El extranjero (1967) de Visconti por fin a la venta en Blu-Ray

 

Ha salido por fin editada en Blu-Ray El extranjero, la adaptación que Luchino Visconti realizara a partir de la novela de Albert Camus. No había manera de poder verla, salvo en unos vídeos de mala calidad colgados en YouTube, parece que algún problema de derechos o historias de esas que nadie entiende no nos dejaba completar la filmografía del director de El Gatopardo.

Pero no todo es positivo en este lanzamiento, el Blu-Ray editado por los misteriosos "Mon Inter Comerz S.L" no está prensado, otra chapuza más de este mercado agonizante del cine en formato físico y una patada más a los cinéfilos coleccionistas. Quien no quiera comprarlo por no estar en las condiciones adecuadas o solo tenga reproductor DVD, tiene la opción de verla en la plataforma Filmin desde hace unos días.

Visconti la realizó en 1967, justo después de Sandra y de uno de los capítulos de Las brujas, estaba en su máximo apogeo ya que cuatro años antes El Gatopardo se había convertido en un gran éxito, tanto es así que la distribución de El extranjero corrió a cargo de la Paramount. Albert Camus se había negado, desde que la publicara en 1942, a que se llevase al cine, su súbita muerte en 1960 propició que se pensase de nuevo en ella. Dino de Laurentiis se interesó y empezó a negociar con su viuda que exigió que solo la podía dirigir Visconti, el productor le pagó 100.000 dólares, en su momento la cifra más alta por los derechos de una novela.

El director de Las noches blancas ya había mostrado interés en esta, la cual decía que le llegaba al alma, la colaboración con la mujer de Camus fue bastante respetuosa y cordial. Reunió a su equipo técnico habitual: el director de fotografía Giuseppe Rotunno o el diseñador de vestuario Piero Tosi, en el guion contó también de nuevo con la guionista Suso Cechi d´Amico y con la colaboración del escritor amigo del autor Emmanuel Roblès, pero lo cierto es que el director había estudiado muchos años la novela, en un ejemplar que llevaba siempre en el bolsillo se podían ver todo tipo de anotaciones, una especie de jeroglíficos, en más de una ocasión dejaba los folios del guion aparte para hacer uso de lo que él mismo había descifrado. 

Para el protagonista llamó a Marcelo Mastroianni con quien había trabajado en 1957 en Noches blancas cuando el actor aun no había tenido el gran éxito de La Dolce Vita, este lo calificó como el papel más difícil de su carrera entonces, la elección de la actriz llamó la atención ya que el papel fue para Ana Karina, la musa de Godard, en contra del perfil de gran estrella que siempre escogía.

El extranjero no es una novela fácil, aun sigue dando teorías de qué quiso decir Camus con ella y eso que han pasado 80 años, algunos la vieron como una metáfora de la Europa que quedaría tras la II Guerra Mundial, las coordenadas temporales posteriores dieron pie a todo tipo de tesis existencialistas que el autor en vida rechazaba. El personaje protagonista, Mersault, no siente ningún tipo de sensibilidad hacia lo que le rodea, la muerte de su madre la ve como un hecho cotidiano más, es una persona que no cree en Dios, ni en el matrimonio, ni en su destino porque para él la vida no tiene sentido.


Ver la película no nos quitará las dudas y lo más seguro es que encontremos opiniones contrapuestas, lo mismo pasa a la hora de valorar el filme, pero a pesar del resultado que cada uno verá en su mensaje, no hay duda de que estamos ante una gran película al mismo nivel que sus obras más reputadas. Por ejemplo, para filmar esa Argelia de antes de la Guerra decidió buscar todos los rincones que aparecen en la novela, encontró la casa de Mersault que se asoma a la calle principal del pobre barrio argelino de Belcourt, ahí fue donde vivió el propio Camus, encontró el restaurante "Celeste", el bar "Chez Pierrot" y el estanco al otro lado de la calle, los cuales permanecían inalterados, aunque identificados por letreros en árabe que fueron sustituidos, así como más de una indicación, por otras en francés.

 Mientras duró el rodaje, la tricolor de Francia ondeaba de nuevo los mástiles de Argel y sus autoridades levantaron incluso una calle recientemente asfaltada para colocar en ella las vías del tranvía que había allí en 1938 y 1939. Visconti descubrió además las barracas que había antes en la playa pública. La sala del tribunal donde se verifica el juicio es la auténtica sala del Tribunal de Argel. Pero Visconti siguió más allá, hizo indagaciones hasta que encontró la pastelería donde Mersault compraba su pan y croissants, el cine donde halló a Marie o el bosque. El diseñador de escenarios Mario Carbuglia visitó la cárcel de Argel antes de diseñar la que tenía que ser usada en la película. Estos escenarios y otros fueron construidos en estudios de la ciudad con notable fidelidad a unos originales que no podían ser empleados debido a las dificultades técnicas que presentaban.

Pero tanta descripción auténtica, que entraba incluso hasta en detalles que podrían pasar por alto, como que mandó una reimpresión de la marca de cigarrillos "Bastos" que se utilizaban en Argel antes de la guerra o indagar en cómo eran los puros que se servían en el "Celeste", topó con un obstáculo: el conflicto árabe-israelí. La escena crucial de la playa se tenía que rodar en diciembre, pero Visconti rechazó hacerlo, la veía una luz invernal que no era la reflejada en la novela, la cual acontecía en verano. Incluso rechazó la técnica de Giuseppe Rotunno de aproximarse a esta porque la quería real al 100%. Este retraso coincidió con el inicio del conflicto y no pudieron volver a Argelia en verano, al final se tuvo que conformar con rodar la escena en Gaeta, entre Roma y Nápoles.

Evidentemente, cualquier comparación con la novela será siempre odiosa, lo que sí hay que tener en cuenta es que refleja el espíritu de ella. El lenguaje cinematográfico permite que la sensación de vacío del protagonista quede muy marcada y no es fácil de digerir. A muchos seguidores de Visconti quizá les decepcione ya que no hay lugar para lo barroco, como diría algún crítico de la época, era un film más para Antonioni, pero lo que más sorprende es que no hallamos su visión personal de la novela, es una excelente recreación del mundo de Camus, pero no del suyo, salvo en su obsesión de ser realista. Por eso, hasta he dudado en llamar este post "El extranjero de Visconti". Disfrutemos con todos nuestros puntos de vista de esta película que para muchos será inédita y esperemos que en un futuro se edite en las condiciones en que se merece.

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