Cinema Paradiso, un clásico que va ganando con los años

Cada cierto tiempo aparece una película con cierta magia, es lo que se llama de manera más vulgar un clásico, más de uno tendrá una definición diferente, yo diría que es aquella cinta que uno ve repetidas veces sin cansarse y encima encontrándole más encanto en cada proyección. Una de estas es sin duda Cinema Paradiso que la triste muerte de Ennio Morricone ha hecho que se volviera a programar en La2 de TVE con buena audiencia, pero no hacía falta que muriera el genial compositor italiano para volver a verla, incluso se ha vuelto a reponer y en ciertas ciudades es fácil verla cada año. ¿Por qué será?

 Ciertamente fue un éxito inesperado, a finales de los 80 el público de las salas cinematográficas había descendido si contamos desde los 60 nada más y nada menos que un 75%, si nos situamos en nuestro país podríamos hacer una lista interminable de cines que cerraron de aquella época. En Italia pasó igual, y dos cineastas quisieron hacer con sus obras una especie de memoria colectiva de aquellos años en los que se vivía el séptimo arte de otra manera. El filme de Scola, Splendor, no tuvo demasiado éxito, servidor no lo ha visto porque no ha tenido la ocasión, no está ni en DVD y por televisión se pasó hace muchos años cuando el que escribe no tenía ni video, pues su pase fue por la madrugada.

Del clásico de Tornatore sí que la recuerdo desde que era pequeño, la primera vez me chocó el cambio que hay cuando Totó deja de ser un niño, no me acababa de gustar esa parte adulta con la historia de amor, pero luego remontaba la película de manera impresionante y ya no hablemos con su final. La película al principio no tuvo mucho éxito y es por eso que, por consejo de su productor, Tornatore la recortó. Tal cambio fue un acierto, la película de esta manera se centra más en lo que verdaderamente interesa. Sin menospreciar el recuerdo de aquel amor que no fue, Tornatore en su montaje completo la muestra con un metraje fatigoso que hace que la película dure tres horas, incluso el personaje de Alfredo lo veremos de otra manera.

 En el DVD de A Contracorriente hay las dos versiones, yo tengo una edición que sacó Lauren con la versión entera y cuando llega ese metraje mejor pasarlo rápido. No necesariamente los "montajes del director" tienen que ser mejores, pero eso ya es otro tema. Cinema Paradiso nos emociona de nuevo y lo hace por dos motivos, un buen guion que hace que seas partícipe también de aquellos tiempos, aunque no los vivieras y lo segundo es porque por desgracia también estamos viviendo lo mismo, aunque de otra manera.

 Desde que empezó este siglo hemos visto otro cambio en la manera de ver cine, ya han desaparecido casi todas las pantallas grandes, ahora para ver cine uno ha de ir a un centro comercial muchas veces, siempre quedan algunos “cinemas paradisos”, pero van cayendo. Cuando en Cinema Paradiso vemos el derrumbe del cine, creo que nos viene a la mente más de uno que queríamos de verdad y que nos hizo pasar tardes inolvidables quedando una parte de nuestra vida ahí. De la historia de amor, también nos sentimos identificados, más allá de si uno ha tenido un romance. Hay también ahí el tema de la adolescencia y la juventud que se nos escapa... Cuando era niño y veía la película quizá no era consciente de ello, pero ahora en cada pase uno se da cuenta de que el poeta Horacio y su “carpe diem” es una de las verdades más absolutas que hay en la vida.

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