Donald Sutherland in memoriam: Amenaza en la sombra (1973)
El pasado 20 de junio fallecía a los 88 años Donald
Sutherland, prácticamente no paró de actuar hasta sus últimos días, fue un
actor singular, ya su físico se apartaba de los arquetipos de estrella y a
pesar de su gran profesionalidad nunca fue nominado al Oscar. Intervino en casi
200 películas, su popularidad le vino especialmente gracias a Robert Altman en
MASH (1970), pero en sus inicios intervino en varias películas de terror curiosas hoy
en día como El castillo de los muertos vivientes (1964), Doctor Terror (1965) o Te espera la muerte, querida del mismo año.
Para rendirle un pequeño homenaje he elegido otra de este género, aunque con más medios y en su día una película que dio bastante que hablar, se
trata de Amenaza en la sombra (Don´t Look Now) de Nicolas Roeg, en ella da vida al arquitecto John
Baxter que para intentar superar la muerte de su hija se traslada con su mujer
Laura (Julie Christie) a Venecia con el encargo de restaurar una vieja iglesia.
Durante su estancia conocerán a un par de ancianas que dicen haber entrado en
comunicación con su difunta hija y que les advierten de un peligro inminente.
Envuelta en la polémica por una escena de sexo en la que se
decía que era real, estuvo censurada y consiguió el calificativo de morbosa,
algo que probablemente la perjudicara a nivel de valoración artística, en todo
caso ha quedado como una obra para muchos de culto. En España se estrenó con
casi dos años de retraso en 1975 y fue vista por 338.103 espectadores.
Aparte de su argumento terrorífico y las inquietudes psicológicas que va destilando, destacaba por estar
rodada en Venecia, pero esta no se presentaba en plan turístico, no obstante
estaba en auge el éxito de Visconti con Muerte en Venecia donde ya la habíamos
visto decadente y de forma distinta a la acostumbrada. Otro dato a tener en
cuenta era que se trataba de una adaptación de Daphne du Marier, cuyo nombre
sonará a más de uno por haber escrito Rebecca o Los pájaros.
Roeg opta por superponer planos, mover la cámara con nervio, tender trampas al espectador, aunque si este es atento las irá hilando bien, más de un susto nos provocará y también alguna que otra controversia cuando la comentemos, habrá quien le parezca una maravilla, para otros un bodrio pretencioso o un ejercicio de estilo que en manos de un Hitchcock podía haber sido otra cosa. Pero aparte de todo esto, destacar al actor homenajeado Donald Sutherland cuyo papel le provocaría incluso cierto encasillamiento, recuerden La invasión de los ultracuerpos (1978) o incluso películas como Como plaga de langosta (1975) cuya media hora final se aproximaba al género de terror. Descanse un paz un actor con 169 películas y que sin el carisma de las grandes estrellas conseguía con cada aparición llenar la pantalla.
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