08/07/2022

Publicidad mientras cantan La Marsellesa en Casablanca

 

 El pasado viernes acababa el espacio "Classics" de José Luis Garci en la Trece y lo hacía por todo lo alto con la emisión de Casablanca. A pesar de que se emitió hace poco en La 2 y nuestros DVDs están algo usados de tanto ponerla, la quise ver “in situ”, o sea aguantando la publicidad. Mala opción, llegaba uno de los momentos cumbre que es cuando cantan "La Marsellesa", me emociona tanto esa escena que incluso subí un poco el volumen, empiezan a cantar, pero todo se viene abajo, algún iluminado cortó para meter los anuncios.

 Este corte pasará a la historia de los sacrilegios televisivos en lo que se refiere a la emisión de películas, corría el año 1986 y TVE programaba Con la muerte en los talones, en medio de la escena de la avioneta decidieron cortar, aquello en su día fue muy comentado, no sé si por entonces la directora de TVE, Pilar Miró, publicó algunas disculpas o cortó alguna cabeza. La TRECE como cadena privada que es, tiene todo el derecho de poner publicidad, es su fuente de ingreso y cuando acudo a su programación me la tengo que tragar. Pero de ahí a faltar el respeto a una película que es una obra de arte ya traspasa la línea roja, ignoro si José Luis Garci sabe algo al respecto, es de imaginar que se enfadase.

 La Trinca en sus buenos tiempos cantaba aquello de "qué bonitos son los anuncios, qué lástima que los corten para dar programas"…  

 Cuando aparecieron las privadas el tema de los cortes en películas empeoró, ya nos había avisado Fellini de ello en Italia. Tele 5 que por aquel entonces tenía una excelente programación cinematográfica cortaba cada quince minutos, su entonces director general Valerio Lazarov incluso se inventó lo de cortar después de los créditos iniciales, aquello mareaba más que sus zooms, por suerte esa idea no prosperó, aunque en unas Navidades se le ocurrió dar la publicidad de los Turrones "El Lobo" con un concurso sacando al animal en un minuto determinado de la película aullando.

 Antena 3 no cortaba tanto, pero sus interrupciones eran más largas, recuerdo un anuncio en prensa que decían que controlaban dónde cortaban para no enfadar al espectador. Si no querías anuncios en una privada, tenías que pagar el Canal Plus y si no aguantar, repito que era su medio de financiación y lo aceptaba, nunca dejé de ver películas en las privadas de esos tiempos por esta cuestión, pero recalco que los cortes eran casi siempre al acabar una escena o un diálogo.

 Con el tiempo y otras cadenas, la cosa no mejoró. Apareció La Sexta 3 con una programación llena de películas, pero metían la publicidad salvajemente, ya fuese en medio de una canción o cuando faltaban dos minutos para el final. Decían que era debido a que tenían que cortar en el mismo momento que Antena3. Cuando La Sexta 3 dejó de funcionar muchos lo lamentaron, pero para servidor fue casi una alegría no tener que aguantar más esos tijeretazos. En aquel tiempo, TVE ya había dejado de dar publicidad, pero coincidió esa decisión con un bajón tremendo de audiencia de la 1 y en vez de llenarnos las tardes de los fines de semana con clásicos sin publicidad, nos colocaron telefilmes que solo en su casa conocían ¿Tendría razón La Trinca en lamentar los cortes de los spots para dar espacios?

 En fin, que el corte de Casablanca ha dado cierta mala imagen al programa de "Classics" y me deja un muy mal sabor de boca. Aquí en este blog escribí, después de comentar otros aspectos negativos de la Trece, que recuperar este espacio podía ser el inicio de una buena amistad. Por una parte, se ha mejorado en algunos aspectos, ya no quitan los créditos iniciales, los formatos al menos se han ido respetando con alguna pequeña trampilla como ensanchar algo el 4:3 original, se han buscado mejores copias…

Pero la amistad habrá que dejarla para la segunda temporada, a ver si llega…De momento me quedo con una frase que soltó Ugo Tognazzi en un programa de Àngel Casas cuando este le preguntaba cómo era la relación entre los actores italianos con los que había trabajado, este dijo con su habitual ironía: “Éramos enemigos íntimos”, así seguirá mi relación con la Trece 😉

01/07/2022

La escapada (1962) del tímido Jean Lous Trintignant

 



El pasado 17 de junio fallecía el actor Jean Louis Trintignant a los 91 años, no repasaré su carrera cinematográfica, pero sí una de sus primeras películas con las que alcanzó no ya solo popularidad, sino un reconocimiento artístico, estoy hablando de La escapada (1962) de Dino Risi. Por cierto, hace dos meses también fallecía su protagonista Catherine Spaak, así pues, sirva de homenaje este post.

La escapada en nuestro país fue un gran éxito. En Barcelona, por ejemplo, estuvo 26 semanas seguidas en el desaparecido Cine Diagonal de Barcelona. Para muchos suponía un canto a la vida, en el personaje de Trintignant muchos veían reflejada esa represión a todos los niveles y enmarcada en unas coordenadas temporales muy determinadas. El personaje de Gassman suponía lo contrario, pero la habilidad del guion entre cuyos autores estaba Ettore Scola perfilaba también otro ser infeliz a pesar de la apariencias. Ese viaje en ese Ferragosto (15 de agosto) no dejaba de ser una “escapada” de lo que la vida deparaba en ambos.


Hablando de esta película, y viendo algún que otro comentario, se incide mucho en el final que tiene, el cual no desvelaré por si alguien no la ha visto. Los hay que lo ven con moralina, no creo que fuera esa la intención principal y más siendo una producción italiana y francesa, las comedias italianas no tenían que sufrir tanto el tema de la censura y tenían más libertad para mostrar explícitamente sus mensajes. 

El comienzo de la película no puede ser más brillante, un Gassman al que vemos conduciendo un coche en una Roma desierta, su rostro se refleja en el retrovisor, necesita realizar una llamada (¡qué tiempos en los que el móvil no existía!), no encuentra a nadie hasta que por fin ve una ventana abierta, ahí está Trintignant preparando sus exámenes con su timidez y cara de buen chico,  se ha de conformar con un amor platónico observando a la vecina por la ventana. Le pide Gassman que le llame por él, pero le deja entrar sin pensar quién podría ser ese desconocido. Le convence para que deje esos libros por un día y le acompañe a vivir la vida, ve en Gassman todo lo contario a él y su inseguridad le lleva a acompañarle. Durante el trayecto, a través de una voz en off, refleja lo que siente y sus ganas de querer ser como él.

La evolución del personaje de Gassman nos lleva a comprender que él es un fracasado, que aquella alegría no deja de ser un ropaje con el que ocultar sus miserias, y que también huye de sí mismo. Por tanto estamos ante dos personajes antagónicos, pero que no han sabido encontrar su lugar. Durante todo ese trayecto, veremos todo tipo de situaciones, cierto neorrealismo también del que Risi había mostrado ya, pero que la crítica no había valorado y lo tildaba de rosa en comparación con el que mostraba De Sica. Seguramente más de un espectador en su primer visionado vio en La escapada una comedia divertida, con una banda sonora repleta de canciones del momento, quizá oirían a García Lorca por primera vez y saldría del cine algo pensativo. Ver esta película no dejaba de ser una escapada particular de la vida de cada uno en medio de una sociedad sin apenas valores que oculta como puede todo lo negativo. Por tanto, complicado huir de esta si vas mucho más allá.

Dino Risi comentaba sobre el actor francés lo siguiente: “fue escogido de milagro, el sábado no teníamos a nadie y comenzábamos a rodar el lunes, había pensado en todo el mundo y le había descartado incluso a él porque le había visto interpretar a un asesino y no me parecía adecuado para La escapada. Pero su agente insistió mucho para que le conociera en persona por si me daba otra impresión, él estaba en París, lo vi tímido y adaptado al personaje. Contaré un secreto, antes de decidirme por él, ya había rodado dos escenas suyas con un doble, cuando se ve al personaje al principio de la película no es él. Tampoco en una de las escenas del coche con Gassman. Como ya tenía este material rodado, deseaba que el papel fuera para un rubio porque el doble era así”

Curiosamente, la vida de Trintignant tiene algún paralelismo con su personaje, también estudiaba Derecho, pero huyó al cine, se sentía sin talento. En 1957, Vadim lo contrata para Y Dios creó a la mujer, no aguantó la presión que le situaban en pleno romance con Brigitte Bardot y entonces vio en el ejército un "sorpasso". A pesar de trabajar con grandes directores, no se sentía muy satisfecho con su carrera y llegó a decir que es mejor dejar olvidados 100 títulos.


Y tal como decía al comienzo, falleció también Catherine Spaak, aunque a muchos ya ni les sonará el nombre, en su momento hasta puso de moda su peinado: corte largo y recto con flequillo. Dulces engaños de Alberto Lattuada fue su primer papel famoso, había aparecido sin acreditar dos años antes en la mítica La evasión de Jacques Becker. Con Damiano Damiani trabajó en La noia con Bette Davis. En La armada Brancaleone volvió a compartir cartel con Gassman, su fama la llevó a Hollywood donde Richard Quine la dirigió en Intriga en el Gran Hotel, sin embargo quiso volver a Europa. Mario Camus le dio el papel protagonista en Los pájaros de Baden Baden. Descansen en paz.

24/06/2022

El sueño de una noche de verano (1935)

 





Empieza el verano y para rendirle pleitesía nos vamos a Shakespeare y la adaptación cinematográfica de 1935. Fue la única película de Hollywood del legendario director de escena Max Reinhardt que declaraba que el autor de Hamlet necesitaba el cine para conseguir todo su valor ya que permitía realizar visualmente todo lo que no había hecho más que sugerir. Es fiel a la obra estrenada en 1595 en Londres, salvo en lo de acortar algún que otro diálogo.

Para prepararla fue necesario dividir la producción en tres grandes secciones: la dramática, la coreográfica y la técnica. La división coreográfica bajo la dirección de Nijinska y Tina Theilade dedicó muchas semanas a los ensayos. «El nocturno» merece especial atención, magnífico ejemplo de pantomima artística en la belleza de sus imágenes y el mensaje que encierra.


La dirección dramática comenzó con la lectura de la obra, llevada a cabo mediante los mimos métodos
que generalmente se usan en las presentaciones teatrales, pero ofreciendo una gran diferencia, que estriba en que Reinhardt supervisó la recitación de cada uno de los versos, hasta haber obtenido la entonación deseada, una clara dicción y acentuación dramática que él consideraba apropiada a cada expresión. Parece ser que estos ensayos resultaron infernales para algunos actores que ni siquiera dormían para llegar a tener lo exigido.

Viendo hoy la película, se echa en falta que no fuese en color, sé que decir esto puede molestar a más de uno. Probablemente, que una película tan pictórica sea en blanco y negro la ha llevado al olvido, de la misma manera que resultaría inimaginable ver Un americano en París de esta manera, pues así me pasa con esta. De todas maneras el blanco y negro resultante es exquisito también, aunque costó lo suyo. Según la autobiografía de Hal B. Wallis, cuando el bosque que diseñó Reinhardt no se podía iluminar de manera efectiva, Hal Mohr, que ganó el Oscar por la fotografía, aclaró los árboles, los roció con pintura de aluminio y los cubrió con telarañas y diminutas partículas de metal que reflejaban la luz.

Reinhardt al no hablar inglés, pidió a su amigo William Dieterle que le hiciera de intérprete y la codirigiera. El director de teatro se tuvo que ausentar una semana debido a una denuncia de una compañía francesa teatral que lo acusaba de incumplimiento de contrato, finalmente se resolvió el problema, por eso no hay que buscar mucho en qué parte dirigió uno y cuál otro.


La obra narra como el duque Teseo ultima los preparativos de la boda de su hija Hipólita, al tiempo que aconseja a Egeo para que dé el visto bueno al matrimonio entre su hija Hermia y Demetrio. Lo que Egeo ignora es que Hermia está enamorada de Lisandra, y que la que está loca por Demetrio es Helena. En medio de tan curiosos enredos sentimentales, pululan las hadas y los duendes del bosque como Puck, que es el encargado de mezclar pociones mágicas que sirven para enamorar a los seres humanos.

Supuso el debut cinematográfico de Olivia de Havilland que tuvo que aguantar que un error la presentara como Oliva, entre el reparto bastante curioso unos jóvenes James Cagney, Dick Powell (que no le gustó nada su interpretación y pidió que lo eliminaran), Joe E. Brown o un Mickey Rooney que se rompió la pierna en medio del rodaje y provocó más de un quebradero de cabeza para disimularlo.

Para la música, el compositor Erich Wolfgang Korngold fue elegido personalmente por Max Reinhardt . Ambos acordaron desde el principio de la producción utilizar la música incidental original escrita por Félix Mendelssohn., como banda sonora de la película. (Reinhardt había realizado una espléndida producción teatral de la obra en el Hollywood Bowl y había utilizado su música. Esa producción inspiró a Warner Bros. a hacer esta versión cinematográfica). Como la película dura dos horas, era obvio que la composición de Mendelssohn sería demasiado corta. En lugar de simplemente repetir varias pistas musicales para ajustarse a la duración final de la película, Korngold adaptó la música incidental y partes de algunas otras composiciones de Mendelssohn, las volvió a orquestar para una orquesta y un coro más grandes y compuso algunos puentes musicales cortos por sí mismo. Así creó una partitura sinfónica completa para la película basada en la música de Mendelssohn. ¡Qué tiempos aquello en los que se prestaba tanta importancia a la música en el cine!

Recomiendo verla, ya que a pesar de lo dicho sobre el color, es la que mejor nos adentra en ese mundo shakesperiano. En DVD la pueden encontrar aun en algún sitio, en plataformas no me consta que esté, por lo que guárdenla bien. Películas como esta ya las vamos conociendo pocos.

17/06/2022

Las mujeres de Enrique VIII (2): Ana Bolena (1920)

 




Seguimos con la entrega de las mujeres de Enrique VIII en el cine, y esta vez nos vamos al cine mudo y de la mano de Ernst Lubitsch. En 1920, un año después de satirizar la monarquía borbónica francesa a través de su filme Madame du Barry, volvió con esta Ana Bolena del todo espectacular producida por la UFA, la película no escatimó en gastos a pesar de que Alemania arrastraba las consecuencias de su derrota en la Primera Guerra mundial. Así pues,  durante el metraje podemos ver los gigantescos decorados que reproducían el Castillo de Windsor, la Torre de Londres o la Abadía de Westminster entre otros. Cabe añadir que hubo hasta 5000 extras…

 El director eligió a Emil Jannings como Enrique VIII quien volvía a ponerse a sus órdenes después de haber encarnado a Luis XV en la película anteriormente citada. Su interpretación fue tildada por el biógrafo del director  Herman G. Weinberg como "un monarca robusto y brutal, serio, y al mismo tiempo, un astuto diplomático, pero que trataba a las damas de la corte como un cerdo cruel” La película, a pesar de que pertenece al género histórico, no renuncia tampoco al sentido del humor con la que el director se caracterizaría años después, por ejemplo, el arzobispo de Canterbury aparece bajo una sombra en forma de arco gótico. Para Ana Bolena eligió a Henny Porten quien da al personaje un tono jovial en contraposición a la regia Catalina.


Este film estableció las bases del fluido estilo narrativo del cineasta según los críticos y se puede decir que anticipa muchas otras versiones, la descripción de los personajes y sus relaciones son tratados con toda la humanidad convencional, lejos del estilo acartonado en el que se movía el cine histórico. Se tuvo que contener el toque histriónico del actor para hacerlo más accesible según la voluntad de Lubitsch. Memorables escenas son la fiesta campestre o el viaje a Inglaterra de ella. También se dice de esta Ana Bolena que fue el filme que le había abierto las puertas a Hollywood. Otro elemento a destacar es el brillante ritmo musical como está ideada (recordemos que es muda, pero da la sensación como si estuviera rodando una opereta).

Sé que cuando hablo de una película muda bastantes pasáis de ello, pero creedme y dadle una oportunidad a esta película. En youtube está, aunque no en las copias que se merece.



10/06/2022

Hasta siempre Rosa Guiñón, nos vemos en el cine

 

Es el doblaje una de las profesiones menos reconocidas y también más maltratadas, lo peor de todo es que quien postula en contra tiene argumentos a favor, y quien, por el contrario, lo defiende, tiene las de perder. Es nuestro país un caso excepcional, pues este oficio se realizó con gran brillantez durante décadas, lleno de voces que perduran en nuestra mente, con una dicción y entonación perfectas, sabiendo ver bien los labios para que quedara milagrosamente sincronizado, y tanto los enemigos como amigos de este oficio, en su mayoría,  saben reconocer. En este blog he citado en más de una ocasión el tema del doblaje, sobre todo para recordar actores que nos han ido dejando y agradeciendo su labor.


Ya hace años que suelo ver más en versión original que en versión doblada, si tengo que elegir las películas de estreno, escojo la primera opción, pero también confieso que más de una vez, cuando reviso un clásico, me gusta recordarlo tal y como lo vi por primera vez, y “esa vez” fue con la voz de estos dobladores nuestros como es el caso de la recientemente desaparecida Rosa Guiñón. Su carrera es espectacular, ya en los 50 tenemos constancia de su trabajo  en Once pares de botas. La lista de actrices y películas es larguísima, échenle un vistazo a la web de El Doblaje para verla. la voz de Julie Andrews, Audrey Hepburn, Meryl Streep, Barbra Streisand, Marilyn Monroe, Shirley McLaine...: https://www.eldoblaje.com/datos/FichaActorDoblaje.asp?id=255

 Falleció este lunes a los 90 años, más de un medio ha recordado su voz, aunque a la mayoría no le sonaba el nombre. Curiosamente ese día salió un artículo muy comentado en las redes escrito por Fernando Trueba contra el doblaje, este estaba escrito ya antes, no hay que ser mal pensados. El director tiene razón en parte de lo que dice, excepto que este oficio hay que prohibirlo. Mucha gente no se acercaría al cine si no es porque la película está doblada, no todo el mundo ha tenido la suerte de poder estudiar inglés de una manera que pueda entenderlo, o cualquier otro idioma. Mi generación que estudió más el francés no suele entenderlo cuando lo oye, hoy en día hay más medios que no teníamos y que facilita la comprensión de una lengua extranjera ya desde pequeños.

El doblaje actual, al igual que está pasando últimamente con la calidad de las películas, está en plena decadencia, y no precisamente porque no haya profesionales aún, los hay y excelentes, pero el ritmo de trabajo es otro. Da la sensación, y de hecho así es, que más de un doblaje se ha hecho rápido, doblando tres películas en un día (sic), sin prestarle la importancia que merece, pensando que quienes ven las películas dobladas son gente que en definitiva le da igual. 

Esta forma de trabajar está haciendo perder cada vez más espectadores, de la misma manera que  ciertos redoblajes han hecho que no se comprara la película. Sin duda alguna, trabajos como el de la admirada, recordada y añorada Rosa Guiñón contribuyeron a que aquel cine fuera ese séptimo arte que tanto nos gustó. Por eso, y desde estas líneas, un sincero agradecimiento a esta gran actriz a la que seguiré escuchando en más de una ocasión, por mucho que me contradiga y que me vuelvan a decir que lo mejor es la voz original de un actor.



Hasta siempre Rosa, nos seguimos viendo en el cine, como tu personaje de Mia Farrow en La Rosa Púrpura de El Cairo has entrado ya dentro de las películas.

 


03/06/2022

Centenario de Bardem: Nunca pasa nada

 


Este jueves 2 de junio Juan Antonio Bardem hubiera cumplido 100 años, hijo de Matilde Muñoz Sampedro y de Rafael Bardem, ambos actores teatrales, empezó como ingeniero agrónomo y crítico de cine, luego escribió varios guiones en colaboración con Berlanga, amigo y compañero suyo en el Instituto de investigaciones y Experiencias Cinematográficas y empieza el rodaje de la película Esa pareja feliz, después el guion de Bienvenido, Mr. Marshall que sería premiado en el Festival de Cannes en 1953. Al año siguiente realiza su primera película como autor: Cómicos, en 1955 presenta Muerte de un ciclista que confirma todas las esperanzas puestas en él. Con Calle Mayor que se rueda en 1956 llegamos a su cumbre, gana el Gran Premio de la Crítica Internacional en Venecia y su nombre se equipara con los grandes directores europeos.

Pero a partir de los 60, después de la excelente, pero no tan bien recibida La venganza,  su cine empieza a decaer de forma notoria y comienza a perder interés, salvo con la Transición que vuelve con algún que otro título interesante, pero a mi juicio no con la misma calidad que los títulos de sus comienzos. Tras un paréntesis televisivo, su final como director es muy triste filmando la pésimamente mal recibida Resultado final con Mar Flores, película que en el Filmaffinity tiene un 2 de nota.

Hay varias causas para entender este declive de un director grande cómo fue Bardem, el principal de ellos fue la censura y no saber torearla tampoco, probablemente nunca se le perdonó lo que dijo en las “Conversaciones de Salamanca” sobre el cine español: “el cine español después de 60 años no ha logrado ninguna de las finalidades que estaba obligado a alcanzar”:

1-      es políticamente ineficaz

2-      socialmente es falso

3-      intelectualmente es ínfimo

4-     estéticamente es nulo

5-      industrialmente raquítico

 

Su figura era tremendamente mal vista por el Franquismo, la situación límite llegó cuando el director fue detenido en pleno rodaje de Calle mayor, se le quiso incluso sustituir, pero la negativa del equipo artístico y técnico de la película y muy especialmente las protestas internacionales lo impidieron. Su siguiente película La venganza fue masacrada por la censura, razón que le lleva a México para rodar su fallida Sonatas, sus dos títulos siguientes tampoco gozaron del favor del público y de la crítica tanto A las cinco de la tarde como Los inocentes pasaron inadvertidas.

Me detengo en 1963 y su Nunca pasa nada, regreso a la temática de Calle mayor, pero provisto de un bagaje técnico superior donde refleja el ambiente, la monotonía de aquella ciudad de provincias, reflejo del país entero con esos chismorreos, envidias y resentimientos, donde quedan reflejados el inmovilismo y las tensiones reprimidas, perfectamente encarnadas en el personaje del doctor que ha de operar a la francesa que es como la van llamando los personajes.  Ya desde el principio palpamos el ambiente con ese autobús recorriendo los secanos de Castilla o con el trayecto que hace el médico para ir a visitarla donde podemos observar muy bien el símbolo del yugo y las flechas en el Ayuntamiento, la Iglesia, oír las conversaciones en las que los temas son siempre los mismos y “qué será del país si traen lo del extranjero” .



Remarcaba lo del aspecto formal antes ya que en la película tiene un especial interés el paisaje, vemos muchas noches de lluvia otoñal, ruinas de un castillo, incluso una procesión de Semana Santa a la que tanto el médico como su amigo apenas hacen caso ya que están hablando de sus cosas, de pronto la imagen cambia y vemos a esa francesa bailando, un pasaje que la censura dejó pasar, quizá porque era evidente que la película no iba a tener nada de éxito. Hay un momento que el personaje de Julia Gutiérrez Caba le dice al profesor de francés que se vaya, ya que él tiene sensibilidad y ese ambiente acaba consumiendo a uno, más de una secuencia parece estar rodada con cámara oculta entre la gente real del pueblo observando a la extranjera.  En una de las calles hacia el final podemos ver un cartel qué dice “bailes modernos, joven diviértete de otra manera”.



La película tardó dos años en estrenarse en España y particularmente se pudo gracias a la labor de José María García Escudero, Se pudo presentar en el festival de Venecia compartiendo ni más ni menos cartel con El verdugo de Berlanga. El entonces embajador de España en Italia, Alfredo Sánchez Bella criticó la película y dijo que hacía falta tener bastante tupé para decir que en España nunca pasa nada.

Pero lo cierto es que Bardem volvió a encontrar problemas en su siguiente producción, Los pianos mecánicos, y a partir de entonces su cine decayó. Se negaba a negociar con los censores, El último día de la guerra, Varietés, remake de Cómicos en clave musical para lucimiento de Sara Montiel, la serie La isla misteriosa reconvertida en película a pesar de su negativa, La corrupción de Chris Miller con una Pepa Flores “Marisol” compartiendo papel con Jean Seberg, La campana del infierno o El poder del deseo también con Marisol fueron películas que rodó en plan artesano.

Con El puente (1977), y 7 días de enero (1979) logra que su nombre vuelva a ser recordado. No obstante, renunciaría al cine para pasar a la televisión.

Recordemos, pues, la figura de un cineasta de los grandes que a pesar de todas las dificultades nos dejó un gran repertorio de buen cine y un análisis valiente sobre la situación política y social del país. Nunca pasa nada no está editada en DVD, pero la podemos ver a través de FlixOlé

27/05/2022

Boeing, boeing. El vodevil vuelve a aterrizar

 


Consultando la programación teatral de Granada, leo que se va a representar el vodevil Boeing Boeing a mediados de junio y con él me viene a la mente el título que reunió en 1965 ni más ni menos que a Tony Curtis y a Jerry Lewis. Curiosamente, no es una película que se cite cuando se habla de ellos a pesar de lo divertidísima que es, todo un descubrimiento para quien no la haya visto.

La producción corría a cargo nuevamente de Hall B. Wallis para la Paramount, mis lectores ya leyeron la semana pasada que en 1968 tuvo que marchar a la Universal pues veía que no contaban con él, este fue de sus últimos trabajos en los estudios de la montaña, y fue el último de Jerry Lewis para estos poniendo fin a tres décadas donde pasó de ser el acompañante de Dean Martín a ser todo un excelente director y un reconocido cómico, pese a quien le pese. Lewis iniciaría a partir de ese año una cierta decadencia en sus trabajos a pesar de seguir siendo interesante, la comedia ya no interesaba tanto y él tampoco encajaba en los nuevos esquemas.

Boeing Boeing fue escrita en 1960 por el dramaturgo francés de origen italiano Mark Camoletti y fue representada con gran éxito en las principales capitales europeas, al productor le llamó enseguida la atención y ya propuso que se realizara, aunque llevando su acción a Roma, ya que creía que en París existía  cierta saturación de títulos, pero no lo consiguió. Se pensaron en muchos actores, incluso que la interpretara Mastroianni y Gassman o Peter O´ Toole del que Wallis estaba muy contento por Beckett. En cuanto las actrices, llegó a anunciar que Shirley McLaine estaría en el reparto, igualmente Janet Leigh, pero finalmente el reparto tuvo esta pareja extraña compuesta por Curtis y Lewis. En los créditos iniciales aparecen los dos nombres girando en círculo, me viene a la memoria aquella película folclórica de El balcón de la luna donde tuvieron que solucionar a quién colocar en primer lugar poniendo los tres nombres sin priorizar ninguno.

   




Tony Curtis entonces estaba en su momento más álgido, aunque empezaría a decaer en títulos poco afortunados posteriormente, su interpretación es excelente, creo que no descubro nada diciéndolo. En cambio la de Lewis es muy distinta de la que nos tenía acostumbrados, aquí no hace muecas y está más contenido. Se podría decir que es una interpretación de transición, aunque algunos críticos lo elogiaron por encima de Curtis, caso de Ángel Martínez Tomás en La Vanguardia : “de Jerry Lewis hemos de proclamar que es la mejor interpretación cinematográfica que hemos visto, en esta película no se comporta como un cretino atolondrado y estúpido en el que se le ha encasillado tan injustamente sino como un estupendo actor cómico que queda muy por encima de Tony Curtis a pesar de que éste se desenvuelve con soltura y gracia” 20-3-1965)


El director fue el poco conocido en cine John Rich, aunque en televisión tenía bastante fama especialmente con la serie Los héroes de Hogan, la película no sirvió para que se lanzase al séptimo arte, pero se desenvolvió bastante bien conjugando la pieza teatral con el lenguaje cinematográfico, priorizando el primero y sabiendo dónde usar el segundo. Mención aparte merecen las tres actrices que salen: Dany Saval, Christiane Schmidthmer y Suzanna Leigh, Ninguna tuvo una carrera significativa, más bien lo contrario, lo cual choca porque están realmente espléndidas en sus roles, pero quién se lleva la mejor parte es Thelma Ritter, de las mejores actrices secundarias que ha dado el cine

El argumento gira en torno al playboy Bernard Lawrence (Tony Curtis), un corresponsal destacado en París que engaña a tres azafatas haciéndoles creer a cada una de ellas que es su novia. Consigue mantener esta situación porque tienen un horario de trabajo diferente y en distintas líneas aéreas. Los problemas surgen cuando las chicas empiezan a trabajar para líneas aéreas que tienen potentes jets, lo que les permite pasar más tiempo en París.

Los especializados en teatro ya conocerán versiones de esta como la que 1962 dirigiera e interpretara Juanjo Menéndez, la que en 1964 dirigiera Carlos Lucena, la de Luis Varela en 1975, la de Paco Mir en el 2009, etc. Para esta ocasión el director será Ricard Reguant y tendrá como protagonistas a Andoni Ferreño y Agustín Bravo, para el papel que en la película interpretaba Thelma Ritter se cambia el género y lo hará Alberto Closas, las actrices serán Lydia Miranda, Lala Rod y Laura Artolachipi.


La obra estará de gira por toda España hasta llegar a Madrid el 17 de agosto, según Ferreño se trata de “la obra cumbre del vodevil moderno y como tal no tiene mensaje solo aspira a proporcionar diversión al espectador". Para el actor que aparte es promotor de esta, el vodevil es un género mágico muy difícil de hacer y hay que respetar sus entrañas para que funcione correctamente. Explica que no se parte de la película sino de la obra original, que se han actualizado algunos temas obligados como el uso del móvil y que el escenario será muy grande “siguiendo la máxima de nuestro maestro Arturo Fernández que decía que un vodevil necesita un gran decorado y aquí lo hay”.

Suerte pues para este Boeing Boeing, espero que sea una buena obra que nos haga reír en esta era post COVID y que de paso se vuelva a ver la película y recuperar las carreras de Tony Curtis, Jerry Lewis y Thelma Ritter. La tienen en DVD y en la plataforma Filmin



El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...