31/08/2023

Homenaje a John Ford: Un crimen por hora (1958)

 



Efeméride importante para acabar el agosto, el cincuenta aniversario de la muerte de John Ford, lo cual permite que estos días podamos ver bastantes títulos en diferentes canales, aunque por el contrario se echa muy en falta algún que otro reestreno/homenaje en el cine.

Pero entre esta nueva revisión de sus películas, lo más seguro es que de nuevo quede olvidada Un crimen por hora (Gideon of Scotland Yard, Gideons´s Day) de 1958 producida para la Columbia. Como bien ya dice su título, narra la vida de un día del inspector Gideon, en el cual tiene que ocuparse de un socio deshonesto, un asesino loco, un atraco y hasta una boda.


El mismo Ford decía a Peter Bogdanovich en su libro que “quería cambiar de aires algún tiempo y dije que me gustaría hacer algo sobre Scotland Yard, así que fuimos y lo hicimos”. El director acababa de rodar obras calificadas de menores como Escrito bajo el sol y la muy personal The Rising of The Moon en 1957 y El último hurra en 1958. Al igual que en Mogambo, aprovechaba unas vacaciones para rodar algo distinto y experimentar, algo que siguió haciendo después con La taberna del irlandés en 1963.


El guion partía de las novelas de John Creasey sobre el comandante George Gideon de Scotland Yard y que posteriormente fueron objeto de una serie de televisión británica entre 1964 y 1966. El escritor lo creó en 1955, aunque publicaba bajó el pseudónimo de JJ Marric, Ford adaptaba su primera entrega y contó con Jack Hawkins para darle vida, el actor ya contaba con experiencia en personajes similares como el que abordaba en The Long Arm tres años antes.

La moral de Ford quedaba patente al concebir la película como una “prevención contra el crimen” y tener una fe en la justicia siempre que estuviera ejecutada por personas honradas y que supieran afrontar y combinar sus problemas personales sin perjudicarles su tarea, Gideon tenía la fórmula y ofrecía un carácter aparentemente sencillo, pero lleno de matices. Lo mismo podemos decir de esta película.

Aquella vieja Inglaterra estaba cercana a sus raíces irlandesas y aquel relato de entretenimiento le servía para hacer un ejercicio psicológico y familiar reunida en la jornada de este. No resultaba para nada una película fría, Ford ya a las puertas del final de su carrera no necesitaba películas alimenticias. Es un producto cuidado, buena prueba es que contara con Freddie Young para la fotografía, recordemos que fue quien se encargó de ella en las superproducciones de David Lean. Para la dirección artística, reclamó a Ken Adam, el responsable de bastantes títulos Bond y que también había trabajado con Mankiewicz o Kubrick.

Ver Un crimen por hora también es experimentar cómo un gran director podía atreverse a realizar un producto menor, pero sin dejar de lado nada. Lástima que no sea muy fácil su visión si no tienen el DVD, alguna vez es subida en Youtube... No dejen nunca el formato físico por las plataformas, combínenlas, de lo contrario a saber de qué se hablará de John Ford de aquí otros 50 años.

25/08/2023

Garcine: Una excelente exposición sobre José Luis Garci

 




Hará cosa de año y medio que en el programa de Cowboys de medianoche se esbozó la idea de una exposición sobre la obra de José Luis Garci coincidiendo con los cuarenta años del Oscar por Volver a empezar. A final se hizo realidad y en el Centro de Cultura Contemporánea Condeduque se exhibe esta hasta el 15 de octubre con el nombre de "Garcine", como sabrán los más cinéfilos, él siempre dice que el séptimo arte es una vida de repuesto, tal fusión con su apellido es plenamente acertada.

El pasado sábado la visité con altas expectativas, las cuales se cumplieron, durante una hora y media disfruté no ya solo repasando su filmografía, sino todas sus aficiones y su manera de entenderlas y concebirlas, ya sea el fútbol, el boxeo, su pasión por Madrid… Comisariada por Andrés Amorós, propone un recorrido cercano y entrañable que el visitante agradece. Aparte de los textos, vamos leyendo frases sueltas y pensamientos del propio director relacionadas con cada apartado.

Es de señalar, incluso, que la exposición también es un retrato de un tiempo y un excepcional documento con excelentes fotografías, al empezar vemos una de Martín Santos Yubero de la calle y el cine Narváez con el siguiente texto del director: hoy el tranvía 52 cruza la calle Narváez. Enfrente, el portalón del diario Pueblo, la tienda de comestibles y la lechería, el portal de mi casa, la frutería de Cayo y el bar de Bernal, que tenía futbolín. El dueño de la tienda de ultramarinos se llamaba Pedro, era del Atleti y despachaba siempre con una chaquetilla blanca, muy limpia. Como Pedro sabía que yo también era colchonero, siempre me daba algo, un pedacito de queso, una rodaja de chorizo o una chocolatina. Con razón Umbral escribió que «José Luis no es que escriba bien, sino que es un escritor»


La melancolía entrañable penetra con gran sensibilidad mientras se desgranan sus recuerdos, los cuales, gracias al cine, reviven sin necesidad de convertirnos en estatuas de sal.  La personalidad de Garci la vamos conociendo aun más gracias a sus anécdotas como cuando explica que se sentó entre Billy Wilder y David Lean a los cuales les contó  que era un guionista reciclado a director y que ya no sabía qué le gustaba más, si ir al cine o hacerlo, Wilder le contestó: "Hablar de cine".

Precisamente esto último, prácticamente sin parar, es lo que ha hecho el director, ha sido y es de las personas que más han enseñado a ver el séptimo arte muy especialmente con el programa “Qué grande es el cine” y sus continuaciones con otros nombres, actualmente Classics en la Trece. Pero su cinefilia también se extendió a la radio de la cual es un gran enamorado como ya demostró en Solos en la madrugada y en la rica bibliografía de la cual también hay un buen repaso en la exposición.

La figura de Garci también esta vista desde otras facetas como la pintura, encontramos un bonito cuadro cubista de García Meana.



Objetos personales, la máquina de escribir antigua y otra más “moderna” de donde han salido tantos guiones, fotografías familiares e importantes de su vida, sus amistades, Robert Wise le dijo: “eres uno de los nuestros”…Mientras lo vamos viendo, se escuchan varias bandas sonoras de sus películas y uno incluso hasta se para un momento para evocar todo ese cine que nos ha regalado el director y que tendrán un bonito homenaje al final.

No solo están sus películas, también sus trabajos en televisión como guionista de La cabina o dirigiendo Historias del otro lado. También hay facetas no tan conocidas como una fotografía de 1959 en el escenario del Teatro Parque Móvil poco antes de actuar en la obra de teatro  Escuadra hacia la muerte de Alfonso Sastre que cinco años más tarde dirigirá en el "Círculo Catalán" y en el "Teatro Club Atocha". 60 años más tarde volvería al teatro dirigiendo otra obra del mismo autor Cargamento de sueños en el "Teatro Español".

Y claro está, viene el repaso a su filmografía, con fotografías muy cuidadas de los rodajes que ya justificarían por si solas una exposición. No puede faltar el Oscar ganado por Volver a empezar y cantidad de detalles que creo que cuando uno los vea hasta tendrá ganas de repasar su obra.  Y esa música que va sonando tiene su explicación, sale de un minicine al final de esta donde entramos y vemos varios fragmentos de sus películas acompañados por las bandas sonoras, no hay los diálogos, lo que permite apreciar más la ambientación de estas, la fotografía o las expresiones de los rostros en sus películas.







Les recomiendo verla y ojalá se pudiera ver en otros puntos de España. Se les quedará guardada en la retina. Aparte de la exposición, quien tenga la suerte de vivir en Madrid puede repasar sus títulos en una programación en el mismo centro cultural.




 

18/08/2023

La secuela de Tiburón

 



Nunca segundas partes fueron buenas, con los años la frase se ha vuelto más tópica debido a la constante irrupción de sagas, algunas incluso mejoran los precedentes, véase Misión Imposible cuya primera entrega siempre me ha parecido más floja que las restantes. Pero antes de todo esto, era normal que los productores quisieran estirar la cuerda de cualquier éxito sin tampoco cuestionarse mucho la calidad del producto resultante, aquí ya hemos hablado de verdaderos desastres como la secuela de Grease o de Fiebre del sábado noche.

Tiburón (1975), sin embargo, no tuvo una mala secuela en 1978, tampoco es que fuera ninguna maravilla, pero su nivel era más que aceptable, quizá por culpa de la tercera y cuarta entrega, además de las apócrifas. Esta quedó algo marcad por ello  y olvidada con el tiempo, se la rescató cuando salió en DVD y ahora ciertas cadenas como la Trece la están recuperando. No hace muchos días se informó de la muerte de Marc Gilpin que hacía de hijo de Roy Scheider aquí. Siendo un actor con corta carrera, llamaba la atención la repercusión de la noticia, incluso en redes más de un cinéfilo lo sintió. Con esto se deduce que no dejó mal sabor de boca en su momento.


El actor contaba que cuando estaban filmando una de las escenas en la balsa improvisada de yates naufragados, un tiburón martillo real los estaba rodeando, los actores comenzaron a gritar, pero el equipo de producción, que estaba filmando esa escena desde la distancia, no se dio cuenta del peligro y pensó que estaban actuando y de forma bastante real, por cierto.

La película tuvo su éxito, se comercializó bajo el lema de “Justo cuando pensabas que era seguro volver al agua”, sin embargo su enfoque estaba más dirigido al púbico adolescente, las reminiscencias literarias del filme de Spielberg aquí desaparecían. La acción se situaba cuatro años después  que un gran tiburón blanco aterrorizara el pequeño pueblo costero de Amity, el alcalde quería atraer de nuevo al turismo, pero dos submarinistas que  exploraban la zona donde había aparecido el peligroso escualo son encontrados devorados Su desaparición alerta a Brody, es verano y al pueblo están llegando muchos veraneantes. Mientras tanto, un grupo de chicos, entre los que están los hijos de Brody, van de excursión a una península cercana.

 

 En un principio el director propuesto fue John D. Hancock, pero tuvo numerosos problemas con la Universal, a esto se añadió un conflicto con el productor Richard D. Zanuck que no le gustaba que en el guion tuviera tanto protagonismo la mujer de Brody (Roy Scheider) interpretada por Lorraine Gary. Al final, se puso detrás de las cámaras Jeannot Szwarc, un director televisivo que no tuvo mucha suerte en la pantalla grande con desastres comerciales como Supergirl o Santa Claus, el film.

Ver Tiburón 2 supone toda una sorpresa, y más si se ve con prejuicios de que es una mala película, no lo es en absoluto, tiene garra, fuerza narrativa, los sustos sorprenden y el problema antes mencionado de darle más protagonismo a la actriz está muy bien resulto ya que aporta una dosis de dramatismo bien dosificada. A ello se añade que en el apartado musical se conto nuevamente con John Williams y sus notas están aprovechadas al máximo. Lo único que sucede es lo anteriormente dicho, la falta de recursos literarios, algo que este tipo de cine iría acusando más en los 80, dando más protagonismo a la estética del videojuego y pensando especialmente en un público joven.

En España funcionó perfectamente, se estrenó en noviembre de 1978 y contó con 2.941.287 espectadores.


10/08/2023

French Connection (1971). Homenaje a William Friedkin

El pasado 7 de agosto nos dejaba William Friedkin, su noticia ha tenido más eco del esperado, quizá el vacío informativo de estas fechas ha contribuido a ello. Lo cierto es que no creo que fuera tan alabado como muestran las redes. Su filmografía fue algo irregular a partir de los 80, pero antes nos había dejado, muy especialmente, dos títulos icónicos que forman parte ya de la historia del cine: French Connection (1971) y El exorcista (1973).

 

Esta primera, especialmente para nosotros, tenía el aliciente especial de ver a Fernando Rey, su participación fue debido a un error, el director pidió a “ese de Belle de Jour, de la película de Buñuel” y como si se tratara de una escena de la secretaria de la película El Guateque, escribieron sus siglas, o sea F. R. (Francisco Rabal), pero estas, claro está, coincidían con las de Fernando, que para colmo también había participado en varias de Buñuel. Cuando al director le dijeron que habían conseguido al actor y que le estaba esperando en el aeropuerto, se encontró con la sorpresa.

El propio actor le sugirió un cambio de personalidad a ese malo que no había pensado con tal físico, sería elegante, fino, lejos de la rudeza de Rabal, el director aceptó. En nuestra retina queda la imagen de cuando él le dice adiós en el metro a Gene Hackman.

   

 La película se llevó 5 Oscars: incluidos película, director, actor, guión adaptado y montaje, más 8 nominaciones. Injustamente, no estaba Rey entre estas, por aquel entonces no era tan habitual los premios a los actores extranjeros. 

La trama estaba basada en un hecho real: la investigación larga y difícil llevada a cabo en 1962 por dos policías de la Brigada de estupefacientes de Nueva York, quienes terminaron apoderándose de un cargamento de 50 kg de heroína pura, fue la redada más importante realizada hasta entonces en los Estados Unidos contra el mundo de la droga. El asunto fue objeto de un reportaje novelado escrito por Robin Moore y el mismo William Friedkin, quien se inspiró en él para confeccionar el guión, el cual para lograr un más absoluto realismo, recurrió incluso a los dos inspectores que intervinieron en el asunto personificados en el film por Gene Hackman y Roy Scheider que asesoraron toda la parte policial de la historia.. 


La realización de Friedkin sorprendió, más aun habiendo rodado un año antes Los chicos de la banda, película basada en una obra teatral y de las primeras donde se mostraba abiertamente la temática homosexual y rodada en un espacio reducido y de carácter intimista. Aquí era todo lo opuesto, rodada en exteriores, con mucha acción de principio a fin, es de aquellos films con más nervio jamás rodado donde apenas había momentos para relajar la trama. 

El personaje de Hackman tenía mucho de aquel Harry Callahan de Siegel con Eastwood y del mismo año, películas cumbre de una época gloriosa para el género. La actuación de ambos sin escrúpulos motivaba contrastes de opiniones. Eran películas más pensadas para el gran público que para agradar a la crítica, aunque sorprendentemente la Academia premiara el filme de Friedkin, el cual declaraba que: "no pido que se juzgue a Popeye (Gene Hackman) y no creo que el filme justifique sus actos, en realidad lo que el filme quiere mostrar es la línea de separación muy frágil que separa los métodos policiales y los métodos de los gánsteres, es la frontera de la violencia que perturba el orden y la del que lo defiende, esta es la frontera que me interesa. Es muy cómodo criticar la actitud de Popeye, es más difícil efectuar el trabajo que realiza, trabajo que la gente exige, Popeye no es directamente responsable, no es el autor de las leyes ni el que decide a quién hay que detener, ni usted ni yo haríamos este trabajo, es Popeye o nadie más, una cuestión de temperamento. Si empezamos a plantear problemas, hemos terminado, no se hace un buen soldado ni un buen político."

Para ver French Connection, la tienen disponible en Disney Plus, en formato físico salió en DVD y BluRay.

02/08/2023

Vacaciones en Roma

 




Entrado ya el mes de agosto, vuelvo a Roma de la mano de William Wyler y su fabulosa Vacaciones en Roma (1953), han pasado 70 años y repasando algunas críticas antiguas, estas señalaban que el cine era prácticamente el único medio de viajar para muchos y en la actualidad así sigue siendo.

Roman Holiday va más allá de lo que podríamos vulgarmente etiquetar como “comedia turística”, ni es lo primero ni lo segundo, es una historia sobre el amor imposible, la felicidad fugaz y cierta reflexión sobre la diferencia de clases. Wyler, el director que no tenía estilo según la "Nouvelle Vague", volvía a dar una lección. La Paramount quería la película rodada en estudio, él se negó en absoluto y ellos aceptaron, pero a cambio de reducir el presupuesto, esto comportaba rodar en blanco y negro y para nada contratar a una actriz estrella. Estas dos últimas condiciones fueron clave ya que la utilización de ese blanco y negro es primordial para enfocar los diferentes estados de los protagonistas y ya no hablemos de la inolvidable actuación de Audrey Hepburn en su presentación hollywoodiense que le valió el Oscar.


El guion contaba con Dalton Trumbo, el cual firmó con pseudónimo y tuvo que esperar casi 40 años para que el Consejo de Gobernadores de la Academia de Hollywood le atribuyera la autoría. Los otros dos guionistas que aparecían era el anodino Ian McLellan Hunter y John Dighton que había escrito grandes películas de la Ealing como Ocho sentencias de muerte y El hombre vestido de blanco.

Cada pase de Vacaciones en Roma mejora mi opinión sobre ella, ya esa secuencia inicial del zapato que remite claramente a Lubitsch, ese palacio tan barroco con esa tonalidad tenebrosa que  nos está indicando que detrás de la princesa Ana hay una joven cansada y manejada por unos y otros. Su única válvula de escape es esa ventana en la que ve una fiesta desde muy lejos, secuencia que luego retomaría la actriz en Sabrina de la mano de Billy Wilder donde veía estas subida a un árbol.

Sin querer hacer "spoiler", por favor, si no han visto la película, omitan este párrafo, hay dos momentos que brillan por encima de todos, cuando él la deja en ese callejón cerca del palacio, uno tiene la esperanza de que vuelva, pero no es así. Esto tiene una continuación en el final, ese plano que enfoca a Peck una vez terminada la recepción a los periodistas, alejándose de ella y a la vez acercándolo al espectador, más de uno pensaría que se oiría a ella correr y escaparse de nuevo, pero no es así. Vacaciones en Roma es una película realista y no cede para nada al final feliz.

Mucho se ha escrito que fue La dolce vita la que inauguró el tema de la figura del paparazzi, pero en realidad fue el film de Wyler, toda una reflexión sobre la ética periodística que solo el amor y los verdaderos sentimientos son capaces de centrar. Si no la han visto, ya están tardando, la tienen editada en DVD y Blu-Ray en una buena edición con extras. Y para todos los que la hemos visto, no está de más evadirse durante las casi dos horas, pero siempre con los pies en el suelo, y si nos olvidamos, Wyler y Trumbo ya nos lo recordarán.

27/07/2023

Jour de Fete (Día de fiesta) de Jacques Tati

 


Ya en pleno verano suelo ver cada año Las vacaciones de Monsieur Hulot de Jacques Tati, un cineasta que creo que vuelve a estar en el olvido últimamente a pesar de una filmografía fácil de encontrar y  presentada de manera brillante en un pack que editó "A Contracorriente", pero he optado por hablar de su primera película Jour de Fete (Día de fiesta) (1947), quizá porque me consta que a más de uno le cuesta conectar con él y quizá con esta le sea más fácil entrar en su universo.

 

Tati fue como un símbolo para varias generaciones asiduas a los cineclubs y a las llamadas "salas de arte y ensayo", recuerdo en la biblioteca de la Filmoteca en Barcelona la cantidad de material que se podía hallar de él. Sin embargo, a diferencia de Chaplin,  Keaton o Lewis, no gozó de la popularidad del gran público, realizó solo 7 películas en 30 años...Perfeccionista hasta el límite, Tati se endeudó mucho después de Mí tío y tuvo muchos problemas personales. Fue un cineasta que no quiso tampoco aceptar ayudas a cambio de alterar su concepción del celuloide. Se definía como payaso y que le alegraba más la sonrisa de un niño que la de su banquero.

Cuando uno ve una película suya ya no sabe qué versión ha visto, en el pack antes citado tenemos varias, pasando por metrajes añadidos o suprimidos o cambiando el ritmo de la banda sonora. Jour de Fete  fue rodada en un sistema experimental llamado "Thomsoncolor" que pretendía ser una alternativa al Technicolor, por si acaso la rodó con otra cámara en blanco y negro e hizo bien porque los problemas posteriores para revelarla hicieron que tal copia quedara inutilizada.

Tras su muerte en 1982, su hija al cabo de cinco años encontró unos rollos que habían sido tirados a la basura en 1971 y por suerte salvados, tras arduo trabajo y con fidelidad al guion original de Tati, en 1995 se estrenó tal versión. Era tal la admiración hacia su figura que la información copaba la primera pagina de la sección de cultura y espectáculos de varios diarios.

Jour de Fete es una película entrañable, sencilla, amable… El argumento es mínimo: la llegada de un grupo de feriantes entremezcladas con las aventuras del cartero del pueblo interpretado por Tati que se obsesiona al ver cómo los americanos están más "modernizados".


   

 El cariño con que el autor mira esa aldea, que tal vez no aparezca ni en los mapas, está cargado de gran sensibilidad, de ahí la importancia de personajes como la abuela que siempre está en la calle y conoce a todo el mundo, arquetipo de una vida feliz sin apenas medios, o echar la mirada hacia la infancia con los niños entusiasmados detrás de los caballitos. 

Tati, aunque aun no era "Monsieur Hulot" ya mostraba muchas características de él y la película tiene los caracteres típicos de su obra, aunque no tan materializados. El sonido, por ejemplo, es un personaje más, da muchas veces la sensación como de estar leyendo un cómic, a ello se añadían unas bandas sonoras pegadizas e inolvidables que no paran de sonar. Los gags son geniales, aquí mostrados también con más ligereza, en su obra posterior hasta es difícil poder captar todo lo que la pantalla ofrecía, de ahí que sus películas pierdan en televisión.

Ver Jour de Fete en color supone también una gran introducción a cómo iría empleándolo, para las imágenes correspondientes al pueblo utiliza diversas tonalidades de gris, el propio Tatí decía:  me costó mucho trabajo hacer esta película en color, que pintaran muchas puertas de gris bastante oscuro en el pueblecito, que los campesinos se vistieran con chaquetas negras para que no existiera casi ningún color en la plaza. El color lo traían los feriantes, el tío vivo, los caballitos de madera y las casetas de los feriantes.”

Aparte de las ediciones en DVD de Tati, tienen sus películas en Filmin que aparecen y desaparecen, aunque la copia que exhiben es la de en blanco y negro, sirva esto para recordar la importancia del formato físico. Por último, no pasa absolutamente nada si no les gusta Tati, pero no lo dejen de lado y pruébenlo de tanto en tanto, llegará un día quizá que les atrape, su obra debería ser exhibida en cualquier museo de arte moderno.

19/07/2023

La Marsellesa de Renoir

Suelo en este blog repasar efemérides y como el 14 de julio era el Día nacional de Francia ya que conmemora la Toma de la Bastilla me fui a mi videoteca particular a ver una relacionada con el tema, esta vez le tocó a La marsellesa (1938) de Jean Renoir, quizá no sea de sus obras más valoradas, algo que, tras finalizar el visionado, lo encuentro bastante injusto.

 Se trata de una exaltación de la Revolución Francesa, pero para nada es el panfleto con el que alguno suele rebajar la calidad de este film. Para ver esta película, y todas las que un cinéfilo quiera analizar correctamente, hay que situar la obra en su contexto, algo que se olvida actualmente en todas las corrientes, Renoir quiso establecer una similitud entre aquellos acontecimientos y la llegada al poder del Frente Popular de las izquierdas durante esa época, el objetivo no era otro, claro está, que transmitir esperanza al espectador.

La Segunda Guerra Mundial estaba muy próxima y en sus películas lanzaba valores como la paz o la hermandad entre clases antagónicas como en la inolvidable La gran ilusión. Renoir estaba involucrado por entonces con el Partido Comunista, este entendía que la Revolución podía unir perfectamente el sentimiento nacionalista de todo el pueblo con la identificación popular.


   

 Para rodar la película se recurrió a una suscripción que en algunas copias aun vemos anunciada, el Frente Popular la planteaba como una necesidad colectiva de los franceses, pero el tema escogido necesitaba más dinero, así que la CGT tuvo que acabar financiándola.

 La copia que se estrenó en Francia no llegaba a los 100 minutos, hubo que esperar a 1967 para verla íntegra. En nuestro país llegó en 1972 en salas de arte y ensayo. Pese a todo esto, vuelvo con el tema del "panfleto", si Renoir lo hubiera rodado así, hoy en día no tendría el nombre que tiene, evidentemente que había una intención, pero todo gran autor sabe respetar al espectador que es quien debe valorar el filme y él lo sabía muy bien.

 Decía el director: La función es ante todo mirar el mundo tal como es, intentar verlo sin poner por medio cristales de color. Ver el mundo con ojos desnudos puros (…). Los espectadores sorprendidos, porque no están acostumbrados por esto, puede que digan: “esto no es verdadero”. Y esta función tiene un nombre (…): desmitificación” 

El guion se centraba en la marcha de un batallón de marselleses hacia París, cuando hacía ya algunos años que la Revolución había iniciado. Renoir daba pleno protagonismo a cada capa social: los campesinos, el clero, los aristócratas, el Rey Luis XVI...

   

 A este último lo vemos plenamente humano, ni tan siquiera le inquieta la toma de la Bastilla, prefiere hablar de su afición por los tomates o de que hay que cepillarse los dientes, al contrario de lo que le dice María Antonieta. Una de las mejores escenas es aquella en que pasando revista, se da cuenta que lleva la peluca al revés.  Más allá de si había una parodia ahí, Renoir apostaba por humanizar los personajes.

 La Marsellesa tiene otra particularidad, oímos a los protagonistas sin amoldar sus voces, es un sonido directo, Renoir odiaba todo aquel proceso posterior de sincronizar el sonido o doblar posteriormente.  Durante el metraje, los personajes más populares alzan la voz, hablan espontáneamente...

   

 El director intercala diálogos que cualquier película histórica convencional rechazaría como hablar sobre los pies y cómo cuidarlos en plena marcha de los Federados hacia París. Esto tiene más valor aun cuando el 75% del diálogo estaba extraído de documentos históricos.

 Incluso lanza a través de uno de sus personajes principales una critica hacia el himno: "Hay algo en esa canción, algo salvaje y grandilocuente que no me gusta nada”. Luego tal personaje niega haberlo comentado. La Marsellesa fue alabada por Bazin o Truffaut entre otros, véanla y analicen cómo Renoir se acerca a cada clase social con respeto, aunque difiera de sus pensamientos, más allá de estos hay también una profunda introspección de cada individuo. Rebajar el filme a panfleto es no haberlo visto o no saber captarlo. El director comentaba: “no creo que la monarquía cayera solamente a consecuencia de los ataques populares, cayó porque tenía que caer, porque había llegado a su fin, y tenían que llegar los otros, aunque no siempre suceda así, el mayor éxito de los revolucionarios es llegar a tiempo, saber cuándo hay que hacer la revolución” La tienen en Filmin y editada en DVD y Blu-Ray por Divisa.

El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...