El rey del peligro (1968): Allan Arkin de Clouseau

 



El pasado 29 de junio fallecía el actor Alan Arkin, quizá muchos lo recuerden más por sus papeles ya de mayor, algunos cinéfilos recordamos  papeles anteriores como, por ejemplo, en la divertidísima comedia ¡Qué vienen los rusos! o en Sola en la oscuridad . Entre estos hay uno bien curioso: El rey del peligro (1968), se trataba de la tercera aparición cinematográfica del Inspector Clouseau que inmortalizara Peter Sellers.


El actor británico tuvo sus roces con Blake Edwards en las dos anteriores, aunque su relación amor/odio con el director seguía ya que estaba preparando por entonces El guateque y no quería oír hablar de otra interpretación del patoso inspector, tampoco Edwards estaba muy interesado en ello, pero la Mirisch necesitaba dinero y quería seguir estirando el beneficio, así que llamó a Bud Yorkin para que la dirigiera.

Su nombre tampoco sonará mucho ya que se especializó en televisión, entre sus películas más conocidas están Gallardo y calavera con Frank Sinatra intentando cambiar su registro, El novio de mi mujer al servicio de la popularidad de Dick Van Dyke acompañado de un reparto generoso, Empiecen la revolución sin mí, una de las primeras comedias con Gene Wilder o El ladrón que vino a cenar con Ryan O´Neal y Jacqueline Bisset, como habrán comprobado películas de apariencia simpática, pero fácilmente olvidables.

Para sustituir a Sellers se contó con Arkin a raíz del éxito de ¡Qué vienen los rusos!, el actor no puso reparo alguno, más bien lo contrario, admitió posteriormente que se veía entonces capaz de abordar cualquier papel que le pidieran, pero que se equivocó aquí por no reflexionar las contras que podría acarrearle. 

 El rey del peligro como se llamó aquí (vaya título, pero es que el original solo era Inspector Clouseau….)pasó desapercibida, el público no aceptó que Sellers no apareciera y quedó como maldita. Tanto es así que cuando se han editado las películas de la saga de La pantera rosa esta no se incluía, aunque sí se editara independientemente.

En la trama, Clouseau es requerido por Scotland Yard para que atrape a una banda de astutos ladrones que han asaltado simultáneamente doce bancos suizos, estos llevan una máscara con la cara de él. No cabe decir que los guiños a James Bond abundaban. La parodia a los utensilios de Q estaba muy lograda y aparte de la comicidad argumental, también entretenía por apostar más por la acción y la aventura con escenas como la del tren.

La dote cómica de Arkin quedaba bien encajada ya desde el primer gag, una clara apuesta por el cine cómico mudo y cierto guiño a Blake Edwards que tan bien sabía utilizarlo. Pero el problema era, como he mencionado, que Sellers estaba en la memoria. Para colmo de males, que se utilizasen ladrones disfrazados de Clouseau (cada uno interpretado también por Arkin) no hacía sino resaltar más su ausencia.

En el aspecto musical, la partitura fue escrita por Ken Thorne quien compuso un tema pegadizo y que se amoldaba bastante bien, pero ocurría lo mismo, se echaban en falta las notas de Henry Mancini.

Los únicos que se salvaron de la quema fueron los guionistas Tom y Frank Waldman, especialmente este segundo. Cuando Edwards retoma la serie y Sellers decide volver a interpretar al personaje en 1975 cuenta con él, del primero en la olvidable Tras la pista de la Pantera Rosa (1982) en cuyo rodaje murió Sellers y el director la acabó con escenas de las anteriores.  Edwards quiso seguir rodando películas de la serie, lo que le llevó a cierto desprestigio por lo flojas que resultaban, en La maldición de La pantera rosa (1983), Roger Moore se metía en la piel del inspector, pero solo se trataba de un cameo, diez años más tarde ideó que la saga podía continuar con su hijo interpretado por Roberto Benigni, el resultado fue un desastre y lo dejó definitivamente.

En el 2006 Steve Martin interpretaría a Clousseau en una floja comedia que mejoraba algo con la secuela. Quizá con el paso del tiempo y en la evolución del personaje y de la comedia, hoy se aceptase más la actuación de Arkin, por lo que creo que El rey del peligro es toda una curiosidad y más tras la muerte del actor

Comentarios

Entradas populares de este blog

Irving Berlin, Una Blanca Navidad y 800 canciones

Un par de seductores: Cuando Caine hizo de Niven

Centenario de Henry Mancini