Acabaron las fiestas, muchos se alegrarán, otros sentirán lo
contrario, el calendario manda y este nos marca que estamos en época de
rebajas. Recuerdo antaño que el telediario abría con una multitud esperando que
el centro comercial abriera y siempre había la misma mujer, llegaba a odiar esa
imagen y me recordaba la escena en que una avalancha de mujeres entraba sin
piedad en la gran comedia con Jerry Lewis aquí llamada Lío en los grandes
almacenes, en original Who´s Minding The Store que traducido coloquialmente
sería algo así como “¿Quién está al mando de la tienda?"
Quien estaba detrás de la película era el genial Frank
Tashlin en 1963, un gran año para Lewis que ya había dado notables muestras en
el campo de la dirección con El botones o El terror de las chicas y que
estrenaría El profesor chiflado, su clásico más recordado. El apodado "Rey de la
comedia", como nos recordaría Scorsese en su olvidada película, interpretaba aquí
a Norman Phiffier, un honrado, pero patoso personaje del que se había enamorado la
hija de una millonaria propietaria de unos grandes almacenes, la cual, para hacer
fracasar la relación, le daba los trabajos más difíciles y estos desencadenaban
una serie de gags hilarantes.
Escenas recordadas como en la que simula con las manos tocar
la máquina de escribir al son de la música de Leroy Anderson, la de cuando le
toca pintar la bola del mástil de la bandera (homenaje directo a Harold
Lloyd) o el aspirador que se tragaba todos los objetos y que Lewis lo hacía
explotar con un cuchillo permanecen en la retina, pero más allá de los gags, la película era una crítica
hacia el matriarcado, tema que tuvo que suavizar el director por obligación de
la Paramount. Las mujeres salían muy mal paradas comenzando por la dueña, una excelente
Agnes Moorehead, el perfil de las compradoras, la campeona en lucha libre
que no tiene compasión con él, la arrogancia de la cazadora que quiere un rifle o
las ya mencionadas mujeres enloquecidas que entran en tromba a comprar saldos y que acaban "violándolo", incluso la novia de él (Jill St. John) que oculta su identidad y lo disimula trabajando
como ascensorista en los almacenes no se salva de la quema.
En el lado bondadoso tenemos el personaje del marido de la
dueña interpretado por John McGiver al que muchos recordarán como el
dependiente de Tiffany´s en Desayuno con diamantes, el cual se muestra comprensivo
con Lewis y se siente un inútil y víctima ante el poderío de su esposa. También
es interesante el personaje que encarna Ray Walston que vive totalmente dominado
por lo que le digan.
La película está editada en DVD y Blu-Ray, aunque la edición
es bastante chapucera ya que la pista del doblaje no se sincroniza en
determinados momentos, error que en pases
televisivos no se presentaba. También la pueden ver en Filmin que es de las pocas
plataformas que se acuerda de Lewis y nos ofrece bastantes títulos de él, en la
versión original encontrarán una calidad de imagen superior. Tashlin y Lewis volverían
a reencontrase por octava vez en Caso clínico en la clínica cerrando uno de los
mejores binomios que la comedia hollywoodiense dio.
Suelo en
esta página poner películas que estén editadas o en plataformas ya que en más
de una ocasión me preguntan dónde se pueden ver. La de hoy es algo más difícil,
está en Disney Plus, sin embargo no la editaron en DVD en España, sí que estaba en
VHS y en varias reediciones con el titulo de El cuarto deseo, aunque la mayoría
la conocemos como Darby y el rey de los duendes ya que TVE la programaba con
este título. Para poder verla en este formato hay que recurrir a un DVD de
importación en el que está en francés e inglés, pero no en castellano, y eso que
había el doblaje, pero ya no es de extrañar estas extravagancias y menos viniendo
de la actual casa Disney que también ha ensanchado algo la imagen y cuya versión original se ha
redoblado según el IMDB.
Su director
es Robert Stevenson, uno de los grandes de la factoría del ratón Mickey, con
títulos como Un sabio en las nubes, Los hijos del Capitán Grant o la inmortal
Mary Poppins, curiosamente su carrera comenzó con otro tipo de cine, una de ellas
Alma rebelde, adaptación de Jane Eyre es una de las mejores que se han hecho.
Es un cineasta por redescubrir con títulos de suspense y romanticismo antes de que
Walt Disney reconociera su talento y lo contratara para este Darby y el rey de
los duendes.
Al tío Walt
le habían fascinado las historias que escribía Herminie Templeton Kavanagh, aquí
poco conocidas y ya tenía en mente una década antes llevarlas a la pantalla, la
II Guerra Mundial motivó un retraso en sus producciones y quedaron aparcadas.
Incluso tenía el actor elegido que no era otro que Barry Fitzgerald, a pesar de
insistir, no logró su participación y atribuyó el fracaso de la película a que
no saliese él. El papel fue para Albert Sharpe, el cual está genial y que fue
un actor que vimos de secundario en Jennie o Brigadoon. Para el papel del chico
protagonista se contrató a un desconocido entonces Sean Connery cuya
participación motivó que Albert Broccoli se fijase en él para ser el futuro
James Bond. La chica era Janet Munro que, desgraciadamente, murió joven y que
aquel mismo año había trabajado en otra notable producción Disney hoy olvidada
Escalada hacia la muerte.
La acción transcurre
en un pueblo, donde el viudo Darby Egil explica cuentos en la taberna donde va
con frecuencia como la de su encuentro con Brian, el rey de los duendes, al que
le pidió tres deseos, que incluían un caldero de oro, pero al cometer el error
de pedir un cuarto, perdió todo lo conseguido anteriormente. La atmósfera del
filme incluso recuerda a los mejores John Ford con sus peleas, tradiciones…Ambientada en Irlanda, el mismo Walt Disney se trasladó varias veces al lugar para recoger
toda la información posible y a varios de sus técnicos para que no hubiese
ningún fallo. Trabajo este, hoy en día despreciado, el hecho de trabajar en
estudio requería un gran esfuerzo para hacer creíble el lugar.
Por otra
parte está el tema de los efectos especiales, que aquí lógicamente se
necesitaban con abundancia. Muy conseguidos y sin tampoco utilizar grades
medios, sino la imaginación ya que se usaba la perspectiva para lograr la credibilidad,
se colocaban a los actores más cerca de la cámara que a los “duendecillos” y se
alineaban en el mismo plano horizontal a través de una lente para que la
distancia entre ellos no se detectase.
La historia,
aparte de su comicidad y romance, tiene un giro hacia el cine de terror, la
muerte está bien presente, recuerdo cuando era pequeño y la veía que hasta daba
miedo. Me sabe mal que si no se está abonado a Disney Plus es bastante difícil
verla, si tienen la oportunidad no lo duden, se llevarán una gran
sorpresa y de paso reivindíquenla, muchos clásicos Disney corren el riesgo de desaparecer al no ser tratados por la actual directiva Disney como merecen.
Paseando
estos días por mi ciudad natal Barcelona de nuevo he de agradecer el regalo
visual que supone ver el Circo Raluy en el puerto y que aparte de sus notables
espectáculos, nos evoca aquella última superproducción de Samuel Bronston de
1964 El fabuloso mundo del circo dirigida por Henry Hathaway y que contaba con
John Wayne, Claudia Cardinale y Rita Hayworth. Una de las escenas más espectaculares
se rodó precisamente en el puerto de Barcelona, aquella en la que se hunde el
barco después de ser recibidos por el alcalde, papel que
interpretaba José María Caffarel y en la que se necesitaron 600 extras. Otro
escenario de la ciudad fue el Gran Teatro del Liceo, aquí convertido en la
pista del Circo de Hamburgo.
Otras
ciudades españolas que acogieron el rodaje fueron Madrid (El Parque del Retiro
que se convirtió durante unos días en los Campos Elíseos de París), Aranjuez,
Toledo, Chinchón, etc. La película es probablemente la que más se acerca a la
reina de todas que fue El mayor espectáculo del mundo (1952) de Cecil B.DeMille
con Charlton Heston y que originó un subgénero con películas destacables
ambientadas en este mundo como Trapecio (1956) y otras que con el tiempo han
caído en el olvido como El gran circo (1959) de Joseph M. Newman que contaba
con Victor Mature como protagonistao El
gran espectáculo (1961) de James B. Clark al servicio de Esther Williams ya en
sus años decadentes.
El proyecto
tuvo sus problemas, Bronston necesitaba dinero, su anterior trabajo La Caída
del Imperio Romano no había tenido la recaudación esperada, para ello necesitó
que un gran estudio le financiara parte del rodaje, fue la Paramount quien pagó
la mitad exigiendo que saliese John Wayne. El proyecto iba a ser dirigido por
Nicholas Ray, pero estaba mal de salud, por lo que Bronston recurrió a Frank
Capra por el que sentía una gran admiración, pero Wayne impuso que fuese Henry
Hathaway, se cuenta que él le preguntó a Capra porque no la rodaba y le
contestó: “No me marcho. Huyo”. El guion original de Ray fue reescrito varias
veces y hasta intervino Ben Hecht entre otros. Ese desorden se nota algo, creo que el
personaje de Richard Conte queda algo desdibujado en la parte final, pero en
líneas generales sale una buena película, aunque no al nivel de la de DeMille.
El circo que vemos es el alemán de Franz Althoft, 255 técnicos y 350 artistas se pusieron a
disposición de la película en los 5 meses que duró el rodaje y para ello
tuvieron que vestir a la manera de principios del siglo XX ya que se ambientó
en ese tiempo. Curiosamente, quien se encargó de coordinar las escenas circenses
fue el hijo de Frank Capra asesorándolo el escritor y dramaturgo Alfredo
Marqueríe.
Aunque siempre
salen a relucir los problemas de Rita Hayworth con el alcohol y que más tarde
se supo que ya empezaba a desarrollar la terrible enfermedad del Alzheimer o
que la película por desgracia acabó siendo la última de Bronston, hay otros
recuerdos más agradables y ya que estamos en estas fechas vamos a recordarlos:
Los
aficionados a los payasos verán en la película a uno de los mejores de la
historia, estamos hablando del clown Max (Max Van Embden), antiguo compañero del
gran Grock que había fallecido tres años antes y que fue contratado para que
contribuyera con su cómico talento a un número con Claudia Cardinale. Aquí
adoptó el maquillaje de albayalde, sombrero puntiagudo y amplios pantalones.
El Circo de
Althoft actuó, coincidiendo con el rodaje, aquellas Navidades en el Palacio de
Deportes de Madrid y participó en la Cabalgata de Reyes. Coincidió también por
esas fechas un homenaje al mítico locutor Bobby Deglané en el Circo Price y
Bronston le envió de regalo la silla utilizada por Rita Hayworth que fue
sorteada entre los asistentes. El productor también donó una leona al zoológico
(emplazado entonces en La casa de las fieras del Retiro), la cual no fue nada
fácil llevar.
La
interpretación de Claudia Cardinale fue muy alabada, hasta tal punto que el
Circo Orfei de Italia le dio el premio de "Clown del año".
En Aranjuez,
se preparó un pastel de repuesto para una escena, este fue enviado por expreso
deseo de John Wayne y Henry Hathaway a un asilo de huérfanos, tres de las
monjas del lugar se presentaron al día siguiente para obsequiarles con unos
pañuelos con las iniciales de sus nombres bordadas.
Las
Navidades coincidieron con el rodaje como he citado anteriormente, aquel año
John Wayne, su mujer Pilar y sus hijos pasaron las fiestas en La Moraleja en
las afueras de Madrid, comieron juntos con el director Hathaway y varios
miembros del reparto como Richard Conte y John Smith. Rita Hayworth las pasó en
la capital junto a sus hijas que llegaron expresamente de EEUU. Claudia Cardinale marchó a Roma para volver al cabo de dos días,
mientras Lloyd Nolan y su mujer se dejaron ver por las calles madrileñas filmando
muchos lugares para un documental televisivo.
Como ven,
una película con muchos recuerdos navideños, con una melancolía agradable y que puede ser una buena opción recuperarla para estos días.
20/12/2022
Tiempo de Navidad, días especiales y entradas de este blog que también se visten para la ocasión, en otros años he hecho especiales sobre el cine infantil español, Irving Berlin o recomendaciones para estas fechas. Este año lo dedicaré a canciones navideñas y nada mejor para empezar que con Judy Garland en el año de su centenario y su eterno Have yourself a merry little Christmas que aparecía en Cita en San Luis de 1944, un musical de Vincente Minelli con música y letra de Ralph Blane y Hugh Martin del año 1944 ambientado en la Exposición Universal de San Luis de 1903.
En la escena, la familia protagonista vive momentos angustiosos ya que el padre quiere mudarse a Nueva York antes de que comience la citada feria. En vísperas de Navidad, Judy Garland la entona para animar a su hermana de cinco años. La canción suele aparecer en las listas de las mejores melodías del cine estadounidense, a ello ayudó que se hiciera popular entre las tropas estadounidenses que servían en la II Guerra Mundial
Es evidente que si tuviéramos que elegir una, probablemente a muchos les saldría la canción White Christmas escrita por Irving Berlin y que apareció por primera vez en ese divertidísimo musical llamado Holiday Inn, aunque la mayoría la recuerde en Navidades Blancas donde Bing Crosby aparecía junto a Danny Kaye, Vera Ellen, Rosemary Clooney y Dean Jagger. Ya que la navidad también es tiempo de evocar la nieve, recordemos otro tema de la película "Snow"
Las fechas de Navidad son también para recordar clásicos Disney, muchos los reponían por estas fechas y aun hay algunos cines que conservan la tradición, en el comienzo de La dama y el vagabundo (1955) teníamos esta corta canción que nos evocaba el paisaje idílico de estos días: "Peace on Earth" escrita por Sonny Burke y Peggy Lee y cantada por Donald Novis and Studio Chorus
Pero no solo las canciones nos traen recuerdos. ¿Qué me dicen de este excelente comienzo de Ben-Hur con la música inmortal de Miklos Rozsa? Nos recuerda esos belenes que estos días visitamos, nos transportan y nos crean una magia especial.
Cambiamos de ritmo y nos vamos al villancico de "Los campanilleros", estos eran gente que iban tocando la campana llamando a la gente a acudir a la misa del Alba para el rezo del rosario, la tonada adquirió un tono flamenco y el cantaor de Jerez Manuel Torre creó la primera versión, aunque fue la Niña de la Puebla quien la popularizó más , es un canto emotivo, incluso triste, emociona escucharlo. En la película Búsqueme a esa chica (1964) de Fernando Palacios, Marisol ofrecía su versión
Durante esta época también solemos ver más de una versión del famoso relato de Charles Dickens Cuento de Navidad, en 1970 se hizo un espléndido musical en una época en la que ya estos iban decayendo, este con música y letra de Leslie Bricusse es de los mejores de esa década y creo que sigue estando algo infravalorado. Entre sus temas, está este "Christmas Children"
Y yendo a canciones de navidad singulares, encontramos en Odesa (1974) de Ronald Neame una de Andrew Lloyd Webber con la que empieza el filme, Christmas Dream:
Hay canciones que no son nada navideñas y acaban convirtiéndose, es el caso de "Put A Little Love In Your Heart", exitosa canción original de 1969 de Jackie DeShannon quien la compuso con su hermano Randy Myers y Jimmy Holiday, en 1988 Annie Lenox y Al Green lanzaron una nueva versión que fue utilizada para Los fantasmas atacan al jefe, la nueva versión del cuento de Dickens con Bill Murray y se coloco en los primeros puestos en las listas. Vean las dos versiones:
Y para acabar este especial nos vamos a 1990 y Solo en casa con música de John Williams, la canción "Somewhere in My Memory" fue nominada al Oscar y ya es todo un clásico que no suele faltar en conciertos de estas fechas. Incluso para la secuela se contó con Ana Belén para que la interpretara en castellano, su título fue “ Sombras de otros tiempos”.
Con el deseo de que los malos vientos no se lleven nunca los buenos recuerdos y podamos compartir los cinéfilos cada semana en este blog, les deseo una Feliz Navidad y un Año Nuevo, lleno de ilusión, en el que se vean realizados sus mejores deseos. Nos vemos pronto
Algunos de mis lectores se habrán dado cuenta de que inserté
hace ya casi dos meses un “gadget” en el borde de la página anunciando el reestreno
del clásico de animación español Érase una vez…Les he hablado de ella en
varias ocasiones, no quiero ser redundante, me hacía ilusión ya fuera por
motivos familiares (mi abuela trabajó en ella) y por cuestiones cinéfilas, es
una película de la que vengo hablando antes incluso de la restauración. Pero lo cierto es que a día de hoy no veo que se vaya a
programar mucho, como sabrán se pudo ver en el pasado Festival de San
Sebastián, luego la Filmoteca de Catalunya (quien la ha restaurado) la exhibió
el 27 de octubre coincidiendo con el día del patrimonio, en Madrid se pudo ver
en la Filmoteca Nacional el sábado 26 de noviembre.
Dado mi interés, escribí a la Filmoteca catalana en octubre preguntando
si habría otras maneras de verla, ya fuera una edición en DVD o más pases, aun
estoy esperando la respuesta… Al notar el mutismo, escribí a "Estela Films" donde
siempre me han atendido amablemente, me contestaron que la distribución iba a
cargo de "Lost and Found", distribuidora de filmes restaurados según reza en su
descripción, también cordialmente tuvieron la paciencia de responder mi email,
aunque por entonces me dijeron que estaban estudiando la comercialización de
esta. Al cabo de unas semanas se supo, a través de algunos medios, que se
reestrenaba el 16 de diciembre en salas.
Es evidente que dada la situación de los cines, no
tendríamos mucho para elegir, pero al menos podríamos verla e intentar hacer un
hueco en la agenda, pero a vísperas de lo que tendría que ser una fecha feliz,
más bien la situación es de desánimo. Donde más suerte tienen es en Madrid, ya
que aparte de haberla podido ver en el Cine Doré, tendrán algunos pases en la
Cineteca, una de ellas con presentación de Félix Tusell y su restaurador
Luciano Berriatúa. En Barcelona, que es donde se deducía que tendría más pases,
se acaba confirmando aquello de que nadie es profeta en su tierra, solo la veo
en una sala no convencional llamada Zumzeig en cuya web se define así: “cine
cooperativo y participativo sin ánimo de lucro, con una programación
multidisciplinar en versión original que comparte el protagonismo con otras
actividades culturales y sociales”, su sala apenas cuenta con 73 butacas y los
pases de la película van salteados, el sábado uno, luego la ponen el 22,
demasiado confuso, pero al menos esta sala ha tenido la sensibilidad de programarla.
Curioso que
solo se pueda ver aquí, en Barcelona hay cines como el Verdi, el Maldá, los
Girona o el Phenomena que bien la podían haber exhibido, aunque fuese en un
pase único y hacerle justicia... En Galicia he visto que se proyecta en el Numax de Santiago de Compostela y se cuenta con la presentación del investigador Alejandro Macías. Viendo las redes
también hay un pase en una sala pequeña de El Ferrol, no así en La Coruña, la
capital, otro signo más del desorden que hay. En cuanto las demás ciudades, ignoro las razones y si se va a poder ver, aunque no es novedad lo poco que interesa el cine clásico español, y encima de animación, pues imagínense…
En fin, es una realidad que vamos a tener muy pocas oportunidades de verla, y
esta vez no ha sido Walt Disney, sino una mala comercialización ya comenzando
por la Filmoteca catalana que solo la ha pasado una vez, un jueves y a una hora poco adecuada para niños, en vez de haber
programado más pases y por estas fechas de Navidad. Creo que en Madrid se han
hecho bastante mejor las cosas.
Aprovecho este artículo para hacer memoria de un dibujante
que trabajó en la película y del que nadie ha hablado al comentar el filme, se trata de Joan
Ferrándiz que muchos relacionan con las postales navideñas, auténticas obras maestras, y que creó todo un
arte con su especial sensibilidad. En la película y tal como explicaba Miquel
Porter i Moix las figuras de la Cenicienta y el príncipe fueron diseñadas por Cirici
Pellicer y dibujadas por él, mientras que la gran mayoría de los otros
personajes son creaciones de Escobar, al que recordé en otras ocasiones.
Ferrándiz se especializó en cuentos infantiles, sigue siendo
un gozo poder ver sus creaciones troqueladas en las librerías que venden sus
títulos, son muchos los que lo imitaron posteriormente sin lograrlo. Esperemos
que en los próximos días más cines se sumen a proyectar Érase una vez… y que
también podamos tenerla de recuerdo en DVD/Blu-Ray.
Estos días hemos recordado la saga Indiana Jones con la
publicación de su tráiler, y seguramente el gerente del Cine Madrigal de
Granada lo tendría en mente cuando el pasado viernes 2 de diciembre contemplaba
el lleno total en la sala y exclamó que tenía que retroceder hasta el estreno
de Indiana Jones y la última cruzada para ver tal gentío. No se estrenaba
ninguna película comercial, sino un documental de un director novel Pablo
Romero-Fresco llamado Donde acaba la memoria, una especie de pseudobiografía
del hispanista Ian Gibson en el que lo vemos en Las Hurdes 85 años después de
que Luis Buñuel inmortalizara la región en Tierra sin pan. Bien es
cierto que las entradas se agotaron por la presencia ahí del hispanista con el
director al que siguió una charla.
Probablemente, uno de los grandes problemas de Donde
acaba la memoria sea la falta de cinefilia actual, es necesario
contextualizar toda la información porque de lo contrario uno se perderá, a
Buñuel le impactó lo que vio en su momento, “aquellas montañas desheredadas”
como se refería, a aquel desamparo de sus habitantes, pero también su
inteligencia y su apego a su remoto país, a su tierra sin pan. Censurada y sin
encontrar apoyos en plena República, incluso Buñuel pidió ayuda al Dr. Marañón
que había sido nombrado presidente del "Patronato de Las Hurdes", pero este le
dijo que por qué solo enseñaba lo feo y desagradable. Vino la Guerra Civil y el
mismo Buñuel cuenta que en una ficha de los archivos de la Guardia Civil del
pueblo de Quinto se le describía como un depravado, un morfinómano abyecto y, sobre
todo, como autor de Las Hurdes, “película abominable, verdadero crimen de esa
patria. Si se me encontraba, debía ser entregado inmediatamente a las
autoridades franquistas y mi suerte estaría echada”.
Romero-Fresco recoge las opiniones, entre otros de Carlos
Saura que alaba aquel trabajo, una apuesta por el cine documentalista pedagógico en España
que no prosperó y lo encuentra más interesante que la etapa surrealista de El perro
andaluz o La edad de oro. Particularmente, soy de la misma opinión y me
sorprende lo poco que se da a conocer en la enseñanza, se puede ver en youtube. La respuesta antes expuesta
del Dr. Marañón sigue en más de un habitante de la zona que tampoco quiere
sacar a relucir el documental al que tachan de despectivo, siguen sin darse
cuenta de que el sordo de Calanda quería lo contrario.
Al estar hablando de Buñuel desde que he empezado el
artículo, estoy cometiendo el mismo error que se le puede achacar a Donde acaba
la memoria, pues se deduce que lo principal es su protagonista Ian Gibson y no
el director aragonés, de ahí que eche en falta más precisión y más detalles en
lo expuesto. Sin embargo, todo está relacionado y tiene la ventaja de no caer
en la redundancia, aunque peque de darlo todo por sabido, el hispanista se
muestra emocionado yendo ahí, incluso quiere subir a la roca donde aquella
cabra caía... El viaje a la región le sirve para reflexionar, pasa antes por la cruz
del Valle de los Caídos y con rabia comenta que esa no es la cruz de
Jesucristo, lamenta que el tiempo no haya ayudado mucho a modernizar el país
del que dice sentir verdadero amor y no odio, sino rabia. Después lo vemos en la "Residencia de estudiantes" y en Granada intentando que un día
sean encontrados los restos de García Lorca.
El documental sigue poniendo en evidencia el conflicto de
las dos Españas a día de hoy, Gibson lanza una sorprendente frase de que encontrarlos
ayudaría a la reconciliación de los españoles. Al acabar el filme y abrir el
micro al público, una mujer le comentó que dudaba de que eso sucediera y sacó a
colación cierto partido que curiosamente tiene su sede al lado del cine, él
exponía que Lorca era un poeta cristiano, que amaba al prójimo, que estaba con
los perseguidos como Jesucristo expone en las parábolas, aunque argumentaba que
a él tampoco lo entendieron porque como hablaba arameo ni tan siquiera Dios lo escuchó,
“estamos jodidos con esta derecha” se lamentaba.
Pero más allá de cuestiones
políticas, hay un inconveniente mayor y que encima es capaz de unir y hasta
reconciliar, el de taparse las vergüenzas, ya le pasó a Buñuel con Las Hurdes,
ni un bando ni otro le apoyó. Y esto hará
que Donde acabe la memoria sea rápidamente olvidada, de hecho veo que hoy ya no
está en la cartelera de muchas ciudades, ni siquiera en la Granada que acudió a
ver a Gibson como si fuera Harrison Ford en busca del grial, pero que luego sigue
sin poder salir de su casa…
Entramos en
el último mes del año y no podía olvidarme del centenario de Ava Gardner, y
para rendir homenaje escojo una película muy próxima ya que fue rodada en la
Costa Brava, ya lo habrán adivinado, me refiero a Pandora y el holandés errante
y el lugar era el bellísimo pueblo de Tossa de Mar. Fue la primera en que la vimos ya en color y muy bien
fotografiada por Jack Cardiff. Por suerte, disponemos de una
copia restaurada que le devuelve la viveza que no tenía en la anterior copia comercializada y que fue editada por A Contracorriente
y la podemos visionar en algunas plataformas.
Dirigida por
Albert Lewin, un "rara avis" dentro de los directores estadounidenses, cuyo mayor éxito fue la adaptación que realizó de la
obra de Oscar Wilde El retrato de Dorian Gray (1945), los productores le temían por su
fuerte personalidad y querer ir mucho más allá de lo establecido, sus
argumentos eran considerados complejos, con muchos simbolismos culturales y considerados como lo que sería el cine de arte y ensayo europeo posterior. Apenas consiguió tirar adelante sus proyectos, La vida privada de Bel
Amí en 1947 supuso un fracaso y tardaron 4 años para que con capital
propio unido al del productor estadounidense Joe Kauffman y el del británico John
Woolf, sin acreditar, tirara adelante esta Pandora que es su película más ambiciosa y a la vez su última gran obra ya que al no encontrar hueco en el cine, apenas rodo dos más con escasa repercusión crítica y comercial: Saadia (1953) y El ídolo viviente (1957)
La trama
fusionaba dos mitos, por una parte, el de Pandora, quefue la la primera mujer mortal en la mitología
griega, siendo creada por Hefesto a petición de Zeus, este le entregó una caja que
no debía abrir, ya que en su interior se encontraban todos los males del
universo. La abrió y estos escaparon, lo único que quedó fue Elpis, el espíritu de la esperanza (en la película, Tossa recibe el nombre de Esperanza). Y por otra, tenemos la leyenda del
holandés errante condenado a navegar eternamente sin rumbo tras pactar con el
diablo que tantas veces se ha revisado en las diferentes artes,
Lewin ofrece
su particular visión de estos, Pandora es aquí una atractiva cantante de un
club nocturno con aires de mujer fatal, papel muy ideal para una Ava Gardner
que tanto habíamos visto entonces en el cine negro. El holandés errante es un James
Mason, capitán de un barco del siglo XVI que mató a su esposa porque la creía
infiel, en el juicio blasfema y es condenado a navegar hasta que encuentre a
una mujer que lo amase hasta el punto de dar su vida por él.
Toda esta
trama podría caer en el ridículo, pero el director logra crear una ambientación
para que el espectador conecte, ya en una de las primeras secuencias ambienta
la noche con una luna llena que incluso nos puede evocar a la que utilizaba
Lorca con aires de muerte y de fatalidad, su primer pretendiente se suicida tras
constatar el rechazo e indiferencia de ella mientras toca el piano y sin parecer apenas afectada, aunque se comente que evitó otros intentos de suicidio.
Más suerte
con ella tiene un corredor de coches (Nigel Patrick), pero para lograr que acepte casarse, ha de aceptar su ruego de tirar el auto por el acantilado para demostrarle
el amor auténtico que siente. Sin embargo, ella observa un yate misterioso y la curiosidad le lleva hacia este, donde conoce al capitán holandés Hendrick van
der Zee, el cual está pintando a una mujer muy parecida a ella como la Pandora griega. La
trama llega a un momento en el que se recurre al personaje de Geoffrey, un
arqueólogo que necesita traducir un manuscrito en holandés y lo llama para ello, sorprendido, constata que se lo sabe de memoria y que
es el mismo “holandés errante” de la leyenda.
Hábilmente
se introduce el personaje de Montalvo, un torero interpretado por Mario Cabré,
locamente enamorado de Pandora, celoso y, arrogante, que no duda en matar y que
es un perfecto reverso del capitán. A Lewin le sirve también para mostrar el
mundo del tarot, la cultura gitana, su madre le lee las cartas en las que aparece la muerte, la
idea del destino marcado y de la fatalidad de la que nadie puede escapar,
incluso esta le prepara un brebaje para que no le pase nada el día de la corrida.
La película
tiene muchos temas para debatir y reflexionar, el hecho de rodarla en la Costa
Brava nos adentra en ese mar, símbolo de la eternidad, el amor como fuerza
suprema capaz de poder parar el tiempo como queda reflejado ambiguamente en la
relación de Pandora con el capitán como si ella fuera realmente la mujer a la
que mató siglos atrás. Fijémonos bien los diferentes tipos de amor que van saliendo: 1-El amor no correspondido con el personaje de Reggie Demarest, 2-el amor que es incapaz de renunciar a lo material con el personaje de Stephen Cameron que recupera el coche lanzado, 3-el arrogante, celoso y pasional que no le importa conseguirlo a toda costa. llegando a matar, representado en el del torero y el principal, el del capitán, que es eterno y está en la cima de todo, que le lleva incluso a despotricar contra Dios o a perder su salvación intentando que ella lo rechace con tal de que no sufra.
En el principio, Geoffrey dice que se niega a que su mente pueda aceptar todo lo ocurrido, cabe recordar
que la película empieza cuando unos pescadores encuentran los cuerpos sin vida
de ellos dos, entonces él empieza a reconstruir todo. Este aspecto del guion es
interesante ya que todo lo vemos bajo su prisma, él repite que la gente ya no
cree en leyendas ni en mitos, es posible que él se deje llevar por la pasión al
relatarlo, al intentar encontrar sentido a la vida…Sin duda alguna, en cada
pase de la película nos hará reflexionar y como ya he comentado, esa
ambientación nos ayudará bastante a adentrarnos en estos temas.
En el
terreno extracinematográfico, se comentaba que Ava Gardner estaba teniendo un
romance con Mario Cabré y que esto despertó las iras de un Frank Sinatra
(casado con ella) que tuvo que ir sin ganas “ a ese país de toreros” como decía despectivamente a llevarle un collar y unos diamantes. Todo aquello fue muy bien para la
comercialidad de la película y para aumentar la aureola mítica con el paso del
tiempo. Aquella visita de "La voz" ayudó aun más a descubrir la Costa Brava, a
partir de los 50 cambiaría la fisonomía de muchos pueblos y el cine no iba a
quedar al margen.
Dos años más
tarde aterrizaba otra estrella internacional Joan Fontaine en Blanes para rodar Decameron Nigts,
película que, desgraciadamente, poco hemos podido ver, se unían luego a esta lista
Dick Bogarde que en 1956 rodaría El jardinero español en Palamós y Sant Feliu
de Guíxols, Anne Baxter con Sombras acusadoras en Tamariu, Liz Taylor en Begur
con De repente, el último verano, Orson Welles con Mr. Arkadín en S´Agaró, Kirk Douglas, Yul Brinner y Samantha Eggar con
La luz del fin del mundo en Cadaqués entre otros.
Estatua de Ava Gardner en Tossa (Fuente: Wikipedia)
En Tossa de
Mar queda el recuerdo de Ava Gardner con una escultura de 1998 de la artista
gerundense Ció Abellí, también la memoria de la actriz queda bien reflejada en
Madrid donde podemos adquirir un folleto con el nombre de “El Madrid de Ava” y
que nos lleva por varios lugares de la capital que frecuentaba.
https://www.esmadrid.com/sites/default/files/elmadriddeava.pdf