Giulietta Massina, aquello me picó la curiosidad. Sin embargo, la película de Fellini estaba secuestrada por un problema de derechos, así que me tocó compadecerme de Cabirio bastantes veces antes de descubrir el gran clásico. Confieso que me reía, pasaba una hora y media volando. Menos mal que Betriu nos enseñó que se podía seguir haciendo lo del "landismo" en los 90 con Sinatra, un título que bien podía haberlo puesto aquí. Repasándola después y viendo que en el guion estaba Juan Miguel Lamet (tan exigente en el ¡Qué grande es el cine!...) no sería tan mala… 

Y ya por acabar, sigo con el cine español, y me voy a la "Trilogía negra" de Rovira Beleta... Pues si, es una trilogía y perdonen la redundancia. Yo la voté en la lista de los "Cowboys", pero solo me han puesto la primera que es Hay un camino a la derecha, o sea que si van a la última página y la ven con un voto, ya saben de quien es... Tomo prestadas unas palabras de José Luis Borau en el funeral del director barcelonés que decía que con su cine “nos dimos cuenta de que se podrían hacer películas de acción y montaje brillantes de concepción y realización, lo que nos dio confianza a todos los que vinimos detrás de élEl expreso de Andalucía y Los atracadores completaban el tríptico. Me gustaba ver ese cine rodado en las calles de mi ciudad con tanta fuerza dramática, creo que no hay un documento que muestre mejor cómo era el puerto... Un director, Rovira Beleta, que amaba el cine y su ciudad, pero que los Ayuntamientos que hemos tenido y padecemos, ya sean de color rosa, convergentes o colauitas, no se han dignado a dedicarle una calle o espacio y eso que no paran de cambiar placas…

Echemos una mano a este cine que nos entretuvo tanto... De lo contrario, ya han visto lo que ha pasado en "Sight and Sound"...

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