Cuenta conmigo (Stand by Me, 1986)

 



Ya que los telediarios no paran de recordarnos las altas temperaturas, mejor hablar de lo positivo de estas fechas y poder evocar otros tiempos sin amargarnos tampoco demasiado. Comentaré Cuenta Conmigo (Stand by Me) dirigida por Rob Reiner y que se basaba en un cuento de Stephen King llamado "El cuerpo" dentro del libro Different Seassons. Era una producción de la Columbia del año 1986 y narraba las andanzas de cuatro muchachos en un pueblo rural de Oregón que dejaban todo para buscar a un chico desaparecido.  En nuestros cines llegó en agosto del año siguiente, su estreno no fue tampoco un gran éxito, pero con el tiempo adquirió características de película de culto para ciertas generaciones.

En el reparto encontrábamos nombres luego míticos como el del recordado River Phoenix como Chris o el entonces carismático Corey Feldman como Teddy. A su lado otros que tuvieron más fama en la televisión estadounidense como  Jerry O´OConnell o Will Wheaton que era el protagonista con el nombre de "Gordie" en la versión original (nada que ver con “gordo”, de ahí que en el doblaje se le llamara Corni.) Richard Dreyfuss lo encarnaba de adulto y convertido en un escritor, un día leía que Chris uno de los miembros de ese grupo había muerto acuchillado tras intentar mediar en una pelea de un bar, lo cual ocasionaba que se pusiera a escribir sobre ellos y aquel verano de 1959 donde iniciaron aquella aventura.


Rob Reiner, su director, encadenó en los 80 una serie de títulos que si bien no todos fueron tampoco taquillazos , sí lograrían poco después beneficios ya fuera en pases televisivos o con el VHS, hablamos de La princesa prometida (1987), por ejemplo, que en su momento pasó inadvertida, aunque pueda sorprendernos el dato. Sí tendría más suerte comercial con Cuando Harry encontró a Sally (1989), Misery (1990) que sigue siendo una de las mejores adaptaciones de Stephen King o el drama judicial Algunos hombres buenos (1992) donde conseguía recuperar esa aureola del cine clásico y ofrecernos un careo inolvidable entre Jack Nicholson y Tom Cruise.

El cine de los 80 se caracterizó mucho por una suma de productos dirigidos a un público adolescente/juvenil, las modas imperantes decían que al cine mayoritariamente iban jóvenes y que había que ofrecerles títulos acordes con su edad para no perderlos, una de las películas más emblemáticas de aquellos tiempos fue Los Goonies (1985), producción de Steven Spielberg que contaba las andanzas de un grupo de niños en busca de un tesoro. Realmente esa fórmula no era para nada nueva, sus raíces ya estaban en aquellos cortos de Hal Roach de los años 20 titulados aquí como La pandilla (Our Gang) y que con la aparición de la televisión se convirtieron en serie. En nuestro país aquellos ecos se veían reflejados en series como Verano Azul de Antonio Mercero o las películas de Parchís de Javier Aguirre. Precisamente fue en los 80 cuando en el programa de "La bola de cristal" de TVE se recuperó aquella serie de Roach a raíz del éxito de tales películas y en los 90 se intentó retomarla.

Cuenta conmigo se diferenciaba de Los Goonies porque para nada era una película infantil, aunque el guion jugaba con astucia para que les pudiera gustar también. Ya en el primer plano los vemos reunidos y fumando y diciendo palabrotas, el guion de Raynold Gideon y Bruce A. Evans, hombres de confianza de Reiner habían creado un híbrido de géneros con el material del escritor y encontrábamos suspense, drama, aventura, comedia, mucha introspección psicológica: sentimientos de culpa, incomprensión familiar, la amistad sincera, el tema de la muerte prácticamente presente en todo el metraje… Se dejaba curiosamente de lado el tema del sexo salvo con alguna que otra insinuación.


Más de un lector puede pensar que con las coordenadas temporales y geográficas no se va a sentir para nada identificado, pero eso no ocurre, todo lo que vemos es atemporal y ese es uno de los grandes logros del film y que tras casi cuarenta años de su estreno se siga viendo por público de todas las edades. Hay también un elemento que hace que la vivamos aun más intensamente, esa válvula de escape que podían ser las amistades y huir de un mundo cerrado, aquí el de ese pueblo rural, hay una frase irónica hacia el final que dice que estuvieron solo dos días con sus andanzas y que al volver el pueblo parecía más pequeño.

Como he dicho antes, para que tampoco el público infantil la rechazara se volvía a recurrir al niño obeso (en las películas antes citadas siempre había uno y acababa siendo incluso el más recordado), aquí el doblaje volvió a hacer de las suyas y lo llamaron groseramente “Culograsa” y aparece en un momento en que están los chicos contando historietas a la luz del fuego. Esa historia es casi como una autoparodia de un cuento de terror del propio King, vemos como el niño con problemas de sobrepeso por culpa de unas glándulas y no por comer más (se incide en ello) participa en un concurso de comer rápido y para vengarse de todos los que le insultan se pone a vomitar en plan Monty Phython en El sentido de la vida

Pero no solo se pensó en atraer al público infantil, aunque la historia sucedía a finales de los 50 no era el estilo que aquella generación prefiriera más, pero la utilización de la canción de B.E.King "Stand By Me" creaba un poder de nostalgia y de recuerdos que incluso la hizo volver las listas del "hit parade" aquel verano y posteriormente se utilizó en diferentes anuncios. Fue una táctica que había dado excelentes resultados en películas como Único testigo (1985) y el "Wonderful Word" de Sam Cooke.

Reiner supo utilizar bien todo el material, excepto la voz en off de Dreyfuss que me atrevo a decir que salvo en las escenas finales es totalmente prescindible. Con solo 85 minutos de metraje asistimos a este paso del mundo de la infancia al umbral de la madurez, crea una serie de juegos metafóricos como las apariciones del tren como una máquina mortífera y deshumanizada, los chicos corriendo por la vía ya forman parte de la memoria cinéfila de más de uno o también escenas como la de las sanguijuelas que evocan en un cierto grado a La reina de África y que parece que fue una vivencia verídica del afamado escritor. El director le había preguntado a King cuánto de la historia era verdad y le contestó: "Bueno, para ser honesto con usted, soy un mentiroso patológico y no sé lo que es realidad y lo que no es verdad. Pero si no es verdad, debería serlo".

Es un título que suele estar en plataformas y ha estado editada y es fácil de encontrar, si no la conocen, creo que se pueden llevar una sorpresa y si ya la han visto no está de más ahondar en cada uno de los temas que trata y pensar y reflexionar sobre la frase del final: "Jamás llegué a encontrar amigos como aquellos que tuve cuando tenía doce años. Pero...¿hay de veras alguien que los encuentra?"

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