Particularmente me gusta sin tampoco entusiasmarme, en una época en que el cine ya no deparaba demasiadas sorpresas en el cine de suspense salvo fórmulas tópicas y direcciones convencionales, Branagh optaba como he comentado por recordar el cine clásico y especialmente al mago del suspense, ahí esta esa amnesia de Recuerda, la mansión y el ama de llaves de Rebecca, las tijeras de Crimen perfecto…No había ninguna intención de copiar, sino de homenajear, aquel cine era visto por el director como “majestuoso y al mismo tiempo que te cortaba la respiración sin preocuparse por la lógica más allá de la tensión, hoy mi intención no era compararme con Orson Welles o Alfred Hitchcock, sino básicamente en divertirme en un tono que va del humor al misterio”
Un blog para la cinefilia que se queda hasta el final de los créditos.
22/09/2023
Branagh todavía
Particularmente me gusta sin tampoco entusiasmarme, en una época en que el cine ya no deparaba demasiadas sorpresas en el cine de suspense salvo fórmulas tópicas y direcciones convencionales, Branagh optaba como he comentado por recordar el cine clásico y especialmente al mago del suspense, ahí esta esa amnesia de Recuerda, la mansión y el ama de llaves de Rebecca, las tijeras de Crimen perfecto…No había ninguna intención de copiar, sino de homenajear, aquel cine era visto por el director como “majestuoso y al mismo tiempo que te cortaba la respiración sin preocuparse por la lógica más allá de la tensión, hoy mi intención no era compararme con Orson Welles o Alfred Hitchcock, sino básicamente en divertirme en un tono que va del humor al misterio”
14/09/2023
La misa ha terminado (1985): Esperando la nueva de Moretti
Se estrena este viernes El sol del futuro, la última de Nani Moretti y que ha sido muy alabada entre la crítica, cuenta la historia de Giovanni, realizador italiano reconocido y de gran prestigio, pero que parece de otra época y al que le está costando levantar su último proyecto, una película ambientada en 1956 cuando una compañía húngara llega a Italia huyendo de Hungría.
Más de uno ha visto en ella una crítica al actual cine de plataformas como Netflix y un homenaje al mundo felliniano de concebir el séptimo arte. Lo cierto es que dan ganas ya de verla y quizá por eso se ha tenido la idea de reponer una de sus películas más famosas estos días en algunos cines: Caro Diario (1993).
Probablemente, aquel fuera el título con el que muchos
supieran quién era Nani Moretti, la trama era como una especie de "road movie" y
tres episodios donde el realizador con su moto iba desgranando varios aspectos
de su tan amada como odiada Italia con cierta acidez, no le faltaba el homenaje
a Pasolini pues en un momento se iba a la playa donde fue asesinado, tampoco se
olvidaba de guiños cinéfilos y se atrevía a imitar el bayón de Ana de Silvana
Mangano. Me hubiera gustado verla en pantalla grande estos días, pero un
inconveniente me lo ha privado, así que decidí recuperar otra de él: La misa ha
terminado.
Y si antes he dicho lo de "probablemente" era porque esta es 8
años más antigua que aquella y encima se llevó el Oso de plata del Festival de
Berlín, pero, sin embargo, en España se estrenó con seis años de retraso y en
unas fechas poco recomendables como las Navidades, por lo que apenas tuvo
repercusión. No le faltaron admiradores, Vicente Molina Foix la calificó de
“obra maestra absoluta”, hará ya una década la pude ver en el programa que
presentaba Juan Manuel de Prada de "Lágrimas en la lluvia", pero no me acabó de
convencer, así pues le di esta segunda oportunidad para que pudiera corregir
mis errores de apreciación.
El argumento ya lo hemos visto en otras formas, pero no en un fondo tan amargo y dramático, aunque el director siempre suele recurrir a la esperanza en sus filmes. Tras ejercer sus funciones en una isla del sur de Italia ,un joven sacerdote es destinado por sus superiores a una parroquia de Roma. Allí se reencuentra con su familia y sus amigos e intenta, en la medida de sus posibilidades, cambiar las cosas, pero el fracaso le acecha, y su posterior crisis personal y profesional le hacen cuestionarse su labor dentro de la Iglesia.
Las
andanzas de este cura más bien sirven de pretexto para radiografiar una
sociedad en plena crisis de valores, Moretti se ha declarado ateo más de una
vez, pero respetuoso con la Iglesia, aunque no le han faltado sus críticas como
en Habemus Papam, pero de aquella manera, sin tampoco ofender demasiado. Aquí lo vemos
bien ensotanado, quizá una imagen que ha quedado algo desfasada cuatro décadas
después ya que son pocos los que así van, aunque tampoco da demasiadas pistas
si es un cura conservador o progre.
A Moretti no parece importarle demasiado esta cuestión y se
centra más en el aspecto psicológico que no el moral, enseguida nos muestra sus
frustraciones, le han dado una parroquia fea, con goteras y a la que no va
nadie porque la gente prefiere ir a otra más cercana y que según sus
monaguillos está mucho mejor, sin embargo hay otra razón y es que el anterior
párroco no quiso cumplir con el celibato y formó una familia curiosamente
delante de la parroquia, algo que le molesta. Eso sí, no esperen ninguna mala
palabra contra el Obispo, el director saca los temas y deja que sea el público quien juzgue, la libertad ideológica es quizá el mayor logro de toda esta historia.
Poco a poco vamos conociendo su vida familiar, su padre está
siendo infiel y ha conocido a una chica treinta años más joven, la madre sufre y
le toca padecer, la
hermana ha quedado embarazada y quiere abortar, algo de lo que evidentemente se
opone incluso amenazándola con matarla y luego suicidándose él en una frase que suelta con una expresividad ambigua.
A pesar de su juventud, Moretti capta que no está nada contento con su trabajo. Le vemos fatigado, harto, con mal humor, ni siquiera se reserva algún buen sermón para lucirse, cumple demasiado a rajatabla lo de poner la otra mejilla... La única manera en la que parece disfrutar es cuando juega con los niños a pelota, fíjense que incluso en estas escenas va sin la sotana.
A pesar de que en muchos sitios está anunciada como una comedia, no lo es, ni siquiera un drama, Moretti sigue un estilo que casi diríamos minimalista y que puede provocar que la película no nos diga absolutamente nada y hasta nos decepcione. Quizá esta sea la razón por la que La misa ha terminado no me ha convencido en esta segunda ocasión, así como en otras películas del director he encontrado momentos ácidos que me han ayudado a entrar en los personajes y en su carga crítica o haber sabido mostrar un dramatismo sin caer en la sensibilidad como en La habitación del hijo, aquí no hallo momentos para recordar especialmente, sino más bien un compendio de lo que luego perfeccionaría.
Ojalá tuviera la crítica de Molina Foix delante y en una tercera vez hallar la que él define como obra maestra absoluta, de momento intentaré disfrutar de su última película, las expectativas se han puesto demasiado altas.
07/09/2023
El presidente del Borgorosso FC
Cerramos agosto con el esperpento del tema de Rubiales y el beso, no daré la lata con ello, aunque me han venido a la mente esas épocas en que ciertos presidentes de clubes eran los absolutos protagonistas de los medios de comunicación, incluso los que no éramos muy futboleros los seguíamos, aunque más bien por la comicidad que destilaban y sin tampoco pensar en sus negocios...
El cine español no aprovechó demasiado todos aquellos nombres que tenemos en mente, eran
tiempos en que la españolada tal y como se entendía había sido fulminada por la
Ley Miró y salvo alguna que otra referencia puntual, no hubo ni en plan cómico
ni serio intento alguno de elaborar un guion que lo retratara.
Sin embargo, en el cine italiano sí tenemos una película que
parodia la figura del presidente de club deportivo, es de 1970 y está
interpretada por Alberto Sordi, se titula El presidente del Bergorosso FC. La
dirigía Luigi Filippo D´Amico, un director que no se prodigó demasiado y que
había escrito algunos guiones para el mismo Sordi. En esta había un guionista
de lujo, Sergio Amidei que había colaborado con Rossellini o De Sica y que
también para el actor había escrito algunos de sus mejores papeles como es el
caso de Detenido en espera de juicio o Un burgués pequeño, muy pequeño.
En tal historia colaboró también Sordi y un exfutbolista Adriano Zecca, el resultado quedó algo lejos de las grandes comedias italianas, pero es una película divertida, el actor da vida a Benito Fornaciari, solterón que trabaja como bibliotecario en el Vaticano y que recibe a la muerte de su padre la herencia del equipo de fútbol del Bergorosso FC de cuarta división, a partir de allí hará de todo para tener contentas a las masas y que el equipo logre grandes resultados, incluso contrata a un estrafalario entrenador que también nos puede traer algún que otro nombre a la mente
Lo mejor de la película es sin duda saber reírse de temas tabúes como es la afición al fútbol tan interiorizada en la genética italiana como la nuestra, pero los italianos siempre gozaron de más libertad a la hora de abordar las parodias, aquí se tenía que ir con el lenguaje críptico o que la censura no entendiera demasiado, por cierto, que cuando se estrenó en España se redujo bastante metraje debido a las palabrotas que no pasaron el "nihil obstat", años más tarde se dobló de nuevo, aunque por lo visto, también con reducción.
Ya por comenzar, el personaje de Sordi trabaja
en el Vaticano como bibliotecario, ya intuímos que habrá una doble moral en el
personaje cuando coja las riendas de este calamitoso equipo. Su padre así lo
es, su mansión la vemos decorada de retratos femeninos desnudos, en su empresa
vinícola solo tiene contratadas a mujeres, la que lleva adelante el negocio
(papel encarnado por Margarita Lozano) le confiesa que era la amante de él en
secreto, pues él guardaba las formas de matrimonio honrado.
Sordi para ganarse los favores de la hinchada que se pone
furiosa porque ha vendido a cuatro futbolistas, se reserva una imitación de
Mussolini y esta es mostrada como dócil, inculta, malhablada… No le faltan
también sus momentos dramáticos en los que se pretendía reflexionar más sobre
el tema, pero la dirección opta más por cierta imitación del estilo felliniano en la trama
final donde hay que leer entre líneas todo lo que pasa.
El director filma
mucho los ambientes futbolísticos, desde los bares hasta las barberías, no
hallamos ningún personaje que se salve, muestra la corrupción dentro de este
deporte y carga contra los otros estamentos, retrata a un alcalde corrupto que
busca como puede quedarse con el equipo, el cura oficia la misa muy rápido para
no perderse los partidos…. Quizá para suavizar la carga se utilizó un equipo de
regional preferente, en sus estadios apenas hay gradas, solo cuentan con un
suplente y con sobrepeso.
La figura del presidente, que quizá cuando se estrenó la película podía ser vista como excesiva, no lo es y con el paso del tiempo lo podemos comprar bien con cualquier nombre de esos que tenemos en mente, incluso actuales. Ante todo, lo que se denuncia es la crueldad a la que se llega con lo que, en teoría, debería ser solo un juego.
El presidente del Borgorosso FC fue una película que
se adelantó a su tiempo, en España pasó sin pena ni gloria, rondó los 300.000
espectadores, cifra bastante baja pues las películas de Sordi tenían su público en nuestro país.
A ello hay que añadirle la irregularidad de su director, aunque a pesar de sus
carencias le salió una película a la que vale la pena echarle un vistazo. La tienen en DVD, pero creo que en las plataformas no la conocen, como suele pasar con bastantes títulos del cine italiano.
31/08/2023
Homenaje a John Ford: Un crimen por hora (1958)
Efeméride importante para acabar el agosto, el cincuenta
aniversario de la muerte de John Ford, lo cual permite que estos días podamos
ver bastantes títulos en diferentes canales, aunque por el contrario se echa
muy en falta algún que otro reestreno/homenaje en el cine.
Pero entre esta nueva revisión de sus películas, lo más
seguro es que de nuevo quede olvidada Un crimen por hora (Gideon of Scotland
Yard, Gideons´s Day) de 1958 producida para la Columbia. Como bien ya dice su
título, narra la vida de un día del inspector Gideon, en el cual tiene que
ocuparse de un socio deshonesto, un asesino loco, un atraco y hasta una boda.
El mismo Ford decía a Peter Bogdanovich en su libro que “quería cambiar de aires algún tiempo y dije que me gustaría hacer algo sobre Scotland Yard, así que fuimos y lo hicimos”. El director acababa de rodar obras calificadas de menores como Escrito bajo el sol y la muy personal The Rising of The Moon en 1957 y El último hurra en 1958. Al igual que en Mogambo, aprovechaba unas vacaciones para rodar algo distinto y experimentar, algo que siguió haciendo después con La taberna del irlandés en 1963.
El guion partía de las novelas de John Creasey sobre el comandante George Gideon de Scotland Yard y que posteriormente fueron objeto de una serie de televisión británica entre 1964 y 1966. El escritor lo creó en 1955, aunque publicaba bajó el pseudónimo de JJ Marric, Ford adaptaba su primera entrega y contó con Jack Hawkins para darle vida, el actor ya contaba con experiencia en personajes similares como el que abordaba en The Long Arm tres años antes.
La moral de Ford quedaba patente al concebir la película
como una “prevención contra el crimen” y tener una fe en la justicia siempre
que estuviera ejecutada por personas honradas y que supieran afrontar y combinar sus
problemas personales sin perjudicarles su tarea, Gideon tenía la fórmula y ofrecía un carácter aparentemente sencillo, pero lleno de
matices. Lo mismo podemos decir de esta película.
Aquella vieja Inglaterra estaba cercana a sus raíces
irlandesas y aquel relato de entretenimiento le servía para hacer un ejercicio
psicológico y familiar reunida en la jornada de este. No resultaba para nada
una película fría, Ford ya a las puertas del final de su carrera no necesitaba
películas alimenticias. Es un producto cuidado, buena prueba es que contara con
Freddie Young para la fotografía, recordemos que fue quien se encargó de ella
en las superproducciones de David Lean. Para la dirección artística, reclamó a
Ken Adam, el responsable de bastantes títulos Bond y que también había
trabajado con Mankiewicz o Kubrick.
Ver Un crimen por hora también es experimentar cómo un gran
director podía atreverse a realizar un producto menor, pero sin dejar de lado
nada. Lástima que no sea muy fácil su visión si no tienen el DVD, alguna vez es subida en Youtube... No dejen nunca el formato físico por las plataformas, combínenlas, de lo contrario a saber de qué se hablará de John Ford de aquí otros 50 años.
25/08/2023
Garcine: Una excelente exposición sobre José Luis Garci
Hará cosa de año y medio que en el programa de Cowboys de
medianoche se esbozó la idea de una exposición sobre la obra de José Luis Garci
coincidiendo con los cuarenta años del Oscar por Volver a empezar. A final se
hizo realidad y en el Centro de Cultura Contemporánea Condeduque se exhibe esta
hasta el 15 de octubre con el nombre de "Garcine", como sabrán los
más cinéfilos, él siempre dice que el séptimo arte es una vida de repuesto, tal fusión con su apellido es plenamente acertada.
El pasado sábado la visité con altas expectativas, las
cuales se cumplieron, durante una hora y media disfruté no ya solo repasando su
filmografía, sino todas sus aficiones y su manera de entenderlas y concebirlas, ya sea el
fútbol, el boxeo, su pasión por Madrid… Comisariada por Andrés Amorós, propone
un recorrido cercano y entrañable que el visitante agradece. Aparte de los
textos, vamos leyendo frases sueltas y pensamientos del propio director relacionadas con cada apartado.
Es de señalar, incluso, que la exposición también es un
retrato de un tiempo y un excepcional documento con excelentes fotografías, al
empezar vemos una de Martín Santos Yubero de la calle y el cine Narváez con el
siguiente texto del director: hoy el tranvía 52 cruza la calle Narváez.
Enfrente, el portalón del diario Pueblo, la tienda de comestibles y la
lechería, el portal de mi casa, la frutería de Cayo y el bar de Bernal, que
tenía futbolín. El dueño de la tienda de ultramarinos se llamaba Pedro, era del
Atleti y despachaba siempre con una chaquetilla blanca, muy limpia. Como Pedro
sabía que yo también era colchonero, siempre me daba algo, un pedacito de
queso, una rodaja de chorizo o una chocolatina. Con razón Umbral escribió
que «José Luis no es que escriba bien, sino que es un escritor»
La melancolía entrañable penetra con gran sensibilidad mientras se desgranan sus recuerdos, los cuales, gracias al cine, reviven sin necesidad de convertirnos en estatuas de sal. La personalidad de Garci la vamos conociendo aun más gracias a sus anécdotas como cuando explica que se sentó entre Billy Wilder y David Lean a los cuales les contó que era un guionista reciclado a director y que ya no sabía qué le gustaba más, si ir al cine o hacerlo, Wilder le contestó: "Hablar de cine".
Precisamente esto último, prácticamente sin parar, es lo que
ha hecho el director, ha sido y es de las personas que más han
enseñado a ver el séptimo arte muy especialmente con el programa “Qué grande es
el cine” y sus continuaciones con otros nombres, actualmente Classics en la
Trece. Pero su cinefilia también se extendió a la radio de la cual es un gran
enamorado como ya demostró en Solos en la madrugada y en la rica bibliografía
de la cual también hay un buen repaso en la exposición.
La figura de Garci también esta vista desde otras facetas
como la pintura, encontramos un bonito cuadro cubista de García Meana.
Objetos personales, la máquina de escribir antigua y otra
más “moderna” de donde han salido tantos guiones, fotografías familiares e
importantes de su vida, sus amistades, Robert Wise le dijo: “eres uno de los
nuestros”…Mientras lo vamos viendo, se escuchan varias bandas sonoras de sus
películas y uno incluso hasta se para un momento para evocar todo ese cine que
nos ha regalado el director y que tendrán un bonito homenaje al final.
No solo están sus películas, también sus trabajos en
televisión como guionista de La cabina o dirigiendo Historias del otro lado.
También hay facetas no tan conocidas como una fotografía de 1959 en el
escenario del Teatro Parque Móvil poco antes de actuar en la obra de
teatro Escuadra hacia la muerte de
Alfonso Sastre que cinco años más tarde dirigirá en el "Círculo Catalán" y en el "Teatro Club Atocha". 60 años más tarde volvería al teatro dirigiendo otra obra
del mismo autor Cargamento de sueños en el "Teatro Español".
Y claro está, viene el repaso a su filmografía, con fotografías muy cuidadas de los rodajes que ya justificarían por si solas una exposición. No puede faltar el Oscar ganado por Volver a empezar y cantidad de detalles que creo que cuando uno los vea hasta tendrá ganas de repasar su obra. Y esa música que va sonando tiene su explicación, sale de un minicine al final de esta donde entramos y vemos varios fragmentos de sus películas acompañados por las bandas sonoras, no hay los diálogos, lo que permite apreciar más la ambientación de estas, la fotografía o las expresiones de los rostros en sus películas.
Les recomiendo verla y ojalá se pudiera ver en otros puntos
de España. Se les quedará guardada en la retina. Aparte de la exposición, quien
tenga la suerte de vivir en Madrid puede repasar sus títulos en una programación
en el mismo centro cultural.
18/08/2023
La secuela de Tiburón
Nunca segundas partes fueron buenas, con los años la frase
se ha vuelto más tópica debido a la constante irrupción de sagas, algunas
incluso mejoran los precedentes, véase Misión Imposible cuya primera entrega
siempre me ha parecido más floja que las restantes. Pero antes de todo esto,
era normal que los productores quisieran estirar la cuerda de cualquier éxito
sin tampoco cuestionarse mucho la calidad del producto resultante, aquí ya hemos hablado
de verdaderos desastres como la secuela de Grease o de Fiebre del sábado
noche.
Tiburón (1975), sin embargo, no tuvo una mala secuela en 1978, tampoco es que fuera ninguna maravilla, pero su nivel era más que aceptable, quizá por culpa de la tercera y cuarta entrega, además de las apócrifas. Esta quedó algo marcad por ello y olvidada con el tiempo, se la rescató cuando salió en DVD y ahora ciertas cadenas como la Trece la están recuperando. No hace muchos días se informó de la muerte de Marc Gilpin que hacía de hijo de Roy Scheider aquí. Siendo un actor con corta carrera, llamaba la atención la repercusión de la noticia, incluso en redes más de un cinéfilo lo sintió. Con esto se deduce que no dejó mal sabor de boca en su momento.
El actor contaba que cuando estaban filmando una de las escenas en la balsa improvisada de yates naufragados, un tiburón martillo real los estaba rodeando, los actores comenzaron a gritar, pero el equipo de producción, que estaba filmando esa escena desde la distancia, no se dio cuenta del peligro y pensó que estaban actuando y de forma bastante real, por cierto.
La película tuvo su éxito, se comercializó bajo el lema de “Justo cuando pensabas que era seguro volver al agua”, sin embargo su enfoque estaba más dirigido al púbico adolescente, las reminiscencias literarias del filme de Spielberg aquí desaparecían. La acción se situaba cuatro años después que un gran tiburón blanco aterrorizara el pequeño pueblo costero de Amity, el alcalde quería atraer de nuevo al turismo, pero dos submarinistas que exploraban la zona donde había aparecido el peligroso escualo son encontrados devorados Su desaparición alerta a Brody, es verano y al pueblo están llegando muchos veraneantes. Mientras tanto, un grupo de chicos, entre los que están los hijos de Brody, van de excursión a una península cercana.
En un principio el director propuesto fue John D. Hancock, pero tuvo numerosos problemas con la Universal, a esto se añadió un conflicto con el productor Richard D. Zanuck que no le gustaba que en el guion tuviera tanto protagonismo la mujer de Brody (Roy Scheider) interpretada por Lorraine Gary. Al final, se puso detrás de las cámaras Jeannot Szwarc, un director televisivo que no tuvo mucha suerte en la pantalla grande con desastres comerciales como Supergirl o Santa Claus, el film.
Ver Tiburón 2 supone toda una sorpresa, y más si se ve con
prejuicios de que es una mala película, no lo es en absoluto, tiene garra,
fuerza narrativa, los sustos sorprenden y el problema antes mencionado de darle
más protagonismo a la actriz está muy bien resulto ya que aporta una
dosis de dramatismo bien dosificada. A ello se añade que en el apartado musical
se conto nuevamente con John Williams y sus notas están aprovechadas al máximo.
Lo único que sucede es lo anteriormente dicho, la falta de recursos literarios,
algo que este tipo de cine iría acusando más en los 80, dando más protagonismo
a la estética del videojuego y pensando especialmente en un público joven.
En España funcionó perfectamente, se estrenó en noviembre de
1978 y contó con 2.941.287 espectadores.
10/08/2023
French Connection (1971). Homenaje a William Friedkin
El reportero (Michelangelo Antonioni, 1975)
La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...
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Seguimos con la Navidad y en este caso homenajear al autor de una de las canciones más populares que se oyen en estas fechas, probablemente ...
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La figura del director Michelangelo Antonioni con el tiempo ha sufrido evoluciones que van desde quienes lo consideran todo un genio del sé...
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Justo al acabar el año se nos informaba de la muerte de Olivia Hussey, un nombre que para ciertas generaciones más jóvenes probablemente no ...














