28/07/2021

Yo la vi primero (1974), otra película invisible de Fernán-Gómez

 

Fuente: Wikipedia

El 28 de agosto hará 100 años que Fernando Fernán Gómez vino a este mundo, su centenario no está teniendo el eco merecido, probablemente por dos factores: La coincidencia con el de Berlanga y el desconocimiento de parte de su obra. Como actor participó en 210 producciones, debutó en 1943 con Cristina Guzmán de Gonzalo Delgrás y su última aparición fue en el 2006 en la película Mia Sarah de Gustavo Ron, o sea que son 7 décadas de cine español.

Su ópera prima como director fue Manicomio en 1954, dirige un total de 30 producciones, incluyendo las de televisión, entre sus títulos hay obras que ya forman parte de la historia del cine como La vida por delante, El mundo sigue, El extraño viaje, Mi hija Hildegart, El viaje a ninguna parte, etc.

A ellas hay que añadir su obra de teatro Las bicicletas no son para el verano que Jaime Chávarri llevó al cine en 1984 o la historia de Mi General dirigida por Jaime de Armiñán, así como el guion de Los zancos de Carlos Saura, etc.

Esas 7 décadas engloban toda una historia del cine español en la que encontraremos todo tipo de películas y corrientes, desde las peyorativamente llamadas españoladas, al cine de la transición, de arte y ensayo, etc. Precisamente, cuando se celebra un centenario suele ser una oportunidad para revisar y reivindicar la figura del homenajeado, completar filmografías, consultar bibliografía, etc.

Fuente: Filmaffinity
Me he puesto a revisar su filmografía de director y me he acordado de una que creo que llevo casi tres décadas sin ver. Se trata de Yo la vi primero (1974), me he puesto a buscarla y no se encuentra en ningún lado, ni editada en DVD, ni en ninguna plataforma, ni pases televisivos, creo que la última vez que se vio por televisión fue a principios de los 90 y estuvo editada en VHS.

Su argumento era este: Un niño de 10 años, Ricardo, está enamorado de su vecina Paloma. Tras sufrir un accidente, queda en coma durante 25 años. Tras despertar, aunque sea un adulto tiene la mentalidad de un niño y descubre que su amada se ha casado con un individuo despreciable.

En el guion colaboraron además de Fernán Gómez, otros tres nombres como Chumy Chúmez, que las nuevas generaciones ya no lo conocerán, era un humorista gráfico, escritor y hasta director de cine, algunos lo conocerán más como colaborador del antaño programa de Tele 5 Este país necesita un repaso, que era la adapatción del que se emitía dentro del programa radiofónico Protagonistas de Luis del Olmo bajo el título “El debate sobre el estado de la nación”.

 

Chumy Chúmez. Fuente: RTVE

En el año 72 impulsó la creación de la revista satírica Hermano Lobo donde colaboraron primeras espadas como Forges, El Perich,  Summers, Quino, Gila, Umbral, Vázquez Montalbán, José Luis Coll… Su lema era “Semanario de humor dentro de lo que cabe”, a cada publicación había que añadirle un plus de inteligencia para saber burlar la censura.

El otro escritor fue Arturo Rubial del que poco sé, aunque buscando he encontrado que fue uno de los guionistas de aquel programa de TVE con Luis Aguilé que se llamaba El hotel de las mil y una estrellas de finales de los 70, más recordado por un polémico striptease de Eva León disfrazada de monja que provocó la supresión del espacio. Uno de sus guionistas era el mítico crítico de cine Carlos Pumares.

Manuel Summers. Fuente: RTVE
El tercer escritor de la película fue Manuel Summers que era el protagonista de la película, por aquel entonces había dejado su cine de arte y ensayo como Juguetes rotos o El juego de la oca para dar paso a otro más comercial con división de opiniones, pero conservando aun un peculiar humor negro e irónico. Acababa de filmar las exitosas Adiós cigüeña adiós (1971) y su secuela El niño es nuestro (1973) 

Fernán Gómez dijo del filme : “el tema de la película no era excesivamente original, pero era muy tierno pensar que un niño conservaba su mentalidad aunque crecía físicamente por haber estado en coma y luego el hombre veía todo el mundo a su alrededor con esa mentalidad de niño cuando él no lo era, esto tratado con el humor de Chummy Chúmez y Summers a mí me parecía bien.”

Fernán Gómez acababa de dirigir para TVE el mediometraje Juan Soldado, basado en la novela de Fernán Caballero y que decía que era su mejor realización, anteriormente había dirigido la alimenticia Cómo casarse en siete días y había tenido un fracaso con su Crimen imperfecto, algo así como una traslación sin citar de Mortadelo y Filemón y que para alguno es una película de culto.

Luego vendría La querida (1976), película al servicio de Rocío Jurado, con alguna que otra pincelada artística, pero insuficiente en su globalidad, ya que su intención era la comercial, afortunadamente su ingenio volvería a partir de la rescatada Bruja más que bruja y Mi hija Hildegart, que servidor coloca entre las cumbres de obra.



Yo la vi primero
no tuvo en su momento buenas críticas, tachada sobre todo como un chiste demasiado largo y que el director no había sabido medir bien los tiempos. La actuación de Summers tampoco se llevó elogios, le acusaban de repetir su papel de Polvo eres con los mismos guiños La película, sin embargo, se vio con agrado en el Festival de cine de Molins de Rei (Barcelona)

El periodista cultural Iván Tubau la alabó diciendo: no se pierdan cuando se estrene “Yo la vi primero”, sin ser una obra maestra es una película que se ve con gusto y sin vergüenza lo cual en el cine español no es que sea muy frecuente.

En sus escasos pases televisivos la crítica cambió y hablaba bien, incluso su argumento fue comparado con el de la película Big. Por desgracia, no sé si por motivos de derechos o de pura ignorancia, llevamos tres décadas sin saber de Yo la vi primero. Ni tan siquiera este centenario algo descafeinado nos permitirá verla y poder analizarla bien. Simplemente por esta unión entre los mundos de Fernán Gómez, de Summers o de Chumy Chúmez ya valdría la pena visionarla. ¿Alguien se anima a rescatarla?

22/07/2021

Grease 2: Secuelas que no funcionan

 



Suele ser casi un ritual del verano ver Grease cada año, a muchos nos recuerda el final del colegio, las vacaciones de verano, cierta alegría efímera, pero que siempre vuelve. La película estrenada en 1978 es de las más repuestas en televisión, y uno de los pocos musicales que da buenos resultados de audiencia. La han sabido comercializar muy bien, cuando la estrella de Travolta estaba olvidada se reeditó su banda sonora en 1991 que de nuevo fue número 1 y el filme volvió a resucitar para otra generación.  El actor encontró de nuevo el éxito ese año, aunque no bailando en Mira quien habla, luego vendría Tarantino y su carrera volvería a elevarse.




Grease tuvo una secuela algo tardía en 1982 y que constituyó todo un fracaso tanto de público como artístico. Estaba protagonizada por una Michelle Pfeiffer aun desconocida y que tampoco hacía presagiar que tuviera una gran carrera y por otro lado teniamos a un actor británico Maxwell Caulfield, del que se decía que era el nuevo Richard Gere, pero cuya filmografía fue finalmente bastante anodina y tuvo que conformarse con alcanzar cierta popularidad en un papel de malo de la serie Los Colby, el actor se casó con Juliet Mills, la hermana de Hayley y que muchos la recordamos por ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre?

 Los personajes y actores que repitieron sus papeles de la primera incluían a Didi Conn como Frenchy, Eve Arden como la directora McGee, Dody Goodman como Blanche Hodel, Sid Caesar como el entrenador Calhoun y Eddie Deezen como Eugene, el cual deduzco que viviría en el colegio y eso que parecía buen estudiante. Dick Patterson, quien interpretó al Sr. Rudie en el original, interpreta al Sr. Spears y Dennis Stewart, quien interpretó al miembro de los Scorpions en el original, interpreta a Balmudo. 

Entre las incorporaciones teníamos a dos veteranos como Connie Stevens y especialmente a Tab Hunter en el papel de un profesor Mr. Stuart que se reservaba una canción. Del resto del reparto, el único que logra una interpretación eficaz fue Adrian Zmed como Nogerelli, como curiosidad tenemos el debut cinematográfico  de Lorna Luft, hija de Judy Garland y del productor Sidney Luft, pero que no logró tampoco convencer.




 Según el IMDB, el mismo Tom Cruise se presentó para el papel protagonista, pero la directora lo rechazó por su baja estatura, otros nombres fueron Shaun Cassidy, Greg Evigan, Andy Gibb y Rick Springfield.  El problema no era el cásting, sino el argumento y las canciones. La historia es bastante ridícula, Michael Carrington (Maxwell Caulfield), un joven inglés refinado llega al instituto norteamericano donde se enamora de Stephanie Zinone (Michelle Pfeiffer), líder del grupo de animadoras, pero ésta sólo se fija en los miembros del club de chicos local, y solo quiere salir con alguien motorizado, entonces Michael empezará a entrenarse para saber llevar una y con unas gafas oscuras ocultar su identidad a ella. Como pueden leer, una historia exclusiva para adolescentes



Las cinco primeras canciones del principio no están mal, pero a medida que avanzan parecen de relleno, no logran que se queden en la cabeza, incluso son largas y con coreografías algo horteras. Hay también más de un error en el argumento, el personaje de Frenchy desaparece de repente sin saber por qué, Maxvell Caulfield falla tanto en su rol de estudiante educado y guaperas como en el de convertirse en un “rebelde sin causa”. Y de la Pfeiffer está tan mal perfilado su papel que uno olvida enseguida que era ella la que salía.




 Patricia Birch fue la directora de esta secuela, había sido la coreógrafa de la primera parte, y se nota
que lo suyo no era eso, la historia estaba escrita por Ken Finkleman, su nombre no sonará a más de uno, pero ese mismo año él dirigió la secuela de otro éxito como Aterriza como puedas, también envuelta de cierta polémica ya que los directores originales de la primera no quisieron saber nada de ella por desacuerdos, así como de algunos de sus actores como Robert Stack que no quiso salir, ya que veía el guion como una especie de pastiche del primero. Al ser una película de gags más o menos afortunados por encima del argumento, el resultado quedaba más disimulado y era divertida, aunque la originalidad ya quedara en entredicho y la taquilla tampco quisiera saber mucho.

 El fracaso de Grease 2 hizo que otras dos secuelas previstas, más una serie quedaran almacenadas en un cajón, la Disney los desempolvó hace ya más de una década para los High School Music que como pudieron comprobar guardaban gran parecido y que tuvieron en su momento bastante popularidad. 

                                                     ¿Es Grease? No, es High School
                                               
Mejor recurrir cada año a la primera parte, aunque Grease 2 es tan mala que incluso quién sabe si acaba volviéndose buena. En una de estas noches de verano bochornosas quizá hasta te entretenga, no seamos tan malévolos tampoco con ella.

15/07/2021

Sabrina, Sabrina...¿Y Ariane?

 

 

El pasado lunes, La 2 de TVE en su espacio "Días de cine clásico" volvió a emitir Sabrina de Billy Wilder. Si por mí fuera, que la repusieran cada año, aunque sea una película bastante accesible para encontrar y descubrir. Su nombre queda ya asociado a Audrey Hepburn, ni una cantante de playback italiana en los 80 cuya voz no era lo más famoso, ni un remake descafeinado dirigido por Sidney Pollack, ni cierta bruja televisiva han podido con ella. Sabrina es y será Audrey Hepburn.

 En cambio si digo que la Hepburn siempre será Ariane, más de uno ni la conocerá ¿Por qué tanto pase de Sabrina y ninguno de Ariane (Love in the afternoon (1957) en televisión? Y eso que las dos tienen muchos puntos en común, pero sigue siendo hoy en día la gran desconocida de Billy Wilder, incluso a pesar de que a finales de la década del 2000 salió editada en DVD, aunque de aquella manera...

 Estaba producida por la Allied Artists, productora independiente que quiso contratar a varios de los grandes en los 50, ahí estaba William Wyler con La gran prueba y Wilder que acababa de rodar El héroe solitario, después de marcharse de la Paramount, aceptó el encargo. Es una película crucial en su carrera y el punto de partida con tres de sus máximos colaboradores, el guionista I.A.L Diamond, el productor Harold Mirisch y el director artístico Alexander Trauner. Por otra parte, en Ariane, creo que se cumple el objetivo de lo que Wilder tenía colgado en su despacho de “¿Cómo lo hubiese hecho Lubitsch?", nunca lo implícito fue más explícito, cuestión que ciertos cineastas modernos o no saben o no se les enseña. 

Anuncio del estreno.Fuente:Hemeroteca de La Vanguardia
2-10-1957

Ariane
estuvo muchos años sin poder verse, no hay una explicación muy clara al respecto, recuerdo que hacia mediados de los 90 se pasó por sorpresa en el Cine Alexis de Barcelona, anteriormente solo se había podido ver en la Filmoteca, pero en la programación televisiva era invisible. El desaparecido Cine Meliés de la Ciudad Condal contribuyó a devolverle el lugar que se merecía y en 1997 ya pudo verse en aquel modesto, pero inolvidable y desaparecido cine, con bastante éxito de público. Recuerdo como si fuese ayer la ilusión que daba ver un Wilder “nuevo”, afortunadamente su filmografía ha sido accesible y salvo algunas primeras, que posteriormente con la aparición del DVD saldrían ya editadas, uno no ha de tener muchos problemas para encontrarlas. 

La película cuenta la historia de Ariane Chavasse (Audrey Hepburn), hija del investigador privado Claude Chavasse (Chevalier). Es una joven que toca el violonchelo y que está enamorada después de oír a escondidas las historias que investiga su padre. Se verá enredada en los asuntos de un playboy encarnado por Gary Cooper. 

I.A.L Diamond
 Tal y como sucediese con Sabrina, el director quería a Cary Grant y siempre lamentó no poder trabajar con él. Quizá seré un bicho raro, pero a mí siempre me ha encantado cómo trabajan Bogart en la primera y Cooper en Ariane, no soy de aquellos que piensan en cómo lo habría hecho Grant... Es más, creo que tanto uno como el otro supieron dotar sus papeles sin sobreactuaciones y asumiendo que la gran protagonista era Audrey Hepburn.

El guion de I.A.L Diamond tomaba como punto de partida la novela Ariane, jeune fille russe de 1920 escrita por Jean Schopfer con el pseudónimo de Claude Anet. A pesar de lo dicho antes y que sea esta la película más lubitschiana de Wilder, tiene sus toques propios. Al inicio vemos un camión de la limpieza regando las calles de París a primera hora, este no se inmuta ante una pareja a los que moja, tal vez con Lubitsch el conductor hubiera parado de regar en ese momento. 

Gary Cooper y Audrey Hepburn. Fuente: Wikipedia


El personaje de Cooper tenía similitudes con el que escribiera Wilder para La octava mujer de Barba azul, de ahí que se decantara por el actor después de la negativa de Grant. El guion añadía la figura del padre de Audrey , el detective parisino experto en infidelidades conyugales encarnado por Maurice Chevalier, habitual en varias operetas de Lubitsch, aunque aquí no canta.

El papel de los músicos zíngaros es sumamente divertido, cuando empiezan a tocar "Fascinación", Cooper está a punto de conseguir su objetivo. Cuando salen de la habitación es la señal de que algo va a ocurrir detrás de la puerta. Los diálogos están repletos de acidez, como aquel cuando habla Ariane de los americanos: “son gente muy extraña. Cuando son jóvenes, van al dentista para que les enderecen los dientes, al cirujano para que les quite las amígdalas y los alimentan con vitaminas hasta reventar. Algo sucede en su interior, se vuelven inmunes a todo, mecánicos, automáticos y estancos. Ni siquiera estoy segura de que tengan corazón.
-¿Qué es? ¿Un marciano?- pregunta el supuesto futuro novio 
-No, es americano


Ariane no tuvo el éxito esperado, la Allied Artists tampoco encontró la recaudación que pensaba con su otra producción de un año antes y también con Gary Cooper, La gran prueba de William Wyler, por lo que las expectativas de ser una productora de películas importantes se vinieron abajo. Los derechos de emisión fueron pasando de unas manos a otras y acabó siendo la obra maldita de Wilder hasta que La vida privada de Sherlock Holmes (1970) cogiera el puesto, pero eso ya es otra historia como decía "Moustache" (Lou Jacobi) en Irma la dulce


08/07/2021

Recuerdo improvisado a Richard Donner y su Lady Halcon

 

Richard Donner (Fuente: Wikipedia)


El pasado lunes nos dejaba el director Richard Donner, de sus manos salieron títulos míticos para la denominada generación del EGB, ahí tenemos su Supermán, que a día de hoy es ya un clásico y probablemente la mejor película de superhéroes que se haya rodado, luego vinieron Su juguete preferido, Los goonies, Arma Letal, Los fantasmas atacan al jefe y mención aparte merecería su primer trabajo conocido La profecía, excelente película de terror y que personalmente siempre he preferido a los excesos de El exorcista, pues el film de él mantenía una tensión “in crescendo” sin necesidad de efectos especiales y el tan repelente gore, además de ese sorprendente e irónico final y el famoso triciclo que luego Kubrick copiaría.



 Entre estas hay Lady Halcon, película por la que siento un especial afecto, bien es cierto que me gustaba más hace algunos años, pero uno sigue disfrutando de ella a pesar de sabérsela de memoria. Volver la vista atrás y recuperar esa ingenuidad adolescente como la que tiene el personaje pícaro encarnado por Mathew Broderick supone un ejercicio incluso saludable, siempre que no se abuse demasiado de ello.



Fuente: Filmaffinity

 Lady Halcon
apareció en nuestras carteleras un verano de 1985, sin hacer mucho ruido ya que en EEUU no tuvo la resonancia esperada, en Barcelona fue en los cines Alexandra, Aquitania (la que fue posteriormente Filmoteca) y Waldorf. Los estrenos de verano antes no eran los más significativos, casi se diría que era una película para llevar a los críos al cine y así entretenerlos y gozar de dos horas de aire acondicionado.

 La película reunía la cualidades necesarias para que el público adulto no se aburriera, su espléndida fotografía de Vittorio Storaro te transportaba a esa Edad Media en los montes Apeninos con sus castillos y paisajes rembrandtianos, que luego supimos que habían sido propiedad de Luchino Visconti. 

(Michele Pfeiffer: Fuente: Filmaffinity)

 Michelle Pfeiffer que aun no se había asentado del todo en la industria con esa secuela de Grease tan odiada, nos mostraba una belleza incomparable, aunque a ella no le gustó mucho el papel. Ofrecía, además, un curioso contraste con el tosco Rutger Hauer.

 Su argumento ya lo conocerán, relata la diabólica venganza del Obispo de Aquila, que consiste en hacer imposible el amor entre Navarre (Rutger Hauer) e Isabeau Anjou (Michelle Pfeiffer). Aliándose con las fuerzas del mal, el Obispo consigue hechizar a los amantes: ella se convertirá en halcón durante el día, y él será un lobo por la noche. Eternamente unidos y separados, encontrarán un aliado en el joven lacayo Philippe Gaston (Matthew Broderick), que intentará ayudarlos a conjurar la maldición del obispo.

Rutger Hauer (Fuente: Filmaafinity)
La historia fue escrita por Edward Khamara, pero en la publicidad se dijo que estaba basada en una
leyenda popular, lo cual llevó al guionista a querellarse. Seguramente en esa historia tomara como fuente de inspiración otras como la de "Eloísa y Abelardo", "La bella y la bestia", etc En un principio el guion estaba lleno de monstruos y elementos fantásticos que a Donner no le convencían ya que veía el guion flojo y quería centrarse en la historia de amor imposible, llamó a David Peoples (Blade Runner) pero tampoco le convenció, finalmente Michael Thomas y Tom Mankiewickz redactaron la historia como pretendía el director. 

 A pesar de cierta apariencia superficial, la película va más allá, su historia de amor tiene un dramatismo que otras de esa época no tienen, reflexiona sobre un periodo de la historia y ciertos cabecillas de una Iglesia que tenía de todo menos caridad o tras el aparente papel simpático de Broderick hay una persona triste, de aquellos que parecen nacidos para perder siempre…

El propio Donner en una entrevista a “l´Ecran Fantastique” remarcaba que el principal problema era vender la película ya que ni era de magia y brujería, tampoco de hechizos, ni una comedia”. Lady Halcon, vista hoy cuatro décadas más nos puede seguir sorprendiendo, pero sobre todo el hecho de elaborar un cine comercial con ciertos toques de autor. 

 He querido hoy con este artículo improvisado homenajear a Richard Donner, y me llama la atención que más de uno que despreciaba su cine, ahora lo tilde de gran maestro, tampoco hay que exagerar. Tal como decía él mismo, sus películas eran previsibles con final feliz y para tal tarea, también son necesarias unas dotes de gran director. Hoy en día, parece que ya no exista el término medio, algo es malo o una obra maestra, situación que lleva a auténticos disparates. Tal vez la industria necesitaría más del talento de Richard Donner para esas películas actuales que nacen ya con fecha de caducidad...  



01/07/2021

Brigada 21, la comisaría llevada al cine

 

 

William Wyler llevó a la gran pantalla numerosas adaptaciones teatrales: Una chica angelical, La carta, La loba, La calumnia son algunos ejemplos. Pero él supo diferenciar claramente lo que era una obra de teatro y una película, dotó a estas de un estilo que ya quisieran muchos directores. De la que hoy hablo, Brigada 21 (Detective Story), obra de teatro de Sidney Kingsley, es un magnífico ejemplo.



Lo más seguro es que no les suene el nombre de este autor. En cine tenemos varias adaptaciones de su obra: Hombres de blanco (Ryszard Boleslasky 1934), Regreso a casa (Mervyn LeRoy 1948) y el propio Wyler ya había llevado una obra suya en 1935, Dead End. Brigada 21 es quizá su trabajo más conocido, en Broadway se llevaron a cabo 581 representaciones, del 23 de marzo de 1949 al 12 de agosto de 1950 y fue protagonizada por Ralph Bellamy como McLeod y Meg Mundy como su esposa y que en cine serían Kirk Douglas y Eleanor Parker. En Barcelona se representó en el Poliorama y en Madrid en el Fontalba, en esa ocasión fue José Montero Alonso quien la adaptó y la interpretó la "Compañía La linterna" creada por Paco Torres. 

En una autocrítica aparecida en el ABC del 21 de marzo de 1952 leemos: El ambiente y los personajes de Brigada 21 sitúan a la obra dentro del género policiaco: una comisaría en cuyas viejas paredes laten recuerdos dramáticos, vidas rotas, lágrimas, desesperaciones, violencia. Mas la calidad de esta comedia de extraordinario éxito internacional es tal, que va más allá del género neta y típicamente policiaco. Brigada 21 tiene una gran hondura humana en el fondo de su trama apasionante y tras el retablo de sus tipos extraños y diversos la emoción de los temas eternos de toda la vida y de todos los ambientes, el amor, el dolor…
Kirk Douglas. Fuente: Wikipedia

Se nota que quien escribe conoce plenamente la obra y lo que quería trasladar, son un buen apunte para
aquel espectador que la vea por primera vez y también para aquellos que no ven el trasfondo que hay. El argumento es el de la vida en una comisaría, donde un policía James McLeod (Kirk Douglas) utiliza métodos poco ortodoxos con sus detenidos. Se centra especialmente en un médico “abortista”, pero su abogado es sabedor de un motivo personal que afecta al policía y que cree que le lleva a la violencia contra su cliente. 

 Más de uno ve en este papel de McLeod una antesala del Harry Callahan de Harry el sucio. Antes he utilizado las comillas en adjetivar al médico, y es que Wyler tuvo más de un problema con la censura que le impedía que se citara la palabra “aborto” en cuestión. En los diálogos podía aparecer “carnicero”, pero no abortista. Son de esas historias de la censura que en los últimos tiempos, en pro de lo supuestamente “políticamente correcto” están resucitando y creando otras situaciones absurdas. A ello hay que añadir un problema con el final, pero que finalmente pudo rodarse gracias a una petición, los señores de las tijeras no permitían que pudieran rodarse escenas como la que se ve.

 Cabe decir que ni la obra ni la película son proabortistas, sino lo contrario, incluso algún lector la recordará haber visto en algún que otro cineclub parroquial, pero la palabra escandalizaba y era un tabú. Wyler reaccionaba a esta cuestión así: "ciertos temas no pueden ni discutirse, son como si no existiesen. La obra teatral condena claramente el aborto, pero al parecer ni siquiera se nos permite que lo mencionemos. El código está obsoleto, fue creado hace 15 años y las cosas han cambiado ¿por qué no podemos tratar de cosas reales y actuales?"

Las historias en esta comisaria se desarrollan en seis espacios los cuales se comunican hábilmente con los diversos movimientos de cámara, apenas sale el exterior, los personajes van interactuando y el espectador se va sintiendo casi como dentro de ahí, a ello también añadir los excelentes encuadres que todo seguidor de su filmografía reconocerá, y eso que decían que no tenía un estilo.

 
Kirk Douglas y Eleanor Parker. Fuente: IMDB

La dirección de actores, por otra parte, es excelente, 1951 sería un gran año para Kirk Douglas ya que rodaría también con Raoul Walsh (Camino de la horca) y Billy Wilder (El gran carnaval), el actor se encargó de familiarizarse interpretando la obra anteriormente. Eleanor Parker con 20 minutos y 10 segundos en pantalla es la actuación, según el IMDB, más corta que ha obtenido nominación al Oscar a la mejor actriz. Mención aparte merece el papel de Lee Grant en el papel de cleptómana que supone un contrapunto en la tensión “in crescendo” de la película.

 Y por esa comisaría desordenada y sucia aparecen también personajes peculiares como esa mujer que afirma que sus vecinos están fabricando una bomba, podemos observar el sudor en las camisas de más de uno, las constantes llamadas telefónicas, la toma de huellas, tan es así sentir el ruido de ahí que uno se olvida de que no hay música en el desarrollo.

 Del argumento de la  película se dice que es la base de novelas negras llamadas “police procedural” y su técnica con càmaras no estáticas inspiraría series de televisión de los 50, aunque lo que más recordará es aquella Canción triste de Hill Street ya en los 80.


  Brigada 21 es una película muy recomendable para todo tipo de públicos, con temas como el del pasado que todos llevamos dentro, el perdón, la dignidad humana, etc. A veces recibo algún mensaje que me pregunta cuándo echan la película de la que hablo en televisión. No me parece haberla visto en las plataformas, ellos sabrán los motivos y si la conocen, pero sí se puede encontrar un DVD en la fecha que escribo esto sin ninguna complicación


El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...