27/01/2022

Aquella secuela de El mago de Oz

 

Oz, Un mundo fantástico (1985)

Revisando estos días debates que se quedaron pendientes es mis grabaciones del programa "Classics" de José Luis Garci, disfruté con el referente a El mago de Oz ya que si la memoria no me falla no la habían proyectado en otras etapas del espacio

Garci comentó que siendo él un Matusalén prefería ahora la fantasía que no el mundo real por lo que no entendía lo de que en casa como en ningún sitio, aquello fue rebatido por el contertuliano Luis Herrero que vino a decir que el mundo de Oz era un timo o Luis Alberto de Cuenca que reconciliaba ambas posturas, mientras Noemí Guillermo nos contaba curiosidades de la película y se atrevía a cantar el "Follow The Yellow Brick Road" con buen acento.

En la presentación, el director dijo que no se había hecho ningún remake, por lo menos en la forma que la Metro le dio, aunque no mencionó títulos. Repasemos lo más próximo que ha habido, en 1978 Sidney Lumet realizaba el musical que adaptaba el libro de L. Frank Baum con un reparto negro encabezados por Diana Ross y con un Michael Jackson que empezaba a despuntarse de los "Jackson Five". Tuvo y recibe muy malas críticas, aunque a mí me gustó sin ser ninguna maravilla, quizá más que evocar el cuento, me trasladaba a una época de mi infancia por lo que el objetivo quedaba bien cumplido.


A pesar de que la película de 1939 no tuviera ningún remake al 100%, sí que la Disney se atrevió con una secuela a mediados de los 80, los estudios del ratón Mickey pasaban por una época de grandes fracasos y no hallaban la fórmula para que sus producciones engancharan al que había sido su público. En 1985 estrenaban Oz, un mundo fantástico que conviene no confundir con la precuela de 2013 Oz, Un mundo de fantasía.

Desde mediados de los 70 con la aparición de La guerra de las galaxias o Star Trek el cine infantil/juvenil sufrió un cambio, dominaban más los efectos especiales que no el colorido mágico del Technicolor. Los productores buscaban fórmulas para que toda esa generación siguiera yendo al cine con sus productos, incluso fue una época algo mala para otro tipo de cine ya que la industria se centraba especialmente en el público adolescente porque se decía que eran los que más iban a las salas, en esos años hay una cantidad de títulos que marcaron a la generación EGB: Karate KId, Los Goonies, La historia interminable, Los Cazafantasmas, etc.

La Disney pensó que una secuela de El Mago de Oz podría funcionar, pero siguiendo los parámetros que regían el cine ochentero y olvidando los de las otras décadas. Así pues, aquella Navidad del 85 pudimos ver la secuela dirigida por Walter Murch que solo hizo sus pinitos con esta ya que lo suyo era editar montajes.


De los 13 cuentos que Baum escribiera sobre Oz, aquí se adaptaría el tercero “Ozma de Oz” con elementos del segundo “Tierra de Oz”. La acción arrancaba seis meses después del regreso de Dorothy a su casa Kansas. Ya en los primeros minutos se palpaba algo distinto, su tía la llevaba a casa siniestra de un médico (Nicol Wiliamson, el mago Merlín de Excalibur) que le aplicaría un electroshock, pero consigue escapar.

 De la misma manera que antes hablábamos de la contradicción de querer vivir en Oz o estar en el mundo real, aquí se producía otra: la de querer que la gente tuviera el referente de la producción de 1939, pero vista con los ojos centrados en los 80. Aquello no funcionó, y supuso otro fracaso más en esa década que muchos llaman negra de Disney, pero que no significaba que fueran malas películas.

El rodaje fue un desastre, la Disney empezó a no creer en el proyecto, aquello comportaba recortar presupuesto y despedir a Murch, pero este se buscó a tres buenos amigos, Steven Spielberg,  George Lucas y Francis Ford Coppola que le apoyaron y pudo acabar su trabajo, aunque de aquella manera

Si la analizamos, nos adentramos en una película infantil y a la vez adulta, blanda pero dura, construida como si fuese una película de terror. Reconozco que cuando la vi me desconcertó bastante, luego en cambio me gustó. Creo que en una doble sesión junto con la de Victor Fleming ganaría bastante, hay escenas que en su momento debieron traumatizar a los seguidores de la primera, ver la petrificación de los personajes del espantapájaros, el hombre de hojalata, el sendero de las baldosas amarillas destruido, la Ciudad Esmeralda en ruinas. Los efectos especiales eran más que notables, se utilizaba un sistema llamado "Claymaton" que daba realismo a las rocas vivientes. Pero lo que más llamaba la atención era que la princesa se sacaba la cabeza y tenía todo un muestrario, así pues no es de extrañar que más de un niño saliera confuso, aunque creo que los padres se espantaban más.


Entre los nuevos personajes teníamos al de Jack Calabaza que fue la verdadera inspiración para que Tim Burton creara su Jack Skellington de Pesadilla antes de Navidad.

Esta secuela de El Mago de Oz mereció más suerte, se adelantó demasiado a otros tiempos, verla hoy es toda una delicia de la misma manera que ver la película clásica de toda la vida. Así pues, denle la oportunidad que en su día no tuvo….Por cierto, que repasándola, yo lo tengo bien claro, como en casa en ningún sitio.

26/01/2022

Y TVE ensanchó a Shane

 



Malos tiempos para TVE, lo cual no es ya ninguna novedad y eso es lo peor. En el terreno cinematográfico es innegable que por lo menos hay varios espacios que aun nos brindan buen cine, uno es los viernes con "Historia de nuestro cine" y otro los lunes con "Días de cine clásico". El primero ha tenido unos errores últimamente que en otros tiempos motivarían más de un despido, proyectaron la versión de Nobleza Baturra en un homenaje a Imperio Argentina, lo cual está muy bien, siempre que hubiera sido la que ella protagonizó y no la de Juan de Orduña con Iran Eory.


Y si no quieres caldo, tres tazas, homenajean a Carlos Saura programando El séptimo día y cuando faltan diez minutos desaparece. ¿Cortarán los finales en un futuro? Como decía antaño "La Codorniz": "Rían ahora, tiemblen después"

La reciente directora del espacio Elena S. Sánchez escribió en Twitter lo siguiente: "Los errores humanos y técnicos existen y hoy se ha producido uno en la emisión de #HNClos90deSaura Hasta poder daros la explicación que merecéis, os dejo con el enlace donde podréis ver el final de la película."

Unos días más tarde colgaba la respuesta, pero sin "la explicación que nos merecíamos":

"La Corporación RTVE lamenta profundamente el fallo y reitera estas disculpas, dirigidas a la audiencia y a los seguidores de Carlos Saura, el director de la película y uno de los grandes cineastas españoles, al que el programa rendía homenaje anoche con motivo de su 90º cumpleaños. La película ‘El séptimo día’ está disponible completa, gratis y online, en la plataforma RTVE Play"

Naturalmente que de fallos humanos siempre ha habido y seguirán, por algo no somos perfectos, pero cuando estos ya son continuos algo falla, y da la sensación de no querer arreglarlo.

Nos vamos ahora a "Días de Cine clásico", llevaban desde diciembre anunciando que Raíces profundas se emitiría en breve, su pase estaba previsto para el 10 de enero, pero la muerte de Sidney Poitier levantó la parrilla y volvieron a emitir Adivina quién viene esta noche como homenaje al actor. Si no me fallan las cuentas es la tercera vez que se emite en este espacio, como si no hubiera otras de él. No creo que fuera difícil comprar los derechos para emitir En el calor de la noche, Fugitivos o Rebelión en las aulas, el problema es que TVE no quiere destinar más presupuesto y tira con lo que tiene.

Llega el 17 de enero y uno espera ver a "Shane" ya, pero de pronto anuncian que habrá una doble sesión de cine mudo con El chico y El maquinista de la General y de nuevo Alan Ladd se queda perdido más allá de las montañas. Por fin llega el 24 y parece que esta vez sí, en la presentación vemos fragmentos de la película en su formato original, o sea un 1:37 o para que me entiendan, cuadrada. Pero de nuevo otra chapuza, se proyecta ensanchada, con lo cual se comen ese maravilloso cielo que fotografiara Loyal Griggs.

Lo peor es que casi nadie de los que se llaman defensores del cine se quejó por Twitter, ni disculpas ni nada. No es la primera vez que pasa en el espacio, Sabrina de Billy Wilder ya nos han hecho creer que es en 1:85, y ahí no es solo TVE la culpable, también la TCM que sigue ofreciendo tal copia

Sobre el formato de Raíces profundas, es cierto que cuando se preparó la edición en Blu-Ray se pensó en poner una copia en 1:66, cuyo montaje preparó el hijo de George Stevens, pero finalmente se decidió que solo hubiera la copia con el formato original, que conviene recordar, aunque parezca reiterativo, que es como el director la concibió. Incluso uno de los grandes seguidores de la película, Woody Allen, llegó a escribir que no la ensancharan, pero TVE ha querido estar por encima de todos ellos. 


20/01/2022

El West Side Story de Spielberg


Cartel de la película. Fuente: Wikipedia

Por fin pude ir al cine a ver el West Side Story de Spielberg, una película tan esperada desde hace ya un tiempo y que se ha ido retrasando por culpa del dichoso COVID, lamentablemente al final su estreno tardío ha coincidido con la variante del ómicron en su punto álgido, lo cual perjudica la asistencia a las salas, a pesar de que son más seguras que otros espacios a los que no se tiene tanto miedo.

Triste panorama este ya que donde la visioné solo entró una persona más, aunque esto no viene de ahora. Evidentemente el virus ha perjudicado, pero la crisis es más que evidente, más de uno ya se ha acostumbrado a las plataformas y otros menos esperarán que salga editada.



 Los números que está teniendo la película son de momento flojos, y ya se cuenta entre los fracasos de su director que en su día se le llamó el Rey Midas del cine, aunque ya conoció tropiezos monumentales como 1941, Always o Amistad. A sus ya 75 años ha podido ver realizado su sueño de llevar otra vez el musical de Leonard Bernstein con letra de Stephen Sondheim que tan brillantemente llevara al cine Robert Wise con la coreografía de Jerome Robbins.

Y es que esa película de 1962 que ganó 10 Oscars pasó rápidamente al terreno de lo mítico, y atreverse  con una nueva versión a pesar de los años, es toda una osadía en la que lo más seguro es que tengas más contras que pros.

Spielberg ha insistido en que se ha fijado más en el musical de Broadway que no en la película, y creo
que lo mejor para verla es olvidar momentáneamente la anterior, pero eso es imposible. Incluso hasta hay una contradicción en esas declaraciones, pues el director de fotografía, Janusz Kaminski, ha hecho todo lo posible para replicar, lo más fielmente posible, la iluminación y el estilo visual de la película original fotografiada por Daniel L. Fapp.

Sí varían los escenarios de varias canciones, quizá lo que más se esperaba es como quedaría esa “América” que cantaban anteriormente en una azotea de noche, aquí es en una calle y rodada con mucho brío, las comparaciones siempre serán odiosas y aunque no niego el talento en esta última, creo que se recordará más la antigua. (NOTA: No me ha sido posible colgar algunos números y más material que quería, es posible que algunos desparezcan del Youtube, pido disculpas si no funcionan los enlaces.)

Spot de la película

                                                           Número de "América" en la versión de 1962



Ansel Elgort (Wikipedia)
Entre los actores, se escogió a Ansel Elgort para Tony, no me ha parecido una interpretación ni brillante ni mala, cumple sin más, lo cual ya es mucho. Tampoco en su día Richard Beymer era un gran actor, ni le sirvió para grandes papeles, aunque su rostro de buen chico le iba bien al personaje, fórmula que aquí vuelve.

Y para María se eligió a Rachel Zegler, que era su debut cinematográfico y cuya interpretación ha elogiado mucho su director, no lo voy a negar, pero la fuerza que irradiaba Natalie Wood no es comparable, el tiempo dirá si recordamos también a esta María.




Si bien la duración de la película es parecida con la original, hay algunos añadidos como ahondar en el pasado de Tony y hacerlo más explícito. También, y esto es lo mejor, es ver a Rita Moreno en el papel de viuda de Doc que hasta canta el "Somewhere" ,vemos que aparece en los créditos como productora ejecutiva.


A pesar de las comparaciones, algún que otro corte de ritmo narrativo y un color algo artificioso que ya no sé si es culpa del cine al que fui, pasé dos horas y media de lo más entretenidas y encontrándole sentido a aquello que tanto ha olvidado la gente de ver una película de estas características en pantalla grande. Y es que el gran regalo de Spielberg aquí ha sido seguir ilusionando a los cinéfilos que reivindicamos unas películas para el gran público y a la vez de calidad. 

Ironías de la vida, el cine Aribau que estrenó en Barcelona el primer West Side Story ha pasado recientemente a ser un teatro, ni siquiera tuvieron el detalle de reponer la antigua en una sesión como despedida, al menos Spielberg nos ha brindado a toda una generación poder ver el musical donde se merece.

14/01/2022

Bogdanovich y Poitier

 

Peter Bogdanovich (Fuente: Wikipedia)

El pasado día de Reyes nos llegaba la triste noticia del fallecimiento de Peter Bogdanovich, la cinefilia quedaba algo huérfana con su pérdida ya que más allá de sus 35 realizaciones, había todo un maestro en enseñarnos el cine como arte y pasión.



La primera película que vi de él fue ¿Qué me pasa, doctor? Y guardo aun recuerdos de aquel grato visionado, en el “Teleprograma” que tanto me gusta reivindicar, escribían que era una revisión de La fiera de mi niña, yo aun no había tenido la oportunidad de ver el filme de Hawks, aun era un niño, poco tiempo después ya di con ella. ¡Qué gran clase nos dio Bogdanovich! Como todo buen maestro te hacía despertar la curiosidad de por lo menos acercarte a aquello de lo que hablaba, por lo tanto siempre le estaré agradecido.

Al cabo de poco tiempo vi Luna de papel, película que me ha ido gustando más en posteriores pases, hasta casi convertirse en mi preferida de él, rodar en blanco y negro y evocar implícitamente a Chaplin en El chico o Tiempos modernos, tratar el tema de la picaresca en plan cómico, y todo mezclado con un cierto aire sentimental bien medido.

Por aquel entonces, estaré hablando de principios de los 90, no había internet, en el cole tenías que hablar de películas de acción si no querías quedar marginado y los profesores que teníamos más bien nos enfocaban el cine como una tentación de la que teníamos que huir. Servidor era un bicho raro que como ya he comentado en artículos anteriores, tenía que aprender cine escuchando la radio, leyendo el "Fotogramas", consultar la programación de la 2, etc.

Una madrugada pasaban en aquel "Cine Club" a la hora de las brujas Todos rieron, y creo que fue su último pase en televisión, nunca la he podido ver, hay toda una triste historia extracinematográfica que en gran medida enturbió al director, que no volvería a dirigir hasta 1985 con Máscara. Luego vino una comedia con muy malas críticas que se llamaba Ilegalmente tuyo en 1988 y que pretendía ser también otra evocación de la comedia clásica con el matiz adolescente al servicio de Rob Lowe aquí con gafas a lo Cary Grant y esforzándose para demostrar sus dotes como actor, el intento cayó en el olvido y de nuevo el director se tomó vacaciones forzadas.



A falta de cine, iba descubriendo sus interesantes libros como el de John Ford y en la Filmoteca un día recuperaban aquella La última película (1970), que a pesar de tener unas coordenadas lejanas me las hacía sentir como propias, ya que el punto en común era el de homenajear y amar el cine.

Bogdanovich siguió dando grandes películas, aunque aquí empezaba el tema de la crisis de las salas de cine, no se había podido estrenar su excelente ¡Qué ruina de función! , hubo que esperar al Canal Plus de entonces quien lo tuviera y que Garci la reivindicara en su !Qué grande es el cine!.


 Un año después realizaba Esa cosa llamada amor que tampoco tuvo el favor del público y en la que River Phoenix actuó por última vez, de nuevo el tema de la evocación melancólica estaba presente en un producto que merecería ser revisado.

Casi se puede decir que aquí se despidió del cine convencional, luego rodó para televisión series,
telefilmes y en el 2014 volvía a homenajear a la comedia clásica con Lío en Broadway con la aparición sorpresa de cierto director al final. Su último trabajo fue el documental El gran Buster que consigue que el espectador se aficione a ver las películas de Buster Keaton.



La casualidad ha querido que en pocas horas coincidiera su fallecimiento con el de Sidney Poitier, los dos coincidieron en la secuela de Rebelión en las aulas, TVE levantó la programación y sustituyó Raíces profundas por Adivina quién viene esta noche, la cual programa con frecuencia y con buenos índices de aceptación, asimismo recuperó unas declaraciones del actor en 1968 al venir al Festival de San Sebastián

https://www.rtve.es/play/videos/programas-y-concursos-en-el-archivo-de-rtve/entrevista-sidney-poitier-madrid-1968/6275807/

Películas como Fugitivos, Porgy and Bess, Los lirios del valle, En el calor de la noche, etc. quedan en la retina junto a su interpretación. Se haría largo ahora repasarlas, pero no quisiera acabar sin tampoco recordar que Poitier fue director también y aunque sus producciones no fueran tan recordadas, cuenta con algunos éxitos como aquellos Locos de remate que afianzó la pareja cómica de Gene Wilder y Richard Pryor.

Poitier debutó en la dirección en 1971 con Buck y el farsante en la que compartía protagonismo con su amigo y activista también contra la segregación racial, fueron sobre todo comedias y también le servía para reivindicarse para actor cómico en las que protagonizó, alejado de su imagen seria.

En el 73 dirigía Un cálido diciembre, que pasó desapercibida, pero que lograba una historia sensible y bien narrada. Tal fracaso le lleva a dirigir películas en las que formaba pareja con Bill Cosby y que aquí no tuvieron apenas eco: Uptown Saturday Nigth (1974), Dos tramposos con suerte (1975), De profesión estafadores (1977).



Es en 1980 con la citada anteriormente de Locos de remate que consigue un gran éxito comercial, Poitier quería describir lo que era un día encontrarse en una cárcel sin haber hecho nada. La gran aceptación del filme le lleva a una especie de pseudosecuela con Gene Wilder también llamada Hanky Panky, aunque se encontró con la negativa de Richard Pryor a actuar. De malo encontramos a Richard Widmark. No pudo repetir la taquilla de la anterior y no volvió a ponerse detrás de las cámaras hasta tres años después  con A marcha forzada, que supuso un fracaso tanto crítico como comercial, en ella se intentaba exprimir el éxito de las películas de baile con ocho adolescentes que viajaban a Nueva York para participar en un concurso, ahí tendrían sus éxitos y fracasos.

Poitier se olvidaría de dirigir hasta 1990 con Ghost Dad, en la que de nuevo contó con Bill Cosby, película alimenticia para pasar el rato y ya sin apenas pretensiones.

Descansen en paz y nos encontramos en el cine.

El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...