El West Side Story de Spielberg


Cartel de la película. Fuente: Wikipedia

Por fin pude ir al cine a ver el West Side Story de Spielberg, una película tan esperada desde hace ya un tiempo y que se ha ido retrasando por culpa del dichoso COVID, lamentablemente al final su estreno tardío ha coincidido con la variante del ómicron en su punto álgido, lo cual perjudica la asistencia a las salas, a pesar de que son más seguras que otros espacios a los que no se tiene tanto miedo.

Triste panorama este ya que donde la visioné solo entró una persona más, aunque esto no viene de ahora. Evidentemente el virus ha perjudicado, pero la crisis es más que evidente, más de uno ya se ha acostumbrado a las plataformas y otros menos esperarán que salga editada.



 Los números que está teniendo la película son de momento flojos, y ya se cuenta entre los fracasos de su director que en su día se le llamó el Rey Midas del cine, aunque ya conoció tropiezos monumentales como 1941, Always o Amistad. A sus ya 75 años ha podido ver realizado su sueño de llevar otra vez el musical de Leonard Bernstein con letra de Stephen Sondheim que tan brillantemente llevara al cine Robert Wise con la coreografía de Jerome Robbins.

Y es que esa película de 1962 que ganó 10 Oscars pasó rápidamente al terreno de lo mítico, y atreverse  con una nueva versión a pesar de los años, es toda una osadía en la que lo más seguro es que tengas más contras que pros.

Spielberg ha insistido en que se ha fijado más en el musical de Broadway que no en la película, y creo
que lo mejor para verla es olvidar momentáneamente la anterior, pero eso es imposible. Incluso hasta hay una contradicción en esas declaraciones, pues el director de fotografía, Janusz Kaminski, ha hecho todo lo posible para replicar, lo más fielmente posible, la iluminación y el estilo visual de la película original fotografiada por Daniel L. Fapp.

Sí varían los escenarios de varias canciones, quizá lo que más se esperaba es como quedaría esa “América” que cantaban anteriormente en una azotea de noche, aquí es en una calle y rodada con mucho brío, las comparaciones siempre serán odiosas y aunque no niego el talento en esta última, creo que se recordará más la antigua. (NOTA: No me ha sido posible colgar algunos números y más material que quería, es posible que algunos desparezcan del Youtube, pido disculpas si no funcionan los enlaces.)

Spot de la película

                                                           Número de "América" en la versión de 1962



Ansel Elgort (Wikipedia)
Entre los actores, se escogió a Ansel Elgort para Tony, no me ha parecido una interpretación ni brillante ni mala, cumple sin más, lo cual ya es mucho. Tampoco en su día Richard Beymer era un gran actor, ni le sirvió para grandes papeles, aunque su rostro de buen chico le iba bien al personaje, fórmula que aquí vuelve.

Y para María se eligió a Rachel Zegler, que era su debut cinematográfico y cuya interpretación ha elogiado mucho su director, no lo voy a negar, pero la fuerza que irradiaba Natalie Wood no es comparable, el tiempo dirá si recordamos también a esta María.




Si bien la duración de la película es parecida con la original, hay algunos añadidos como ahondar en el pasado de Tony y hacerlo más explícito. También, y esto es lo mejor, es ver a Rita Moreno en el papel de viuda de Doc que hasta canta el "Somewhere" ,vemos que aparece en los créditos como productora ejecutiva.


A pesar de las comparaciones, algún que otro corte de ritmo narrativo y un color algo artificioso que ya no sé si es culpa del cine al que fui, pasé dos horas y media de lo más entretenidas y encontrándole sentido a aquello que tanto ha olvidado la gente de ver una película de estas características en pantalla grande. Y es que el gran regalo de Spielberg aquí ha sido seguir ilusionando a los cinéfilos que reivindicamos unas películas para el gran público y a la vez de calidad. 

Ironías de la vida, el cine Aribau que estrenó en Barcelona el primer West Side Story ha pasado recientemente a ser un teatro, ni siquiera tuvieron el detalle de reponer la antigua en una sesión como despedida, al menos Spielberg nos ha brindado a toda una generación poder ver el musical donde se merece.

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