Aquella radio cinéfila de los 90


Quienes ya han crecido con el internet y poniendo velas a San Google probablemente encuentren anticuado mi artículo. Para mí, y creo que también para muchos será eterno el amor a la radio y especialmente a esa radio cinéfila hoy tristemente en vías de extinción.

Con aquellos transistores crecimos, aprendimos y desarrollamos nuestra pasión cinéfila. Esas palabras algo repelentes que se han ido apoderando del vocabulario como “masterclass” no existían para nosotros, la mejor lección era leer y escuchar mucho, contrastar opiniones y respetarlas.

Viajo en el tiempo y me voy a la década de los 90, y en concreto a esa radio, la FM aun era incipiente y había bastante variedad de programas, entre ellos un buen surtido de dedicados al séptimo arte. Me centro en los que se podían escuchar en Barcelona.

Probablemente el programa mítico fue el Polvo de estrellas de Carlos Pumares que cada madrugada esperábamos. Se emitía después de Supergarcía, con lo cual uno se perdía esperando a que sonara aquel maravilloso Stardust…

 Según el día, Pumares salía a la 1:30 de la madrugada, a las 2 o vaya usted a saber…Horas imposibles, había que madrugar y salvo los viernes y los veranos era complicado escucharlo.
La estructura del programa era sencilla, empezaba con una canción y luego daba paso a llamadas telefónicas donde le preguntaban de todo.
 A veces se ha querido dar de él una imagen antipática, de poca paciencia con los oyentes y algo grosera. No negaré que a Pumares a veces se le iba el programa, pero si ponemos en una balanza lo bueno y lo malo, gana lo primero por mayoría aplastante. Con Carlos aprendí mucho de cine, y también a ser sincero en gustos. Él no se cortaba en decir que Woody Allen era mal director porque no usaba el plano/contraplano, que no le gustaba Vértigo o que el mago del suspense hacía muchas chapuzas. Obviamente no comparto para nada todo eso, pero me gustaba que alguien primara ante todo lo que él pensaba...

Había otros programas de cine que recuerdo con cierta emoción, en la extinguida Onda Rambla teníamos las tardes de los sábados Cine el cuerpo conducido por Eduardo de Vicente. Con este crítico compartía bastante sus gustos cuando ponía las estrellas en el Periódico. (En este diario había tres críticos entonces: Quim Casas, él, y el malogrado Norberto Rebechi).
El programa tenía un aire más humorístico. Su sintonía eran unos cortes de unas películas seguida de la música de Taras Bulba. Luego cuando él empezaba a hablar sonaba Bitelchús.
 Lo primero que hacía era repasar los estrenos de la semana (se notaba que curraba pues las veía casi siempre todas), luego había entrevistas, concursos…En la segunda hora la gente votaba por su película favorita, la música que sonaba era la de Hoosiers de Goldsmith.



 Otro programa que había y que por suerte aun está en antena a pesar de los múltiples cambios de horario es La claqueta con la música de Silverado ya como emblema
 En aquel tiempo la escuchaba por Radio Salud primero los sábados, luego los domingos. Su presentador Pepe Nieves creaba un espacio muy bien cohesionado y la participación del experto Edmond Orts (por aquel entonces Don Hollywood) era más que interesante. Él probó un espacio en la COPE que se llamó Avanti  en homenaje a la infravalorada película de Wilder y que comenzaba con la música de Río Conchos .

En Radio 4 hubo durante un breve espacio de tiempo un excelente programa que conducía Víctor Alexandre y que contaba con el crítico musical Joan Padrol "Hollywood Boulevard". Había una sección en que se analizaba una película o a alguna estrella. Era un programa hecho con cariño, muy en la línea de los que ofrecía esta emisora por entonces
En la misma cadena apareció después otro llamado Va de cine que presentaba Conxita Casanovas, pero ya con otro formato.

En Catalunya Radio desde que era pequeño siempre he visto al mismo crítico, Àlex Gorina. Se le ocurrió durante unos veranos hacer una especie de programa que competía con el de Pumares simulando que estaba haciendo un viaje en un barco, la gente en vez de llamar simulaba “subir a bordo”. Era muy fan de las bandas sonoras, consiguió que en la emisora de música clásica de la corporación tuviera cabida un espacio los martes. Sigue los fines de semana a altas horas de la madrugada con su programa de La finestra indiscreta.

También en las radios locales teníamos espacios, en Radio Gracia los sábados por la mañana teníamos Els somnis de Hollywood. Con modestia se demostraba que se podía hacer un buen espacio. No hace mucho les escribí preguntando si podía enviar un proyecto de programa de cine, pero tuve la callada por respuesta.

En fin, fueron ondas que contribuyeron a hacernos ante todo más felices con el cine y a vivirlo más. A todos ellos gracias por esa radio inolvidable.

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