La aventura del Poseidón (1972), mucho más que una película catastrofista

 



Esta semana vamos a celebrar cumpleaños, que ya toca, y lo hacemos con un gran actor que acaba de cumplir 93, el gran Gene Hackman. En las redes algunos han preguntado cuál es su mejor película, yo lo tengo claro en mi favorita: La aventura del Poseidón, el actor construye un personaje bien complejo y que se aparte del típico héroe protagonista de este tipo de producciones al interpretar a un predicador cuyo obispo ha “desterrado” por sus ideas que chocan contra cierta religiosidad superficial, él propone que el ser humano creyente se enfrente a sus propios problemas sin necesidad de tener que estar rezando para pedir ayuda, pues cada uno ya lleva en sí una parte de Dios


La película está basada en una novela de Paul Gallico, nombre que probablemente no les suene de nada, el musical Lilí, las películas  Loco por el circo o El orgullo de los Yanqui son historias suyas y situadas en las antípodas de la que hoy tratamos. Se inspiró en un viaje que hizo en el Queen Mary, cuando estaba desayunando en el comedor, el transatlántico fue golpeado por una gran ola, enviando personas y muebles al otro lado del barco y en otro accidente que tuvo durante la Segunda Guerra Mundial. Repleto de tropas estadounidenses con destino a Europa, el barco fue golpeado por una gigantesca ola en el Atlántico Norte, aunque no llegó a volcar.


En 1970 y raíz del éxito de Aeropuerto, volvió a ponerse de moda el género catastrofista aderezado con historias entre los personajes, películas de los 50 como El cielo coronado o The Hight and the Mighty habían sido buenos antecedentes. La FOX se apuntó a ello y empezó a pensar en llevar a la pantalla esta novela publicada en 1969  para conseguir un gran éxito de taquilla, el estudio estaba en plena crisis a raíz del fracaso de Cleopatra y de ir encadenando desastres comerciales sin parar como  El extravagante doctor Dolittle (1967), La estrella (1968) y ¡Hello, Dolly!(1969).

 Con la producción del mítico Irwin Allen,  contó con el guionista Stirling Silliphant que había tenido  gran repercusión por En el calor de la noche y luego se especializaría en este género escribiendo El coloso en llamas, El enjambre o El día del fin del mundo. El otro guionista fue Wendell Mayes que comenzó escribiendo westerns, para luego colaborar con Otto Preminger. La dirección recayó en el británico Ronald Neame, un nombre olvidado y que cuenta con películas notables como El millonario, Ladrona por amor o el musical Muchas gracias, Mr.Scrooge.

Habrán notado que es una combinación de nombres algo extraña, pero el resultado final fue satisfactorio, el reparto estaba lleno de estrellas en su segunda etapa: Ernest Borgnine, Red Buttons, Shelley Winters…Y otras más jóvenes: Stella Stevens, Roddy McDowall, Carol Linley y un Gene Hackman que contaba con solo 42 años, aunque ya llevaba 11actuando, pero que acababa de tener un gran éxito en su papel de French Connection.

La aventura del Poseidón engancha enseguida, los primeros quince minutos son modélicos, el espectador se prepara para una catástrofe inmediata sin necesidad de alargar la tensión mucho y de paso ve las distintas personalidades de sus protagonistas que consiguen una gran empatía. Hackman mantiene una conversación con otro sacerdote en el que contrastan sus ideas, él está contento de su destierro pues, ahí donde lo ha mandado el obispo, podrá ejercer con libertad su función, se le nota que cree verdaderamente en Dios, las circunstancias le convertirán en una especie de Moisés en el barco.

 Por otro lado tenemos al matrimonio mayor con una Shelley Winters que tuvo que engordar para el personaje y que encarna a una antigua campeona de natación. Por otro lado, tenemos la pareja formada por Ernest Borgnine, un policía cascarrabias que ha encontrado el amor con una mujer de mala reputación encarnada por Stella Stevens. Un personaje solitario y bondadoso, que se encargará de ir aliviando la tensión, interpretado por Red Buttons y que ayudará mucho al personaje de Nonnie encarnado por Carol Lynley a seguir adelante. Por otro lado, tenemos el personaje de Roddy McDowall,  clave para guiar a los supervivientes. 

Aparte de estos, también destaca el capitán del barco encarnado por un Leslie Nielsen antes de coger la fama por las películas de Agárralo como puedas, ya era popular en los EEUU, pero más en la televisión que no en el cine, su personaje se verá obligado a ir en contra de sus pensamientos.

Las casi dos horas de metraje pasan enseguida al estar todo muy bien medido, se van creando situaciones de tensión unidas a otras con una fuerte carga emotiva, no se preocupen que en este blog no les fastidiaré nada de lo que va ocurriendo…Sí que quiero destacar el duelo interpretativo entre Hackman y Borgnine, la espiritualidad del primero y querer sacrificarse para ayudar a todos, en contraste con el egoísmo del segundo, tozudo y criticando todo el rato, incluso su mujer demuestra poco compañerismo en una escena pasando por delante de Shelley Winters a la que llama “Vieja gorda que es capaz de atascarse y no poder pasar yo”. Esta frase tiene otra contrapartida con una que pronuncia el niño, hay un momento que los han de ir subiendo en una cuerda y él ayuda a ella diciéndole que no se preocupe que  con su padre pescó un pez de 300 kilos, en otra escena le pide perdón y ella muy comprensiva le dice que con todo lo que está sucediendo y él preocupado por si la ha ofendido.

A excepción de las secuencias más peligrosas, todas las acrobacias fueron realizadas por los propios actores, muchos se quejaron con el personal de producción sobre lo difícil que fue físicamente el rodaje. Los efectos espaciales son bastante creíbles y a pesar de toda la tecnología que ha ido avanzando desde los 70, la película sigue teniendo una gran fuerza, lástima que no la podamos ver en cine, aun nos impresionaría más, así como el excelente juego de ver todo el barco al revés. Todo ello acompañado de una de las primeras partituras de John Williams que hacen aun más emocionante la acción

Recomiendo que revisen la película, incluso aquellos más alejados de este tipo de cine, pues La aventura del Poseidón no es solo una película catastrofista, nos habla del sentido de la vida, de la supervivencia, de la humildad, de nuestros límites, defectos y virtudes. Qué gran película para, una vez acabada, pensar en bastantes momentos de esta y reflexionar. No hagan caso de cierto remake de hace unos años, el director Ronald Neame estuvo invitado al estreno, así como los actores, pero él declaró que esa nueva versión no tenía la humanidad de la suya, algo que por desgracia sucede mucho en el cine actual.

La Aventura del Poseidón está editada en DVD, aunque permanece actualmente descatalogada, se puede alquilar su visionado en Youtube o Amazon

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