12/11/2021

Formatos alterados: del Greco a Botero

 

Fuente: Amazon
Hoy hablaremos de los formatos e intentaré no cargar demasiado la página, pues el tema daría para bastante más. Vamos a ver, hasta 1952 las películas tenían un formato para entendernos “standard”, lo que sería un 4:3 en las pantallas de televisión, o sea cuadradas.

Con la competencia de la televisión empiezan a proliferar los formatos que ensanchaban la pantalla, uno de los más famosos fue el Cinemascope iniciado por la FOX, la primera película rodada así fue Cómo casarse con un millonario (1953), si recuerdan al comienzo de esta salía la orquesta de la FOX  tocando el tema de "Street Scene" con la música de Alfred Newman para que el espectador gozase de aquella pantalla gigantesca. Sin embargo, la productora encontró más adecuado estrenarla con La túnica sagrada del mismo año, también al inicio de esta se nos mostraba todo un sinfín de imágenes explicándonos las maravillas de Roma y de paso mostrarnos las del Scope. Por lo tanto, y en plan Coco de Barrio Sésamo para que me entiendan, las películas pasan de ser cuadradas a rectangulares y en las pantallas de TV sería un 16:9.

Fuente: Wikipedia

Otros formatos compitieron con el Cinemascope, la Paramount patentó el Vistavisión estrenado con Navidades Blancas (1954) y que tuvo bastante aceptación. Los diez mandamientos (1956), por ejemplo, fue rodada también de tal manera, el formato se adaptaba mejor luego a las pantallas de televisión. Otros no tuvieron tal éxito y no porque estuvieran mal, sino por la dificultad de rodarlas de tal manera, el más famoso fue el Cinerama cuya producción más famosa fue La conquista del oeste (1962), recordarán en añejos pases televisivos que se podían distinguir tres líneas verticales molestas, pues tres eran las cámaras que se utilizaban para rodar. Gracias a una restauración que se puede gozar en el DVD, estas quedan bastante disimuladas.

Otro formato fue el Todd-AO creado por Michael Todd y estrenado con Oklahoma (1955), para poder disfrutarlo se necesitaba de una pantalla cóncava, a veces se habrán dado cuenta en determinadas películas como El tormento y el éxtasis (1965) o La vuelta al mundo en 80 días (1956) que en los lados se nota un cambio de aspecto como si la imagen se inclinase, eso era debido a lo dicho anteriormente.


Cuando TVE empieza sus emisiones y a emitir cine, las copias venían todas cuadradas, o sea en 4:3 tal y como eran las teles de antes, no era culpa de ellos, sino de las copias que las distribuidoras enviaban. Así pues, si pasaban una película en formato rectangular en una pantalla cuadrada se cortaban los lados derecho e izquierdo, o había otra solución que era homenajear al Greco, o sea alargar la imagen.

Adoración de los Pastores (El Greco) Fuente: Wikipedia

Con los años, la reivindicación cinéfila y quejas de cineastas que veían su obra alterada hizo que empezaran a distribuirse en vídeo aquello que leíamos en el lomo de Widescreen (pantalla ancha), directores como Woody Allen exigieron que películas como Manhattan (1979) solo podían ser exhibidas tal y como la rodó, Spielberg o Scorsese se sumaron, aunque hubo casos contrarios como el de Stanley Kubrick que si bien  para  2001 mandó que se respetara la fotografía, exigió que El resplandor solo se distribuyera en 4:3 y hasta hace bien poco no se ha podido ver en su imagen correcta.

Las televisiones empezaron a tomar nota, en ello jugó un papel importantísimo Pilar Miró, que tuvo que aguantar de todo porque las películas se vieran en su integridad. La ignorancia, en más de un caso inocente, de algunas personas les hacia creer que su televisión se había roto con aquellas bandas negras arriba y abajo, o que más de uno dijera que la pasan “cortada” cuando era precisamente lo contrario. Si bien TVE desde entonces tuvo bastante sensibilidad en el tema, no se puede decir lo mismo de cuando aparecieron las privadas, Tele 5 era una caja de sorpresas, a veces lo respetaba, otras  no…Antena 3 en cambio, casi nunca lo hacía, el Canal Plus de pago si que emitía todas en su imagen correcta, y las autonómicas en general también, aunque algunas veces nos disgustaban.

Pasaron los años, y llega el DVD, para gozo cinéfilo la mayoría de las ediciones ya se presentaban con el formato original, o al menos aproximado que teniendo en cuenta lo que teníamos que padecer ya era un logro.

Mona Lisa niña (Fernando Botero) Fuente: Wikipedia

Sin embargo, poco duró la alegría en casa del cinéfilo, las cada vez más abundantes pantallas planas de TV que sustituían a las de tubo y pasaban a ser rectangulares nos presentaban unas bandas negras si veíamos una película cuadrada, esta vez en el lado derecho e izquierdo. Todo aquel que no las quisiera ver, tenía el mando para ensanchar la imagen, aunque para ello perdería imagen por arriba o por abajo. Otra manera de no verlas era en vez de homenajear al Greco, hacerlo con Botero.

Tal mala práctica la llevan a cabo determinadas televisiones hoy en día cuyos nombres tenemos en la cabeza. Últimamente me he llevado también una sorpresa al ver la aplicación de RTVE Play, cuando la veo a través del Fire TV me presenta primero las series antiguas en 16:9, o sea que hay que coger el mando y pasarlo a 4:3, cuando lo normal es que la primera opción de visionado fuese la correcta.

El hombre del oeste. Fuente:Filmaffinity
Parte de culpa de estos destrozos culturales está en la poca formación de la gente en cuanto historia del cine, pero más responsabilidad tienen nuestros queridos directores actuales incapaces de decir nada al respecto. Érase una vez un director Carles Benpar que en 1988 viendo El hombre del oeste (1958) sin el Scope denunció a TVE, fue la primera que se presentó por modificar la imagen. El cineasta explicaba que una de las últimas secuencias de El hombre del Oeste es un ejemplo modélico de esto: Gary Cooper se tirotea con un bandido a través del piso de tablas del saloon y el encuadre permite verlos a ambos, mientras ellos no se ven. En la amputada proyección de TVE, que no respetó el encuadre original, no se veía a ninguno de los dos. Benpar subrayaba que "la ley permitía  salir en defensa de un autor muerto en ocasiones como ésta, en la que se menoscaba su memoria, su obra" y recordó que TVE había infringido el "Manifiesto de Barcelona", redactado en julio de ese mismo año y firmado por directores de todo el mundo

Desconozco el recorrido de tal denuncia, aunque tal y como he dicho TVE se tomó en serio el tema y la situación cambió. Hoy, 33 años después me pregunto: ¿Cuántos Carles Benpar harían lo mismo?

05/11/2021

Aquel Museo de Cera o Museo Enrique Alarcón de Barcelona...

 

Fachada del museo. Fuente: Wikipedia

Volviendo otra vez a Barcelona, ya me disculparán los que no lo sean, tengo que hablar de una pérdida, no se asusten, no es humana, pero casi como si lo fuera. Y es que hace más o menos un año se renovó el Museo de Cera de dicha ciudad, aquel que el gran escenógrafo del cine español Enrique Alarcón montó en 1973 tras descubrir el edificio que lo alberga con aquel callejón al que supo ver un cierto aire misterioso con una placeta octogonal poco frecuente. Tal edificio de Elies Rogent era la antigua sede del Banco de Barcelona y filial del Crédito y Docks, forma parte del Patrimonio Arquitectónico Nacional y está catalogado como edificio de Interés Histórico-Artístico.

Alarcón contaba con 56 años cuando empezó esta aventura y ya contaba con una gran carrera, Rafael Gil le contrató para su Huella de luz y obtuvo el primer premio nacional de Cinematografía del Sindicato Nacional del Espectáculo a los mejores decorados, distinción que conseguiría en 14 ocasiones.

Enrique Alarcón. Fuente: Premios Goya
Trabajó con gran parte de los directores del cine español : Bardem, Berlanga, Neville, Ferreri, Forqué,
Saura, Nieves Conde, Rovira Beleta,  Orduña, Lucia, Ardavín, etc. Su gran talento le lleva a ser contratado por Samuel Bronston para Rey de Reyes y El Cid. Asimismo, también trabaja en otras películas internacionales como aquel fallido Cervantes de Vincent Sherman donde lo mejor, sin duda, era su decoración. Buñuel también se fija en él para Tristana y Ese oscuro objeto del deseo.

Entre sus aportes curiosos encontramos que cuando Rafael Gil le llama para La calle sin sol, este reconstruyó calles enteras del barrio chino barcelonés, así como en La guerra de Dios, que construyó todo un pueblo

Ese Museo de Cera de Barcelona tenia algo especial, no solo era ver figuras, sino fijarse en cómo las había situado, le daba un ambiente de realidad sin necesidad de que ninguna de estas te diera un susto como sucede con otros museos. Uno entraba y subía por aquella escalinata de mármol de Carrara, ahí dábamos con la "Sala del recital" donde Andrés Segovia, Pau Casals o José Iturbe nos obsequiaban con sus notas en aquella sala tapizada aun con la seda original entre pinturas murales, sillas isabelinas y un techo de madera policromada.

Luego uno iba paseando por las distintas salas y aparte de observar, recreaba esos tiempos, Don Quijote y Sancho Panza con la música de Falla del Retablo de Maese Pedro nos envolvían en una atmósfera que una vez acabada, servidor esperaba que volviera a encenderse para gozar de ella.

Excelente era también la sala principal con ese conjunto de arcos de acero remachado, ahí se reunían nobles, personajes públicos, reyes, plebeyos, el Enrique VIII que se exponía era como el símbolo del museo, siempre aparecía como logotipo. En los lados teníamos esas reuniones de intelectuales que parecía que estaban hablando, su colocación originaba ese efecto. Después teníamos un original "Salón del Tinell" que con una astuta utilización de espejos parecía el doble de grande.

Una sala del terror con efectos y con combinaciones de luz espléndidamente harmoniosos nos hacía pasar un mal rato, ahí veíamos a María Antonieta en la guillotina, a Chessman esperando en la cámara de gas, a Juana de Arco a punto de ser devorada por las llamas o a Séneca después de que le dieran cicuta.

Con el paso del tiempo, algunos con razón criticaron que el Museo de Cera no incorporase figuras nuevas, pero la falta de cultura reinante en este país echaba en falta más que nada una, la de Messi, ya daba igual todo lo demás, si no estaba el astro argentino, toda aquella escenografía era tiempo perdido. Aquel museo no se renovaba desde hacía tiempo, pero conservaba la esencia del creador.

Sin embargo, a pesar de esto, tenía su público e incondicionales, no es que fuera de los más vistos actualmente de la ciudad como el Picasso o el MNAC, pero si emblemático para los que hemos vivido ahí, aparte de ser como un viaje en el tiempo y los cinéfilos lo concebíamos como un homenaje a Enrique Alarcón. Llegó a tener hasta 200.000 visitantes, ahora se contaban con 80.000, cifra que no era despreciable

Tras unos problemas económicos en el 2019, la sociedad "Advance Leisure Services" se hizo cargo del museo y captó a varios socios entre ellos Toni Cruz, ex de la Trinca, que es el director creativo del espacio. Se invirtieron seis mil millones de euros y se renovó todo el edificio, el 4 de diciembre pasado volvía a abrir sus puertas. Este lo define como un museo del siglo XXI con interactividad, recreación de las escenografías de los personajes y alguna sorpresa. Ha incorporado a nuevos huéspedes como Leonardo Di Caprio, Rosalía y claro está, Messi. Entre sus declaraciones hay una que sorprende pues dice que el objetivo es contribuir a la recuperación de la Rambla.

Ángel Díaz, director del negocio declaró: “volverá a atraer al público barcelonés, como ocurría en los 70 y ayudará a que la Rambla vuelva a ser el lugar de ocio para barceloneses que era antes”

Desde estas líneas no puedo opinar qué me parece el nuevo museo, fui para visitarlo pero tras ver los precios a uno se le fueron las ganas: 22€, eso sí, me reiteró quien me atendió en la taquilla que si la compraba on line me costaba 20 tras afearle que antes el museo ofrecía descuentos a parados, jubilados, gente con discapacidad, estudiantes, etc. Algún descuento tiene, pero la verdad es que son de dudoso gusto, a la gente mayor solo les descuentan 3€, a la gente con discapacidad nada, salvo que uno vaya con silla de ruedas ya que especifican que no puede ver todo el espacio, en fin, lamentable,

Con esta política de precios, la verdad es que me negué a entrar y más sabiendo que aquel museo de Enrique Alarcón ya no sería igual. Ya digo que nada tengo en contra de cómo son las nuevas figuras, porque entre otras cosas no he podido visitarlo. Pero que por favor, no digan que esto recupera La Rambla a la gente de Barcelona. Si querían que la gente volviera, todos aquellos que hemos estado visitando el museo nos podrían haber hecho un descuento e incluso invitarnos para que viéramos el cambio, pero ante la deshumanización general que está afectando esta Barcelona tan acogedora en su día, lo mismo ni se les ha pasado.

Así que no me cabe otra cosa que lamentar la pérdida de aquel museo donde el maestro Alarcón nos enseñaba el arte de la escenografía, en sus películas podremos seguir deleitándonos con sus trabajos. Espero que el nuevo Museo de Cera funcione, pero para ello hay que poner en práctica las teorías y ser humanos, no vale ahí ser de cera.


22/10/2021

Fellini en Barcelona

 



Federico Fellini. Fuente: Wikipedia

Aproveché estos días en Barcelona para visitar la exposición del centenario de Fellini en el Mercado del Born coorganizada por el Istituto Italiano di Cultura y el Born CCM. De apariencia modesta, se pueden encontrar materiales de valor como carteles originales, fotografías, dibujos personales o vestuario de alguna de sus películas como Il Casanova. Esta muestra viene acompañada de una serie de actividades paralelas en determinados días como el pequeño espectáculo de Fellini: "Texturas y artes" donde el "Trío Marcel Casellas" rememora el ambiente felliniano con la música de sus películas, más el acompañamiento de la magia y un ambiente onírico.

 
Libro de Jorge Grau. Fuente: Amazon

Se trata pues de una exposición bastante recomendable, no tan grande como la que se exhibió en diferentes Caixafórums, pero que al menos contribuye a mejorar la cultura de una ciudad que con el paso del tiempo se ha impersonalizado demasiado. Hará ya 36 años que el director de La Strada visitó Barcelona por primera vez gracias al empeño de su amigo, el director Jorge Grau, el cual había escrito el libro Fellini desde Barcelona que relacionaba la estética de la ciudad con el mundo del director, algo que él no lo creyó, pero Grau insistió en que si hubiera vivido en Barcelona, Las noches de Cabiria sucederían en la Calle de las Tapias. Hay en la web de "Televisió de Catalunya" una excelente entrevista,  que Jaume Figueras le realizó entonces y que se puede ver de manera íntegra en el siguiente enlace.

 No sé si esta Barcelona actual se podría comparar con Fellini: la suciedad abundante, su olor a orín, patinetes eléctricos saltándose las normas delante incluso de la misma Guardia Urbana, o la sensación de ser extranjero en tu propia ciudad, tal y como nos decía la canción de Sabina utilizada en aquella Sinatra de Betriu, son elementos cada vez más frecuentes, por desgracia.. Esta deshumanización  daría más bien para una película decadente, una especie de Muerte en Venecia de Visconti en busca de la belleza , mientras la ciudad va languideciendo. Incluso desde el propio mundo de la cultura tampoco hay mucha autocrítica por el estado de la ciudad, prevalecen otros dichosos temas que no hace falta citar por lo repetitivos y cansinos que resultan.

 Quizá sí que el mundo felliniano se podría plasmar en Barcelona en una especie de Amarcord que como bien sabrán viene a significar algo así como “recuerdo nostálgico”, ya que el presente mejor olvidarlo, aunque es inevitable que la ciudad, a pesar de lo mal que está, la llevemos dentro. Pero seamos optimistas, al menos hasta el 9 de enero próximo, la ciudad estará mejor con esta exposición y quién sabe si a algún director, en un futuro, se le ocurre hacer un remake de Los inútiles. De momento los supervivientes de este parque temático se refugian en lugares como la Filmoteca, aquella cuyas salas se construyeron en un sótano de lo que antes llamábamos barrio chino y que al salir sigue recordando Las noches de Cabiria. ¿Lo vería felliniano esta vez él? 


13/10/2021

Un pequeño recuerdo para Josep Maria Forn

 


Hay directores que tienen la desgracia de ser recordados por solo una película, este puede ser bien el caso del recientemente fallecido Josep Maria Forn. Solo hace falta mirar las noticias de la semana pasada donde se titulaba que había muerto el director de La piel quemada, incluso su propio nombre quedaba relegado por el del título en cuestión.

Forn comenzó su aventura cinematográfica en 1948 gracias a Ignacio F. Iquino como meritorio de rodaje, luego sigue como ayudante de dirección, en el IMDB le encontramos ejerciendo esa función con durectores como Jerónimo Mihura (Me quiero casar contigo, 1951),  o con Francisco Rovira-Beleta (Once pares de botas, 1954). También como supervisor de guiones de Apartado de correos 1001 (1950) o Hay un camino a la derecha (1953).

Tal experiencia le lleva a dirigir su primera película en 1957 con el título de Yo maté, no he tenido la
oportunidad de visionarla y tampoco creo que sea fácil de encontrar. Su siguiente título al año siguiente es francamente notable: Muerte al amanecer y también conocida como El inocente, la tienen editada en DVD en una restauración que le hace justicia. El director adaptaba la novela de Mario Lacruz, del que hablé en mi post sobre la película Gaudí. Era un film de aquellos con trama confusa, llena de giros y con una excelente ambientación de aquella Barcelona negra que tan buen cine proporcionó. Fue su primer filme con la productora Teide Films que él había comprado y el rodaje estuvo lleno de problemas económicos y legales

Después de esta sigue con otras de las que tampoco he tenido la oportunidad de ver, se llora mucho cuando alguien muere, pero poco se le reconoce en vida...Una de estas y que tiene muy buena pinta, ya me permitirán la vulgar expresión, es la que dirigió en 1961 con guion de Rovira Beleta y que se llamó La vida privada de Fulano de Tal con Fernando Fernán Gómez de protagonista. A pesar de que incluso hasta escribí a la Filmoteca para ver si la pasaban en el centenario de Rovira Beleta, da la sensación de ser un filme totalmente invisible

Sigue luego con películas de cine negro de aquellas que la Betevé (la tele local de Barcelona) nos deleita los domingos: ¿Pena de muerte’ (1961), Los culpables (1962), La ruta de los narcóticos (1962). En 1964 adapta una interesante obra de Alejandro Casona, La barca sin pescador, que la rueda en Sant Pere Pescador, se ha podido ver en Youtube a falta de que tampoco alguien la editara o nos la ofreciera por televisión.


 Pero es en 1967 cuando su nombre será recordado con La piel quemada. Hablar de la película nos llevaría a otro artículo, ya conocen la historia y aquella singular pareja compuesta por Antonio Iranzo y Silvia Solar. A pesar de la fama, hubo en su momento división de críticas, incluso, según cuenta Esteve Riambau en Antología crítica del cine español (p.643), un simulacro de juicio en el desaparecido Cine Balmes de Barcelona donde el crítico Joan Francesc de Lasa actuaba como defensor y el músico Joan Pineda como fiscal. El director del cine tuvo que cortar la luz para evitar que el debate subiera de tono tras la negativa de la escritora Maria Aurèlia Capmany a hablar castellano.

La defensa de Lasa salió victoriosa y es un filme que aun hoy en día causa debate, con un guion bien calculado y todo un documento histórico de la época. Los hay que lo ven como una defensa de la inmigración andaluza y la defensa de una Cataluña acogedora, otros que los ridiculiza y que la imagen que se presenta de los catalanes es cerrada y prepotente...Estos debates no dejan de mostrar que es una gran película de la que siempre se puede sacar algo. Como curiosidad, fue el filme que ilustró un interesante debate sobre Cataluña en el programa La Clave que contó ni más ni menos que con Jordi Pujol entre los invitados, el cual felicitó al programa por su emisión.

Después de La piel quemada, el director probó con una adaptación de la novela de Manuel de Pedrolo, La respuesta que la censura no permitió estrenar y estuvo archivada hasta el 1976.

Ford dejó momentáneamente la dirección y  fundó y presidió el "Instituto de cine catalán", aunque en 1979 logra un gran éxito de taquilla, no así de crítica con Companys, procés a Catalunya,  algunos vieron una imagen no del todo objetiva, el director no quiso ofrecer una biografía completa de él, sino centrarse en sus últimos días. A pesar del respaldo del público, no vuelve a ponerse detrás de la cámara. En 1987 es designado "Director general de cinematografía" del "Departamento de cultura" de la Generalitat hasta 1991 donde volvió a dirigir, esta vez con una inofensiva comedia titulada Ho sap el ministre?, en 1998 vuelve con Subjudice, película que pocos vieron, y luego volvió a acercarse a otro Presidente de la Generalitat  con El coronel Macià. Se despidió con un documental en el 2015 que llamó El problema catalán.

Coincidí con él en varias presentaciones en la Filmoteca, también el Texas en un pase especial sobre La piel quemada. Lo encontré una persona afable, didáctica, respondiendo a todas las preguntas y muy cercano. Personalmente, creo que Forn sería más reconocido si hubiera continuado con ese cine de los 50 y 60. Eligió otros caminos y cada uno es libre de ello. Pero no cabe duda de que con su desaparición se nos va un gran cineasta cuya filmografía ha de recordarse como es debido.

05/10/2021

Claret, la madurez del actual cine religioso

 


Hace unos días, mientras repasaba los estrenos, di sorprendentemente con una de la que no había oído absolutamente nada, se trataba de Claret, la película, biopic del santo dirigido por Pablo Moreno, realizador especializado en cine religioso. Se tenía que estrenar el año pasado conmemorando el 150 aniversario de su muerte, pero por culpa del COVID hubo que esperar un año más.

Remarco lo de la sorpresa, pues siendo una película española, no hay apenas información de ella en programas de televisión ni de radio, salvo aquellos que sean religiosos o vinculados con la Iglesia como la COPE o la TRECE. He aquí un problema doble: por una parte, el de nuestros informadores cinematográficos que deberían, se supone, informar de todo aquello que se estrena, les guste o no. Y por otro lado, el del cine religioso que da la sensación de estancarse solo para un público creyente.

Más de uno me dirá  que este cine goza de buena salud, y de hecho con ciertos datos podrá corroborar su afirmación: Hay mucha más cantidad que en los tiempos que tales películas gozaron de una edad de oro, sin embargo, no logran la trascendencia de aquellas. Vidas de santos como las de San Juan Bosco o San Felipe Neri que van mucho más allá de su obra, han sido tratadas como anodinos telefilmes, pensados para ser exhibidos únicamente por televisión o en alguna sala parroquial. Resultan agradables e interesantes de ver, pero no van más allá de una realización plana que con el paso de los años acabarán olvidándose.

Un hombre para la eternidad  (1966) Fuente: Amazon

Atrás quedan esas grandes películas como Un hombre para la eternidad, Becket, Monsieur Vincent, Francisco, juglar de Dios, La pasión de Juana de Arco… que siguen visionándose en las principales Filmotecas y que son recordadas por distintas generaciones sin la necesidad de pertenecer a ninguna religión. Por tanto, acudí a ver Claret, la película con el miedo de encontrarme con los defectos que veo en este cine, aunque había algún dato que me llevaba a pensar que estaría por encima de la media actual.

Pablo Moreno lleva década y media dirigiendo, con la experiencia que ha ido adquiriendo mejora, no ya solo en el guion, sino en el aspecto técnico del que sigue habiendo carencias, pues ha de saber moverse con un presupuesto modesto. Muestra sensibilidad y atención con sus proyectos, creo que es conocedor de las virtudes y defectos del cine religioso y con Claret logra una madurez que puede ser el inicio de una carrera que le lleve, por fin, a superar esta barrera que se ha interpuesto entre este cine y la crítica.

Para empezar, la película logra ampliar el espectro de un círculo reducido de espectadores, y nos muestra la curiosa investigación que Azorín (Carlos Cañas) hizo del santo y todas esas biografías en el siglo pasado, que por intereses oscuros tergiversaron la vida de este y de la que el escritor también cayó en el error, no hablando como debiera de Claret en su libro La voluntad (1902). En 1938, supo rectificar en un artículo publicado en "La prensa" de Buenos Aires el 22 de mayo y vio las injusticias que se habían acometido contra él y que también era de aquella quimérica "Tercera España".

Fotograma de la película. Fuente: Claret La película
Así pues, entre este trabajo del escritor, el cual lo vemos cercano, mostrando sus temores a su mujer,
preocupándose por el "guerracivilismo" que se palpaba o charlando con su amigo Pío Baroja, se va intercalando la vida del santo, desde sus inicios en la rama del textil, para casi inmediatamente ya verlo con el hábito y fundando su congregación, años más tarde será nombrado Arzobispo de Cuba.

En esta etapa el director se detiene más tiempo, personalmente me hubiese gustado más una profundización de los primeros años, pero el biopic no permite pararse demasiado y una vez analizado todo el metraje se logra entender donde ha tenido que resumir para conseguir un metraje que sigue siendo generoso, pero equilibrado.

Vemos al Padre Claret siguiendo sus principios, lucha contra la esclavitud, encuentra enemigos incluso desde dentro, pero no le merman para nada, hay escenas bastante conseguidas y un esfuerzo considerable en el actor que lo interpreta, Antonio Reyes. Bien es cierto que no le vemos predicar mucho, en eso el Santo era todo un maestro, pero puede responder esa falta a no querer recargar el filme y hacerlo más ligero buscando más público, que el ritmo narrativo no cese, y buscando unas imágenes que valgan más que mil palabras.

Es precisamente ahí, donde uno se da cuenta de que esta vez no se ha hecho una película abusando de la tópica hagiografía, algo que sucede en otras actuales y que a veces hasta logra conseguir el efecto contrario de lo pretendido, sino que el propio espectador ya se va dando cuenta de quién era el Padre Claret y empatiza con él. Moreno logra un filme valiente en su terreno, sabiendo mezclar la objetividad con la emotividad, criticando donde debe, aun sabiendo que puede comportar algún malestar entre su público más ortodoxo. En todo el metraje podemos ver las luces y sombras de esa Iglesia que Claret quería renovar y que en más de una ocasión era y es incapaz de aplicar las palabras de Jesucristo de “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”

Fotograma de la película. Fuente: Claret, la película

La película aun se hace más interesante en el momento en que es llamado a ser el confesor de la Reina Isabel II (Alba Redondo), a esta la vemos retratada como infeliz, débil, desdichada, sola… Se nota que ha habido un gran trabajo ahí detrás de investigar y saber componer un perfil indicado, más de una escena resulta conmovedora como los diálogos que mantiene con el santo o cuando se moja en el mar, como símbolo de intentar encontrar una pureza, aunque su ropaje no se lo permita.

 Ingeniosamente, Pablo Moreno va trazando paralelismos entre aquel revuelto siglo XIX, las guerras carlistas, el liberalismo, etc. y el ambiente que generó la Guerra Civil del 36, el clímax va subiendo y la película crece. Es de agradecer, que no tome partida por ningún bando, ya digo que el director muestra, luego el público ya opinará, no hay el maniqueísmo tan pesado que suele tener el cine español ya sea desde un bando o desde el otro.

Así pues, el espectador atento conseguirá empatizar con el Padre Claret, perfecta la escena en su primer diálogo con la Reina, vemos claramente que es un trabajo que no desearía ni desea, pero ante todo está la obligación también de cumplir con lo mandado, y el de saber estar con la persona, sea un rey o un esclavo, y lo veamos con aura o sin ella.

Claret se ve obligado a acompañar a la Reina en el exilio, Azorín también tuvo que coger otro tren e irse, el director los empalma y ciertamente se nos pone un nudo en la garganta. Los paralelismos de tales acciones no dejan de ser una lección de historia y una reflexión del problema de las dos Españas que por desgracia sigue estando ahí.

Fotograma de la película (Fuente: Claret, la película)
Bienvenida sea esta Claret, la película. Ojalá nuestros tan queridos informadores cinematográficos le
hubieran prestado la atención requerida. Azorín, que fue también un gran aficionado al cine, supo rectificar, esperemos que sigan su ejemplo. Sin duda alguna cabe felicitar a Pablo Moreno por su trabajo a contracorriente y que nos siga deparando sorpresas en su cine, seguro que sí.

28/09/2021

Cry Macho y Eastwood en el medio

 


No podía acabar mejor para los cinéfilos este mes de septiembre, mientras unos discuten el palmarés del Festival de Cine de San Sebastián y otros discuten sobre Dune y hasta resucitan la anterior versión de David Lynch que nadie vio en su momento, en el medio aparece Clint Eastwood con su nueva película Cry Macho.

Así pues, servidor se fue este viernes a que le alegrara el día, me daba igual que algún que otro crítico considerable tecleara que ya podía dejar a alguien más joven para protagonizarla, o que otros insignes expertos, a falta de un Woody Allen para lanzarle los dardos, teclearan que ya nada tiene que decir.

Primavera en otoño (Fuente: FilmAffinity)
A Eastwood poco le importa lo que digan de él, es de los pocos políticamente incorrectos que quedan en
este séptimo arte tan sujeto a modas efímeras. Él a sus 91 años sigue dirigiendo y actuando para envidia de unos y gozo de todo aquel que ame el cine. Aquel actor que en vez de hacer las Américas, hizo las Españas, comenzó a ponerse detrás de la cámara hace justamente medio siglo con la excelente Escalofrío en la noche de la que bebió tanto y plagió Adrian Lyne y su Atracción fatal.

Entre ellas actuaba bajo la batuta de Don Siegel en aquel pseudowestern extraño y fascinante llamado El seductor y en la insuperable Harry, el sucio, y mientras unos en aquellos 70 discutían sobre la violencia del filme y otros se ponían a hablar de cine de arte y ensayo, él se ponía de nuevo en el medio y sorprendía con su cambio de registro en su segunda película como realizador, Primavera en otoño.


 

Era una película romántica entre una joven hippie  y un hombre de negocios divorciado  que encarnaba William Holden. Aquel filme era un canto de defensa a quienes esta vida aparta, ya sea por la edad o sus ideales. Este tema lo ha ido plasmando a lo largo de los años, y el espectador que vaya a ver Cry Macho lo volverá a hallar con esa ex estrella de rodeo y criador de caballos retirado que acepta el encargo de un antiguo jefe para traer a su hijo pequeño desde México para alejarlo de su madre alcohólica.

Eastwood se permite también ir confeccionando un puzle y repasar las constantes de su trayectoria, en ese viaje veremos algo de Mula o de Un mundo perfecto, la idea de la redención nos llevará a Gran Torino. incluso en lo formal también remite a Sin perdón, entre otras.


Pero Eastwood a lo Hitchcock recurre al "Macguffin", no hay que buscar tampoco mucho más allá en esta historia principal, sino más bien en su personaje que a su edad hasta se atreve a bailar un bolero y a conducir un coche por esas carreteras huyendo de la policía o teniendo que dormir en una capilla. Así pues, con Cry Macho nos reitera que el amor no tiene edad, ni pone barreras entre distintos pensamientos, razas y credos, las fronteras no existen como ya nos dijera casi 50 años antes.

Eastwood ya ha declarado que no se piensa retirar y constantemente huye de todas esas convenciones ridículas que en los últimos tiempos nos invaden y que está afectando mucho al cine y que en un futuro, si esto logra remediarse, será objeto de estudio. Poder verlo de nuevo es un desahogo al respecto, un hermoso homenaje a las libertades individuales y hasta un milagro en el panorama triste actual.

Capaz de combinar siempre un cine de autor (Bird, El aventurero de medianoche) con otro más popular (Firefox, El sargento de hierro), sus películas ya forman parte de la historia del cine. Más de uno se pregunta si es un autor o un artesano, qué más da, la respuesta ya la saben, en el medio.


21/09/2021

Mario Camus. In Memoriam

 

Mario Camus en la Seminci (Fuente de la fotografía: Wikipedia)

El pasado sábado fallecía Mario Camus, para la mayoría el director de Los santos inocentes, el programador de TVE estuvo atento y la programó esa misma noche como homenaje, algo habitual hace un tiempo y que ahora no suele pasar, cosas de que la “programación ya está cerrada y aprobada”.

Fuente: FilmAffinity
Camus murió en el olvido, desde los 90 sus películas apenas llegaban a los 200.000 espectadores, sin
embargo su nombre sonaba para muchos estudiantes de instituto que recurrían a sus adaptaciones de obras literarias para no leerse el libro. Así pues La colmena, Los santos inocentes, La casa de Bernarda Alba o Fortunata Jacinta habían sido escritas por Camus para ellos y no por sus autores correspondientes.

Pero ver la película y no leer el libro podía traer nefastas consecuencias y que se dieran cuenta los profesores de la repelencia de aquellos estudiantes tan acostumbrados a no leer algo que no trajera algún dibujito. Por el contrario, disfrutar con su lectura y complementarlo con aquellas películas le enriquecía a uno y de paso arañaba algún punto en el temido examen.

Lástima que ya en los 90, los institutos no citaran para nada a escritores como Ignacio Aldecoa del que Camus realizó tres notables adaptaciones: Young Sánchez, Con el viento solano y Los pájaros de Baden Baden. Más de uno las descubrió un pelín tarde.

Cuando alguien muere en España, comienza a salir toda una hilera de intelectuales y de tuiteros lamentando el fallecimiento, pero no pasamos de ahí, quizá por aplicar en extremo lo de “En polvo eres y en polvo te convertirás”, mandamos al ostracismo a los nuestros, los velamos bien y los mandamos de nuevo al olvido. No hace muchos días podíamos ver la gran muestra de duelo de los franceses ante la muerte de Jean Paul Belmondo, sin duda alguna, el país galo tiene una concepción distinta a la nuestra para recordar a sus ilustres personajes.


El repaso a la historia del cine español está lleno de grandes olvidos, Camus debutó en la dirección en 1963 gracias a Ignacio F. Iquino que le produjo el filme y que volvió a contar con él para Young Sánchez, pero pocos han recordado este dato. Desde que comencé este blog, he pretendido que de tanto en tanto vayan saliendo nombres como el de mi admirado director de El Judas, tan denostado por muchos a los que dio de comer.

Camus tuvo la habilidad de rodar un cine ensayista y combinarlo con otro más popular, ahí están las de Raphael, las cuales tenían un toque de calidad que ya les hubiese gustado a otros cantantes en su cita con el celuloide. También Sara Montiel pudo mostrar sus dotes de buena actriz sin dejar de ser Saritísima, con un guion de Antonio Gala la vistió de monja para acto seguido verla de cantante, algo así como la Mangano en Ana. Lástima que Jorge Grau no pudiera con ella unos años después...

A Pepa Flores “Marisol” también le dio la oportunidad de demostrar sus grandes cualidades
como actriz y que se olvidasen de que la vida ya no era una tómbola en la notable “Los días del pasado”, pero el público no quiso saber mucho de ese cambio y acabó siendo un injusto fracaso. Incluso rodó con un Terence Hill sin que diera puñetazos con ruido de cazuelas en un extraño pseudowestern llamado La cólera del viento

Pero fue en los 80 con esas adaptaciones de Galdós, Cela y Delibes donde Camus consiguió su máxima popularidad. La colmena parecía una novela imposible de llevar a la pantalla en solo dos horas, el habilidoso guion firmado por José Luis Dibildos lo conseguía con un repaso por otras obras de él y donde la esencia del escritor quedaba bien retratada, más de una vez he pensado que el propio Cela intervino en ese guion. La película se llevó el Oso de oro del Festival de Berlín.


Con Los santos inocentes el director llegaba a su cima y el cine español aumentaba su reconocimiento internacional, Alfredo Landa conseguía que le reconocieran su actuación y así lo quiso corroborar el Festival de Cannes, aunque Pilar Miró (quien fuera pareja durante años del director) se empeñara en llamar a Dick Bogarde, entonces director del Festival, para que al final Francisco Rabal fuera premiado también.

 Se deducía que el nombre de Camus llegaría a más, y aun le quedaban bastantes años para seguir aumentando de grandes obras su carrera. Por desgracia, no fue así y el público lo olvidó completamente, ya nunca más tendría un éxito. Sin embargo, seguía rodando y poco le importaba lo que pedía el gran público o los críticos.


Combinaba aciertos como Sombras en una batalla o El color de las nubes con otras no tan inspiradas que acababan siendo fallidas por un tratamiento superfluo en sus personajes, como aquella adaptación de La ciudad de los prodigios de Eduardo Mendoza. En el 2007 se despedía con El prado de las estrellas, tenía 72 años entonces y en este país rodar aun con esa edad era un logro. En su modestia declaraba que si había aportado algo al cine español, bienvenido era. Y así ha sido, efectivamente. Descanse en paz.

El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)

La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...