La kermesse heroica (1935)
Ya que estamos en días de jolgorio y carnavales, traigo hoy
una película alegre y vitalista, curiosamente también conocida como Carnaval en
Flandes, en realidad no transcurre en esas fechas, aunque bien pudiera, su
título es La kermesse heroica (1935), más de uno dirá qué palabra es esa, pues
yendo al diccionario de la RAE nos dice que es una fiesta popular, al aire
libre, con bailes, rifas, concursos, etc. Su etimología viene del francés
“kermesse” y este del neerlandés medio “kercmisse” (misa de iglesia).
Otros también se preguntarán que quién es ese director Jacques Feyder, cuyo nombre no les suena de nada… Mis lectores más jóvenes no habrán tenido demasiadas oportunidades de conocerlo, pero tampoco los que tenemos más años hablando de esta cosa llamada cine. Su nombre se inscribe en el “Realismo poético francés” que fue un término utilizado por George Sadoul en su Historia del cine mundial y venía a ser, para resumir, una especie de realismo unido a lirismo, se cuidaba mucho la puesta en escena, la iluminación, la ambientación, etc. Realizadores como Jean Vigo (L´Atalante, 1931), Julien Duvivier (Pepe le Moko, 1937), Marcel Carné (El muelle de las brumas, 1938) y que colabora en La kermesse heroica también, los guionistas Jacques Prevert o Charles Spaak o nombres que seguro ya nos suenan más como René Clair o Jean Renoir foman parte de este movimiento o tendencia.
Nos quedamos con el nombre de Charles Spaak aquí, ya que precisamente La kermesse heroica parte de un cuento suyo escrito diez años antes, él mismo colaboró en el guion junto a Feyder, cuya obra, a pesar de no ser tan conocida, resulta más que interesante ya que llegó a trabajar en Hollywood y con Greta Garbo en El beso (1929). Pero antes, él había sido uno de los directores más innovadores del cine francés (él es belga, pero se nacionalizó) con títulos como L´Atlantide (1921) o Crainquebille (1923). Tras su etapa fallida hollywoodiense en la Metro, empieza a colaborar con Charles Spaak en títulos como Le grand jeu (1934) o Pensión mimosas (1935), pero sin duda su título más famoso seria La Kermesse heroica. Es posible que su muerte relativamente temprana en 1948 y ciertas manías de los influyentes críticos del "Cahiers du cinéma" hicieran caer en el olvido el resto de su obra.
Conocí La kermesse heroica gracias al añorado Carlos Pumares, era de sus títulos favoritos, la programó dos veces en "La clave" en los 80, luego cuando empezó su "Polvo de estrellas" televisivo en Antena 3 la programó en su primera emisión, el canal privado la repuso al cabo de año y medio (qué tiempos aquellos cuando las privadas emitían clásicos…), una década más tarde el espacio de José Luis Garci "Qué grande es el cine" la rescató.
Contrariamente a lo que se piensa y hasta se ha llegado a
escribir y decir, no estuvo prohibida en España, se estrenó un 23 de febrero de
1936, tras el paréntesis de la guerra siguió en las carteleras, por ejemplo
tengo datos de que en Barcelona en agosto de 1939 se exhibía en el Cine
Cataluña curiosamente en un programa doble junto a La hermana San Sulpicio, cines
de barrio como el Selecto del barrio de Gracia de la citada ciudad la programó
en agosto de 1942, así como el Máximo de la Calle Sicilia en Navidades de 1943,
el cine club universitario del SEU la exhibió un 29 de febrero de 1952 y la
película seguía paseándose por más salas como el Céntrico y el Triunfo (4 de
enero de 1953) Lo que ya no sé es en qué estado estaba la copia, si la censura
actuó en ella, es de suponer que sí, pero lo mismo nos hallábamos con
sorpresas, tampoco hay datos de quienes la doblaron entonces, pues las copias
de las que disponemos en la actualidad traen un redoblaje del año 1997 algo
insípido.
La película da un gran salto en 1968 cuando se repone en
versión original subtitulada, en Barcelona en el Atenas (del círculo A), el
entonces crítico de cine Enric Sopena escribía en La Vanguardia que “como si no
hubiese pasado el tiempo La kermesse heroica a los 33 años de su estreno, es un
filme perfectamente adecuado a los gustos de nuestros días”, aunque luego, paradójicamente,
criticaba que no se exhibieran películas más actuales en esta sala.
14 años más tarde también fue objeto de una reposición en
VOSE, en Barcelona en el recordado Capsa, todos estos datos vienen a cuento
de que es una película que todo aquel amante del cine pudo verla y transmitirla
de generación en generación, este tipo de reposiciones se daban generalmente en
grandes clásicos y películas de culto, pero es que La kermesse heroica, a pesar
del olvido de estos últimos años, es uno de los títulos clave del séptimo arte.
Cada vez que la visiono, pienso en que quizá su esteticismo
no se valora como lo pensó el director, se recurre a la pintura flamenca y
holandesa en varios planos, pero Feyder pretendía que estas obras se vieran
como algo natural y así aproximarlo al espectador, las pinturas se adaptan a la
trama sin que por ello tengamos una película tremendamente barroca. Los
travellings se
exhiben con una espontaneidad sorprendente, maravilloso resulta el primero
donde ya nos ambientamos en ese pueblo de Boom, sus calles con sus
puentecillos, la gente que se va moviendo, los distintos oficios, casi es una
secuencia que recuerda al cine musical. Convendría que los cada vez más
abundantes nuevos realizadores, que tanto les gusta machacar con estas herramientas,
aprendieran de los clásicos y vieran que la mesura es la mejor arma para que
sus habilidades puedan ser apreciadas. Lástima de no disponer de videos con la escena.
El argumento, ambientado durante la dominación española en
Flandes trata sobre la inminente llegada a una pequeña ciudad de tropas
españolas y que provoca el pánico entre los hombres. Las mujeres, en cambio,
deciden preparar una espléndida fiesta de bienvenida a los “temibles” soldados
españoles. Esta trama gustó tanto a Luis García Berlanga que le sirvió de
inspiración para Bienvenido Mr. Marshall. Pero a quien no gustó nada fue al
Partido nacionalista flamenco que boicoteó su estreno soltando ratas en el cine
y destrozando las butacas, se produjeron altercados en Amberes y Ámsterdam, en
Brujas fue prohibida. Los nazis la prohibieron.
Ver La kermesse heroica hoy en día supone toda una lección,
Feyder nos demuestra que en esta vida no hay ni malos ni buenos, si hace una
semana traía Que vienen los rusos a este blog, aquí también podemos hablar, como
en aquella, de que el género humano ha de entenderse y buscar la concordia, para
ello saber reírnos de nuestros defectos es un buen inicio para avanzar. Hay en
esta película también cierto feminismo, las mujeres son las valientes, las que
toman las decisiones, pero como el mensaje es que los hombres no pueden vivir
sin las mujeres y viceversa, más de un colectivo de los actuales la tachará de
todo lo contrario.
Fenomenalmente fotografiada por Harry Stradling, el de My
Fair Lady entre otras muchas grandes, y con Alexander Trauner en los
diseñadores (el de El Apartamento), esta comedia de maridos burlados, sátira
contra ciertos miembros de la Iglesia que poco tienen de caritativos y parodia
de la nobleza pretende la reflexión y, por otra parte, en más de una ocasión,
sugiere más que mostrar para que sea el espectador, aquí tomado como persona
inteligente, el que saque sus conclusiones. Dice Víctor Erice que una vez hemos
visto una película ya es nuestra, sigamos su consejo y tengamos ya en nuestro
poder los 110 minutos de esta obra maestra llamada La Kermesse heroica y que no
se nos olvide el nombre de Jacques Feyder
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