Adiós a Classics.

 



El pasado 28 de junio con la proyección de Lo que el viento se llevó acababa la tercera temporada del programa "Classics" de José Luis Garci, los seguidores esperábamos ya la vuelta del cuarto año, pero hace una semana y por la red Twitter la tertuliana Noemí Guillermo anunciaba que la TRECE no renovaba el programa y esgrimía que se le había exigido programar solo en color. Algunos medios recogían la noticia, entre ellos La Razón que matizaba que la cadena no había transmitido una consigna específica de evitar películas en blanco y negro, sino programar películas más modernas, algo que Garci rechazó, aparte que las audiencias "no eran las adecuadas".

La vuelta del “Qué grande es el cine” (así se llamaba el programa cuando comenzó en TVE) a la parrilla fue una de las mejores noticias entre tantos disgustos que los cinéfilos padecemos, en estas líneas de mi blog escribí que también nos podía reconciliar con la TRECE y la manera que tenia de tratar las películas. La cadena de la Conferencia Episcopal es de las pocas que emite cine clásico casi cada día, las que reúnen más parroquia son los westerns a última hora de la tarde y el cine español de los domingos. Ignoro cuáles eran los objetivos al fichar a Garci y si se le puso de condición algún pico de audiencia, algo por otra parte inevitable en un canal privado cuya máxima fuente de ingresos es la publicidad.

La TRECE tiene todo su derecho a renovar o no sus programas, no es una televisión pública y más que las audiencias necesita anunciantes, en los últimos meses apenas había publicidad en las películas que se programaban, dato que llamaba la atención. Creo que no ayuda a tender puentes ciertos comentarios malsonantes contra el canal muy en la línea del estilo de las redes sociales, hay que analizar y opinar siempre desde el respeto e incluso desde el agradecimiento porque fue TRECE quien recuperó el espacio e incluso aceptó que la tertulia fuera en blanco y negro, algo que personalmente lo considero un error. Es cierto, aunque esto es de lo que menos se habla, que ha habido errores que han hecho que quizá la audiencia no aumentara o no fuese la esperada como ese corte de publicidad en Casablanca mientras cantaban "La marsellesa" que desde este blog critiqué y que dio muy mala imagen al programa, continuos problemas de sonido en varias copias, algunas francamente difíciles de seguir e inexplicables como pasó con la emisión de El sur y no subir los programas de la segunda y tercera temporada en el YouTube. 

El debate del blanco y negro es antiguo por otra parte y nos vamos ya a los años 80 cuando Ted Turner que tenía en su poder gran parte de un catálogo de clásicos decidió colorearlas, una denuncia de Anjelica Huston y la justicia dándole la razón al ver lo que habían hecho con la película de su padre La jungla de asfalto provocó que el tema quedase algo aparcado. En el año 89 TVE programó un ciclo de películas coloreadas y tuvo bastantes seguidores, los directivos de entonces justificaron aquello y dijeron que había tenido un seguimiento de más del 40% de la población, el siempre atento Carlos Benpar denunció aquellas emisiones, pero otros directores defendieron al por entonces director del ente público Luis Solana como Martín Patino.

Pero el problema actual no es solo esto, la mayoría de televisiones apenas programan películas clásicas, incluso el espacio de la 2 de TVE "Días de cine clásico" tampoco destaca ni aporta demasiado por su selección, prácticamente no se emite cine europeo ni anterior a los 60. No podemos culpar solo a la TRECE de la caída del programa, más bien nuestras quejas siempre bien fundamentadas se tendrían que dirigir hacia la televisión pública que antaño contribuyó a que en España hubiera una generación que supiera valorar el cine como arte y no solo un simple entretenimiento. La falta de cultura cinematográfica actual determina que no se acepte una película por el hecho de que no sea en color, tenga un formato cuadrado o no esté en alta definición.

El cine siempre estuvo asociado a la magia y eso Garci lo refleja muy bien en sus libros, ya no solo el ambiente de esas salas con las cortinas cuando se abrían o el poder evadirse del rutinario mundo de forma bastante económica…Aquello fue desapareciendo, aunque la esencia seguía, el cine en televisión de mi adolescencia (los 90) tenía también ese lado de la ilusión, uno abría los diarios por la última página para ver qué se programaba, grabar esas películas de madrugada y dormir mal pensando que comenzaría más tarde y no cabría en esa cinta VHS, dejarnos arrastrar por esa hipnótica música del "Cine Club" de la 2 compuesta por Nacho Cano, descubrir las filmotecas, leer libros de cine, escuchar a Pumares…Me pregunto qué sienten por el cine los jóvenes de hoy.

La desaparición de Classics es un revés más para los que creemos en el cine y que se añade a otros como la desaparición del formato físico, el cierre continuo de salas o la aparición de nuevas censuras. Al desconocer objetivamente las razones por las que incluso José Luis Garci no ha podido despedirse de su audiencia no me es posible emitir un juicio y decir que mejor que siguiera, aunque fuese con un control más exigente... La coherencia es un valor que él siempre ha tenido y demostrado y solo me cabe respetar su decisión.

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