Centenario de Stanley Donen: La escalera (1969)
Seguimos con la racha de
centenarios míticos, esta vez le toca a Stanley Donen nacido un 13 de abril de
1924 en Columbia, Carolina del Sur (EEUU), su nombre va asociado
principalmente al del musical como uno de sus grandes renovadores o al de la comedia,
títulos como Cantando bajo la lluvia (codirigida con Gene Kelly), Indiscreta,
Charada o Dos en la carretera forman parte de la historia, pero en este blog
tengo tendencia a hablar de aquellas obras no tan conocidas o no muy valoradas.
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Eli Walach y Milo O´Shea (Fuente: Amazon) |
Este es el caso de La escalera (1969) (Starcaise) en la que adaptaba una obra de teatro de Charles Dyer y que había sido producida por la Royal Shakespeare Company en 1966 y que contó entonces con Paul Scofield y Patrick Magee, dos años más tarde llegaba a Broadway esta vez interpretada por Eli Wallach y Milo O´Shea. En España, José Tamayo preparó una versión con Paco Rabal y Fernando Rey , los tres habían cosechado un gran éxito con el Becket de Jean Anouilh, pero no pasó la censura, al igual que la película de Donen que no se estrenó hasta 1976 en salas de las antes conocidas como de “arte y ensayo”
El film nos habla de la
convivencia de una pareja homosexual: Charlie (Rex Harrison) y Harry (Richard
Burton) llevan ya 30 años juntos y regentan una barbería de poca monta en
Londres. El primero recibirá una citación judicial por haber atentado contra la
moral al haberse vestido de mujer, el miedo a lo que le pueda suceder lleva a
la pareja a analizarse y a quererse y odiarse por partes iguales.
Donen volvía a retratar una
pareja como en Dos en la carretera rodada dos años antes, aunque en este caso
que fuese una pareja gay motivaba un morbo especial y un tema tabú en aquellas
fechas y que aumentaba al ver en pantalla nada menos que a estos dos actores,
los cuales recibirían elogios o todo lo contrario. Es evidente que la forma de analizar
un argumento así puede ser visto de distintas maneras y ser malinterpretada,
suponía un riesgo para Donen llevarla al cine y que te llovieran críticas desde
todos los lados, incluso las que consideraban el film como homofóbico.
Uno de los que más cargó e influyó
negativamente fue el crítico Roger Ebert que acaba de escribir muy bien sobre
la anterior película de él, Bedazzled (1967), pero que aquí criticaba que Donen
más que reflejar una película sobre homosexuales, hubiese accedido más a una
película sobre Burton y Harrison en tales roles, calificó su interpretación de
torpe, incluso las gesticulaciones del último las veía de tal manera que estaba
queriendo decir que era tan heterosexual que no podía hacer de homosexual.
En mi opinión, La escalera,
después de leer tantas críticas negativas (en el IMDB aprueba por los pelos
con un 5,2), no está al gran nivel de su director, pero sí que es un film
de esos que esconden mucho más de lo que en un principio pudiera parecer. A Burton
y Harrison, más allá de ciertos tics y excesos verbales, me los creo y su ejercicio
de metamorfosearse como esos seres limitados, decrépitos y temblorosos
demuestran su categoría. Había que analizarlos como personas corrientes y eso
es lo que pretendía Dyer con su obra, que los homosexuales fueran vistos como
los demás, con todos las manías, defectos y virtudes que podía tener cualquier
matrimonio convencional de entonces. Se nos ofrece toda una disección
psicológica en sus personalidades que al espectador ya le tocará analizar y
debatir.
Aspectos que llaman la atención son
esos vendajes que lleva el personaje de Burton y que vamos sabiendo que es por
la vergüenza que le da sufrir de alopecia, lo vemos calvo en algunas secuencias
y con algún ridículo peluquín. Es un personaje el de Harry que esconde una
represión ya desde la infancia, se muestra resignado, algo tímido, tiene a su
madre enferma cuidándola en la habitación de arriba. En cambio el personaje de Harrison
es más extrovertido, había sido hasta actor, nos muestra un anuncio que hizo y
del que presume, pese a ello también esconde en su interior ciertas
contenciones pasadas, es un personaje temeroso, no tan engreído como podría
parecer. Probablemente, el lenguaje
cinematográfico aquí empleado por Donen no facilita que lleguemos a conocerlos
al 100% ya que se limita a trasladar solo el texto y se producen una serie de
expectativas como qué le pasará en el juicio o la llegada de su hija que no
vemos y provocan decepción.
La escalera rompía con ese
optimismo tan propio del musical, aunque Donen lo comience con un número y a la
mitad hablen de cierta escalera que hay que construir para subir al paraíso,
referencia al número musical de Un americano en París de Vincente Minnelli. El
esquema aquí seguido está más cerca de obras como ¿Quién teme a Virginia Wolf? Y
es que en los 90 minutos de esta asistiremos a toda una serie de improperios y
a una relación de amor/odio entre ellos, pero que a la hora de la verdad se
necesitan.
El director también abandonaba el
estilo de la comedia sofisticada elegante, estamos ante la incisiva visión de
la vida matrimonial con sus relaciones crueles, la fidelidad, la soledad, la
sumisión, la decadencia…Y todo ello rodado con la técnica del "feísmo", el colorido
tan habitual en sus películas aquí es grisáceo, la fotografía apenas nos
retrata el Londres más famoso y muestra una casa misérrima, los diálogos son agobiantes y malsonantes en bastantes ocasiones, apenas hay una música melódica
bella tan habitual en anteriores obras…
Una de las mejores escenas es
cuando Burton ha de subir a cuidar a su madre, se produce ahí también otra
relación amor/odio, él la necesita y la quiere, pero no aguanta las inoportunas
preguntas que le suelta, hay incluso un momento violento que es cuando le
cambia el vestido sacándolo forzosamente por la cabeza, se suceden unos planos con
el sufrimiento de ella. Hay otro contraste con la madre del otro personaje que
la tiene ingresada en un hospital. Por otra parte, también se nos muestra un
cambio de sábana en el que vemos la cama manchada por la orina, planos poco o
nada habituales. No olvidemos también que estamos ante un análisis de una
pareja cincuentona, de aquellas que ya no interesan, por lo tanto y a pesar de
los errores del director al haber teatralizado demasiado y no haberle dado ese ritmo para que el espectador empatizara del todo, hay que aplaudirle y
valorarle el atrevimiento que tuvo
Contar como anécdota final que la
viuda de Richard Burton tuvo la película secuestrada durante bastante tiempo ya
que no le gustaba la imagen que daba. Actualmente, La escalera no es un film
fácil de ver legalmente, se editó en DVD por Resen en una copia no mejorada
anamórficamente y no suele programarse, en Youtube de tanto en tanto se cuelga
una copia. El fracaso de la película hizo que Donen tardara en volver 5 años y
con otro fracaso El pequeño príncipe, luego vendría otro divorcio más con la
crítica con Los aventureros de Lucky Lady (1975), la curiosa Movie, Movie
(1978), la inclasificable Saturno 3 que hasta trató que no saliese su nombre y
su canto de cisne con Lío en Río (1984) provocando otra controversia en la crítica que
o bien recordaba demasiado aquel Donen brillante o tal vez consideraba que el
paso del tiempo lo había avinagrado.
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