27/05/2022

Boeing, boeing. El vodevil vuelve a aterrizar

 


Consultando la programación teatral de Granada, leo que se va a representar el vodevil Boeing Boeing a mediados de junio y con él me viene a la mente el título que reunió en 1965 ni más ni menos que a Tony Curtis y a Jerry Lewis. Curiosamente, no es una película que se cite cuando se habla de ellos a pesar de lo divertidísima que es, todo un descubrimiento para quien no la haya visto.

La producción corría a cargo nuevamente de Hall B. Wallis para la Paramount, mis lectores ya leyeron la semana pasada que en 1968 tuvo que marchar a la Universal pues veía que no contaban con él, este fue de sus últimos trabajos en los estudios de la montaña, y fue el último de Jerry Lewis para estos poniendo fin a tres décadas donde pasó de ser el acompañante de Dean Martín a ser todo un excelente director y un reconocido cómico, pese a quien le pese. Lewis iniciaría a partir de ese año una cierta decadencia en sus trabajos a pesar de seguir siendo interesante, la comedia ya no interesaba tanto y él tampoco encajaba en los nuevos esquemas.

Boeing Boeing fue escrita en 1960 por el dramaturgo francés de origen italiano Mark Camoletti y fue representada con gran éxito en las principales capitales europeas, al productor le llamó enseguida la atención y ya propuso que se realizara, aunque llevando su acción a Roma, ya que creía que en París existía  cierta saturación de títulos, pero no lo consiguió. Se pensaron en muchos actores, incluso que la interpretara Mastroianni y Gassman o Peter O´ Toole del que Wallis estaba muy contento por Beckett. En cuanto las actrices, llegó a anunciar que Shirley McLaine estaría en el reparto, igualmente Janet Leigh, pero finalmente el reparto tuvo esta pareja extraña compuesta por Curtis y Lewis. En los créditos iniciales aparecen los dos nombres girando en círculo, me viene a la memoria aquella película folclórica de El balcón de la luna donde tuvieron que solucionar a quién colocar en primer lugar poniendo los tres nombres sin priorizar ninguno.

   




Tony Curtis entonces estaba en su momento más álgido, aunque empezaría a decaer en títulos poco afortunados posteriormente, su interpretación es excelente, creo que no descubro nada diciéndolo. En cambio la de Lewis es muy distinta de la que nos tenía acostumbrados, aquí no hace muecas y está más contenido. Se podría decir que es una interpretación de transición, aunque algunos críticos lo elogiaron por encima de Curtis, caso de Ángel Martínez Tomás en La Vanguardia : “de Jerry Lewis hemos de proclamar que es la mejor interpretación cinematográfica que hemos visto, en esta película no se comporta como un cretino atolondrado y estúpido en el que se le ha encasillado tan injustamente sino como un estupendo actor cómico que queda muy por encima de Tony Curtis a pesar de que éste se desenvuelve con soltura y gracia” 20-3-1965)


El director fue el poco conocido en cine John Rich, aunque en televisión tenía bastante fama especialmente con la serie Los héroes de Hogan, la película no sirvió para que se lanzase al séptimo arte, pero se desenvolvió bastante bien conjugando la pieza teatral con el lenguaje cinematográfico, priorizando el primero y sabiendo dónde usar el segundo. Mención aparte merecen las tres actrices que salen: Dany Saval, Christiane Schmidthmer y Suzanna Leigh, Ninguna tuvo una carrera significativa, más bien lo contrario, lo cual choca porque están realmente espléndidas en sus roles, pero quién se lleva la mejor parte es Thelma Ritter, de las mejores actrices secundarias que ha dado el cine

El argumento gira en torno al playboy Bernard Lawrence (Tony Curtis), un corresponsal destacado en París que engaña a tres azafatas haciéndoles creer a cada una de ellas que es su novia. Consigue mantener esta situación porque tienen un horario de trabajo diferente y en distintas líneas aéreas. Los problemas surgen cuando las chicas empiezan a trabajar para líneas aéreas que tienen potentes jets, lo que les permite pasar más tiempo en París.

Los especializados en teatro ya conocerán versiones de esta como la que 1962 dirigiera e interpretara Juanjo Menéndez, la que en 1964 dirigiera Carlos Lucena, la de Luis Varela en 1975, la de Paco Mir en el 2009, etc. Para esta ocasión el director será Ricard Reguant y tendrá como protagonistas a Andoni Ferreño y Agustín Bravo, para el papel que en la película interpretaba Thelma Ritter se cambia el género y lo hará Alberto Closas, las actrices serán Lydia Miranda, Lala Rod y Laura Artolachipi.


La obra estará de gira por toda España hasta llegar a Madrid el 17 de agosto, según Ferreño se trata de “la obra cumbre del vodevil moderno y como tal no tiene mensaje solo aspira a proporcionar diversión al espectador". Para el actor que aparte es promotor de esta, el vodevil es un género mágico muy difícil de hacer y hay que respetar sus entrañas para que funcione correctamente. Explica que no se parte de la película sino de la obra original, que se han actualizado algunos temas obligados como el uso del móvil y que el escenario será muy grande “siguiendo la máxima de nuestro maestro Arturo Fernández que decía que un vodevil necesita un gran decorado y aquí lo hay”.

Suerte pues para este Boeing Boeing, espero que sea una buena obra que nos haga reír en esta era post COVID y que de paso se vuelva a ver la película y recuperar las carreras de Tony Curtis, Jerry Lewis y Thelma Ritter. La tienen en DVD y en la plataforma Filmin



19/05/2022

Las mujeres de Enrique VIII: Ana de los mil días (1969)

 



Hall Wallis

Este post es el inicio de una serie que en semanas alternas iré dedicando a la temática de la figura de Enrique VIII y sus mujeres. Y lo inauguró con la película de 1969 llamada Ana de los mil días dirigida por Charles Jarrot, la producción corría a cargo del mítico Hal B. Wallis (Robín de los bosques, Casablanca, Duelo de titanes…). Acababa de dejar la Paramount porque veía que no contaban con él e ingresó en la Universal, el mundo del cine estaba cambiando, pero estos estudios seguían manteniendo el firme control del tipo de magnate tradicional, su jefe Lew Wasserman prefería tratar con productores de la vieja guardia como él. Casi podríamos decir que fue uno de sus últimos cantos de cisne, a esta siguió otra producción similar con el mismo realizador: María, reina de Escocia (1971) que trataba sobre el conflicto de más de 20 años entre el personaje principal, la sobrina nieta de Enrique, y la reina Isabel I, hija de Enrique y Ana Bolena.

Charles Jarrot

Wallis acabó su carrera con una secuela agradable, pero fallida de Valor de ley: El rifle y la Biblia (1975).Seis años antes de Ana de los mil días, había obtenido uno de sus grandes éxitos, no ya solo de público, sino de crítica, con Beckett dirigida por Peter Greenville. Aquí contrató a  Charles Jarrot, bastante desconocido y una apuesta arriesgada, pero sabía bien lo que elegía pues notable fue el trabajo. Desgraciadamente, no encontró el hueco merecido en posteriores producciones y pasó a ser un artesano más, la Disney lo fichó para varios de sus títulos en el Reino Unido en plena decadencia del estudio cómo El último vuelo del arca de Noé y Cóndorman.




La película es una adaptación de la producción teatral original de Broadway de 1948-1949 estrenada en Nueva York y que estuvo protagonizada por Rex Harrison y Joyce Redman interpretando al rey Enrique VIII y Ana Bolena, respectivamente. La obra estaba escrita por Maxwell Anderson que fue una pluma famosa en el mundo del cine, su obra de María Estuardo fue llevada al cine por John Ford en 1936, otras a destacar son La vida privada de Elizabeth y Essex, Cayo Largo, Juana de Arco, etc. Igualmente, escribió para Hitchcock el guion de Falso culpable y aparece no acreditado en el de Vértigo o Ben Hur

Ana Bolena fue reina de Inglaterra durante 1085 días, desde su matrimonio hasta su muerte: dos años, once meses y veinte días, de ahí el título. Para el papel, Wallis escogió a Geneviève Bujold tras no poder contar con Olivia Hussey. A pesar de que en el IMDB encontramos críticas de Richard Burton hacia ella, fue una recomendación de éste, en una nota de EFE publicada en la pág. 60 de "La Vanguardia" el 31 de mayo de 1969 leemos lo siguiente: “Richard Burton descubre a una gran actriz. Richard Burton presentará al público en su versión de Enrique VIII una nueva actriz en el papel de Ana Bolena, la canadiense de origen francés Geneviève Bujold que la ha comparado con Vivien Leigh:“es como una edición en miniatura de la inolvidable Vivien, tiene la misma clase de sensibilidad nerviosa”. En los estudios Shepperton de Londres donde ha comenzado el rodaje de Ana de los mil días, la actriz de 26 años ha comentado que se sintió conmovida cuando Burton la llamó para la película, ha interpretado hasta ahora solo papeles secundarios, fue al verla en Isabel, película dirigida por su marido Paul Almond donde Burton y el productor Hal Walis decidieron darle el papel de Ana Bolena


Se llegó a pensar incluso en Liz Taylor para el papel, pero por la edad no resultaba, la actriz estuvo viendo el rodaje constantemente viendo a su marido, lo cual provocaba malestar en Geneviève Bujold ya que se sentía menospreciada. Incluso la Taylor tiene un cameo como una cortesana enmascarada que interrumpe las oraciones de la reina Catalina interpretada por Irene Papas.


La actuación de Richard Burton tuvo división de críticas, algunos lo vieron un rey demasiado pequeño, probablemente porque tenían en mente el Charles Laughton de La vida privada de Enrique VIII o el Robert Shaw de Un hombre para la eternidad, llegó a odiar tanto la película como su actuación, pero quedó asombrado cuando recibió una nominación al Premio de la Academia como Mejor Actor, creo, por otra parte, que muy merecida, pues es de sus papeles mejor medidos. E igualmente Bujold vio cómo su interpretación, que transmitía la ambición del personaje así como la soledad y desesperación posterior, era nominada. Aquel año la ganadora fue Maggie Smith por Los mejores años de Miss Brodie, tenía bastante competencia, también estaba Jean Simmons por la excelente Con los ojos cerrados.

Los 145 minutos de metraje pasan rápidos, el ritmo es excelente, casi no se nota su procedencia teatral, cercano estaba el gran éxito del Romeo y Julieta de Zeffirelli y el lenguaje cinematográfico vivaz predominaba, por suerte, en este tipo de producciones que dejaban de lado actuaciones excesivas y un acartonamiento desfasado. Atractiva visualmente, su dirección artística es maravillosa y elimina cualquier barrera para que el espectador contemple esa corte tan fastuosa como perversa y veamos también mucho más allá en cada personaje dotándoles de una profundidad psicológica empática.


Podremos contemplar el verismo en los escenarios ya que la película fue rodada en los mismos lugares históricos donde transcurrió el drama, entre ellos los castillos de Penshurst con su famoso jardín Tudor, el de Hever y el parque de Richmond, todo con una música ambiental con la firma de George Delerue que había compuesto poco antes la de Un hombre para la eternidad, encontraremos motivos renacentistas, instrumentos de la época y hasta inclusión de baladas

El 24 de febrero de 1970 se estrenó en el Reino Unido, en España el 17 de octubre del año siguiente. la película llegó a tener 10 nominaciones a los Oscars, sin embargo solo se llevó el de mejor vestuario. La película está editada en DVD y Blu Ray.



12/05/2022

Centenario de Tony Leblanc: Los tramposos

 



Se cumple estos días el centenario del gran actor Tony Leblanc, que como es sabido nació en el mismísimo Museo del Prado un 7 de mayo de 1922. Con una importante carrera en teatro, empresario, televisión o cine, es en este último dónde más podemos recordar sus trabajos, aunque en la pequeña pantalla últimamente gracias al archivo de Televisión Española podemos recordar alguna que otra actuación. Sus películas son en su mayoría comedias populares, casi hasta se podría decir que hacía de él mismo y aunque algunos le pudieran reprochar la falta de papeles serios o películas con directores más reputados, lo cierto es que un repaso por ella nos trae infinidad de títulos divertidos, comedias que daban dinero y que a pesar de los años siguen recordándose, de ahí que estén en diversas plataformas y gran parte de ellas se editarán en DVD.

Su época de más fama en el celuloide fue a mediados de los 50 y en los 60, Aunque él ya debutara en 1944 en un papel sin voz en Eugenia de Montijo, al año siguiente ya tendría uno breve pero con voz en Los últimos de Filipinas (1945), y Luis Lucia le da su papel primero de protagonista en Dos cuentos para dos, directores como Florián Rey en La cigarra, Rovira Beleta en 39 cartas de amor cuentan con él. En 1950 comienza a tener popularidad gracias a la adaptación de la zarzuela La revoltosa que dirige José Díaz Morales y comparte protagonismo con una joven Carmen Sevilla. 



Su participación en películas ya míticas del cine español como Historias de la radio, Manolo Guardia urbano, Las muchachas de azul o Los ángeles del volante de dan cierto empujón a su carrera a la que le faltaban más papeles como protagonista.1958 es un año crucial ya que participa en El tigre de Chamberí  de Pedro Luis Ramírez con José Luis Ozores, película reivindicada por muchos, y muy especialmente Las chicas de la Cruz Roja, uno de los grandes éxitos del cine español y que compartiría protagonismo con Concha Velasco, la química entre los dos llevaría a que protagonizarán 13 películas, una de las más emblemáticas y qué traigo hoy es Los tramposos de Pedro Lazaga de 1959. Me hubiera gustado hablar de una bastante desconocida llamada Julia y el celacanto, espero en próximas citas traerla.

Seguramente, Los tramposos la habrán visto más de una vez parte de mis lectores, es una de las comedias más emitidas por televisión, al menos hace algunos años, reconozco que ando lejos de las parrillas actuales. Como suele pasar en el cine español de la época y más hablando de este director, la mayoría de los críticos no alabó este trabajo, se la tildaba de una comedia mediocre que había envejecido ya bastante, solo hace falta mirar las hemerotecas de los días en que la emitían. 


Pero, curiosamente Los tramposos ha tenido cierto resurgir, creo que también debido a la evolución de la filmografía del actor. Aunque sonaré repetitivo, creo que hay que recordar que Tony Leblanc se retiró del cine bastante pronto a mediados de los 70 con una olvidable película llamada Tres suecas para tres Rodríguez también de Lazaga, empezaban a ser tiempos malos para las comedias populares y la salud del actor le obligaba a tomarse con más calma sus apariciones. Un fatal accidente de coche en 1983 le llevó prácticamente al retiro de la vida pública. Gracias a Santiago Segura y su Torrente, Leblanc volvió al cine y a partir de allí cierta generación joven se interesó por varias de sus comedias, una de ellas Los tramposos. Sin embargo hay más títulos que pudieron desempolvarse el polvo. ahí tenemos Don Lucio y el hermano Pío, Tres de la Cruz Roja, Sabían demasiado, La dinamita está servida, Los subdesarrollados, Los que tocan el piano o El astronauta entre otras muchas.

Un dato algo escondido de Los tramposos es que en el guion colaboró Luis García Berlanga a pesar de que no aparece acreditado,  su éxito y que a pesar de sus casi ya 65 años siga programándose  es que parte de un tema muy español que no es otro que la picaresca, y si a está le añadimos comicidad, el éxito está más o menos asegurado. Aparte de Berlanga, en el guion contábamos con José Luis Dibildos y Miguel Martín, cuyo argumento también era de ellos, suponía ya ese cine español de la tercera vía. Estrenada el 2 de noviembre de 1959, además de la pareja protagonista teníamos a un joven Antonio Ozores,  Laura Valenzuela, José Luis López Vázquez, Manuel Gómez Bur y también el reputado José María Rodero que no acabó de cuajar en el cine como en el teatro, aquí aparecía con la que era su esposa Elvira Quintillá.




Tiene la película cierto paralelismo con las comedias italianas del momento, recordemos Rufufú. aquí es evidente que el argumento tenía que ir combinado con cierta moralina y sentido del arrepentimiento, pero a pesar de estos giros inevitables, la película refleja el aire de miseria y la sociedad del momento, la cual tampoco es que haya cambiado mucho actualmente. A pesar del desprestigio que tenía Lazaga en las revistas del momento, salvo el "Film Ideal" en ocasiones, sí que varios críticos destacaron el trabajo del actor, Alfonso Sánchez llegó a escribir que en Hollywood sería un actor con éxito y José Luis Guarner dijo que era “una película de una vitalidad tan desbordante que consigue hacer olvidar pequeños defectos como rupturas de tono, etc. de que adolece en algunos momentos."

Sin llegar a ser una notable película, en cualquier momento podemos disfrutar de ella, sonreír y disfrutar de este gran cómico que era Tony Leblanc.




05/05/2022

La noche oscura: La actuación mística de Juan Diego

 


El pasado jueves fallecía Juan Diego, sin ánimo de que este blog se convierta en un obituario semanal, vamos a dedicarle un pequeño homenaje y para eso he escogido la película La noche oscura (1989) de Carlos Saura. Juan Diego era inquieto y observador, siempre buscó hacer cosas distintas, él decía que “mi sistema es hacerlo mal, siempre a contracorriente y así a lo mejor sorprendes”. Saura a finales de los años 80 lo convirtió en San Juan de la Cruz, el actor comentaba: “es muy cómodo trabajar con Saura porque es uno de esos directores donde la posible estupidez no es rechazada de inmediato, me gusta la dimensión mágica que tiene La noche oscura, creo que desde la miseria hemos hecho una especie de metafísica de la basura

Carlos Saura

La figura de San Juan de la Cruz había atraído ya desde muy pronto a Saura, incluso de manera indirecta algunos de los textos de él aparecen en Mamá cumple cien años recitados por Fernando Fernán Gómez y en Ana y los lobos, el director decía al respecto que había ido acumulando material sobre él desde hacía muchos años: “la creación no es nunca espontánea, existe un proceso que es el que te permite enfrentarte con ciertos temas, si hacerlos antes sería un error, hacerlos después a lo mejor no merece la pena. Yo creo que era el momento que yo hiciese mi reflexión sobre San Juan de la Cruz”.

Juan Diego

El director quedó muy contento con la interpretación de Juan Diego del que dijo: "es un actor muy versátil que para mí ha sido una revelación, es una persona muy sensible, con una increíble capacidad mimética. Realmente, él tiene esa extraña capacidad de transformación de los grandes actores. Él hace de la experiencia una vivencia personal, al mismo tiempo todo lo hace inteligentemente, no hay frivolidad no hay ligereza. Es un hombre muy preparado que sabe hacer muy bien lo que hace."

La película se centra durante el tiempo en que San Juan de la Cruz permaneció encarcelado, en concreto nueve meses en una cárcel de Toledo a causa de la rivalidad que existía entre los carmelitas calzados y los descalzos, estos últimos secuestraron a San Juan y después de un juicio sumarísimo, fue trasladado a una celda en el mes de diciembre. Solo la abandonaba los viernes, le daban una paliza y lo volvían a encerrar, comía solo sardinas y pan. Saura remarcaba que nunca hubiera podido sobrevivir si no llega a establecer comunicación con Dios, que “le iluminó y dictó sus poemas”.

En sus noventa esquemáticos minutos explora el pensamiento profundo de este Santo y más allá de sus escritos, vemos cómo soñaba, trataba sus tentaciones, sus recuerdos, las apariciones y milagros, visiones horrorosas, imágenes de luz súbita, espíritus nauseabundos… A pesar de que no será fácil para ciertos espectadores seguirla en su totalidad y menos comprenderla, es una película que despierta cierta atracción, en parte gracias a la utilización de su fotografía, la cual consigue un contraste bello entre la luz que lo va iluminando y la oscuridad del monasterio con los rayos que entran y la sensación de poder captar lo que hay fuera sin verlo. Por contra, hay otros momentos algo controvertidos, como el de las tentaciones y la aparición del diablo que no acaban de ser bien resueltos y entorpecen el ritmo.


En su breve reparto contamos también con Fernando Guillén, Manuel de Blas, Fermí Rexach, Julie Delpy, etc. El equipo fue el habitual. entre ellos el director de fotografía Teo Escamilla. Andrés Vicente Gómez fue el productor.


Un aspecto que creo que falla en el guion es una previa explicación, pues teniendo en cuenta la cultura y más la actual, es probable que más de uno se pierda en el argumento. Sobre San Juan de la Cruz decir que nació en 1542 en una pequeña población abulense, Fontiveros. De familia modesta, aunque noble, se trasladó en su infancia a Medina del Campo, la verdad es que no son muchos los datos de “el gran poeta más breve de la lengua española, acaso de la literatura universal” como le calificó Jorge Guillén. Con 19 años, ingresó en la orden carmelitana, estudió en Salamanca y conoció a Santa Teresa de Jesús con la que se puso de acuerdo para iniciar la reforma carmelita, biografías cruzadas las de ambos y  paralelas en muchos puntos, sobre todo en el de las penalidades que hubieron de sufrir.

Saura dice que lo más atractivo de la vida de San Juan no es la parte pragmática de su labor organizativa, la fundación de nuevos conventos, ni tampoco, sorprendentemente, su obra, sino lo que sucedió en aquellos nueve meses encerrado en ese agujero inmundo y viéndose como un mensajero que escribe al dictado, “una especie de intermediario entre Dios y la tierra, esta idea de que el autor no es el autor, sino un autor soberano por usar una expresión calderoniana, me parece una de las cosas más apasionantes de este personaje”

Incluyó pasajes que históricamente no corresponden al periodo, la iluminación que da pie al poema“Noche oscura del alma” escrito realmente una vez recuperada la libertad en el Calvario de Beas (noviembre de 1578 a junio de 1579), pero para Saura contar una historia o el aspecto cronológico no era lo importante, sino mostrar los fragmentos : "No he pretendido hacer una película histórica con San Juan, trato de respetar unos hechos históricos y estudiar un personaje concreto con gran libertad, pero respondiendo a lo que sucedió. Divulgar no es la principal motivación que tengo para hacer una película, sino mi interés por un determinado personaje”

A pesar de las contradicciones que puede haber por parte de algunas declaraciones del propio director,  tiempo después matizó el tema sobre si la película era mística y él lo resumía de esta manera quedando aún más ambiguo el tema: : “no es una película sobre el misticismo, al menos considerado éste en el sentido religioso. Digo esto porque coma a mi juicio, hay un misticismo laico, y éste sí puede estar en la película, pero no el otro. En La noche oscura pretendo acercarme al proceso interior de la creación poética de Juan de la Cruz que es un poeta tan excelso que cuatro siglos después sigue siendo leído en Europa. Cuando se está produciendo un esfuerzo general de búsqueda de nuestra identidad, volver la mirada hacia un poeta como éste no significa refugiarse en el pasado y retroceder a temas antiguos.


Y precisamente esta dificultad sobre lo que quería contar Saura verdaderamente está bien expresada en la interpretación de Juan Diego que se mete de lleno del personaje. El actor expresaba que al principio tuvo un encuentro casi mágico con Saura: “nos entendimos a la primera, pero a partir de ahí comencé poco a poco a perderle y hay escenas que literalmente me superaron, me desbordaron, y lo tuve que hacer casi inconscientemente sin saber que estaba haciendo. Yo seguía las instrucciones de Saura, pero no tenía ninguna manera de saber si San Juan de la Cruz seguía las mías. Algo sencillo de decir y muy difícil de hacer”. El actor reconocía que le era difícil salir del personaje cuando este es  alguien que te descubre cosas que yo desconocía de mí mismo”.

Revisemos pues La noche oscura que a pesar de sus defectos y ambigüedades, probablemente en cada visionado hallemos algo y no siempre insertado en el plan inicial de Saura, las grandes películas están llenas de diferentes lecturas y sea este un misticismo religioso o laico, o tal vez los dos sean el mismo, nos puede hacer descubrir aspectos que desconocíamos de la misma manera que le pasó a Juan Diego metiéndose en el personaje. Aparte de todo esto, es uno de los mejores homenajes que le podemos hacer y oír en su voz toda esa poesía que, sin duda alguna, ya justifica el visionado.

28/04/2022

La película con Jacques Perrin que la mayoría de medios no "buscó" en el "corte y pega"

 


El pasado jueves fallecía el actor Jacques Perrin, el cual casi todos lo recordarán por su papel en Cinema Paradiso. La mayoría de los medios pusieron que era un actor famoso sobre todo por esta y Los chicos del coro, otros citaron sus comienzos con Valerio Zurlini y La chica con la maleta y Crónica familiar. La mayoría aplicó lo del corte y pega y poca información ofrecieron y más lamentable fue en nuestros medios, salvo contadas excepciones como el programa "Días de cine". 

Subrayo esto porque  el actor intervino en una de las producciones patrias más importantes de aquellos 60 y que se llamaba La busca, adaptación de la novela de Pío Baroja, el film dirigido por Angelino Fons era de los títulos clave de aquel nuevo cine español que tanto decían que tenía que pulir.

Pío Baroja

Perrin ofrecía una gran actuación, se metía muy de lleno en el papel de ese chico inocente e ingenuo que no encontraba lugar en la vida, ni en ese Madrid qué tanto prometía. Baroja situó la novela dentro de la trilogía de "La lucha por la vida", a esta seguían Mala hierba (1904) y Aurora roja (1905). Había aparecido por entregas en el diario "El globo" y la situaba hacia finales del siglo XIX y comienzos del XX. 

El texto no era fácil de llevar al cine debido a las constantes del autor, como solía ser el desorden temporal, por lo que Angelino Fons elaboró un guion junto a Juan Césarabea, Flora Prieto y Nino Quevedo. Es probable que más de un lector joven no les suene de nada el nombre del director, él también tuvo su "busca" particular y el mundo del cine no le ofreció lo que él pensaba en un principio, los fracasos de sus películas más serias le obligaron a filmar productos comerciales  como El Cid cabreador en 1983, creo que por eso su obra no está lo suficientemente reconocida. Aparte de esta adaptación es recomendable la que hizo de Fortunata y Jacinta de Benito Pérez Galdós, quizá arrinconada por la serie de televisión posterior, particularmente la Marianela que realizó en 1972 me gusta, pero cierta crítica no perdonó que la protagonizara Rocío Dúrcal .

La busca en su versión cinematográfica tiene un ingrediente añadido y es ver ese Madrid que acabó barrido por la M 30, es pues un documental de unas calles y lugares que ya no existen, en ningún momento veremos el Madrid de los Austrias, ni nada turístico, era pues una decisión arriesgada llevar al cine tal novela, Nino Quevedo, al que he mencionado antes, se encargó de producirla, como hiciera dos años antes con La Tía Tula, por cierto entre su filmografía cuenta con otra película en la que interviene el actor: Goya historia de una sociedad de 1971.


En el Festival de Venecia, el actor se llevó el premio a la mejor actuación que compartió también con la que ofreció en Un hombre dividido dirigida por Vittorio de Seta  (no confundir con De Sica). A pesar de que en la película de Fons el actor estaba doblado por José Luis Yzaguirre, no por ello hay que menospreciar otros rasgos interpretativos como las miradas, gestos, etc. Toda esa comunicación no verbal que un buen actor ofrece y en este caso el papel le venía como anillo al dedo. 

Lamentable que diarios de nuestro país y ciertos críticos olviden nuestra filmografía, la película se
puede visionar a través de la plataforma de Flixolé y la recomiendo abiertamente, aunque ya les avisó que no es fácil, su dureza y pesimismo no solían ser las características habituales en nuestro cine patrio que en más de una ocasión tenían que disimular endulzando la historia. Aquí no es el caso, la ambientación en otra época permitió pasar el filtro de la censura, aunque era evidente que lo que estábamos viendo era la época en que se rodaba o al menos pocos años antes.

Con estas líneas he querido homenajear a un actor, pero también a ese cine tan olvidado nuestro y el recordar a Pío Baroja, el cual a pesar de su afición al cine solo se llevaron al cine Zalacaín el aventurero en dos ocasiones (Francisco Camacho en 1929 y Juan de Orduña en 1955), Las inquietudes de Shanti Andia (1947) por Arturo Ruiz Castillo y la que estoy comentando.

22/04/2022

Romeo y Julieta de Zeffirelli

 


Hay películas por las que uno siente un cariño especial, una es este Romeo y Julieta de 1968 dirigida por Franco Zeffirelli. Llegué a ella hace ya mucho tiempo a través de su banda sonora compuesta por Nino Rota, su tema de amor sonaba entonces mucho por la radio, hubo múltiples versiones instrumentales, una de ellas de Henry Mancini. Esas notas renacentistas con esos instrumentos de la época conseguían atraerte a la historia de la música y coger ventaja cuando nos la enseñaban de aquella manera en el Bachillerato.






Zeffirelli que fue ayudante de Visconti y un reputado director de ópera,  tuvo una filmografía algo irregular. Tras rodar esta, sufrió un grave accidente por la que estuvo apartado detrás de las cámaras varios años, su regreso al cine fue con aquel Hermano sol, hermana Luna que muchos no toleraron bien ya que tenía un una estética hippie y un mensaje ecologista que curiosamente la crítica de izquierda fue la que cargó más contra esta, aunque en el aspecto religioso, los sectores más progresistas la vieron con buenos ojos. 

Posteriormente  cosechó un gran éxito con la serie sobre Jesús de Nazaret  y que en cine se estrenó en una versión abreviada. Esta película también le llevó a ser detestado por otros que veían una película reaccionaria en contra de aquel Jesús que dirigiera Pasolini. El director buscó luego comercialidad dirigiendo un remake de El campeón de King Vidor, se la etiquetó como la película más lacrimógena de la historia, luego siguió En Estados Unidos rodando un drama adolescente titulado Amor sin fin que tuvo su éxito por la canción y que supuso el debut de Tom Cruise en un brevísimo papel, la película explotaba la entonces belleza y fama de la hoy olvidadísima Brooke Shields. 

El director se fue alejando del cine y rodó óperas y no volvió al cine hasta 1988 con El joven Toscanini, en 1990 se atrevió con una versión de Hamlet interpretada por Mel Gibson, la cual creo que no se trató muy bien en gran parte por culpa de la consideración hacia el actor, posteriormente sus películas no tuvieron el eco pretendido, ahí hay una versión de Jane Eyre interesante con el recientemente fallecido William Hurt, alguna producción para revisar cómo Té con Mussolini o aquella Callas Forever y poco más. En la web de Televisión Española hay una interesante entrevista que le hizo Joaquín Soler Serrano en el A fondo A fondo: Franco Zeffirelli | RTVE Play

Vuelvo a su Romeo y Julieta, de esas películas que si un día me pidieran una lista de títulos por las que pasé a ser un cinéfilo la pondría. A muchos nos sigue ocurriendo que cuando comentamos con alguien que escribimos de cine nos toman por vulgares, como si estuviéramos hablando de ir a tomar tapas o jugar con la consola, esto ocurre básicamente por la ignorancia que hay hoy en día respecto al séptimo arte y es que una cosa es cine y otra ver películas. El cine estaba llamado, y perdonen que use el pretérito, a ser la suma de las artes, de la música, la pintura, la literatura, la fotografía, el teatro, etcétera. Precisamente este Romeo y Julieta es la suma de todos estos componentes, la primera vez que la vi senti una afición indescriptible hacia lo que podía ser el cine, entonces no sabía mucho del mundo del celuloide, en el colegio no se nos enseñaba ni de aquella manera…

Creo que no hace falta ya decir, eso espero, que se trata de una adaptación del inmortal de William Shakespeare y coincidiendo que este 23 de abril falleció, he pensado que hoy podía rescatar esta película. Como también ya sabréis, ha habido otras adaptaciones, la más famosa entonces fue la que dirigiera a George Cukor en 1936 con un imposible Leslie Howard que contaba con 43 años y Norma Shearer con 34. La versión de Zeffirelli destacaba por sus dos intérpretes jóvenes, en el momento del estreno se publicitó con la frase de “la película de la juventud”, además estábamos en 1968 por lo que adquirió otras connotaciones que aumentaron la taquilla. 



No tenían ni 20 años los enamorados, ella era Olivia Hussey cuya carrera posterior contó con algún título de éxito aunque de secundaria y luego básicamente para televisión. Él era Leonard Withing que había trabajado en alguna producción Disney adolescente y que en teatro protagonizó el musical Oliver. Su carrera fue peor que la de ella, aunque al año siguiente logró también cierta fama haciendo un papel de Casanova de la mano de Luigi Comencini pero sus posteriores títulos en cine que pretendían convertirlo en galán fueron flojos y se dedicó al teatro. Pero no cabe duda de que fueron unos excelentes Romeo y Julieta y demostraban ya una madurez unida a la inocencia de sus edades, hubo problemas para mostrarles desnudos con la censura al ser menores de edad.

Pero aparte de la elección juvenil de los actores hay otra característica, no es teatro filmado, ni siquiera tiene una puesta en escena así, es un excelente escenario de cine. Grandes secuencias como el entierro de ella o la secuencia del balcón son imposibles de olvidar, los duelos entre Montescos y Capuletos, aquí son vistos como peleas callejeras entre burgueses del siglo XV, el vestuario es vistoso y la fotografía de Pascuale de Santis. excelente.

Tanto gustó que incluso Lawrence Olivier puso la voz en off, véanla y la comentamos.





11/04/2022

El Judas de Iquino, más allá de una película religiosa.

 


Tiempo de Semana Santa y de tradiciones como las que hay en los pueblos catalanes de Esparraguera u Olesa donde vecinos del pueblo representan cada año la vida de Jesús en el teatro. La del primer pueblo quedó inmortalizada en el cine de la mano de Ignacio F. Iquino en 1952 con su película El Judas que contaba la historia de un individuo de malos sentimientos y peores acciones, dispuesto a todo con tal de satisfacer su avaricia y vanidad y que se mostraba descontento con el papel de Judas que le tocaba encarnar ya que él a toda costa quiere el papel de Jesús.


Antes de seguir con la película, me permitirán que sitúe brevemente a su director del cual he tenido la oportunidad ya de hablar de él en este blog con La familia Vila. El IMDB nos indica 84 realizaciones, 104 guiones, 42 veces de productor, 16 de director de fotografía, etc. A pesar de todo su trabajo, Iquino es un nombre olvidado, poco reconocido injustamente, aunque por suerte algunos críticos le han sabido valorar su trabajo, caso de Àngel Comas en la excelente biografía que escribió (Ignacio F. Iquino, hombre de cine. Ed. Laertes, 2003).

Su primer largo es de 1936 con Al margen de la ley y su último de 1984 con Yo amo la danza, seis décadas que se dice pronto. Su cine popular empezó a llenar salas, títulos como Alma de Dios (1941), El difunto es un vivo (1941), El hombre de los muñecos (1943) Una sombra en la ventana (1945) o El tambor del Bruch (1948) le dieron nombre, aunque la crítica no fue su mejor aliada, desgraciadamente muchos de estos títulos son prácticamente imposibles de encontrar.

Como persona ambiciosa que era, crea sus propios estudios en el Paralelo de Barcelona en los 50 (Los IFI) y siempre presumía de que tenía calefacción, y añadía que no como los Orphea donde los actores se congelaban. Cuando empieza con la idea de hacer El Judas llevaba dos años con estos donde había llevado a cabo nueve títulos. Las cuentas no salían y necesitaba una película comercial y lo suficientemente atractiva para que se la declarase de Interés nacional. La idea de una película religiosa podía llevarle a conseguir tal propósito y más en un momento en el que coincidiría con el "Congreso Eucarístico Internacional de Barcelona" de ese año 1952 y las negociaciones del Concordato con el Vaticano resueltas al año siguiente.

Aunque en un primer momento no se le concedió, finalmente sí “considerando sus calidades artísticas y técnicas y sobre todo por su contenido profundamente ejemplarizadora que exalta los principios del cristianismo. Para que no pase desapercibido el esfuerzo efectuado por la casa productora” decía el informe.



Antonio Vilar
El reparto de El Judas estaba encabezado por Antonio Vilar, galán de los 40 y 50 y como inspector tenemos a Manuel Gas, en el papel de Montserrat a María Rosa Fornaguera. El resto del reparto estaba formado por los integrantes del Patronato de “La passió” de Esparraguera, de la obra sindical “Educación y descanso” tal como nos indican los créditos, por tanto actores no profesionales y vecinos del pueblo. Para el guion recurrió a su paisano Rafael. J. Salvia que dirigiría grandes éxitos poco después como Aquí hay petróleo, Manolo, guardia urbano, Las chicas de la Cruz Roja, aparte de escribir los guiones de La gran familia, Atraco a las tres, Sor Citroen o Don Erre que Erre.

La película se estrenó el 23 de mayo de 1952, para aumentar la comercialidad se llegó a anunciar que sería la primera película que el Franquismo permitía que se hablase en catalán, algo que finalmente en Barcelona no fue así, aunque en determinadas localidades y especialmente en los tiempos de Semana Santa sí que se pasaba tal copia en la que el catalán se utilizaba para las conversaciones coloquiales. En los créditos iniciales de algunas copias, vemos que aparecían en esta lengua.

El Arzobispo de Barcelona, D. Gregorio Modrego recurrió al canónigo de la Catedral, el P. Ciprià Montserrat para aquello que tanto temían los directores de asesorar y controlar la película, repetiría con él después y con Pedro Lazaga en El frente infinito.


Si no fuera por la habilidad de Iquino y de Salvia, no se recordaría hoy en día El Judas sino como una película de las llamadas despectivamente de estampita, aunque también hay una buena dosis de títulos notables no reconocidos suficientemente, este tipo de cine envejecería pronto y le darían la espalda los mismos creyentes cuando el Concilio Vaticano II cambia el rumbo de la Iglesia y la España del 600 iba dejando las iglesias sin el fervor de antes.

 Pero la película tiene más, por una parte estamos ante un neorrealismo que aunque no hay que tomar al pie de la letra del italiano, sí que guarda coincidencias. Por una parte, ya hemos dicho que la mayoría de los actores no son profesionales, que casi todo está rodado en la calle, que tomando como pretexto la obra religiosa salen a la palestra temas sociales como la inmigración o la miseria. Incluso se puede ver como una película de cine negro con el protagonista al margen de la ley. Toda esa escena de los primos del protagonista que tienen que marchar por la estafa que les ha hecho con la piedra hasta recordaría a películas tipo Surcos.

Es también una película sobre el teatro y toda una síntesis de una manera de actuar, el protagonista a pesar de saberse bien el papel necesita recurrir a un antiguo actor que pasó a ser monje en el Monasterio de Montserrat. Este le dice que ha de tener empatía con la gente, aquí comienza su redención personal con el papel, no ya solo la de conseguir ser un buen actor.

Aparte de todos los temas, Iquino consigue también que el espectador sienta la película con emotivas escenas, los fragmentos de la obra dan pie a situaciones análogas en la acción de esta. Como suele ser habitual, Iquino muestra toda su sabiduría cinematográfica, tanto en la utilización de la luz, en los contrapicados y sabiendo sacar provecho de unos actores que parecen todos profesionales.

Con este filme, Iquino logra su mayor éxito y el apoyo de una crítica que salvo en otras contadas ocasiones le tendría en cuenta. El director estuvo tan satisfecho que repitió el esquema poco tiempo después con La pecadora (María de Magdala) en 1956 interpretada por Carmen de Lirio y contando con actores no profesionales de "La Passió de Cervera" mostrando también un paralelismo entre la protagonista y la obra en cuestión.

La película solo se puede ver actualmente en la plataforma FlixOlé. Merecería una edición de coleccionista en DVD, pero recurriendo al Evangelio ya sabemos que nadie es profeta en su tierra.

 

El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...