El Festival de Cine de Barcelona del Verdi (BCN FILM FEST 19)



Se ha celebrado la tercera edición del BCN FILM FEST en los Verdi. Ha sido un festival muy ameno, apto para todo tipo de públicos, con variedad de géneros y con bastante calidad. Además, el hecho de celebrarlo por Sant Jordi y enfocarlo hacia la literatura le da un toque original que lo diferencia de otros. Por él han pasado desde Mike Leigh que presentó su última película La tragedia de Peterloo hasta Jeremy Irons haciendo de ilustre visitante del Museo del Prado en el ameno documental Pintores y reyes del Prado. Este año la directora ha sido Conchita Casanovas, periodista de RNE con buena experiencia cinéfila. Se inauguró el pasado 22 de abril con Litus, la nueva película de Dani de la Orden, una comedia dramática agradable con buenas salidas de guion que en general gustó al público.

En la sección oficial han brillado sobretodo Cartas a Roxane, donde de nuevo el cine francés ha mostrado su buen gusto a la hora de mostrar su cultura y presumir de sus obras. La película es como la filmación del primer Cyrano de Bergerac, predomina a lo largo de la cinta el buen humor y la agilidad narrativa. Si se quedan a ver los créditos, podrán ver una recopilación de grandes actores que hicieron el Cyrano, no faltan los cinematográficos José Ferrer y Gerard Depardieu.

Otra sorpresa ha sido el cambio de registro de Agustí Villaronga con Nacido Rey, superproducción que domina con gran pulso y que será una película que dará que hablar y gustará. También han destacado, entre otras, Hotel Mumbai, sobre los atentados en el Hotel Taj Mahal de 2008, es una cinta violenta, pero también es destacable el análisis de los personajes, esquema que recuerda a cintas catastrofistas clásicas como La aventura del Poseidón.

Como todo festival también hay cintas de las que uno se esperaba más, por ejemplo El bailarín, que con un tema interesante no logra su objetivo, Peca de un mal guion y una desastrosa realización, aunque con buenos momentos como los de Nureyev solo viendo arte en Paris. Al finalizar noté bastante decepción en el público, llegando a la indignación incluso.Tampoco la esperada cinta de Mike Leigh ha logrado unanimidad, si bien fue más interesante poder verlo en persona y todas las explicaciones que dio. La cinta resulta algo larga y cuesta entrar en ella.

En secciones fuera de competición fue emotiva la presentación de Buñuel en el laberinto de las tortugas con su equipo, en ella vemos al sordo de Calanda capaz de hacer lo mejor y lo peor en la filmación del mítico documental de Las Hurdes ,tierra sin pan y que hizo que se humanizara. También gustó La importancia de llamarse Oscar Wilde, el director Rupert Everett impacta con este Wilde tan decadente.

El festival no se olvida de los grandes clásicos y un merecido homenaje a Buster Keaton ha estado presente, algo que es de agradecer, jóvenes y no tan jóvenes quizá verían por primera vez El maquinista de la General en pantalla grande, película que todo cinéfilo y amante de la cultura ha de ver. El documental sobre él de Peter Bogdanovich, El gran Buster, que también se pudo ver es muy notable y bastante apto también para quien no lo conozca, seguro que saldrán con la curiosidad de ver sus películas.

Como suele pasar en varios festivales, la adjudicación de los premios me resultó algo sorprendente, ganó Soledad y es probablemente la película de la que he oído hablar peor de las exhibidas tanto entre los críticos como entre el público. Luego está el tema de La vida sense la Sara Amat que se llevó el premio del público, por cierto, a mí no me dieron ninguna papeleta para votarla, quizá se votó en la otra sesión. También ha recibido el premio de la crítica ACCEC.

Creo que Laura Jou hace un buen trabajo en cuanto dirección de actores, pero el relato, una adaptación de la novela de Pep Puig que habla de la ingenuidad de la adolescencia, cae víctima precisamente de esta, hay varias lagunas en el transcurso de la historia que no la hacen muy creíble, así como elementos sobrantes, tal vez con una historia más elaborada, la directora pueda demostrar en el futuro su talento, el cual creo que tiene. En la sesión del domingo entró todo un grupo de adolescentes que iban juntos, no sé si serían del pueblo donde se rodó o de una escuela y ya aplaudían fuerte antes de verla y valorarla, probablemente muchos la han votado no tanto por su calidad cinematográfica.

En fin, larga vida a este festival aun joven, con sus defectos de no estar maduro aun, pero con la ilusión de querer crecer y hacerse un hueco entre los importantes, de momento este año ha sido mejor que los otros dos, esperemos y confiemos en su avance, que el público responda y que le dé a Barcelona ese glamour cinéfilo algo apagado con tanto cierre de cines y el auge de las plataformas.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Irving Berlin, Una Blanca Navidad y 800 canciones

Un par de seductores: Cuando Caine hizo de Niven

Centenario de Henry Mancini