Homenaje a Concha Velasco: Yo soy fulana de tal (1975)

 



El pasado sábado fallecía la gran Concha Velasco, su nombre se añade en este año funesto a los de Carlos Saura, Laura Valenzuela, Carmen Sevilla…Por eso, voy a dedicar un pequeño homenaje, algo improvisado, escogiendo una de sus películas de las que no se habla tanto. Estos últimos días en los resúmenes que se han hecho en distintos medios se han citado sus colaboraciones con Pedro Olea, su excelente recreación de Santa Teresa de la mano de Josefina Molina o su etapa con Sáenz de Heredia, curiosamente sin mencionar demasiado su nombre, cabe recordar que quizá fuera el director que le dio gran popularidad cuando la puso a cantar la chica yeye en Historias de la televisión, de él son también las mejores películas de su tándem con Manolo Escobar o su salto hacia papeles dramáticos con Los gallos de la madrugada para dejar de ser Conchita.




Pero hubo otro director también apenas citado que le dio unos papeles en comedias bastante notables, me estoy refiriendo a Pedro Lazaga, mis lectores habituales sabrán que soy un gran defensor de él, Los tramposos (1959), Trampa para Catalina (1961), Sabían demasiado (1962), Martes y trece (1962), El vikingo (1972) son buenas muestras en las que la actriz aportaba su talento en unos guiones que la crítica solía infravalorar. Injusto sería olvidarme de Mariano Ozores, Javier Aguirre, José María Forqué, Jaime de Armiñán, Rafael J. Salvia, Fernando Palacios, Fernán Gómez, Berlanga…Incluso de Rovira Beleta que le dio también uno de sus primeros papeles dramáticos y en una coproducción internacional en No encontré rosas para mi madre (1973) que tantos disgustos le ocasionó a él y ella años más tarde la recordaba como una película porno, aunque no lo fuese, pero en Francia se añadieron escenas sin el consentimiento del director, creo que su actuación ayudó bastante a que tuviera papeles más dramáticos luego.

Pero de la que voy a hablar es de una de Lazaga cuyo título es Yo soy fulana de tal del año (1975), tal año fue muy prolífico para la actriz, nada menos que siete películas, entre ellas su actuación más querida según confesó en un homenaje en la Filmoteca de Cataluña: Pim, pam, pum... ¡fuego! de Olea y títulos nada desdeñables como Las bodas de Blanca de Francisco Regueiro, Mi mujer es muy decente, dentro de lo que cabe de Antonio Drove o El love feroz de José Luis García Sánchez.

Yo soy fulana de tal partía de una novela de 1963 de Álvaro de Laiglesia quien fuese director de la revista satírica "La codorniz" durante 33 años, aquella cuyo lema era: “La revista más audaz para el público más inteligente”, el escritor declaraba que sus libros ya los vendía solo con el título, algunos ejemplos son: En el cielo no hay almejas, Todos los ombligos son redondos, Qué bien huelen las señoras o Dios le ampare, imbécil, novelas que había  que leer entre líneas.

Concha interpreta a una chica de pueblo que acaba convirtiéndose en una prostituta, nos va narrando su vida y ese mosaico variopinto de hombres con los que va saliendo. Sé que puede parecer una película vulgar y no apta para ciertas sensibilidades feministas, obviamente no la voy a calificar de progresista, pero conviene situarse en los años de la novela y de la película y ya que Lazaga tuvo esa audacia al dirigirla, convendría dejar paso a la inteligencia para analizarla como se debe y no ir con los prejuicios típicos.

Al disponer de un buen material con este libro, supo sacar esa influencia italiana al máximo y que tenía en bastantes de sus comedias, aunque teniendo que esconderla por la censura. Su filme es más parecido a los de Pietro Germi o Mario Monicelli, activa notablemente en todo su metraje las contradicciones entre los actores y ella a la que explota bien con una de sus actuaciones más memorables en las que va cambiando de registro sin perder la credibilidad, ahí la tenemos como una chica ingenua y cándida o caricaturizando su oficio, me recuerda a la Giulietta Massina de Las noches de Cabiria que tanto alababa.

Detrás de todo ese humor hay la crítica contra los acondicionamientos sociales que lleva a una mujer a acabar siendo eso, estamos pues en una comedia que más de uno sin verla la tachará de machista, casposa y vulgar, algo totalmente injusto. Hay además, y siguiendo con ese toque italiano, aspectos neorrealistas y la inserción de escenas más dramáticas.

En el reparto tenemos a varios de los grandes: Antonio Ferrandis, Francisco Algora, Fernando Fernán Gómez…todos ellos perfectamente dirigidos por un Lazaga que dotaba de un ritmo vertiginoso, tan característico en él, la acción. La propia Concha Velasco siempre tuvo palabras de cariño hacia él y que los actores que trabajan con él le querían.

La película en pleno 1975 tuvo sus bueno números, aunque se quedó a las puertas del ansiado millón de espectadores, Lazaga era repudiado por muchos críticos, incluso en un festival de Molins de Rei en el que se le quiso homenajear tuvo él mismo que declinar porque se le tachaba de director de época franquista y no quería perjudicar. El film conoció una secuela Fulanita y sus menganos, aunque Concha fue sustituida por Victoria Vera y según contaba la actriz, un productor de varias salas la había vetado por haber apoyado una huelga de cines y presionó para que no la protagonizara. La secuela recaudó la mitad y no tenía tanto ingenio, a pesar de seguir contando con Lazaga.

No he podido hallar ningún vídeo de alguna escena, la tenía en DVD y tuve la mala pata de que el disco estaba defectuoso, aunque la pude visionar de aquella manera hará unos 10 años. Desde estas líneas mi recomendación y que este título pudiera hallarse de manera más accesible ya fuera en plataformas como FlixOlé o reeditando el DVD que aun se podría encontrar por internet a precios de escándalo. Descanse en paz Concha Velasco y agradecerle todo su gran trabajo y su cercanía al espectador.





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