"Ennio, el maestro" en el Cine Madrigal de Granada

 


Como sabe más de uno, el hecho de desplazarme a Granada me comporta dificultades para ver algunos estrenos, uno de ellos era el documental que Giuseppe Tornatore estrenó el pasado mayo sobre el compositor Ennio Morricone. Por suerte, el cine Madrigal ha brindado la oportunidad esta última semana de poder visionarlo, así que fui el pasado martes y las expectativas positivas que tenía se cumplieron.

Antes de proseguir, permítanme que les hable de este cine que hasta el pasado agosto aun proyectaba las películas en 35 milímetros, algo que mantenía desde su inauguración en 1960, ver Ennio, el maestro aquí tenía incluso un encanto especial, entre lo nostálgico y lo reivindicativo, recordar cuando la mayoría de grandes películas tenían una banda sonora que con los años perdura en nuestra mente y por otra parte, lamentar los cánones actuales de que la música ha de pasar inadvertida.




Quizá Ennio Morricone fue el músico que más se alejaría de esta nueva concepción, sus partituras tenían un gran protagonismo, aunque la mayoría de los directores la supieron acoplar perfectamente en los fotogramas, algo que por cierto no sucede en la actualidad con los sonidos mediocres que nos acompañan en más de una ocasión. El cine como séptimo arte se caracterizaba por ser la suma de todo: literatura, pintura, música...Pero parece que ahora ha de ser la resta de todos sus ingredientes, algo que lleva a su desaparición y a verlo únicamente para pasar el rato.

 Tornatore ha vuelto a abrir el baúl de la nostalgia, con el músico romano formó un buen binomio, incluso Morricone llegó a declarar que era el único director que le podía hacer salir del retiro. El documental es largo, pero no pesado, se va hacia las dos horas y media, un Morricone más cercano de lo habitual se llega a emocionar en algún momento, se intercalan opiniones de Clint Eastwood, Bruce Springsteen, Quentin Tarantino, Roland Joffé o Hans Zimmer, entre otros. Más de una curiosidad asoma como cuando no pudo componer la música de La Biblia de John Huston porque a él no le gustaba y por un contrato de exclusividad con la RCA, que Pasolini dejase de utilizar a Bach para acabar rendido a él, su concepción del ajedrez, su decepción al no conseguir el Oscar por La Misión

Al acabar el documental, uno retrocede en el tiempo y vuelve a tararear en su cabeza algún que otro tema, algo que me lleva a recordar cuando en su momento buscaba los CDs de más de una banda sonora, es verdad que ahora en YouTube podemos encontrar la mayoría dando un clic, incluso escucharlas rematadamente mal en un móvil, sin ya molestarnos mucho de si es la manera correcta. Es como cuando alguien te dice que ha visto una película de John Ford mientras iba en el AVE…La verdad es que muchos cinéfilos nos hemos vuelto muy mediocres y lo peor es que en más de una ocasión estamos como obligados en contra de nuestra voluntad. 

Cuenta el gerente del Cine Madrigal, Juan Torres-Molina, que se vio obligado a tener que apearse de los 35mm., a las distribuidoras les costaba 2000 € hacerles una copia, ahora solo 20, las cuentas no salían y más en unos años tan oscuros como estos últimos con pandemias, la moda de las plataformas de streaming, etc. El 10 de agosto pasado los espectadores fueron invitados por él a la sala de máquinas para que escuchasen por última vez el taca-taca.

La verdad es que ha valido la pena ver este Ennio, el maestro con retraso, y no había mejor cine que el Madrigal de Granada para verlo, una forma de despedirse con dignidad de ese gran músico como fue Ennio Morricone y escuchar sus bandas sonoras en una pantalla grande.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Irving Berlin, Una Blanca Navidad y 800 canciones

Un par de seductores: Cuando Caine hizo de Niven

Centenario de Henry Mancini