02/09/2022

Tarantino y el Diario íntimo de Adele H. de Truffaut

 



La pasada semana, ciertas declaraciones de Quentin Tarantino sobre François Truffaut se convirtieron aquello que, en lenguaje pedante, llaman  “virales”, como si no tuviéramos bastante ya de virus. La polémica estaba servida y el contagio de hablar de ello se apoderó de este blog, así que pensé que era un buen tema para empezar este septiembre.

En la parte positiva, como dirían antaño en los créditos del "Un, dos, tres" de  Ibáñez Serrador, está la sinceridad del director de Reservoir Dogs, la manía hacia el director francés no es nueva como se ha recordado en más de un medio, ya en su novela de Érase una vez en Hollywood, el personaje de Cliff Booth deja patente lo que el director sentía hacia su filmografía:

Lo Intentó dos veces con Truffaut, pero no le llegó. No porque las películas fueran aburridas (lo eran), pero esa no fue la única razón por la que Cliff no entró. Las dos primeras películas que vio (en una doble función de Truffaut) simplemente no le atraparon. La primera película, 'Los 400 golpes', lo dejó frío. Realmente no entendía por qué ese niño pequeño hizo la mitad de la mierda que hacía. Y pensó que los tontos deprimidos en 'Jules y Jim' eran una puta carga".

Por otra parte, tiene todo el derecho del mundo a decir lo que quiera, de la misma manera que a los que nos gusta el cine de Truffaut reprocharle lo dicho, aunque compararle con Ed Wood ya entra en la parte negativa y da la sensación de haber buscado expresamente que se hablase de él.

No obstante, llama la atención que a pesar de no declararse fan de Truffaut, remarca algunas excepciones que sí le gustan, aunque solo cita Diario íntimo de Adele H. Sorprende, ya que estaría esta en las antípodas del cine de Tarantino.





Rodada justo después de La noche americana, recrea la trágica vida amorosa de la segunda hija de Víctor Hugo. Atraída por un teniente del regimiento de los húsares ingleses, este no le corresponde, pero ella le seguirá por todas partes. Truffaut describía así el filme: “Quería conseguir un clima sofocante y así toda la película está rodeada de cuatro paredes. Es una película sobre la claustrofobia, la soledad y la pasión

Para conseguir ese efecto contó con la fotografía de Néstor Almendros, la cual consigue que entremos en su triste mundo, son constantes sus miradas al espejo, su deambular por las calles, la misma pesadilla que se va repitiendo. Si los tontos deprimidos, como dice Tarantino, de Jules y Jim eran tres, aquí solo ella, ya que hábilmente el teniente apenas tiene protagonismo, incluso hay un momento que lo confunde de espaldas y resulta que es el mismísimo Truffaut. A pesar de ello, hay bastantes relaciones con sus otras películas como la idea del amor obsesivo o las ideas fijas que en las despreciadas La sirena del Mississippi o La novia vestida de negro se convertían en las auténticas protagonistas, verdadero tema por otra parte, más que buscar un thriller.

Más de uno nos hubiese sacado a un actor encarnando a Víctor Hugo que probablemente estropearía el clima, Truffaut solo saca la voz y ya es suficiente para describir la distancia entre padre e hija, ella le pide constantemente dinero, le pesa llevar ese apellido que la hace sentir más desgraciada, utiliza un apellido falso y en el título de la película solo leemos la inicial. Truffaut explicaba que le atraían los personajes al margen de la sociedad y que el problema de identidad de ella era como el del niño salvaje pero a la inversa, ya que se trataba de un escritor famoso y todo un genio.

Escenas como el paseo por el cementerio nos traen ese Truffaut del romanticismo que incluso mejoraría con La habitación verde, el final impacta por la sensibilidad y patetismo. Pero mientras escribo y pienso en planos de la película me viene a la cabeza constantemente cómo ha podido Tarantino decir que Truffaut es como Ed Wood y no paro de darle vueltas. Quizá no sea una comparación tan odiosa, Wood amaba el cine y Truffaut hasta se podría sentir identificado con aquellas ganas de rodar locas de él.

La infancia atormentada de Truffaut, quizá por ello fuese sensible con personajes como Adele H. le marcaron para siempre. Como crítico y atraído por ese amor llamado cine fue exigente, le llamaron incluso el sepulturero del cine francés, más de una vez cuando era aun un joven alocado por el celuloide se equivocó, llegó a decir que John Ford “babeaba ante galones, insignias, botas y doraduras”, pero luego rectificó e incluso sus escritos fueron fundamentales para cierta cinefilia, dejó ya en la memoria aquella frase que utilizamos de “Y como él era creyente, que Dios bendiga a John Ford”  

Yo no soy fan de Tarantino, aunque con alguna excepción que debería revisar de nuevo, no me cae mal, pero sin darse cuenta tiene mucho en común con el añorado director francés y quizá más que con su estimado Godard. La huella de Truffaut está en Kill Bill, incluso Malditos bastardos nos evoca algo a El último metro...Pero miremos lo positivo, más de uno se interesará ahora por Truffaut y ver quién era ese Ed Wood del cine francés

26/08/2022

Brigadoon (1954) y que el tiempo se pare

 



Finales de agosto y más de uno apurando los últimos días de vacaciones, otros habrá que las empezarán y bastantes que no podrán. Sea como sea el estado de cada uno, es evidente que el tiempo pasa y nos gustaría evocar aquel bolero de Lucho Gatica de “Reloj no marques las horas” y que pudiera hacerse realidad, aunque no tengamos en cuenta que sería aburridísimo repetir cada día lo mismo, y si no que se lo digan a Bill Murray en Atrapado en el tiempo. Por cierto, ¿recuerdan la canción que salía al final de esta, justo cuando empiezan los tan denostados títulos de crédito que tanto me gusta reivindicar? Ahí la cantaba Nat King Cole y se titulaba “Almost Like Being in Love”, canción perteneciente al musical Brigadoon de Lerner y Loewe la cual encajaba de maravilla en el tema que se trataba.



Leyendo el espléndido programa de la Filmoteca en Barcelona de este agosto, se han acordado de que era el centenario de Cyd Charisse y la película escogida ha sido la versión cinematográfica que del musical realizara Vincente Minnelli en 1954. El argumento trata sobre dos cazadores estadounidenses en Escocia, los cuales se pierden y hallan un pueblo que no aparece en el mapa y que en medio de la niebla aparece una vez cada cien años, el problema sucederá cuando uno de ellos (Gene Kelly) se enamore de una de las mujeres de ahí.

Si uno se pone a pensar mucho, es posible que tal historia le resulte no ya inverosímil, sino lo que vendría después. Sin embargo, conviene tener en cuenta que de lo que se trata es de abordar el tema de las relaciones entre el sueño y la realidad, tema muy presente en la filmografía del director, la fugacidad de la vida y el "Carpe Diem". A Kelly le acompaña Van Johnson que se muestra incrédulo en todo momento, incluso hasta cae mal ya que le toca ser partícipe en una de las escenas más dramáticas.



Cuando vemos despertar a la gente en Brigadoon da la sensación de que todos son felices, un “locus amoenus” donde todo es alegría, para nada nos viene a la mente la razón de por qué un pastor tuvo que rogar a Dios hacerlo desaparecer en el siglo XVIII para evitar que la brujería lo corrompiera, por lo tanto pocos días han vivido desde entonces. El esquema de la leyenda es el habitual, todo aquel que traspase las líneas fronterizas del pueblo romperá el hechizo.

A pesar de que cierto tono de "violetas y caramelos" impera, Minnelli le da ese toque estético que en un principio iba a ser de otra manera ya que iba a ser rodado en escenarios naturales, primero en la misma Escocia, pero por el clima no se pudo, luego se buscó un escenario parecido ya en EEUU, pero la Metro decidió recortar el presupuesto y rodarla en estudio. Así pues sentimos una bruma romántica en el exterior y una reminiscencia de las pinturas flamencas en el interior, lo cual hace que el espectador se sienta atraído e incluso hasta algo hipnotizado.

Por otra parte, es bien curioso que sea de los pocos musicales con tintes trágicos, o sea que el dicho de que las apariencias engañan cobra aquí sentido. Sin querer destripar, tenemos dos puntos clave, el personaje de Harry cuyo desenlace es tapado, algo por otra parte típico de bastantes pueblos tranquilos de querer esconder lo malo y por otro lado el amor que siente Gene Kelly hacia Cyd Charisse, pero para tenerla tiene que quedarse ahí y por lo tanto someterse a estar dormido otros cien años.



El musical no hubiese sido lo mismo sin la excelente composición de Loewe y Lerner (My Fair Lady, La leyenda de la ciudad son nombre…) Números como el The Heather on the Hill donde nos dejamos dominar por todos esos valles, ríos y montañas. El Once in the Highlands , tema muy emotivo y poético, el I´ll Go Come with Bonnie Jean con una vitalidad y energía que solo una mente privilegiada podría escribir o el mencionado Almost Like Being in Love. Mención aparte son esas coreografías, incluso ciertas escenas sin ser musicales tienen esa percepción.



Minelli optó por contrastar lo que sería ese ambiente bucólico con una cafetería ruidosa de Nueva York, y priorizar el amor. Siempre que veo Brigadoon pienso en otro final que resultase ambiguo sin perder la magia y me da la sensación de que más de uno así lo pensaría. Pero quitando los puntos débiles de esta, es una maravilla poder recurrir en mi caso al DVD y volver a Brigadoon, querer que ese reloj tan antipático no marcara más las horas y creer que aun hay espacios en este mundo en el que la gente esté siempre contenta, de bien seguro habremos notado sensaciones parecidas en las vacaciones o en otros momentos de relajación. Si pueden, véanla en la Filmoteca, será como entrar en ese lugar, así se llama también una sección del Festival de Sitges. ¿No eran acaso las salas de cine una especie también de Brigadoon? Malditos relojes...



19/08/2022

Capri (1960), una comedia turística con toques de neorrealismo e ironía

 



Hace unas semanas hablaba de Avanti de Billy Wilder, la que quizá sea la obra maestra del cine turístico, sin embargo él la tachaba de blanda minusvalorando la irónica y sarcástica historia que retrataba. En cambio la película que traigo hoy, Capri (1960), bien puede ser considerada así por más de uno, o incluso folletinesca si el espectador acaba odiándola. No es esta mi impresión de esta olvidada comedia dirigida por Melville Shavelson y que cuenta con la guionista Suso Cecchi D'Amico. Incluso tiene más de un paralelismo con la película de Wilder, recordemos que el argumento trata de un americano (Clark Gable) que ha de ir a Nápoles a arreglar unos papeles por la muerte en accidente de su hermano, ahí se entera de que tiene a un sobrino de 10 años, y que está siendo cuidado por su tía (Sophia Loren).

La relación entre Gable y Loren no fue muy buena detrás de las cámaras, uno estaba en el ocaso y la otra en su esplendor. Dos años antes, el mismo director había reunido a la actriz con Cary Grant en Cintia, un producto también algo edulcorado, pero en el que la pareja destilaba una química que aquí no cuajaba. A pesar de ello, en Capri, cuyo título original es "It Started in Naples", el trabajo individual de cada uno es bueno, aparte tenemos a un abogado mujeriego interpretado por Vittorio de Sica que aporta una comicidad en los momentos más dramáticos como el juicio por la custodia, por eso no acabo de ver bien que se tache el filme de telenovela, incluso la Loren hace una autoparodia de sus papeles dramáticos con un Gable exclamando: “¿A quién le han dado el Oscar este año?”

Curiosamente esta broma adquirió más vigencia dos años después cuando la Loren recibió el Oscar por Dos mujeres y dirigida por De Sica para más inri. Aquel 1960 sería el año de la muerte de Gable, aun tenía que estrenar la que sería su última película oficial Vidas rebeldes. Visiblemente cansado en alguna escena a raíz de sus problemas cardíacos, ofrece un papel muy adaptado a su situación de perdedor y hombre aburrido. El director de fotografía Robert Surtees (Ben-Hur, El golpe…) ideó un filtro azul en las escenas con la Loren que combinaba también con su vestuario en contraste con el de Gable, una contraposición entre la vitalista cultura mediterránea y la fría estadounidense.

A pesar de que Capri no es Avanti, hay detalles también irónicos como cuando Gable va a una plaza a tomar café a la 1 de la madrugada porque no le deja dormir la música y le pregunta al camarero cómo duerme la gente ahí, este le dice que “juntos”. Tampoco Gable, como Lemmon, aguanta el agua y se lava los dientes con whisky, o tiene que quedarse por la noche en la isla ya que el horario está equivocado, pero como todo el mundo de ahí lo sabe, no se molestan en corregirlo. Aparte de las notas cómicas, hay ligeros toques de neorrealismo, la guionista antes mencionada estampa su firma al mostrarnos esas calles llenas de paradas de comida y pobreza, prostitución y hurtos. Otra escena que remarcar por su buena planificación es la de cuando la Loren comienza a gritar a sus vecinos que el americano se quiere llevar al niño, entonces salen a los balcones a criticarlo.

A esto se suman unas excelentes vistas de Capri, fuegos artificiales, la fiesta mayor con la inevitable procesión de la Virgen y con una banda sonora sentimental de Alessandro Cicognini que incluye una canción escrita por Domenico Modugno y Dino Verde “Stay Here with Me”, además de poder ver a la Loren cantando el mítico tema de Renato Carosone y Nicola Salermo “Tu vuò fà l´Americano” y luciéndose al cantar “Carina” de Alberto Testa y Corrado Lojacono.

Creo que Capri les gustará siempre que no quieran el nivel de Billy Wilder, en estos días de agosto su visionado les será más agradable. Editada hace años en DVD con un redoblaje malo, mejor véanla en versión original, no me consta que esté en plataformas mientras escribo estas letras,

12/08/2022

Cuando pocos se acordaban de Grease

 

 

Este martes 9 de agosto saltaba por la noche la noticia de la muerte de Olivia Newton-John, la cual ha sido muy llorada por la mayoría. La inolvidable Sandy de Grease (1978) se hizo querer por un público que en el momento del estreno de la película iba más por la fiebre Travolta que por ella, a pesar de tener ya una un nombre en el mundo de la canción. 

A pesar de la excelente química entre ambos, Hollywood no supo explotarlo, su carrera cinematográfica fue escasa y discreta. Pero es igual, aquella Sandy con peinado de Sandra Dee que tan bien parodiaba Stockard Channing y que nos deleitaba con su cambio al final es uno de los momentos más inolvidables para cualquier generación. Y es que Grease es una película que no envejece nunca, más bien al contrario. 

Sin embargo, hubo un lapso de tiempo en que parecía que se iba a quedar en el museo del recuerdo. Hablo de los 80, una década tan reivindicada por los "egeberos" y llena de iconos, pero en la que Travolta iba de fracaso en fracaso y a Olivia no la supieron valorar. El primer intento tras Grease fue otro musical llamado Xanadú (1980) al lado del gran Gene Kelly, pero la crítica no tuvo piedad con esta especie de remake de La diosa de la danza con Rita Hayworth, y daba la sensación que si ibas a verla estabas más o menos chiflado, así que quedó rápidamente en el olvido. TVE la recuperó a mediados de los 80, aunque postergándola a lo que entonces era la UHF unas Navidades, pero tampoco logró resucitarla. Hoy en día, ciertos grupúsculos la veneran como película de culto
   

El otro intento fue Tal para cual en 1983, una comedia angelical,  subgénero que se puso de moda a finales de los 70 a raíz de la versión que Warren Beatty hizo de El cielo puede esperar, pero la comedia era flojísima, los premios Razzie que son los antioscars premiaron a la pareja, al guion, al director y a la película, Sin embargo, el disco se vendió bien con temas cantados por ella.  

 Se habló de que la pareja protagonizara un remake de Una cuestión de vida o muerte o de una versión de la obra de Neil Simon Están tocando nuestra canción, pero los productores decidieron que aquello ya había acabado, que el mundo de ella era el de la canción y Travolta había caído en desgracia. Así que Olivia Newton John solo aparecía en telefilmes olvidables y algún cameo como el que le brindó John Hughes en La loca aventura del matrimonio y Travolta hasta se fue a Canadá para protagonizar algo.

Fuente: Hemeroteca de La Vanguardia. Programación de TVE1 de Nochevieja del 87 al 88

 Fíjense lo olvidada que estaba la pareja que TVE emitió el segundo pase de Grease (el primero fue en el 85) a las 5 de la mañana una Nochevieja del 87 al 88, el programador debió pensar que iría fantásticamente bien para las resacas de esa noche. Pero en aquel 1987 algo cambiaría, un éxito inesperado de una película, discreta en su momento, provocó a la larga la resurrección de Grease, hablamos de Dirty Dancing con Patrick Swayze y Jennifer Gray, su banda sonora revival se vendía perfectamente y no paraba de sonar en las discotecas. Alguna mente con buena vista tuvo la idea de relanzar la banda sonora de Grease ya que si compraban aquella, también podían comprar esta y reestrenar de paso la película.

 Aquel 1990 encima Travolta conseguía un éxito tras 12 años con Mira quién habla, así que la resurrección de Grease tuvo efecto y volvió para ya no marcharse más. La entonces incipiente Tele 5  compró los derechos de emisión, y la programó un 26 de junio de 1991 tras publicitarla durante meses con la voz entonces habitual  de Justino Bermúdez diciendo “Próximamente en tu pantalla amiga” y liderando la audiencia en cada pase veraniego. TVE tuvo que esperar hasta mediados de los 2000 para recuperarla y programarla.

 En 1998 con motivo de los 20 años de su estreno, volvió a la gran pantalla, recuerdo el Palacio del Cinema de Barcelona en la que estuvo un mes, en VHS aparecía una nueva copia con el formato algo arreglado por fin, en el mundo del teatro empezó a gestionarse llevar el musical, con lo que otra generación descubrió la película en los años siguientes. Aun hoy en día el musical sigue en pie con diferentes actores.

   

Todo funcionaba tan bien que hasta se pensó en un Grease 3, pero quizá el mal recuerdo de la secuela hizo que el producto no saliera a la vista, aunque el guion sí fue a parar a la Disney que tampoco creyó mucho en este y al contrario de Grease que tanto podía ser visto por adolescentes como público más mayor, lo retocó y se dirigió más hacia el primer grupo y con el título de High School lo lanzó directamente a su Disney Channel. Sin embargo, a ese público exclusivamente adolescente le sirvió para redescubrir también Grease que sigue siendo el único musical que programan las televisiones con audiencia, el único DVD o Blu-Ray que nadie tiraría a la basura y el único CD que rueda en el antiguo equipo de música.

 Pero no todo eran alegrías, en 1992 a Olivia le detectaron un cáncer de mama del que felizmente se pudo reponer, ella luchó por vivir y fue una gran activista contra la enfermedad. En el 2013 recaía, pero venció. Sin embargo, en el 2017 la enfermedad le provocó una metástasis, a pesar de ser consciente de que le faltaba poco para el fatal desenlace, no perdió las ganas de vivir y seguía apareciendo en púbico. Como homenaje, un pequeño repaso a su carrera musical. Hasta siempre juntos, Olivia.

   

 "Let Me Be There" (1973)

"Long Live Love", su actuación en Eurovisión de 1974 por el Reino Unido  

"I Honestly Love You" (1974)  

“If You Love Me, Let Me Know” (1974)  

"Have You Never Been Mellow" (1975)

05/08/2022

Especial de agosto: Vacaciones escuchando la música de Avanti (1972)

 



Tedioso agosto de temperaturas altas tanto en la calle como en las tiendas, pesimismo en cualquier conversación y en líneas generales hartazgo de casi todo... Suerte tenemos, y no somos plenamente conscientes de ello, de ser cinéfilos y aplicar esa “vida de repuesto” que tan bien describía José Luis Garci en una entrevista. Al no hacer vacaciones, cuando me preguntaban a dónde iba, respondía que estaría unos días con Monsieur Hulot contemplando aquel mar de Saint-Marc-sur-Mer que esos niños descubrían de repente en uno de los primeros planos, quizá visitaría de nuevo el Innisfree de El hombre tranquilo de John Ford porque un pueblo donde se unen fuerzas y tanto aplauden al cura católico como al protestante sería lo más cercano al paraíso, y también marcharía a Ischia de la mano de Billy Wilder en Avanti . Seguro que me tomarían por más chiflado de lo que estoy, pero desconectaría de ese mundo tan cansino que aparece en nuestras conversaciones, algo que sigue siendo el principal objetivo de cuando uno marcha, al menos así era... 

 ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre? (1972) fue el vulgar título que en España se puso a Avanti, yo la descubrí por televisión y aun recuerdo el comentario que aparecía en un diario: “El peor Wilder sigue siendo una gran película”, han pasado ya años de aquel pase y con el tiempo se ha ido reivindicando, recurro de nuevo a Garci que la citaba con frecuencia en Qué grande es el cine, en la 2 entonces, y la calificaba de obra maestra, lástima que no la emitiera nunca si no me falla la memoria. También el crítico Edmond Orts en su libro de Cien películas inolvidables la califica de obra maestra y aconseja que cuando la veamos, nadie nos moleste para nada. 

Avanti cuenta las andanzas de Wendell Armbruster (Jack Lemmon), un hombre de negocios casado americano que se ve obligado a viajar a Italia, donde su padre ha muerto en un accidente de coche. Ahí se entera de que su padre tenía una amante, que lo acompañaba en el momento del accidente. Conoce a la hija de la amante de la que se enamora y reproducirán los “pecados” que cometían cada año entre el 15 de julio y el 15 de agosto por esas tierras. 

Aunque la película en España funcionó bien, contó con casi un millón y medio de espectadores, es cierto que Wilder estaba menospreciado en EEUU y sus películas no contaban con tan buenas críticas como antaño desde el Bésame, tonto (1964) y es que no gustaba por ahí que se reflejara esa doble moral de forma tan explícita. A pesar de ello, consideraba Avanti como blanda y que por ello en EEUU no había tenido el éxito esperado, le daba la vuelta a la tortilla y de forma irónica le contaba a Cameron Crowe en Conversaciones con Billy Wilder que la versión que tenia en la cabeza era que el padre de él fuera homosexual y tuviese un botones a su lado en el momento del accidente. 

 A pesar de minusvalorar su trabajo como suelen hacer los genios, Wilder ofrecía un retrato ácido sobre las medias verdades, las costumbres estadounidenses enfrentadas con las europeas, la burocracia, una visión caricaturesca de Italia que siempre le ha gustado reírse de sí misma…El argumento partía de una obra de Samuel Taylor, el mismo de Sabrina, y cuenta con una serie de personajes secundarios espléndidos como el director del hotel (Clive Revill), el enterrador (Pippo Franco) del que suelta que siempre está ocupado porque conoce a todas las viudas, el empleado deportado, el diplomático estadounidense (Edward Andrews) con sus aires de grandeza…

 Durante las dos horas y cuarto, también se despliega cierta melancolía aderezada por las canciones que van apareciendo como la mítica “Senza Fine” de Gino Paoli. Ciertas normas no escritas dicen que en verano tenemos que ser más ligeros en nuestros artículos y creo que al final he hecho un post largo, así que concluyo recomendando que se vayan de vacaciones viendo Avanti, y que escuchen sus canciones, muchas no son las originales que salen, pero creo que les gustará. Hasta la semana que viene

 'Cuore ´Ngrato'  Cordiferro Y Cardillo:
   

 'Un Óra Sola Ti Vorrei' Bertini Y Marchetti  

 'Palcoscenio'  E. Bonagura, A. Giannini Y S. Bruni  

 'La Luna'  Don Backy Y Detto Mariano: En la película suena instrumentalmente solo, esta versión que es la única que he encontrado del tema está cantada por Milva  

 'A Taza E´ Caffe'  G. Capaldo Y V. Fassone Esta napolitana también solo suena instrumentalmente en la película, la versión aquí ofrecida está cantada por Gabriele Vanorio  

 Y como no la gran "Senza Fine" cantada por Gino Paoli:  

 Y aquí una suite con los temas más la música añadida y arreglos de Carlo Rustichelli :  

 Y si quieren escuchar la banda sonora entera, en youtube está puesta:

29/07/2022

La trilogía de los "Guapos, pero pobres" de Dino Risi en DVD

 

Hace unos días, mientras navegaba por la red social Twitter encontré a un usuario que colgaba fotos de un famoso centro comercial de Madrid donde antaño sus estanterías se llenaban de DVDs, en cambio ahora unos feos muñecos peludos los han sustituido. Como dirían aquellos curas de antaño, son los “signos de los tiempos”, pero sin querer tampoco ser tan pesimista, es una realidad que la desaparición del formato físico lleva consigo un retraso cultural y con ello que nos marquen lo que podemos ver. Seguro que los que aun coleccionamos estas ya casi reliquias nos habremos encontrado con diálogos del tipo “para qué quiero eso si ya está en esa plataforma”, luego se lamentan si aquel sitio de golpe y porrazo deja de tener tal película y te sueltan aquello de “si lo llego a saber, la compro”.

 Hay películas, no obstante, que no están en ninguna plataforma y sí en DVD, precisamente hoy quiero recomendar tres dirigidas por Dino Risi, que los habituales en mi blog ya saben que es una de mis debilidades. Se trata de la denominada “Trilogía del optimismo” y está compuesta por Pobres, pero guapos (1957), Guapas, pero pobres (1957) y Pobre millonario (1959). En otros países se han editado conjuntamente en un pack. En la edición en España de estas no aparece la marca, aunque he comprobado que se trata de un disco prensado, o sea que no hay que temer nada, se pueden ver dobladas y en versión original con subtítulos, la calidad de imagen es bastante buena.

Dino Risi

A Dino Risi nunca se le ha acabado de reconocer como se merece su carrera, en medio de ese Neorrealismo italiano que tanto impacto causó por su austeridad, falta de grandes estrellas y bastante amargura, él tomó otra vía al que rápidamente se le tachó despectivamente de “Neorrealismo rosa”, en los repartos contaba con las estrellas del momento, había humor y uno salía contento del cine. De todas maneras esa felicidad solo era aparente, él fue todo un maestro en enseñarnos un tipo de comedia “falsa” en la que el público menos exigente no prestaba mucha atención a lo que en realidad se decía y podía verla sin pensar que acudía a un drama.

La crítica oficial de entonces que tenía a De Sica como su gurú antes de que apareciera Godard y se olvidaran de él, vio con malos ojos esas películas, en cambio los cinéfilos más jóvenes empezaron a valorarlo. Esta guerra entre críticos tuvo su punto álgido en 1957 cuando su película Sabela gana la Concha de oro del Festival de San Sebastián y provocó más de un silbido entre ese público que también te decía que si eras de Rossellini no podías ser de Visconti. Años más tarde y a raíz de La escapada, el cine de Risi empezó a ser ya más aceptado, aunque ello coincidió con un cambio de estilo, ya no había tanta comicidad, el pesimismo ya se mostraba sin ropajes y la imagen de Italia era que no tenia remedio, como bien reflejó en aquella espléndida En el nombre del pueblo italiano.

En esta trilogía asistimos a las andanzas amorosas de dos jóvenes agraciados físicamente, aunque no en el bolsillo (Renato Salvatori que estaba perfecto en las comedias, a pesar de haber cultivado más los dramas y Maurizio Arena, que no tuvo suerte posteriormente). Hay en toda la película situaciones que bien podrían ser herederas de Charlot, Salvatori vive de realquilado, pero no puede utilizar su cama durante el día ya que la ha de alquilar para un conductor, por ejemplo. Una de las mejores escenas es cuando entran en la tienda donde despacha la chica de la que se han enamorado los dos. (NOTA: l siguiente vídeo es de Youtube y la calidad de imagen no es muy buena, la del DVD sí que está remasterizada)


Creo que disfrutarán con estas películas, seguramente si van a comprarlas ni las vean expuestas y tendrán que pedirlas. No esperen a que tal plataforma las ponga, la desaparición del formato físico llevaría a que no pudiésemos seguir las filmografías de directores tan interesantes como el que propongo y a no poder valorar, comparar y tener un juicio objetivo de la historia del cine. 

22/07/2022

Dragon Rapide (1986), de cuando el cine español pretendía ser objetivo



Aprovechando la efeméride y con el objetivo de reivindicar esta película algo olvidada, traigo esta semana Dragon Rapide (1986) de Jaime Camino. Sé que mis lectores son instruidos, pero para aquellos que navegando se encuentren esta página, siempre que Google quiera, y sean victimas de los planes de educación actuales, decirles que no les hablaré de una película japonesa de artes marciales ni nada parecido. El Dragon Rapide era un avión, concretamente un De Havilland (DH) 89, que financiado por Juan March vino desde Inglaterra y trasladó a Franco a Tetuán desde Las Canarias para ponerse al frente del ejército de Marruecos en lo que fue el inicio oficial de la Guerra Civil española aquel julio de 1936.

 Jaime Camino que tenía entonces en su haber tres grandes películas sobre el tema: España, otra vez, (1968),  Las largas vacaciones del 36 (1976) y La vieja memoria (1979), llevaba tiempo queriendo llevar este tema y como en 1986 se iban a cumplir los 50 años de aquello, recurrió a Román Gubern para que escribiera el guion y contrató a Ian Gibson para asesorarle. El director bien sabía porque había esperado tanto tiempo en llevarlo a la pantalla ya que provocaría controversias en una España que ya llevaba una década de transición.

 Así pues declaraba que: “creo que la gente va a recibir la película con expectación y creo que va a suscitar polémica porque sobre Franco cada uno tiene su opinión, para los que lo tienen sacralizado, será una sorpresa encontrarlo mucho más de carne y hueso. La gente de izquierdas maniquea, que aun piense en los buenos y los malos, se encontrará con que en el film es un personaje entendido, explicado, con todas sus dudas, que las tuvo”. Gubern sugirió y acabó aportando un personaje falso, el del periodista que tenía que empezar las vacaciones justo el 18 de julio, para “dar el contrapunto tierno y humano del lado de la República. Porque todo lo demás muestra el lado facha de la historia” declaraba. También saca a Pau Casals preparando un concierto en el Palau de la Música con un emotivo final.

    

 Llamó la atención que se viera el lado humano de Franco, a veces incluso con algún ligero toque de humor, como cuando su mujer pide que no sea muy ceñido el pantalón ya que lo hace gordo o cuando muestra su hartazgo con los gazpachos y que lo cambien por una tortilla. Hasta lo vemos en la cama hablar con su mujer y contarle que en París ha conocido taxistas que eran generales del zar y que no podía haber mayor deshonra…Precisamente para conocer más sobre esta vida anónima privada de él se contó con unos libros aparecidos entre 1936 y 1937, con las aportaciones de su primo Francisco Franco Salgado-Araújo (en la película interpretado por Pedro Díaz del Corral) y de su cuñado Serrano Suñer que se reunió varias veces con Gibson.

 Juan Diego volvió a ofrecer una actuación académica, Camino lo eligió y quiso que se reflejara su mirada, la cual describía como hundida, oscura y siempre mirando de lado, algo que el actor cumplió perfectamente. Igualmente tuvo que perfeccionar la voz, que la tildaba de barítono, pero atiplada, fue de sus papeles más difíciles y le ocasionó insomnio. Para el papel de Carmen Polo escogió a Vicky Peña , prácticamente desconocida en el cine, y que demostraba lo excelente actriz y todoterreno que era. 

 

 Entre los problemas de la película está que a pesar de la voluntad de querer explicar bien todo, problemas con la producción obligaron a reducir metraje, así sorprende que no salgan Gonzalo Queipo de Llano o el General Sanjurjo, pero creo que las críticas hacia la película que casi llegaron a decir que era una apología de él son muy injustas, vemos escenas de un Franco cruel cuando pide que se disuelva una manifestación a tiros o a cañonazos. Por lo tanto y a pesar de que el ritmo de la película es algo irregular, Dragon Rapide hay que revisarla, y ya no solo por lo que nos cuenta, sino por ver en el cine español una aproximación objetiva, respetando al público para que sea él quien verdaderamente juzgue, algo de lo que por desgracia siempre ha carecido nuestro querido cine, ya estuviéramos en la Dictadura como en Democracia.

La pueden ver editada en DVD, aunque es probable que cueste encontrarla. Si no la tienen en la plataforma de RTVE PLAY.

https://www.rtve.es/play/videos/cine-de-siempre/dragon-rapide/6516727/

El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...