Hasta siempre, Pumares
─Sí, buenas noches, ¿dígame?
─Hola Carlos, ¿Qué tal?
─Fatal
─¿Por qué?
─Porque estoy trabajando
Este era uno de los comienzos habituales de las llamadas a
Carlos Pumares en el Polvo de estrellas de Antena 3 Radio, programa cinematográfico
que amenizó las madrugadas en una primera etapa desde 1982 hasta 1993. Con la
entrada del Grupo Prisa a la citada emisora, varias de sus estrellas marcharon,
aunque él se quedó dos años más si mal no recuerdo, pero el horario cambió y
pasó a emitirse a las 20h y ya no era solo de cine, ahí Pumares dio espacio
para la medicina natural, gastronomía, etc. No era tampoco ningún cambio brutal
ya que le gustaba hablar de ello a menudo. Por desgracia esa Antena 3 Radio
pasó en un año a ser "Sinfo Radio", una emisora solo de música clásica y Pumares se fue a la calle. Encontró ubicación en Radio Voz, emisora gallega cuyo proyecto
era emitir para toda España, en Barcelona donde vivía no se escuchaba, así que
le perdí la pista en 1994.
“A mí me han echado de todos los sitios y me gustaría seguir
haciendo radio, pero no me llaman, solo me recuerdan por el Fibergrán”, esta fue
una de las cosas que me dijo en la sala 4 del Cine Verdi mientras esperábamos
el comienzo de una película que se llamaba La vida sin Sara Amat del "BCN Film Fest", me encantó
esos días poder haber hablar con él y le agradecí todo lo que había aprendido, confieso que al principio me dio miedo entablar conversación,
soltarle algo que le enfureciera y me enviara a paseo, pero no fue así. Él puso
de su parte y empezó diciéndome: “Lo bueno de este festival es que tiene unos horarios
decentes, no como en Sitges que tenemos que ir en pijama, aunque ese es el
mejor de todos”
Conviene aquí hacer una parada en el texto y explicar qué es
eso del "Fibergrán", a principios del 2000 Pumares pudo volver a hacer radio por
la madrugada, fue a Onda Cero y entre película y película volvía con la
medicina natural porque “ya ven ustedes los japoneses lo que duran”, en una de
las llamadas con el doctor, este recetó a una mujer una medicina que se llamaba así,
Fibergrán, la mujer no entendió bien el nombre y Carlos se prestó a ayudarla, el resultado fue este:
Puede que esto contribuyera a que Javier Sardá lo fichase para
Crónicas Marcianas, ahí explotó y aumentó al máximo el personaje gruñón muy
seguro de tener la razón, los que lo conocíamos no nos chocaba el fondo ya que
repetía manías suyas como que la tortilla de patata es “solo de patata, sin cebolla”,
recuerdo una vez que abrió el programa de radio diciendo que no le llamaran
porque tenía que explicar algo grotesco que le había pasado, con voz serena
empieza a contar que pide una tortilla de patata en un hotel, creo que dio el
nombre, y que cuando se la sirven resulta que “me han puesto calabacín, qué vergüenza, ese
cocinero tendría que ser expulsado” y etc., esta última frase gritando y luego preguntando a los oyentes qué les había parecido ese "atentado culinario". Uno oyéndole hasta disfrutaba, era la
madrugada, por lo que si alguien había sintonizado su programa para abrazarse a
Morfeo, quedaba de nuevo desvelado por completo.
Sin embargo, entre esas extravagancias y su buen paladar,
siempre repetía que iba a los restaurantes "Hispania" de Arenys de Mar con su habitual descripción inicial que era un lugar donde uno se jugaba la vida por una pirueta que había que hacer
en la Nacional II y al "Giorgio" de Segur de Calafell al que le pedía que
sirviera meriendas también, estaba el de un hombre culto, un cinéfilo que amaba
el cine y que no le importaba decir si tal director venerado no le gustaba. A lo largo de los años ha tenido sus fobias, Hitchcock no era de sus favoritos,
se ponía a explicar las chapuzas de sus montajes y a decir que Vértigo era mala
porque a Kim Novak no le habían hecho la autopsia, de Woody Allen decía que era
un gandul porque no realizaba el plano/contraplano, de Luis Buñuel dijo que El
ángel exterminador era una tomadura de pelo “como casi todas las de él”, que Spielberg tenia que ir al psiquiatra porque siempre está poniendo bicicletas, señal que no le comprarían una.... No
paraba de repetir que solo los grandes eran los que también hacían malas
películas y que una vez le llamó la mujer de Berlanga enfadada porque había
criticado Moros y cristianos, aquello le quedaría grabado porque no paró de
repetirlo.
“Yo empezaba después de García y este decía al acabar que era ya muy
tarde y que tenían que ir a dormir los oyentes, yo me enfadaba, pero es una gran persona”,
esta fue otra de las frases que me soltó, añadiendo que cuando acababa, ponían
la repetición de Supergarcía y que cuando explotó la Guerra del Golfo, con
todas las noticias solo tuvo cinco minutos para poner una canción y dar paso
otra vez a García.
"Fatal, fatal"... Así creo que estamos bastantes desde que el pasado
12 de octubre la cuenta de Cinemasmusic comunicara su fallecimiento en el Twitter, hacía un
par de años que no sabíamos nada de él y al no acudir al Festival de Sitges el
año pasado ya temíamos que su salud estaba mal. Muchos han sido los mensajes de
afecto hacia su persona desde este mundo cinéfilo y casi todos se podrían
resumir en que supo transmitirnos una afición al cine y aunque se enfadase o
cortase la llamada, detrás había un buen tipo tal y como pude corroborar hace 4
años. No olvido aquellos especiales del monolito del
2001, los especiales de Qué bello es vivir (¿Recuerdan la escena cuando en El Crack 2,
Alfredo Landa va a ver a Arturo Fernández? Se oye en la radio la voz de Martín
Ferrand dando paso a un especial de Nochebuena de Pumares), la reivindicación
del cine cómico mudo y sus admirados Stan Laurel y Oliver Hardy, con qué pasión
explicaba sus gags…
Creo que sería injusto, aunque ahora me soltaría un grito,
recordar que antes de Polvo de estrellas, había escrito varios guiones
“espantosos todos ellos”, según él: La casa de las chivas de León Klimovsky, en
su día todo un gran éxito de público a partir de la obra de Jaime Salom, Separación
matrimonial de Angelino Fons, otra película que dio su dinero y tocando un tema
polémico entonces, el estilo más que de dramón mexicano como alguno comentó,
era más parecido al francés, con un final poco usual en el cine patrio. Luego
vino Una mujer prohibida de José Luis Ruiz Marcos, incursión en el cine negro y
El extraño amor de los vampiros otra vez colaborando con Klimovsky aunque en
esta ocasión la película apenas tuvo difusión comercial. Para TVE escribió los
guiones de El hotel de las mil y una estrellas, algo que años después declaró un
gran error. En todos ellos aparecían otros nombres, pero él repetía que quien
los había escrito en su totalidad era él. Y seleccionaba la película de La clave de José Luis Balbín.
Y de paso, acabo reivindicando el Polvo de estrellas televisivo del que nadie habla ( a
ver si en Antena 3 TV pudieran poner un archivo para poder consultarlos) ahí daba
paso a varias películas y entre ellas ofrecía entrevistas, información
cinematográfica, etc. La cadena privada no gozaba de un gran catálogo de
títulos por lo que la elección resultaba dificultosa. Si no recuerdo mal, una
de las primeras que emitió fue El ladrón de Bagdad y La Kermese heroica
curiosamente emitida en VOSE. Aquello no duró mucho y dejó de presentarlo tras
unos meses, hasta apagaba el cigarro delante de todos, así era él, sincero,
provocador, culto y buen tipo, pero ante todo un crítico cinematográfico que además era cinéfilo, pocos quedan que reúnan las dos condiciones.
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