21/08/2020

Gracias por seguir levantado, Groucho

Cada agosto se celebran los aniversarios luctuosos de tres grandes: Marilyn Monroe, Elvis Presley y Groucho Marx, esto nos sirve para refrescar la memoria y en el caso del último volver a reír con sus películas. Las efemérides son la excusa perfecta para hablar de alguien y si es de Groucho aun lo hacemos con más ganas. Teniendo en cuenta los tiempos tristes e inciertos que corren, recurrir al humor surrealista de él y sus hermanos es una buena medicina para ir sobreviviendo. Su nombre real era Julius Henry Marx, nació en Nueva York un 2 de octubre de 1890 en el seno de una familia de inmigrantes judíos, era el cuarto de seis hermanos. Con Chico, Harpo y Zeppo debutan en el cine después de un exitoso paso por el teatro con Los cuatro cocos (1929). Tras la que para muchos es su obra maestra Sopa de ganso (1933) firman un contrato con la MGM que se inicia con la que quizá sea su película más popular Una noche en la ópera (1935), el esquema se va repitiendo luego en posteriores películas. Personalmente siempre me han gustado todas las de los Marx excepto la fallida Amor en conserva (si se puede considerar como una película de ellos, claro). Groucho en solitario después no tuvo mucha suerte y salió en algunas películas que estaban a años luz de su talento, una lástima. Se barajó su nombre para el papel del médico de El apartamento, pero Wilder no lo veía muy claro. Guardo muy buen recuerdo de aquellos sábados por la tarde en lo que antes se llamaba “Primera sesión”, en la que emitían una de ellos cada mes en los 80, fue una especie de ciclo encubierto que me dio la oportunidad de ver prácticamente todas y descubrirlos, luego las fui recuperando gracias a que se fueron editando en VHS y luego en DVD. Actualmente apenas se ven por las televisiones. Quisiera hacer mención de los actores de doblaje que tuvo, a Groucho en versión original es muy difícil seguirle por lo que no era tarea nada fácil. La voz que yo prefiero es la de Vicente Bañó, admiro también otros dobladores que tuvo como Josep Maria Angelat, pero creo que el primero le dio un toque personal y una ironía que el segundo tenía de diferente manera, recordemos que Angelat era la voz sobretodo de Louis de Funes, trabajo que hizo perfectamente. Bañó seguía más el estilo del gran José María Ovies cuyos doblajes no se han guardado muchos. (En el primer vídeo la voz es de Angelat, en el segundo de Bañó) Hay quien cree que los Hermanos Marx no tuvieron un gran director, a excepción de Leo McCarey en Sopa de ganso , pero ellos funcionaban solos: Harpo sería el elemento surrealista, Chico hacia el diálogo hilarante con Groucho, luego había los números musicales de ellos, Groucho cantaba, Chico tocaba el piano y Harpo el arpa. Y sobretodo había los encontronazos entre Groucho y Margaret Dummont, de la cual él dijo que no se enteraba de nada. Una vez el cine de los Marx fue perdiendo espacio, quedaron para la posteridad las apariciones de Groucho en televisión y sus geniales frases, en muchas de ellas podemos ver un fiel reflejo de nuestros políticos, por ejemplo, en la de “Estos son mis principios, si no le gustan tengo otros”. La política la definía de esta manera: “Es el arte de buscar problemas, encontrarlos en todas partes, diagnosticarlos incorrectamente y aplicar las soluciones equivocadas.” Seguramente más de uno estamos pensando en varios nombres al leer esto Groucho sabía reírse de todos y de él mismo, ya dijo que “Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo”. En la década de 1950, fue invitado a realizar un recorrido por la Bolsa de Valores de Nueva York. Mientras estaba en la cabina de observación, tomó el auricular del sistema de megafonía y comenzó a cantar "Lydia the Tattooed Lady". Al escuchar el silencio que venía del piso de negociación, apareció ante la vista, los comerciantes le dieron un fuerte aplauso y gritó: "Señores, en 1929 perdí ochocientos mil dólares en este piso, ¡y tengo la intención de obtener el valor de mi dinero! " Durante quince minutos, cantó, bailó, contó chistes y, durante todo este tiempo, el indicador bursátil de Wall Street se quedó en blanco. Precisamente esa pérdida de dinero le acarreó problemas de salud como un insomnio crónico del que jamás se recuperó. Durante bastantes años nos hicieron creer que en su epitafio se leía “Perdone que no me levante”, pero parece que no es verdad. Han pasado 43 años de su muerte y no hacía falta que pidiera disculpas porque bien levantado sigue estando.

14/08/2020

La Escapada (1962) de Dino Risi

 

Llega el puente de agosto y uno siempre recuerda la imagen de la ciudad que se vacía, la llegada de unos días que parecen un oasis (siempre, claro está, para quien tenga suerte de poder aprovecharlo) e intentar llevar al máximo ese “carpe diem”, pues el tiempo ya nos marca pronto ese dichoso septiembre, por eso convenía hacer una escapada. Precisamente esa era el título del mítico filme de Dino Risi, en italiano "Il sorpasso". que se traduciría por adelantamiento (título que se puso de moda no hace mucho cuando se hablaba de cambios electorales)

La historia de un juerguista caradura (Vittorio Gassman) que casualmente encuentra a un estudiante (Jean Louis Tringtinant) que viene a representar todo lo contrario que él, pero al que logra convencer de pasar el día de vacaciones y hacer esta road movie. Dino Risi, su director, era uno de los padres de la denominada comedia italiana, pero siempre tuvo que conformarse con estar debajo de algún pedestal de otros realizadores más célebres según la crítica. Incluso su reconocimiento no llegó al principio de su carrera, sino que se dio cuando en sus películas comenzó a haber algún elemento dramático o especialmente pesimista, característica que acabo siendo básica en su filmografía desde mediados de los 60. Aquí participaba en el guion otro maestro, Ettore Scola.

La comedia italiana que Risi y otros tantos hicieron no dejaba de ser también un neorrealismo, pero echándole unas sonrisas. A cierta crítica no le gustaba nada esto, una de sus películas más divertidas y brillantes Sabela (1957) que ganó el Festival de San Sebastián fue recibida con silbidos en vez de con aplausos pues no se estaba de acuerdo con el veredicto.

La Escapada se estrenó con bastante éxito en España, a pesar de que la censura la veía algo peligrosa. En Barcelona, por ejemplo, estuvo 27 semanas seguidas en el Cine Diagonal y diez años después el mismo cine la volvió a programar. Ya más tarde, en el 88 hubo otra reposición, aunque en otro cine.

Muchos vieron el retrato aperturista de una época ya que el estudiante venía a ser quien había estado reprimido por la moral imperante, cierto que lo que veíamos era Italia, pero no podíamos dejar de pensar en España... Gassman, en cambio, era el juerguista, caradura, capaz de burlarse de todo y no tener piedad ni con la gente más humilde, por cierto recita la canción de "La casada infiel" de Lorca, se duerme con Antonioni y no para de tocar esa bocina que más de un nostálgico recordará de esa Radio Juventud en sus promos, un personaje totalmente sin ningún límite, norma y ética, un desahogo ante tantas prohibiciones llevado al más puro extremo, por eso más de uno se identificaría con él.. Probablemente sea su personaje mejor construido, incluso por encima del que hizo con el mismo director en Perfume de mujer.

 La escapada  ofrece varias lecturas una vez vista. Más de un censor de la época vería ejemplar cierto desenlace, aunque se le podía dar la vuelta también. Ya saben que una de las preguntas que hace Gasmman al tímido estudiante es si dos naves en el espacio chocan, ¿ cuál es la que paga?…

06/08/2020

5 películas para este agosto


Empezamos un agosto extraño y difícil, el cine nos asegurará al menos un buen rato sin pensar en las mascarillas, en si hay nuevos brotes o perder el tiempo en el google buscando cuándo habrá un remedio para tan dichoso virus. Vamos a intentar desconectar con 5 películas ambientadas en verano: 

 Calabuch (1956) Uno de esos Berlangas que no suele estar entre la crítica de entre los mejores, incluso Truffaut mostró su cara menos amable al verla y escribió: "Viendo esta película uno desea que la bomba atómica caiga por fin, pero sobre la cabeza del director". Menos mal que no se cumplió y Berlanga nos regaló obras mejores, pero esta no tiene nada que desmerecer, ya encontramos muchos de sus temas. Rodada en una Peñíscola que cinco años más tarde sería escenario de El Cid, Calabuch es de esos lugares en el que uno se quedaría a vivir, pero la visión atenta del filme ya nos dice que esto no es así y que detrás de ese bienestar hay también dramas como la soledad, el contrabando, la pobreza...Pero por encima de los problemas hay una bondad y humanidad en sumo grado que es lo que nos irradia esas ganas de visitarlo cada año o las veces que haga falta en nuestra pantalla. La escena: El cohete y las letras de Calabuch.

  Las vacaciones de Monsieur Hulot (1953) El director Jacques Tati logró con su segundo largo su película más popular no exenta de su habitual perfeccionismo, tanto es así que se podría hacer una tesis con las diversas versiones que hay de sus películas con metrajes distintos, cambios en la música, color, etc...Acompañan sus fotogramas esa música de Alain Romans que solo al oírla nos evoca ya esa brisa del mar y nos relajará bastante, además de reírnos ya que la película tiene muchos gags brillantes, pero yo siempre me quedo con ese plano de los niños cuando ven por primera vez el mar. Por cierto, es Monsieur Hulot el único que disfruta de unas verdaderas vacaciones.

 La tentación vive arriba (1955) La parodia del personaje del Rodríguez escrita por Axelrod y que Wilder se las ingenió para que quedara como una obra inmortal que supiese esquivar a la censura. Ropa interior en el refrigerador y una Marilyn más divertida que nunca nos harán olvidar el calor, vale la pena que nos caiga una tomatera si el resultado es este, poco importará que a ella no le guste Rachmaninov 

 ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre? (1972) Otra de Wilder y con esa habilidad de hacer un cine de autor y a la vez popular. Avanti (este es su título original) es uno de sus mejores ejemplos, hay en ella muchos temas profundos y una gran acidez en la forma de tratarlos, pero también una comedia mediterránea a la italiana que se ríe mucho de sus costumbres, algo que en Italia siempre han sabido aceptar. Visiten cada año ese hotel y ya verán que encuentran cosas nuevas. Por cierto, me encantaría en un hotel encontrar a un director como Clive Revill, está genial. 

Pandora y el holandés errante (1951) Dejamos las comedias y entramos en esta enigmática película que entraría dentro de aquello que algunos llaman “cine literario”. De la misma manera que si uno visita el Museo del Prado ha de tener cierto conocimiento cultural para entender las obras, aquí pasa lo mismo. Pero en Pandora no solo encontraremos la mitología, también el universo de Lorca se nos hace presente con ese color verde constante que la protagonista lleva en todo momento. Fue la película que hizo conocer internacionalmente la Costa Brava, rodada especialmente en Tossa, también podemos encontrar paisajes de S´Agaró, Sant Feliu de Guíxols, Playa de Aro o una plaza de toros ya para el recuerdo de Girona.

29/07/2020

DEP Olivia de Havilland

El pasado domingo por la tarde saltaba la noticia que parecía que nunca se escribiría, moría Olivia de Havilland en París a los 104 años, había quedado como la superviviente del denominado Hollywood dorado tras el fallecimiento de Kirk Douglas este mismo año.
No quisiera convertir este blog en un obituario cada vez que alguien fallece, pero me gustaría recordar a través de unas líneas a esta gran actriz.
Seguramente si escribimos 10 actrices cada uno pocas veces la citaríamos, pero si tuviéramos que recordar películas de nuestra vida alguna de ella saldría. Olivia de Havilland era una especie de antiestrella, se apartaba de esa belleza vistoza de otras y cogía papeles que aun la hacían menos seductora, aceptando ser una mujer corriente con gran naturalidad.
Sin duda alguna creo que sus películas como pareja de Errol Flynn permanecen en la retina de los cinéfilos: El Capitán Blood (1935), La Carga de la brigada ligera ( 1936), Robin de los bosques (1938), Murieron con las botas puestas (1941), etc...

Su papel de Melania en Lo que el viento se llevó le dio aun más fama, tanta que hasta el domingo pasado siempre la nombrábamos al verla como la única que estaba viva de esa superproducción de Selznick.
En 1946 le llega el primer Oscar por La Vida íntima de Julia Norris, una película algo olvidada de Mitchell Leisen a pesar de poder encontrarla en DVD, la actriz harta de sus papeles para la Warner, eligió sus propios trabajos y en la Paramount acertó pues tres años después rodaría La heredera, probablemente su mejor trabajo a pesar de que aquellos que aun no reconocen a Wyler como autor, sino como artesano, digan que estaba algo sobreactuada. Algún día habrá que hablar de este menosprecio a Wyler...

Pero a pesar de estos dos premios, su carrera fue menguando a partir de los 50, su papel de sufrida esposa de Robert Mitchum en No serás un extraño de STanley Kramer sea el más recordado en aquella década de grandes películas, pero no precisamente para ella. Los 60 aun fueron peores a pesar de protagonizar Lady in cage, una estupenda cinta de suspense.


Pequeños papeles para televisión, obras de teatro, chismorreos de las revistas sobre su mala relación con su hermana Joan Fontaine, pero sobretodo las reposiciones de sus grandes películas hacen que se la siguiera recordando como lo que fue en los años posteriores, una gran estrella y aunque nos dejara a sus 104 años seguirá siendo inmortal.

24/07/2020

Cinema Paradiso, un clásico que va ganando con los años

Cada cierto tiempo aparece una película con cierta magia, es lo que se llama de manera más vulgar un clásico, más de uno tendrá una definición diferente, yo diría que es aquella cinta que uno ve repetidas veces sin cansarse y encima encontrándole más encanto en cada proyección. Una de estas es sin duda Cinema Paradiso que la triste muerte de Ennio Morricone ha hecho que se volviera a programar en La2 de TVE con buena audiencia, pero no hacía falta que muriera el genial compositor italiano para volver a verla, incluso se ha vuelto a reponer y en ciertas ciudades es fácil verla cada año. ¿Por qué será?

 Ciertamente fue un éxito inesperado, a finales de los 80 el público de las salas cinematográficas había descendido si contamos desde los 60 nada más y nada menos que un 75%, si nos situamos en nuestro país podríamos hacer una lista interminable de cines que cerraron de aquella época. En Italia pasó igual, y dos cineastas quisieron hacer con sus obras una especie de memoria colectiva de aquellos años en los que se vivía el séptimo arte de otra manera. El filme de Scola, Splendor, no tuvo demasiado éxito, servidor no lo ha visto porque no ha tenido la ocasión, no está ni en DVD y por televisión se pasó hace muchos años cuando el que escribe no tenía ni video, pues su pase fue por la madrugada.

Del clásico de Tornatore sí que la recuerdo desde que era pequeño, la primera vez me chocó el cambio que hay cuando Totó deja de ser un niño, no me acababa de gustar esa parte adulta con la historia de amor, pero luego remontaba la película de manera impresionante y ya no hablemos con su final. La película al principio no tuvo mucho éxito y es por eso que, por consejo de su productor, Tornatore la recortó. Tal cambio fue un acierto, la película de esta manera se centra más en lo que verdaderamente interesa. Sin menospreciar el recuerdo de aquel amor que no fue, Tornatore en su montaje completo la muestra con un metraje fatigoso que hace que la película dure tres horas, incluso el personaje de Alfredo lo veremos de otra manera.

 En el DVD de A Contracorriente hay las dos versiones, yo tengo una edición que sacó Lauren con la versión entera y cuando llega ese metraje mejor pasarlo rápido. No necesariamente los "montajes del director" tienen que ser mejores, pero eso ya es otro tema. Cinema Paradiso nos emociona de nuevo y lo hace por dos motivos, un buen guion que hace que seas partícipe también de aquellos tiempos, aunque no los vivieras y lo segundo es porque por desgracia también estamos viviendo lo mismo, aunque de otra manera.

 Desde que empezó este siglo hemos visto otro cambio en la manera de ver cine, ya han desaparecido casi todas las pantallas grandes, ahora para ver cine uno ha de ir a un centro comercial muchas veces, siempre quedan algunos “cinemas paradisos”, pero van cayendo. Cuando en Cinema Paradiso vemos el derrumbe del cine, creo que nos viene a la mente más de uno que queríamos de verdad y que nos hizo pasar tardes inolvidables quedando una parte de nuestra vida ahí. De la historia de amor, también nos sentimos identificados, más allá de si uno ha tenido un romance. Hay también ahí el tema de la adolescencia y la juventud que se nos escapa... Cuando era niño y veía la película quizá no era consciente de ello, pero ahora en cada pase uno se da cuenta de que el poeta Horacio y su “carpe diem” es una de las verdades más absolutas que hay en la vida.

15/07/2020

Adiós al Meliés de Barcelona



Me disculparán si me pongo meláncólico al hablar de este ya desaparecido cine de Barcelona, la triste realidad de las salas cinematográficas nos hace hablar de tanto en tanto del cierre de uno de ellos, a todos ellos les tengo cariño, pero el Meliés era de aquellos que siempre me hubiera gustado ver abiertos.

Era un cine que incluso podríamos llamar anticine, sus dos salas eran pequeñas, la pantalla también, así que en un principio poco atractivo podría tener. Pero cuando abrió nos dio la oportunidad de ver cine clásico, y su programación apostaba por nombres como Billy Wilder, Hitchcock o Visconti.

Recuerdo aquella noche de jueves veraniega del año 97 en que pude ver por primera vez Ariane, la cinta de Wilder por aquellos tiempos estaba con unos problemas de derechos tontorrones que la hacían invisible, solo se había podido ver de escondido y sin anunciar en "petit comité", fue un gran gol el poder exhibirla.

 Por aquel entonces los VHS no eran como los DVDs de años posteriores y costaba ver ciertos títulos, pues apenas eran editados, aparte que tampoco se podían disfrutar en su versión original. Cada mes cogía la propaganda de la sala y como el internet era algo de lo que se hablaba, pero que aun pocos tenían, rellenaba en un papel mi dirección y cada mes me llegaba la programación.

También pude ver otras joyas como Las noches blancas de Visconti que estaba también desaparecida, recuerdo al público que iba de todas las edades y sin comer palomitas porque estaba prohibido, pero eso no hacía falta pues era un tipo de cinéfilo respetuoso y que sabías que no te iba a molestar. Otro tanto fue el poder ver American Graffiti de George Lucas, cinta de la que todos hablaban pero que pocos habían podido visionar. A pesar de que yo soy de una generación distinta, me gustó poder ir a esa sesión y disfrutarla.

El Meliés fue dejando los clásicos y con los años fue programando cine de autor, algunos ciclos esporádicos nos hacían recordar sus inicios, no hace mucho un ciclo Truffaut volvió a hacer las delicias de uno.

Cuando estudiaba en la UB me gustaba más de una vez acercarme, aunque no fuera a entrar.  Es algo que suelo hacer con determinados cines, al igual que más de una vez me paraba en la entrada de la antigua Filmoteca (el Aquitania) de la Avenida de Sarriá. El Melíés ya es historia, pero espero que todos aquellos que nos ilusionaba ese modesto cine podamos seguir sintiendo nuestro amor al séptimo arte y lo que es más importante, saber transmitirlo a los demás. De lo contrario la historia del cine quedará en un baúl polvoriento o en el contenedor donde ayer tiraban el material de este cine

06/07/2020

Morricone inmortal

Hoy ha fallecido Ennio Morricone, probablemente el músico más popular de cine que ha habido, con permiso de otros grandes, naturalmente, pero su obra fue muy numerosa y sobretodo popular, Morricone dio muchos conciertos, dio bastantes entrevistas, era una persona del todo cercana e iba a recoger el premio Princesa de Asturias este octubre junto con John Williams.

Fue quien más partituras escribió para el séptimo arte, y quien más discos vendió, muchos lo recordarán especialmente por los spaghetti westerns, algo que le molestaba un poco porque quería que se le reconociera sus otros trabajos. Probablemente, la trilogía de la paella de Leone no hubiera sido lo mismo sin su música. Con ella saltó a la fama y le abrió todas las puertas, menos una, la de la Academia de Hollywood que nunca le supo premiar sus trabajos, salvo al final con Tarantino y más bien para pedir unas disculpas.

Vamos a hacer un repaso por algunas, pidiendo perdón por la brevedad, pero al menos que sirva de homenaje al gran maestro que seguirá siendo inmortal cada vez que veamos sus películas y sintamos su música.

El bueno, el feo y el malo (1966): Su tema principal quizá sea el más recordado de todos y el de "El éxtasis de oro" una maravilla.

Pajaritos y pajarracos (1966): Morricone trabajó con muchos grandes del cine italiano, ahi estaban directores comprometidos como Petri, Bertolucci, Bolognini, Pontecorvo, Passollini. Con este útlimo hizo una de sus más curiosas composiciones, unos títulos de crédito cantados por Domenico Modugno

Hasta que llegó su hora (1968): Para mí su obra maestra de todas las que compuso para este género, su popularidad es tal que hasta se oye en los estadios de fútbol en los minutos de silencio para homenajes. Bellísima.

El clan de los sicilianos (1969): Tambien fue un habitual de los policiacos franceses (el polar como lo llaman), con Verneuil también hizo que se vendieran muchos discos de su banda sonora.

Sacco y Vanzetti (1971): Película prohibida en España, su canción Here´s to you fue todo un himno de la libertad a cargo de la cantante Joan Baez que le puso la letra.

Novecento (1976): Con Bertolucci tampoco defraudó y ahí está, es de sus partituras más variadas.

Érase una vez en América (1984): Su despedida con el director Leone que le dio la fama no podía ser mejor, y su inspiración superó todos los registros. Inolvidable

La misión (1986): La calidad de Morricone no bajaba nunca, sino que conseguía la imposible, mejorar incluso en cada trabajo. Muchos pensaban que aquí si que tendría el oscar pero la Academia se lo dio a Alrededor de la medianoche incomprensiblemente.

Los intocables de Elliot Ness (1987): Otra de sus grandes trabajos, inolvidable toda ella con aquellas persecuciones en los tejados

Cinema Paradiso (1988): Como he dicho anteriormente, conseguía lo imposible, cada título conseguía que incluso gustara más que el anterior. Aquí, no obstante, quizá dio ya todo lo que podía dar, pero su carrera continuaría con buenas obras también. Ojo, que el tema de amor lo compuso su hijo , Andrea Morricone, algo que motiva más de un error.

El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...