Atila, rey de los hunos (The Sign of the Pagan, 1954)




Damos la bienvenida ya a este octubre, época también de nuevos propósitos y entre ellos, claro está, el de seguir viendo buen cine. Ya comenté en julio que por lo que se decía en las redes iba a desaparecer el espacio de José Luis Garci "Classics", la Trece sigue emitiendo películas clásicas la noche de los viernes, aunque suelen ser westerns y superproducciones, antes de cada emisión sale la careta del programa y, mientras preparo este artículo, Juanma de la Poza en Twitter ha desvelado que el programa volvía este viernes pero sin Garci al frente, será Jerónimo José Martín quien lo presentará y ya habrá tiempo para valorarlo porque ni la Trece lo ha anunciado en su web...Mientras, el vacío que ha dejado en la noche de los viernes es tal que uno acude a escucharlo a la misma hora en el espacio de los "Cowboys de medianoche" en Esradio.  

Uno se pone a pensar: ¿Cuál hubiera programado Garci este viernes? en plan Wilder que tenía colgada en su despacho la frase de "¿Cómo lo hubiera hecho Lubitsch?" Personalmente que cada semana toca escoger un tema, y no siempre es fácil contentar, creo que lo mismo hubiese sido Douglas Sirk y alguno de sus grandes melodramas, no creo que eligiera Atila, rey de los hunos de la que se arrepintió de haber rodado y que consideraba uno de sus peores trabajos, es del año 1954 y estaba en la Universal donde acababa de rodar Obsesión uno de sus títulos más exitosos. Pasar a un "peplum" sorprendía, pero en Sirk habría que saber buscar más allá de un simple entretenimiento.


Precisamente fue emitida hace poco por la tarde en Trece en su formato panorámico y una semana después el Toro TV también, aunque aquí la copia era cuadrada para entendernos. No se trataba de suprimir el formato, se rodaron las dos versiones, la tengo en DVD de esta manera, creo que el Blu-Ray sí que la comercializó en Cinemascope. La Universal se sumó al éxito de tal formato y nada mejor que un director como Sirk para explotar aún más la imagen. Pero este no fue el formato que emplearía posteriormente.

Bien, el argumento valga la redundancia habla de Atila, rey de los Hunos, cuando el imperio romano se halla dividido en dos en el siglo V, este acaudilla a todos los pueblos barbaros al norte del Danubio y mientras decide a cuál de ellos atacará primero, sus hombres capturan al centurión Marciano (Jeff Chandler) que lleva un mensaje desde Roma para el emperador de Oriente. En un principio tenia que ser Chandler quien hiciera de Atila, pero este se negó a querer interpretar a un personaje malvado y al final Jack Palance tuvo la oportunidad de bordar uno de sus papeles más famosos.

Aunque se suele decir que el guion era poca cosa y no estaba a la altura de Sirk, creo que era más bien lo contrario, uno de los guionistas Barré Lyndon tenía en su haber magníficos trabajos como el de El mayor espectáculo del mundo, a él se unía el nombre de Oscar Broding habitual en la Universal. Se jugó en apariencia a resaltar el cristianismo frente al paganismo, fíjense que el título original era Sign of the Pagan, la Universal diseñaría un producto para un amplio abanico de público en el que primaría el entretenimiento sin olvidar la concepción artística.

Y es que ver hoy Atila, rey de los hunos, supone uno de los ejercicios más interesantes para quien quiera seguir y analizar la obra de Sirk, desde todo ese cuidado visual tan presente en él o el enfoque atormentado de sus personajes con esos habituales claroscuros cuando nos presenta los diálogos, toda una verdadera introspección psicológica que va desde la desmesura del protagonista hasta incluso mostrarnos su lado comprensible. Incluso lo menos interesante acaba siendo el argumento, lo que realmente uno quiere ver es ese tratamiento y formas que Sirk les daba e ir fijándonos en sus sugerencias plásticas, como ese puñal clavado que refleja la cruz o el duelo entre Atila y Marciano, lástima que para este último Jeff Chandler estuviera tan frío en su papel.

Así pues, no valoren la película por su trama ni las licencias históricas que se dan, piensen que están ante otro de sus grandes melodramas y seguirán disfrutando del oficio del gran Douglas Sirk... Y a seguir pensando cuál programaría Garci la semana que viene...Y qué programan ahora los nuevos Classics... Algún día habrá que hablar de los programadores de las distintas cadenas, sin ir más lejos el pasado lunes en la 2 emitieron por tercera vez Matrimonio a la italiana como homenaje al centenario de Marcello Mastroianni, se ve que el ente púbico no tiene (o no conocen) otra película del magistral actor.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Irving Berlin, Una Blanca Navidad y 800 canciones

Adiós a Classics.

La película con Jacques Perrin que la mayoría de medios no "buscó" en el "corte y pega"