Brigada 21, la comisaría llevada al cine

 

 

William Wyler llevó a la gran pantalla numerosas adaptaciones teatrales: Una chica angelical, La carta, La loba, La calumnia son algunos ejemplos. Pero él supo diferenciar claramente lo que era una obra de teatro y una película, dotó a estas de un estilo que ya quisieran muchos directores. De la que hoy hablo, Brigada 21 (Detective Story), obra de teatro de Sidney Kingsley, es un magnífico ejemplo.



Lo más seguro es que no les suene el nombre de este autor. En cine tenemos varias adaptaciones de su obra: Hombres de blanco (Ryszard Boleslasky 1934), Regreso a casa (Mervyn LeRoy 1948) y el propio Wyler ya había llevado una obra suya en 1935, Dead End. Brigada 21 es quizá su trabajo más conocido, en Broadway se llevaron a cabo 581 representaciones, del 23 de marzo de 1949 al 12 de agosto de 1950 y fue protagonizada por Ralph Bellamy como McLeod y Meg Mundy como su esposa y que en cine serían Kirk Douglas y Eleanor Parker. En Barcelona se representó en el Poliorama y en Madrid en el Fontalba, en esa ocasión fue José Montero Alonso quien la adaptó y la interpretó la "Compañía La linterna" creada por Paco Torres. 

En una autocrítica aparecida en el ABC del 21 de marzo de 1952 leemos: El ambiente y los personajes de Brigada 21 sitúan a la obra dentro del género policiaco: una comisaría en cuyas viejas paredes laten recuerdos dramáticos, vidas rotas, lágrimas, desesperaciones, violencia. Mas la calidad de esta comedia de extraordinario éxito internacional es tal, que va más allá del género neta y típicamente policiaco. Brigada 21 tiene una gran hondura humana en el fondo de su trama apasionante y tras el retablo de sus tipos extraños y diversos la emoción de los temas eternos de toda la vida y de todos los ambientes, el amor, el dolor…
Kirk Douglas. Fuente: Wikipedia

Se nota que quien escribe conoce plenamente la obra y lo que quería trasladar, son un buen apunte para
aquel espectador que la vea por primera vez y también para aquellos que no ven el trasfondo que hay. El argumento es el de la vida en una comisaría, donde un policía James McLeod (Kirk Douglas) utiliza métodos poco ortodoxos con sus detenidos. Se centra especialmente en un médico “abortista”, pero su abogado es sabedor de un motivo personal que afecta al policía y que cree que le lleva a la violencia contra su cliente. 

 Más de uno ve en este papel de McLeod una antesala del Harry Callahan de Harry el sucio. Antes he utilizado las comillas en adjetivar al médico, y es que Wyler tuvo más de un problema con la censura que le impedía que se citara la palabra “aborto” en cuestión. En los diálogos podía aparecer “carnicero”, pero no abortista. Son de esas historias de la censura que en los últimos tiempos, en pro de lo supuestamente “políticamente correcto” están resucitando y creando otras situaciones absurdas. A ello hay que añadir un problema con el final, pero que finalmente pudo rodarse gracias a una petición, los señores de las tijeras no permitían que pudieran rodarse escenas como la que se ve.

 Cabe decir que ni la obra ni la película son proabortistas, sino lo contrario, incluso algún lector la recordará haber visto en algún que otro cineclub parroquial, pero la palabra escandalizaba y era un tabú. Wyler reaccionaba a esta cuestión así: "ciertos temas no pueden ni discutirse, son como si no existiesen. La obra teatral condena claramente el aborto, pero al parecer ni siquiera se nos permite que lo mencionemos. El código está obsoleto, fue creado hace 15 años y las cosas han cambiado ¿por qué no podemos tratar de cosas reales y actuales?"

Las historias en esta comisaria se desarrollan en seis espacios los cuales se comunican hábilmente con los diversos movimientos de cámara, apenas sale el exterior, los personajes van interactuando y el espectador se va sintiendo casi como dentro de ahí, a ello también añadir los excelentes encuadres que todo seguidor de su filmografía reconocerá, y eso que decían que no tenía un estilo.

 
Kirk Douglas y Eleanor Parker. Fuente: IMDB

La dirección de actores, por otra parte, es excelente, 1951 sería un gran año para Kirk Douglas ya que rodaría también con Raoul Walsh (Camino de la horca) y Billy Wilder (El gran carnaval), el actor se encargó de familiarizarse interpretando la obra anteriormente. Eleanor Parker con 20 minutos y 10 segundos en pantalla es la actuación, según el IMDB, más corta que ha obtenido nominación al Oscar a la mejor actriz. Mención aparte merece el papel de Lee Grant en el papel de cleptómana que supone un contrapunto en la tensión “in crescendo” de la película.

 Y por esa comisaría desordenada y sucia aparecen también personajes peculiares como esa mujer que afirma que sus vecinos están fabricando una bomba, podemos observar el sudor en las camisas de más de uno, las constantes llamadas telefónicas, la toma de huellas, tan es así sentir el ruido de ahí que uno se olvida de que no hay música en el desarrollo.

 Del argumento de la  película se dice que es la base de novelas negras llamadas “police procedural” y su técnica con càmaras no estáticas inspiraría series de televisión de los 50, aunque lo que más recordará es aquella Canción triste de Hill Street ya en los 80.


  Brigada 21 es una película muy recomendable para todo tipo de públicos, con temas como el del pasado que todos llevamos dentro, el perdón, la dignidad humana, etc. A veces recibo algún mensaje que me pregunta cuándo echan la película de la que hablo en televisión. No me parece haberla visto en las plataformas, ellos sabrán los motivos y si la conocen, pero sí se puede encontrar un DVD en la fecha que escribo esto sin ninguna complicación


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