"Alerta: Misiles" de Robert Aldrich

 

Hace unas semanas descubrí que Filmin había colgado en su catálogo la película de Robert Aldrich que en nuestro país se tituló vulgarmente Alerta: Misiles (1977) en vez del "Twilight's Last Gleaming" del himno estadounidense. Tales plataformas, como es el caso, no acostumbran a promocionar bien algunas películas que tienen, esta copia que ofrecen es bastante valiosa ya que ofrece la versión íntegra de esta, lo que supone casi unas dos horas y media en vez de los 90 minutos que la distribuidora mutiló en su momento en junio de 1978 no solo en España. Si tienen el DVD verán que tienen esta reducción de casi una hora y si la han visto en televisión lo más seguro es que no la vieran completa.


El cine de Aldrich es como esos vinos que ganan con el tiempo y que quizá en su momento no se le valoró lo suficiente entre los críticos, sobre todo a partir de mediados de los 60. Capaz de conseguir un híbrido entre el cine comercial y de autor se atrevió con todo tipo de géneros y conteniendo en ellas un trasfondo subversivo.  Es un cine de esos que entretienen, que no envejecen, sin ir más lejos ha logrado que tanto en el espacio de cine clásico de la 2 como en el de Classics de Garci en la Trece se hayan pasado películas suyas recientemente y con buena aceptación: Doce del patíbulo y La venganza de Ulzana

Alerta: Misiles sitúa la acción en 1981, cuenta como cuatro hombres huyen de una cárcel de Montana y guiados por un ex-general degradado de las Fuerzas Aéreas norteamericanas ocupan una base militar y amenazan con lanzar misiles atómicos contra la URSS si el Presidente de los Estados Unidos no hace público en TV un documento secreto relativo a la guerra de Vietnam, redactado por su predecesor el presidente Nixon. Basada en una novela de Walter H. Wager, nombre que conocerán más por haber escrito una novela en 1987 llamada 58 minutos y que fue la base para La Jungla de Cristal 2, aunque su nombre ya era algo famoso en círculos reducidos pues otra novela suya llamada Teléfono fue llevada por Don Siegel en 1977.

Aldrich nunca escondió sus preferencias políticas en público, demócrata convencido, izquierdista, su nombre no estuvo en las listas negras porque cuando su cine tuvo más fuerza ya el Comité de Actividades Antiamericanas estaba bastante degradado. Por otra parte el género de la ficción política estaba ya bien asentado, películas como  La conversación, El último testigo o Los tres días del Cóndor así lo atestiguan. Por cierto, Burt Lancaster llamaba Alerta: Misiles como Todos los hombres del presidente 2, aunque también la podía haber llamado “Otros siete días de mayo” ya que su personaje aquí nos recuerda a aquella.

La película no fue bien y se la tachaba de poco original, el "NY Times" que fue quien empezó a publicar los "Papeles del Pentágono" en 1971 señalaba que “los hechos sugieren que el Sr. Aldrich, quien dirigió la película, y Ronald M. Cohen y Edward Huebsch, quienes escribieron el guion, ambientado en 1981, aún no se han puesto al día ni siquiera en 1975. Los hechos están contenidos en un Top Memorándum secreto que informa que un ex presidente de los Estados Unidos acordó continuar la guerra de Vietnam ante la insistencia de sus asesores militares y miembros del gabinete que argumentaron que la matanza sin sentido era la única forma en que los soviéticos entenderían que Estados Unidos hablaba en serio”.

Aunque por otro lado, el alegato que lanzaba, la convertía para muchos en la primera película de la era Carter,” si esta película es antiestadounidense, también lo es él” afirmaba el director que tuvo que recurrir a financiación de la Alemania Occidental y rodar gran parte en los Estudios Bavaria. He aquí una prueba de que el director no se casaba con nadie.

Estas dos horas y media que podemos ver íntegramente a mi me pasan rápido, como suele ser habitual en el director hay mucha ironía ahí, le exclaman al Presidente que le han visto hacer muchos milagros en televisión, pero otra cosa es arreglar la situación que se le presenta, en otro momento cundo habla con Lancaster, acaba diciendo que con esa retórica podría ser gobernador de diez estados. Por otra parte vemos a un presidente en sus tareas más cotidianas desde afeitarse y cortarse, viéndole absolutamente débil sin saber qué hacer, reconociendo sus errores, pero también achacándole a los anteriores, incluso hasta en un momento complicado le preguntan si quiere ver una película.

 Buen trabajo el de Charles Durning poniéndose en su piel, parece que no era la primera elección, pues se quería más bien un tipo que recordara a Kennedy y se pensó en Paul Newman que rechazó el papel. Por otra parte, Lancaster que siempre sabía adecuarse a la edad mantiene una gran rivalidad con el personaje de Widmark, incluso en esos momentos la película gana ya que se nos demuestra que en realidad todo gira en torno a las conexiones políticas de las opciones militares.

Creo que en estos momentos que vivimos es una película muy recomendable de ver y si tuviera un cinefórum la pasaría, temas como el de la responsabilidad política: ¿Quién tiene de verdad el mando del control:El presidente o los tanques?, la manipulación, falta de ética y moral en la clase política o el desprecio hacia el pueblo ahí están. Aparte fíjense en cuántas cámaras nos enfocan la acción, aparte de las divisiones que hay a lo largo de la película, hasta podemos ver cuatro escenas en una, los personajes es como si estuvieran viendo un “reality show” en directo, aspecto que en su día no se valoró mucho, pero que con el tiempo y viendo nuestras televisiones, no se hace tan distante también esa crítica, acuérdense cuando en el 90 hubo la Guerra de Irak y tanto que se publicitó, por desgracia, de que era la primera que se televisaba.

 

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