Un recorrido por películas clásicas, ya sean buenas o malas, para cinéfilos de esos que se quedan hasta el final de los créditos. Un blog escrito por Carlos Muñoz Muriedas
La confesión (1970) de Costa-Gavras
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Repasando las últimas películas subidas en la plataforma Filmin
encuentro esta muy interesante película de Costa Gavras de 1970 L´aveu (La
confesión) que conviene revisar con Yves Montand y Simone Signoret, también editada en DVD hace unos años y en Blu-Ray. Con guion
de Jorge Semprún se basa en el libro homónimo de Artur London que narra las
purgas de Stalin de las que fueron víctimas los disidentes del Partido
Comunista checoslovaco, entre ellos él mismo en el Proceso de Praga de 1952.
Tanto el director como el guionista habían realizado antes Z
(también en Filmin) que exponía las prácticas criminales de unas facciones
políticas de carácter ultraderechista y rodado como consecuencia de la toma del
poder por los coroneles en Grecia ya que Costa Gavras es de padre ruso y madre
griega nacido en Lutra-Iraias (Atenas) el año 1933. Este primer film de él fue censurado en
España por su temática, no así La confesión, aunque tardó unos años en estrenarse. Como suele pasar en películas
políticas cada uno la ve según le conviene, la derecha la vio con buenos ojos y
el Partido Comunista de Francia condenó la película ya que si bien defendía el
libro de London porque exponía una crítica estalinista, pero no al comunismo, no
se podía decir lo mismo del filme de Gavras.
Arthur London que a los 14 años había ingresado en las Juventudes Comunistas y que llegó a
luchar con las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil española, a ser
miembro de la Resistencia francesa y deportado al campo de concentración de
Mauthausen, fue ministro de Asuntos
Exteriores en la Checoslovaquia estaliniana, perseguido y detenido por la
policía secreta, se registró de arriba a abajo su casa y a su mujer se le envió
a trabajar en una fábrica. Sometido a incesantes interrogatorios en los que se
pretendía que confesara su traición al régimen comunista, los resistió y llegó
así hasta el periodo llamado de desestalinización. Él y su esposa marcharon a
Londres en 1963 donde escribió el libro que pronto adquirió popularidad
Gavras, Semprún y Montand (Fuente: Archivo de TVE)
Costa Gavras, exiliado griego, Yves Montand inmigrado
italiano, y Jorge Semprún exiliado español formaron un tándem valiente que tuvo
en esa Francia setentera su fábrica de creación, Semprún que fue también
expulsado del Partido Comunista declaraba que el guion de La confesión más que creativo
era político. 20 años más tarde llegó a Moscú la película, ellos tres acudieron
por iniciativa del semanario internacional "Novedades de Moscú", publicación
impulsora de la Perestroika, el título que le pusieron en vez de La confesión
fue el de El reconocimiento. Se dio la circunstancia que veinte personas
abandonaron la sala, Montand ironizó diciendo que tenían que coger el metro, y
diciendo que hemos hecho "gorvachesimo" antes de Gorvachov, “hay que rechazar a
toda costa la intolerancia y respetar a todos los que no comparten nuestras opiniones”
sentenciaba. Semprún declaró que el paso a la dictadura se produjo después de
que Trotsky y Lenin disolvieran la asamblea constituyente en 1918. “Hoy espero
que se reconstruyan estas asambleas y que ninguna fuerza militar venga a
disolverlas”
La confesión tiene todo ese aroma del cine policiaco francés,
a pesar de su larga duración y un desarrollo algo caótico, se sigue con interés
y revisándolo uno echa en falta este tipo de directores como Costa Gavras que
sabía que le caerían críticas desde todos los lados, pero que no le importaba ya
que anteponía ante todo su libertad de expresión y el ser políticamente
incorrecto.
Seguimos con la Navidad y en este caso homenajear al autor de una de las canciones más populares que se oyen en estas fechas, probablemente “la canción” y no solamente calificarla como una navideña más, pues es la más vendida de la historia, me estoy refiriendo al "White Christmas" (“Blanca Navidad”) de Irving Berlin. Mucho se cuenta sobre cómo la compuso, se habla de que estando en una piscina y tras leérsela a su secretaria, se dio cuenta de que había escrito, tras varios intentos, su mejor canción. Esta era para la película Holiday Inn con Bing Crosby y Fred Astaire del año 1942 e inédita en España, aunque está editada en DVD y alguna plataforma como Filmin la tiene. En algunos sitios se la bautiza como “Quince días de placer” y se ambienta en las fiestas de durante todo el año en EEUU: Año Nuevo, Cumpleaños de Lincoln, Día de San Valentín, Cumpleaños de Washington, Domingo de Pascua, Día de la Independencia, Acción de Gracias y Navidad. <
Acaba de cumplir 90 años Michael Caine, más de un medio ha aprovechado para repasar sus mejores películas y su carrera en general, me apunto a ello y escojo una de sus interpretaciones más curiosas, la que ofreció en 1988 en Un par de seductores dirigida por Frank Oz y acompañado por Steve Martin. La película era un remake de una comedia de 1964 dirigida por el veterano realizador televisivo, poco pródigo en el cine, Ralph Levy y que contaba ni más ni menos que con Marlon Brando y David Niven que no pudieron evitar que fuera un fracaso, a Brando no se le daban bien los intentos por hacer comedia y el público no respondía a sus esfuerzos de cambio de registro, recuerden aquella La casa de té de la luna de agosto . En cambio, David Niven sí encajaba perfectamente en el género con su aire caballeresco, no hacía mucho que acababa de interpretar el personaje de Sir Charles Lytton en La pantera rosa . Pero antes de contar con Caine y Martin, originalmente fue un proyecto para Mick J
El próximo 16 de abril se celebra el centenario de Henry Mancini, me adelanto a tal efeméride y dedico la entrada del blog a una selección de sus obras. Nacido en Cleveland (Ohio), era hijo de un emigrante italiano del pueblo de Scanno. Ya desde pequeño se aficionó a la música (a los 12 sabía tocar el piano virtuosamente). Durante la II Guerra Mundial tuvo que servir en las fuerzas aéreas y en infantería, ahí hizo amistades con miembro de la banda de música que le permitieron incorporarse a la orquesta de Glenn Miller como arreglador musical y pianista. Tal faceta llamó la atención de los estudios Universal que le contrató para su equipo musical, durante varios años fue un compositor en la sombra de bastantes títulos sin que su nombre apareciera: Perdidos en Alaska (1952), Música y lágrimas (1953), La mujer y el monstruo (1954) Tarántula (1955). Uno de sus primeros grandes éxitos le vino de la televisión: el tema de Peter Gunn de la serie homónima y dirigida por Blake Edward
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